Hell's Bar

**Padre Anthony** Jue Jul 09, 2009 6:48 pm

Un garito rockero consistente en una sala algo pequeña de paredes negras decoradas con posters de grupos metal y rock actuales y de los 80 mezclados con firmas y pintadas de los clientes, apenas iluminado y con mesas en un rincón cuyos bancos están pegados a la pared y que siempre están llenas de grupos apelotonados de gente.

En la barra se sirven minis de cerveza, calimocho, sangría y cubatas económicos de vodka barato, ron o whisky de marca blanca, además de refrescos típicos como coca cola y fanta, aunque pedirlos sin alcohol supone la mofa de Kurt, el camarero, un heavy de los de la vieja escuela ya entrado en años y que es también dueño del bar.

Los aseos son mixtos y poseen una maquina de condones, y al lado de estos, en el fondo, hay un escenario en una esquina donde algunos grupos nada conocidos o que recien empiezan tocan los sábados noche, siendo los viernes día de sesion metalera y rockera en la que el mismo camarero hace las veces de DJ.

**Edward Carnby** Sáb Jul 18, 2009 1:26 am

Las carcajadas de él y sus compañeros son audibles incluso antes de entrar, tras haber vendido la "colecta" de la noche y haberse sacado una buena tajada que como buen líder había repartido de forma justa, quedándose él un poco más. Ya habían hecho una visita por el café, por lo que iban algo fumados, y nada mejor para culminar que pasarse por este antro de mala muerte pero que a él le gusta, la bebida no es mala...

Entra abriendo la puerta con el pie, vestido con una camiseta de rejilla y unos pantalones negros, con las manos enfundadas en unos mitones que dejan vissibles los dedos, y el pelo como lo suele llevar, revuelto y sin molestarse demasiado en peinarse. Sus ojos azules analizan la estancia con aparente curiosidad, esbozando una sonrisa divertida y acercándose a la barra, pidiendo cuatro calimochos bien cargados que paga él para más elogios de sus compañeros.

Se acerca a una de las mesas, dónde unos chicos al reconocerles les dejan sitio, las marcas de sus dedos son más que visibles. Coge su recipiente y empieza a beber tranquilamente, riéndose ante la gracia de uno o la experiencia sexual de otro.

**Epiphany J. Murray** Sáb Jul 18, 2009 1:36 am

En el "camerino", que no es sino el almacén del sótano, respira nerviosa varias veces, como siempre, afinando la guitarra con mimo y colgándosela con la correa una vez ve que la tiene preparada. El cigarrillo que sujetaba en los labios pasa a estar por fin sostenido por sus dos dedos, y se lo termina en pequeñas y rápidas caladas, relajándose... Y mira que para cuidar la voz debería dejarlo, pero sencillamente no puede.

Finalmente asciende las escaleras, ataviada con un corse negro de cuero con correas, unos vaqueros muy ceñidos oscuros con unas cadenas finas colgando a un lado de la cadera, y botas de cuero estilo "chúpame la punta" con un tacón que intenta disimular su 1,56 de altura. Su mirada de ojos azules se ve potenciada por el lapiz negro con el que se hayan delineados, y sus finos labios los ha pintado de carmín rojo, intentando parecer más mayor pese a lo aniñado de su rostro pálido.

Sale al pequeño escenario, sentándose en la alta silla y llegando a la altura del micrófono, al que da un par de golpecitos para probar si funciona. Ese gesto y el sonido de los altavoces basta para que la gente se gire hacia el lugar y clave su mirada en ella, como público expectante...

Ella sonríe y, sin más, empieza a tocar una melodía, esta noche lenta para iniciar hasta que haya más ambiente, y poco después la acompaña con su peculiar voz.

**Edward Carnby** Sáb Jul 18, 2009 1:41 am

Continúa echándose unas risas hasta que el ruido del micrófono le alerta, y gira el rostro en un principio desinteresado... Pero gana interés al ver quién es la que se sienta, esa chica que ya había visto más de una vez tocar y cantar. No le encaja para nada en este sitio, pero con la voz que tiene le da un poco igual, casis e siente hasta bien cuando la escucha, aunque nunca sabrá si es por las drogas, el alcohol o por su voz.

