Re: Blizzard Street 23

**Caín L. Ibsen** Dom Sep 27, 2009 5:14 pm

Vuelve a apoyar su cabeza en la pared y, tras bostezar, cierra los ojos y parece que se echa una cabezadita en lo que el tío tiembla de rabia por sus palabras, cosa que le es indiferente, sin devolverle la mirada porque, obviamente, tiene los ojos cerrados en su estado de modorra total que va en aumento conforme pasan los segundos.

Hasta que se ve agarrado por el cuello de la camisa y estampado contra la pared, ante lo que abre los ojos, dando otro bostezo y mirándole indiferente, acortando la distancia entre ambos rostros para taladrarle con la mirada cuando él comienza a gritar estupideces que no le interesan ni lo más mínimo.

-Claro que sé con quien estoy hablando, con un niñato más que va de malote y se cree muy guay por tener un grupito de matones bajo su mandato, mucha mierda en el cuerpo y muchas zorritas detras de él -Espeta, englosándolo en lo general, donde cree que debe- ¿Ves? Tu original amenaza no hace sino darme la razón... -Ríe, sin alzar la voz hasta el final, en el que pega ambas frentes y le sostiene también con una mano a él por la camiseta del traje- Te lo diré una vez alto y claro: DÉ-JA-ME-EN-PAZ-PE-SA-DO.

Ignora a los que están mirando, solamente fijando sus ojos verde esmeralda en los azules eléctricos del chico. Hielo pantanoso contra fuego marino.

**Edward Carnby** Dom Sep 27, 2009 5:20 pm

Escucha todo lo que dice y las ganas de cerrarle la boca aumentan, la típica etiqueta que le suelen colgar,e sa que en condiciones normales soporta e incluso acepta, es mejor que lo vean así y que logren ver algo más que sólo puedne ver unas pocas personas...

El problema es que noe stá en unas condiciones normales. Cuando él junta mabs frentes no cede y hace presión hacia delante, en una batalla no sólo de palabras si no de miradas. Su ppecho sube y baja ya con insistencia, y es capaz de escuchar a su corazón bombear con violencia. De repente la música se detiene por el espectáculo que están dando.

Se lo queda mirando fijamente durante quién sabe cuantos segundos, como la mecha que está a punto de alcanzar la bomba y explotar en la pelea...

Y de súbito se lanza sus labios, devorándolos con cierta avidez pero pericia pese a las drogas, empotrándolo ahora sí contra la pared. No ve un tío, sólo una boca que tiene que cerrar a toda costa.

**Caín L. Ibsen** Dom Sep 27, 2009 5:26 pm

Por supuesto que se percata de que Peter Pan tiene ganas de cerrarle la boca y de que le molesta todo lo que le está diciendo, pero se la suda. Por supuesto que se da cuenta de que el chico va mal, pero le da igual. Por supuesto que es consciente de que él hace más presión hacia delante para potenciar la batalla visual, pero no le molesta. Por supuesto que ve como su pecho sube y baja, pero tampoco le da importancia. Por supuesto que escucha que no hay música y la gente susurra y cuchichea en su dirección, pero le trae sin cuidado.

Y le trae sin cuidado porque, sencillamente, él también tiene ganas de cerrarle la boca a ese pesado, él también va drogado, él también hace más presión para continuar con el duelo de miradas, él también comienza a reaccionar y la modorra da paso a una leve excitación que se nota en como su mano se aferra más a la camiseta de él, y por todo aquello que haya o no música y que la gente mire queda en un segundo plano.

De este modo, cuando el plasta insulso se lanza a comerle la boca, como no es de piedra y el tío no está nada mal, se deja empotrar contra la pared y apoya ambas manos, la del garfio de forma lateral para no cortarle, en su trasero, atrayéndole más y correspondiéndole.

Sabe que el tío no haría eso en condiciones normales porque parece de la acera derecha, pero como él si lo haría y también quiere que se calle y deje de molestarle, comienza a mover sus labios y lengua frenéticamente.

**Jennifer Smith** Dom Sep 27, 2009 5:33 pm

Sin saber como ni porque deambula por las calles del Red&Black distrit con su disfraz de princesita veneciana, buscando la dirección de la fiesta. Aún no entendía como se le había ocurrido ir a esa fiesta de disfraces, si no fuese porque llevaba una semana oyendo hablar de ella por todos lados, no se le hubiese ocurrido entrar en aquel distrito de la ciudad.