Instantáneamente le da una colleja al que tiene al lado, mandándole que se callen en silencio,y sin más se pone a escuchar la canción, sacándose un cigarrillo y llevandóselos a los labios, encendiéndolo con una cerilla pero sin desviar su mirada azulada de la chica.

**Epiphany J. Murray** Sáb Jul 18, 2009 3:02 am

La canción llega a su fin y ella permanece con los ojos cerrados, escuchando aplausos, mezclados con palabras soeces de algun que otro borracho, pero se limita a dibujar una sonrisa con sus finos labios e inclinar la cabeza en señal de agradecimiento. Deposita tras esto la guitarra a un lado, poniéndose en pie.

El barman aparta la silla, cambia la iluminación y le entrega un micro para colocar cerca de los labios, sin sostener. Una vez el escenario esta libre, comienza a sonar un hilo instrumental y ella acompaña con su voz, bailando a la vez, al son de la canción que entona a la perfección.

**Edward Carnby** Sáb Jul 18, 2009 3:08 am

Aúntiene que soltar un par de collejas más a algunos de sus amigos para que se callen, bebiendo suavemente el calimocho como si se tratase de un whisky escocés, que para él es lo mismo...

Aplaude cuando acaba, dedicándole miradas furibundas a las que le sueltan esos "piropos" y sonriendo con diversión cuando vuelve a mirarla, esa sonrisa que al mismo tiempo tiene un matiz enigmático, ya que sólo él sabe lo que se le pasa por la cabeza.

Cuando la canción cambia y la ve moverse clava sus ojos en los de ella, esperando que se fije, yn el momento en que lo hace, con ese descaro caracterísitco, emite el típico silbidito que a él le queda más sensual que burdo, llevándose de nuevo la bebida a los labios y contemplando el espetáculo...

Se sorprende de ver cómo algo tan pequeño es capaz de moverse así.

**Epiphany J. Murray** Sáb Jul 18, 2009 3:29 am

Corresponde durante la actuación a la mirada de Edward, dedicándole una fugaz con sus ojos azules y profundos, pero no es un gesto especial porque sabe hacer su trabajo, y no es el único al que mira o al que dedica una sonrisa como la que dibuja en sus labios cuando le mira.

Acostumbrada como está a según que comentarios, solamente inclina de nuevo la cabeza cuando finaliza y llegan aplausos, piropos, y silbidos, diciendo un "gracias" con el micrófono que abandona después sobre los altavoces, tomando su guitarra y desapareciendo por las escaleras que dan al sótano, donde guarda todo.

Poco rato después sube, atravesando gente, dando largas a los que insisten en invitarla y empujando a los sobones, hasta alcanzar la barra, donde el dueño del bar, barman, y su jefe, un hevy de la vieja escuela, la felicita sirviéndole un mini de calimora, del que da un largo sorbo para calmar la sed y, tras eso, se sienta en uno de los viejos taburetes, bebiendo más despacio.

**Edward Carnby** Sáb Jul 18, 2009 3:35 am

Aplaude junto con el resto, aunque de forma más lenta, como si no tuviese ganas, indicando con un gesto queya puedne seguir hablando de si este se ha tirado a la hermana del otro y cosas así, acabándose su bebida al cabo de un rato...

Sigue con sed, así que se levanta, rascándose la piel del pecho de forma efusiva pero suave y luego revolviéndose el pelo, empujando a unos y a otros hasta alcanzar la barra, dónde se pide ahora un cubata de ron con cola. Gira sobre sus talones y apoya los codos en la barra, notando como más de uno lo reconoce, los tatuejes de sus brazos son más que reconociles, al igual que los de sus dedos.

Esboza una sonrisa divertida en lo que el cuabat llega, tomándolo entre sus manos y apoyándose de nuevo en la barra pero esta vez cara hacia esta:

- Bonita actuación.- Dice simplemente, coom si no se hubiese dado cuenta de que la tiene al lado cuando en realidad sí lo ha hecho.

**Epiphany J. Murray** Sáb Jul 18, 2009 3:37 pm

Tiene la vista clavada en el líquido entre granate y morado que bebe en pequeños tragos, como si temiese que el mini se le gastase demasiado pronto, mientras escucha la música que ha puesto su jefe de fondo hasta su siguiente pase para actuar. A veces mira a todos lados, como si temiese ser descubierta por alguien conocido, pero enseguida vuelve a clavar la vista al frente.

Se queda absorta en cualquiera sabe que pensamientos durante largo rato, sumida en un silencio absoluto, limitándose a escuchar música. Un tío bastantes años mayor que ella se le acerca y pregunta si busca compañía, ella contesta con sequedad pero, asombrosamente, sin perder la educación ni la calma, como si buscase evitar la violencia a todo costo.

Cuando se aleja, clava de nuevo la vista en el frente, hasta que oye una voz y mira de reojo a quien tiene al lado. Le suena, de vista claro está, el líder de una de esas bandas, según dicen, no sabe cual y no sabe el nombre de él, pero si conoce esa cara. La mirada es fugaz y sin ladear el rostro, que mantiene recto, clavando de nuevo sus ojos color cielo en un punto inexistente, bebiendo.

-Gracias -Se limita a contestar, empujando hacia el borde contrario de la barra su vaso vacío, ante lo cual, un cubata de vodka con naranja le es servido de inmediato.

**Edward Carnby** Sáb Jul 18, 2009 3:43 pm

Ladea levemente el rostro para mirarla cuando le responde con esa educación que él no tiene, principalmente porque no la ha recibido, chocanzo su azul oscuro con el de ella, más claro y limpio en cierto modo, ya que su mirada está algo envidriada por la mezcla del alcohol y los porros. Se encoge de hombros y guarda silencio mientras bebe, dejando que el alcohol embriague su cuerpo y enturbie su mente...

Parece que no va a decir nada más cuando se gira y queda de nuevo con la parte lumbar apoyada en la barra y el vaso en la mano:

- Epi,¿no?- Pregunta con curiosidad, ladeando la cabeza con una media sonrisa pintada en su rostro.

**Epiphany J. Murray** Sáb Jul 18, 2009 3:55 pm

Choque de azules, azules totalmente distintos... El de él oscuro, eléctrico, como un mar embrabecido en la tormenta. El de ella claro, celeste, como un cielo despejado. Da un largo trago a su nuevo cubata, pensando que tiene sus ventajas eso de trabajar allí pese al mínimo sueldo, y es que puede beber lo que quiera y cuando quiera, durante toda la noche, sin límites.

Él mira hacia el frente apoyado en la barra, ella no se apoya, permanece erguida, mirando hacia la barra, en el sentido contrario. Asiente levemente a su pregunta, ladeando el rostro y topándose con una sonrisa. Corresponde esbozando una con sus finos labios, mero gesto casual.

-Así me llaman -Se limita a responder. Su tono es educado, pero solamente lo es en esa contestación. No hay más. No pregunta como sabe el diminutivo de su nombre. No pregunta por el suyo. No pregunta ni dice nada.

**Edward Carnby** Sáb Jul 18, 2009 4:07 pm

No pregunta ni por qué sabe su nombre, ni por el nombre de él, directamente guarda silencio tras afirmar algo que ya sabía. Se la queda mirando un par de segundos más, viendo con una ceja enarcada como uno de sus compañeros se va al baño con una chiquita de muy buen ver, cosa que le hace sonreír, al fin y al cabo se merecían divertirse de vez en cuando.

Se acaba en cubata en un par de tragos y lo deja sobre la barra, siempre le había rondado una pregunta sobre la chica que tocaba por las noches, y ahora que podía resolverla no pensaba desperdiciar la oportunidad:

-¿ Qué hace una chica como tú en un lugar como este?