Con su capa púrpura sobre el vestido acampanado de época lleno de bordados, y con el corsé tan apretado que apenas podía respirar, llegó hasta la casa. Saco un espejito de su minúsculo bolso y comprobó que tenía el maquillaje perfecto y cada mechón de pelo en sus sitio. Perfecto. El moño seguía en sus sitio, y los ojos negros resaltaban a través del disfraz con plumas verdes.

Tomo un poco de aire antes de entrar. Ya que estaba allí, de perdidos al río, no pensaba desaprovechar la ocasión de lucir un vestido tan exquisito, aunque tuviese que ser en un tugurio como aquel. Entró con pasos firmes y decididos y miro alrededor de la oscura habitación. Arrepintiéndose nada más poner un pie en el interior. Pero ahora no podía echarse atrás.

**Edward Carnby** Dom Sep 27, 2009 5:36 pm

Pega más ambos cuerpos por el empujón de él en lo que la música se reanudad, ahora mismo ya le da igual lo que puedan pensar de él, bueno, de hecho siempre le ha dado igual, y la verdad es que el chaval no lo hace nada mal, cosa que de ina forma ciertamente extraña lo prefier,e pese as que lo haga principalmente por cerrarle el pico de una puta vez..

Y sus manos tampoco se están quietas y viajan a la cintura de él, rodeándla por dtrás hasta que alcanza su trasero y lo aprieta con fuerza, moviendo su lengua con frenesí dentro de su boca y sonriendo con malicia entre beso y beso, colando una rodilla entre las piernas de él con fuerza.

**Caín L. Ibsen** Dom Sep 27, 2009 5:41 pm

El tío este debe haberle comido la boca a muchas zorritas porque, con sinceridad, besa bien. Y en su interior es un triunfo personal que un hetero se le lance a comerle la boca. Además, el hecho de que uno vaya de Garfio y el otro de Peter le resulta ciertamente cómico pese a su escasez de comicidad personal.

Cuando le agarra el trasero y apoya una rodilla en su entrepierna, el hace viajar una de las manos que tenía en el trasero de él al muslo y de ahí, a las nobles partes íntimas del chavalín. En efecto, ha conseguido que se calle y encima que deje de aburrirle y le entretenga, por lo que se separa momentáneamente de su boca y baja a su cuello, decidido a atacar este como un vampiro una vez ha atraído a su presa, lamiendo con expertos movimientos esa zona antes de morder con cierta fuerza, provocar algo de sangre, succionarla y volver a besarle en la boca para que la pruebe.

Porque se lo dijo, le haría lamer su propia sangre... Y lo hace volviendo a besarle con frenesí e intensidad.

**Dafnée Moreau** Dom Sep 27, 2009 5:47 pm

Durante otro efímero instante su rostro vuelve a mostrar algo parecido a la preocupación, cuando, pasándose los dedos por los labios, intercambia piradas de Peter a Garfio, preguntándose en qué momento tendría que intervenir para salvar la sombra de su protegido o, aunque eso se lo saltara el cuento, velar por Garfio si resulta ser el caído. Pero al ver el giro que torna la disputa alza levemente las cejas y tuerce los labios como una niña inocente, viéndolo, como siempre a través de sus ojos, no como las consecuencias de ingerir demasiado alcohol, sino un intercambio emocional privado entre dos némesis.

- Hum... - su sonrisa, en cambio, es divertida - Vaya, cualquier leyenda popular cambia en función del cuentacuentos que la entone... - murmura casi para sí, como susurro enigmático. Pronto vuelve a fijarse en Epiphany con otra suave risa, siendo quizás una de las pocas que no se sorprende ante el... "efusivo intercambio" de aquellos dos rivales a tiempo completo - Si deseas ir allí, entonces te llevaré... aunque no es el único lugar que podríamos visitar - mira a izquierda y derecha, como si repentinamente el hada hubiese sido capaz de obrar una magia que las aisla en una burbuja de sueños, y como un felino se acerca para susurrarle en el oído en tono cómplice: - He oído que cerca de aquí se oculta una madriguera similar a la de Alicia... a lo mejor en el sótano, o quién sabe, quizá en un lugar inaccesible a los mortales... se cuenta que conduce a un lugar del País de las Maravillas que ni ella misma llegó a explorar jamás.

Por la forma en que relucen sus propios ojos, en ese preciso instante ella misma se cree lo que para otros sería una mentira: esa promesa de viaje hacia lo desconocido y mágico hace latir su corazón otorgándole vida. Cuando ella nombra al príncipe, el hada sigue su mirada para posarla de nuevo en su majestuosa y silenciosa silueta, tornando su sonrisa un gesto melancólico a la par que cariñoso.

- Sí, tengo el placer... - susurra - Es un príncipe oscuro hechizado por una maldición y solitario en su castillo sombrío. Su amante es una rosa deshojada que, sin embargo, no podemos rozar...

**Jane C. Jaffe** Dom Sep 27, 2009 5:49 pm

Mientras se dirije a los sillones caminando en plan happy, y con ya de por sí cierta hiperactividad más aumentada de la habitual por culpa de lo que fuera loq ue llevaba en aquel vaso que le había dado Epi. Cuando logra alcanzar los sofás, se tira encima de uno de ellos literalmente, sin importarle demasiado la gente que estaba sentada antes que ella, ni la cantidad de insultos que le dirijen. Ella, con una sonrisa feliz, les mira, y luego vuelve a la fiesta.

Para su sorpresa, cuando su mirada se dirije hacia donde parece que la gente grita, se encuentra con Eddy y otro tío morreandose en plena fiesta, siendo el punto y centro de las miradas de lagunos curiosos y otros que no parecían darse cuenta de lo que ocurría. Jane reacciona de manera distinta a como se esperaba, con un solo "oh" de sorpresa, y poco más, pero curiosea por la barra donde ve a Epi y al Hada. Para su otra sorpresa, también se encuentra con Dita, y un disfraz bastante original, dado lo que parecía la temática de la fiesta.

- ¡Dita! -grita sin preocuparse lo más mínimo de si alguien la escucha o no, o si la gente ahora la mira por el grito que ha pegado.

Se levanta rápidamente a ver a la chica, que iba acompañada de una mocosa vestida de Wendy, solo que rubia y seguramente más infantil y con menos interés en Peter Pan de lo que parecía. Se empeiza a manejar bien con su disfraz, y ya parece menos cohibida porlas mirada de los demás.

**Epiphany J. Murray** Dom Sep 27, 2009 5:59 pm

Se gira hacia la dirección en la que Daf está mirando. En su estado normal se habría sentido molesta y lo habría disimulado por orgullo, pero ahora, tal como va, le parece, en efecto, una nueva versión de un cuento de hadas rememorado por la gran película de Disney, por lo que, soltando la botella de tekila ya casi vacía al suelo donde se rompe, aplaude con ambas manitas emocionada:

-¡Bieeen, bieeen, Garfio y Peter por fin son amigos y no rivales! -Exclama, asintiendo- Sí, cambia y... ¡Para ser mucho más guay! -Añade con un matiz infantil en su voz eufórica- ¿El País de las Maravillas? -Pregunta emocionada, escuchando atentamente todo lo que Daf dice, como si fuese una Cenicienta que atiende al Hada Madrina cuando esta le da instrucciones para llevarla a un maravilloso Baile en un mundo de Fantasía- ¡Sí, sí por favor! -Pide con la ilusión de una pequeña soñadora- ¡Vayamos!

Sus ojos grandes brillan ahora como dos lunas azules, porque para ella, gracias a la droga y a su carácter en el fondo soñador y rebelde, también es ahora posible ese viaje y su corazoncito lleno de temores lo necesita para librarse de los mismos. Así, mira a Daf expectante, esperando que le diga hacia donde tienen que ir, y tomando su mano de nuevo con la suya pequeñita, dispuesta a seguirla.

Escucha lo que dice sobre el Príncipe y, excitada, pone un semblante triste, un mohín infantil:
-¡JOOOO! -Se queja con un gritito- ¡Pobrecitooo! ¿Y si le decimos que se venga de viaje con nosotras a ver si se anima y deja de estar triste?

**Edward Carnby** Dom Sep 27, 2009 6:00 pm

Nota la mano de él viajar de delante a atrás, pero ahora estos e torna simplemente en un juego de a ver quiéns e cansa antes, y no está dispuesto a dar su brazo a torcer. Una de sus manos, en vez de viajar a donde supuestamente dbería, asciende por su espalda y bordea hasta alcanzar su pecho, localizando exactamente los pezones y pellizcando no precisamente de forma débil repetidas veces.

Echa la cabeza hacia atrás de forma inconscente cuando busca su cuello, siseando ante el mordisco y notando el sabor metálico de su propia sangre en los labios de él. Aprieta con tanta fuerza elpezon derecho de él que seguramente le haya hecho alguna herida, pero ni se percata antes de apretar más fuertemente con la rodilla hasta que ya presiona donde interesa y su boca viaja a la nuez de él, arañando con los dientes antes de asestar el bocado y recoger algo de sangre:

- No eres el único que juega, Garfio- Susurra con malicia, dejándole degustar su propio líquido vital.

**Caín L. Ibsen** Dom Sep 27, 2009 6:07 pm

En efecto, es consiciente de que probablemente el chico, al ir tan colocado, se lo tome a juego y a rivalidad, pero él simplemente se lo toma como algo para romper su aburrimiento y divertirse. Así que cada uno por su motivo, prosigue. Él acariciando su entrepierna mientras nota como le pellizca y, como el dolor no es sino un aliciente, prosigue besándole con fiereza mientras lo hace, sin inmutarse en lo demás.

Suelta una risa ronca cuando le muerde la nuez a la par que presiona su entrepierna con la rodilla, negando para si mismo con la cabeza, ahora por fin divertido de verás por la situación, y gustoso prueba su propia sangre, algo que ya ha hecho en más de una ocasión y que, en efecto, le mola igualmente en lugar de molestarle.

-Soy consciente, pequeñín... -Contesta una vez lame la sangre, introduciéndole la mano por dentro de los pantalones- Vaya, Peter, no sabía que llevaseis vos dos dagas... Eso es jugar sucio, incluso para un Corsario Pirata que no sigue las directrices como lo es mi persona -Añade, acariciando antes de volver a atacarle a los labios.

**Dita Alighieri** Dom Sep 27, 2009 6:09 pm

Un insistente tirón hace que pare en su camino hacia la barra. Cuando oye su cantarina voz reclamarla se vuelve hacia ella y se agacha un poco para estar a su altura. – Dime. – Pero es su brazo que señala lo que quiere y el objeto de su insistencia es un hada y una mariposa que se encuentran al final de la sala. – Vamos. Te las presentaré. - Con una sonrisa al reconocer a una de ellas se van acercando. Aunque enarca una ceja cuando oye a la otra chica.

La presencia de cierto caballero pasa desapercibida hasta que la mirada de las hadas se dirigen a él, su vista se posa en él y sin saber porqué traga duro y se vuelve, no sabiendo como actuar. Sigue su camino a ellas pero una vez ahí un seguido de gritos que acaba en Eddy y un tío de aspecto siniestro liándose. Su rostro muestra un gesto de sorpresa sustituido luego por una sonrisa pícara, lo que hacía el alcohol…

Finalmente llega a Dafnée y a la otra chica. – Dafnée. – Saluda a la chica con una suave sonrisa y se vuelve a la otra chica. – Soy Dita, encantada. Y esta pequeñaza de aquí, - Baja la vista a la niña de rizos dorados – es Lizzie. – Sonríe viendo la cara de alegría de Lizzie. - Venga, diles algo, Lizzie. -Pero una voz femenina hace que se vuelva y vea a la morena. – ¡Jane! – La saluda con la mano y haciéndole señales para que se acerque a ellas. – Tráeme algo, anda. – Pide poniendo carita de cachorro a Jane. Pero suelta una carcajada cuando escucha a la pequeña mariposa haciendo el comentario sobre Garfio y Peter.

**Edward Carnby** Dom Sep 27, 2009 6:16 pm

Nota que la mano ya no va de forma superficial y se estremece visiblemente y de forma sutil al mismo tiempo, pero no por ello da su brazo a torcer cuando lo escucha, y la otra mano que acariciaba su trasero sigue el mismo trayecto que la que ha seguido la de su archienemigo:

- Al parecer no soy el único... Precisamente yo tampoco soy un Peter Pan normal y corriente, no tengo directrices porque para mí no existen...- Susurra antes de atacar sus labios y apretar con fuerza tanto con una mano como con la otra.

**Ulises J. Kane** Dom Sep 27, 2009 6:25 pm

No sabía quién le había invitado ni le importaba un pepino. Había ido con Dakota a elegir un disfraz aquella misma tarde, o mejor dicho había ido a dejarse arrastrar mientras la niña descartaba cientos y cientos de trajes a cuál más estúpido.

- Ese. - Había dicho Ulises al final, harto de tanto rollo.

Gracias al cielo ella había estado de acuerdo, y ahora se encontraban los dos de pie en la puerta de aquella casa a cuyo dueño no conocían vestidos de Batman y Catwoman. Era tan absurdo que resultaba gracioso.

- Grrr, estás muy sexy. - Bromeó él, pellizcándole el trasero.

Podría decirse que se llevaban bien porque era la única chica del mundo con la que jamás se acostaría. Quince años y medio eran demasiado pocos, pero quizá aquello había sido una coincidencia afortunada que había contribuído de forma notable a asentar las bases de su amistad... si es que Ulises Joseph Kane podía ser realmente amigo de alguien.
Sin pararse a ver si Dakota le seguía cruzó el umbral y analizó uno por uno a todos los invitados presentes. Había objetivos interesantes, en realidad, empezando por la mesa de bebidas.

**Caín L. Ibsen** Dom Sep 27, 2009 6:26 pm

Ve como el chico es de los que llegan hasta el final y vuelve a reír de esa forma ronca a la par que jadeada cuando su entrepierna también comienza a ser explorada... Lleva la mano del garfio de forma ascendente por su espalda hasta la nuca de él y, con cuidado para no raparle, lo enreda en su cabello para empujarle la cabeza más hacia él y tocarle directamente la campanilla con la lengua.

Sonríe cuando le dice eso y ataca sus labios, siguiéndole un rato y apartándole levemente después:
-Tus admiradoras, Blancanieves, Campanilla, La Guerrera Celta y el Hada de las Mariposas nos miran con envidia -Le comenta con cierta diversión- ¿Les enseñamos que dos caballeros archienemigos pueden hacer tregueas para demostrar que no necesitan de sus femeninas presencias en sexys disfraces para divertirse? -Y vuelve a empujarle con el garfio la cabeza para atacar sus labios.

**Jennifer Smith** Dom Sep 27, 2009 6:29 pm

Entro con cierta reticencia hasta el lugar donde se encontraban unos sillones y varias personas, pasando con los ojos como platos junto a dos jóvenes vestidos de Peter Pan Y el Capitán Garfio dándose el lote. No dejaba de ser una escena digna de una buena foto, teniendo en cuenta la relación de esos dos personajes de dibujos. Cada vez tenía más claro que debería haberse quedado en su casa, aunque el recuerdo de su hermano dando golpes en el garaje, y su padre en calzoncillos rascándose la barriga frente al sofá no era mucho mejor que la escena que tenía delante.

Ya junto a los sofás miro de arriba a bajo a las personas que había allí - Buenas noches, me llamo Jenny ¿dónde se puede pillar algo de beber aquí dentro? - preguntó dispuesta a pillarse la mayor cogorza de su vida para olvidar que se encontraba en un sitio como ese.

**Dakota L. Burdock** Dom Sep 27, 2009 6:34 pm

Tras una tarde de tiendas habían escogido un disfraz y se habían presentado en aquella fiesta. A ella le hubiera gustado ir de Cleopatra, pero su acompañante se negó en rotundo a ponerse una túnica blanca, por lo que al final iban así, de héroes de películas, él de Batman y ella de Catwoman.

Se limitó a enseñar un poco los colmillos, adoptanto su actitud de mujer-gata. Después se río y sin poder evitarlo le colocó bien la capa, que estaba algo torcida.

- Ahora, perfecto

Vio como Ulises echaba a andar, por lo que le siguió, mirando de un lado a otro a través de su máscara negra. La verdad es que se sentía mejor con el rostro levemente cubierto ya que allí no conocía a nadie. Mucha gente. Quizás demasiada. Carraspeó un poco y tragó saliva.

- Eeestooo... La bebida está por allí... ¿no? -preguntó, asomando levemente la cabeza por la puerta de la cocina.

**Dmitri Vólkov** Dom Sep 27, 2009 6:39 pm

El lobo ha elegido presa y ha elegido el rebaño de dulces corderitas, disfrazadas la mitad de ellas de hadas. Se aparta de la barra dejando la copa vacia en esta, caminando elegante y felino hacia ellos, en el camino no le pasa despercibida la escena entre garfio y peter y otra torrida escena entre una alicia peliazul y un sombrerero loco de extraños cabellos morados.

Pero ninguno de ellos le distrae de su objetivo, aquel grupo de damiselas en apuros.

-Se me hace increible que unas bellas damas como vosotras esten tan desprotejidas y abandonadas como vuesas mercedes.-dice haciendo una exagerada y clasica reverencia.-Lord Dmitri,Caballero sin Dama y ladron de virtudes, para serviros.

Se incorpora y se sienta con ellas, quedando con una rodilla flexionada y la otra pierna extirada en el suelo. En esto saca un frasco con unos polvos blancos de entre sus ropajes y lo abre ofreciendoselo a las jovenes.

-El hechizo de la Reina de las Nieves, solo los mas valientes o los mas estupidos se atreven a probarlo.-Saca un poco con una garra de metal que lleva en uno de sus dedos y lo snifa.-Yo no se si soy valiente o idiota, lo unico que se es que no me gusta tomarlo solo.

Y le ofrece el frasquito a las doncellas.

**Jane C. Jaffe** Dom Sep 27, 2009 6:44 pm

Se acerca a la India, y con ello a una Epi un tanto drogada como lo iba ella y al Hada de cabellos de fuego que parecía sacada al igual que su compañera de un cuento de hadas. Cuando Dita le pide alcohol, ella mira su bebida, y después de nuevo a la chica, y en un impulso arrebatador, le ofrece el líquido de dificil comprensión que contine su vaso.

- Ten, yo creo que tengo sufieciente ya -mueve su pie como cuando tiene una ataque de histeria o nerviosismo y se empieza a toqueter el pelo que le daba un toque salvaje. Escucha al hada y a la mariposa y no puede evitar sonreir.

Es entonces cuando su mirada se posa en la inminente figura que entra en la casa vestido de Batman. Horror. No sabía quien era, pero su meente empezaba a desvariar de nuevo. Le parecía que tenía alucinaciones, dado que las estrellitas rodeaban a aquel tipo que no sabía ni su nombre.

- Buuuuf... -vuelve su mirada a las chcias de nuevo. Tenía mucho calor.

Es entonces cuando un apuesto capallero aparece en la escena, y se sienta con ellas después de hacer una reverencia. También deja vislumbrar una mercancia de la cual Jane no siente ninguna curiosidad en probar, por lo que la rechaza con decisión y firmeza. Además, suficiente tenía ya encima.

**Dafnée Moreau** Dom Sep 27, 2009 6:47 pm

Sesga la sonrisa con cierto aire pícaro, comenzando a sentirse bien en presencia de la mariposa y repantigándose mejor en el suelo. Cruza los brazos sobre el muslo de ella para apoyar la barbilla en las manos y balancea las piernas sin calzado a excepción de aquellas medias; al hacerlo tintinean unos pequeños cascabeles dorados que cuelgan de las hojas de su cabello, como bayas de un árbol veraniego, y observa junto a ella y una vez más la escena de Peter y Garfio.

- No existe una enemistad completa al igual que la amistad no es definitiva... Peter y Garfio son dos caras de la moneda y están tan destinados a odiarse como a atraerse. Es un sino que el cuento original jamás contó... - y a ella que le digan que "fue por culpa del alcohol" no va a valerle, al parecer... cuando aferra su mano con la suya, tan pequeña y suave como la suya propia, vuelve a enderezarse apenas, ingeniándoselas para que su grácil gesto quede a la vez fascinador - Entonces antes tendremos que encontrar el camino... cierra los ojos - añade, pasando las yemas de sus dedos por su rostro de ratoncito y cerrándole los párpados - Olvida todo lo que ves y piensa solo en ese universo mágico... ése cuya entrada ningún ser humano ha logrado encontrar jamás. Si lo haces, la verdad sobre su ubicación vendrá a ti... - mira de nuevo al príncipe al escuchar sus gritos infantiles, sonriendo con más énfasis - Tienes razón... quizá él también necesite trascender de lo mundano y liberarse un instante de las cadenas - sus ojos pardos horadan el hielo pulido de los del príncipe como una clara invitación a acercarse, instantes antes de que él lo haga y corresponda a su reverencia con una propia y graciosa. Su sonrisa es dulce y, sin embargo, al ver cómo se sume en el hechizo de la Reina de las Nieves se oscurece con una melancolía casi triste, desganada. Cuando les ofrece ella alarga su sedosa mano hasta la suya, rozando la garra de metal, pero en vez de aceptar acaba rodeando del todo su curtida mano con la suya propia, casi como si le ofreciera otro camino. Y así es, aunque su sonrisa es misteriosa cuando le mira y dice: - Quizá, príncipe, si vuelas con nosotras bajo los efectos de una magia más pura tu alma consiga ser libre... al menos por un efímero instante. El polvo de hadas es más efectivo que la esencia de la Reina Blanca...

Tardíamente se fija en las recién llegadas cuando se acerca, pero sus ojos brillan ahora al reconocer a una dama de las nieves muy diferente, Dita, en compañía de aquel pequeño e inquieto duendecillo de cabello rojizo. Se endereza con las manos cruzadas sobre el regazo y, ladeando la cabeza con ternura, acerca el rostro al de la niña para pellizcarle suavemente la mejilla.

- Me llamo Dafnée - susurra cuando conoce el nombre de la niña - Es un placer conocerte, princesita. Tu reino debe de estar lleno de lirios, bosque y cascadas.

**Ulises J. Kane** Dom Sep 27, 2009 6:52 pm

Caminó hacia donde estaba Dakota y entró con ella a la cocina.

- Aquí mismo, tienes buen ojo Very Happy

Se sirvió una copa de algo de aspecto marrón y le dio un trago. Estaba demasiado suave, así que le añadió un poco de otra cosa que parecía vodka y lo probó de nuevo. Mucho mejor, aquello ardía en la garganta.

- No te pongas de esto que eres muy pequeña aún. - Le aconsejó.

Obviamente no esperaba que le hiciera caso: cuando se emborrachaba estaba muy graciosa. Dejó a la chica por allí escogiendo bebida y se apoyó en el marco de la puerta, analizando la situación desde allí.
Cuando ya había recorrido con la vista casi toda la sala sus ojos se posaron en una figura femenina que creyó reconocer. ¿Dafnée? Sí, ese pelo rojo era inconfundible. Y justo a su lado otra chica, vestida de guerrera, que le miraba sin mucho disimulo.
Ulises le dedicó una sonrisa, pero se quedó donde estaba.

**Epiphany J. Murray** Dom Sep 27, 2009 6:53 pm

Escucha atentamente la teoría de Dafnée sobre Peter y Garfio. Ella después sí aceptará la teoría del alcohol, pero en estos momentos es la del sino a la que asiente fervientemente. Está dispuesta a obedecerla, cerrar los ojos, e imaginar ese lugar para encontrar el camino, cuando esucha que acepta invitar al príncipe y, posteriormente, la voz de este.

Sus grandes ojos celestes se fijan en él y después de lo que Daf le ha contado, además de euforizada cada vez más, no puede evitar hacer lo que hace cuando se les presenta:
-Es un placer, Lord Volkov -Le corresponde a la reverencia y... Se pone de puntillas, abrazándole con todas sus fuerzas- ¡Un abrazo de felicidad para que no esteis triste! -Exclama alegremente- Epiphany Jane Murray -Toma una buena cantidad del frasco y se la esnifa... Sin embargo, asiente a lo que Campanilla dice- Su polvo de hadas mola más que este polvo... -Comenta, como evaluándolo tras haberselo esnifado.

Mira a la chica que se les acerca vestida de india y, con una amplia sonrisa, asiente a su presentación:
-¡Encantada Tigrilla, yo soy Epi, Epiphany Jane Murray! -Se presenta alegre y feliz de la vida- Encantada a ti también, Jeniffer -Dice a la chica que va de princesa- Y sobretodo, es un placer conocerte a ti, pequeña Wendy -Dice a la niña. Cuando Jane se acerca le sonríe alegremente, y también le da a ella otro efusivo abrazo -¡Veo puntitos, Jane, y son como confeti! -Le dice con tono feliz y despreocupado- ¡Confetiiiiiiiii!

**Edward Carnby** Dom Sep 27, 2009 7:00 pm

La lcuha se mantiene equitativa en todos los aspectos, puede que nunca haya hechoe sto pero no hay mucha diferencia entre un tío y una tía... Se separa momentáneamente cuando él lo hace, escuchando su comentario y ladeando la cabeza para observar al grupo junto a otro tío que no conoce de nada, antes de fijar su mirada electrizada y chispeante en la de él:

- Parece que no me miran solo a mi, Capitán... Pero por una vez estoy de acuerdo, tengo una idea...- Le da el último beso, potente, frenético y rapido, antes de separarse y hacerle una demán para que lo siga.

Alzanca la barra y aparta a toda la gente de allí, dando tres silbidos y dejando un espaico. Sin más quita todo rastro de vaso, botella o cualquier cosa de encima de la alargada mesa, subiendo de un ágil salto. Dos simples gestos tajantes al Dj y la música para:

- Señoritas y señoritos... Los que estén en pleno tema les rogaría que parasen y escuchasen atentamente,y alos que no lo estén, suerte la próxima vez... Vamos a comenzar un concurso de Stripteasse- Varios silbidos aclaman su propuesta, otros murmullan y otras no se muestran muy convencidas, aunque ganan los primeros, cosa que le hace sonreír- Peeeero- Alza uno de sus dedos, mirando a todo su alrededor y abarcando a Daf, Epi, Dita, jane y el príncpe, igual que a la niña y una princesa rubia que no le suena- Hay una condición... Los bailes serán entre personas del mismo sexo, para darle más... Emoción. Si no teneis cojones podeis largaros, y si los teneis... Aquí está la mesa. La persona que gane recbirá un premio que decidiré sobre la marcha... Y ahora, ¿ quién se atreve?- Exclama en voz alta, animando a todo el que quiera a participar.

**Caín L. Ibsen** Dom Sep 27, 2009 7:04 pm

Sonríe altivo, sabe que él también acapara miradas, puesto que es consciente de ese magnetismo personal y atractivo nato que le hacen tan único en su especie y eso, sumado al espectáculo que ambos dan, es suficiente para que muchas murmullen o deseen unirse o estar en el lugar de uno de los dos.

Corresponde a ese último beso y le sigue, subiéndose a la mesa con otro salto, casi como el vuelo de un murciélago, sobre la misma, a su lado, dejándole que hable... Observa él también las reacciones y como señala sobretodo a las candidatas que más le interesan, riendo para si mismo y, finalmente, le aplaude, acercándose a su oído:
-¿Archienemigos formando un mismo bando en la tregua? -Pregunta en un susurro. Por fin la fiesta se convierte en lo que su nombre indica.

**Elizabeth H. Gregory** Dom Sep 27, 2009 7:05 pm

Al alzar su deditos hacía las criaturas e un vano intento de acercarse más a ellas y tocarlas, el hada de cabello rojizo y ojos pardos le dedica una sonrisa que ella agradece, iluminandose su rostro y sus ojos, haciendolos más brillantes de lo que ya decostumbre eran. La ilusión de conocer a aquellos dos seres mágicos se hace más intensa, deseando con todas sus fuerzas, al igual que tirando de Dita. Cuando esta accede llevarla con las criaturas aladas que pueblan los bosque de sus sueños, sus mejillas se tiñen de un color rojo como los cabellos del hada a la cual va a ver.

Algo tímida, muestra una leve sonrisa angelical al hada, que poco a poco se amplia al ver que ella deja qeu su mirada se pose en ella. Como un gatito pequello, restrega su mejilla levemente contra la mano del Hada, agradecida de aquel gesto de cariño a los que no estaba acostumbrada, tan solo por Dita, y vuelve sus ojos claros hacia los del hada, tan sabios, y a la vez tan divertidos. Se escapa una risilla de sus labios infantilles y coge con sus manitas la mano del hada y se acerca más a ella, para verla mejor y respirar su aroma.

- Mi reino está perdido más allá de las nubes, junto con su rey y su reina, que ahora descansan bajo esos prados llenos de lirios, y las cascadas son las lágrimas que derrama el reino por la perdida de su princesita -dice como si contara la historia de una verdadera princesa. La pequeña abraza al hada y luego mientras está agarrada a ella, mira a la mariposa que está a su lado.- Hola mariposa -dice con su amplia sonrisa y sin prestar mucha atención al caballero que se acerca a ellas. Era demasaido pequeña para saber de que se trataba su convesación...

Contenido patrocinado