**Epiphany J. Murray** Sáb Jul 18, 2009 4:16 pm

Se termina su cubata y ve como él hace lo mismo. Le hace un gesto al "viejo" camarero y dos chupitos de tekila, con su sal y su rodaja de limón, les son servidos a ambos. Se gira en el taburete, apoyándose ella también con la espalda en la barra, cruzando sus, dentro de su menuda estatura, largas piernas y siguiendo la trayectoría del que parece ser el amigo del chico y la muchacha.

-¿No deberías estar haciendo tú lo mismo? Hoy tenemos el local muy lleno -Dice, refiriéndose a la cantidad de señoritas pijas que han decidido bajar hoy a reírse de lo "mugriento" del lugar. Ante su pregunta se encoge de hombros, sacando un paquete de cigarrillos del bolsillo trasero de sus vaqueros y volviendo a dejarse caer sobre el taburete, tomando uno y ofreciéndole otro- ¿Tienes fuego? -Pregunta, dándose cuenta de que ha olvidado su mechero- Trabajar y beber, ¿no es obvio? -Responde finalmente.

**Edward Carnby** Sáb Jul 18, 2009 4:25 pm

Ante la pregunta de ella suelta una carcajada, tan chispeante y divertida como lo son sus ojos o sus mismos gestos, negando con la cabeza y chasqueando la lengua despacio:

- No, no... Para lo único que me interesan es para...- Pero no termina frase, se separa momentáneamente de la barra, localizando a la típica rubia con su bolso de marca... Sus pasos se vuelven distraídos y ciertamente descuidados, como si fuese borracho, chocando de forma aparentemente accidental con la chica. Masculla algo por lo bajo, hechizándola con la mirada y manteniendo la sonrisa,pidiendo disculpas de forma cortés y volviendo a la barra...

En su mano derecha se encuentra la cartera de la descuidada muchacha, la cual abre sin disimulo alguno, sacando el dinero y tirando todo lo demás. Acepta el cigarrillo que le ofrce, colocandóselo en los labios y sacando la cajetilla de cerillas. Enciende una, prendiendo fuego a la punta de su cigarrillo y haciendo lo mismo con el de ella:

- No te ofendas, pero no pareces de por aquí... Es curioso que una chica como tú acepte trabajar en un sitio como este, sin ofender- Culmina con burla, dándose cuenta de que el dueño del local lo mira como si quisiese estrangularlo. Le da una lenta calada al cigarrillo, cerrando los ojos y esperando a que le responda.

**Epiphany J. Murray** Dom Jul 19, 2009 2:21 pm

Arquea una ceja de forma poco marcada, o quizá sea que con lo sumamente infantiles que son sus rasgos no pueda marcar el gesto, mientras le escucha, y se encoge de hombros cuando deja la frase a medias y va a por la chica rubia... ¿Por qué anda como si llevase un pedal del quince si no es así? Enseguida lo entiende cuando, tras chocar con la chica, regresa con su cartera.

Suspira, negando con la cabeza, aunque ríe divertida mientras baja de un salto, con todo su 1,56 en esplendor que, junto a sus rasgos aniñados, harían que en efecto pareciese una niña de no ser por las curvas generosas de su cuerpo que el ceñido vaquero muestra que son reales y el proporcionado busto que se intuye en el escote del corsé. Se agacha, buscando la cartera y entregándosela al barman una vez la encuentra, volviendo a sentarse de un salto en el taburete:
-Así, si pregunta, se la podrán dar y no perderá los documentos de identidad -Comenta, una vez tiene encendido el cigarrillo- Ni las Visas, claro -Eso último ya es más en broma.

Le muestra los chupitos con tekila que les han sido servidos, cortesía de la casa por ser ella, mientras él robaba:
-Uno de estos es tuyo -Empuja con un dedo el platito con sal y la rodaja de limón, y repite el gesto con el pequeño vasito de cristal- Y otro mío -Parece que esté esperando a brindar antes de beberselo, porque, tras estender la sal en el dorso de su mano, permanece con el chupito tomado entre la misma, y el cigarro entre dos dedos de la otra.

Mientras espera se encoge de hombros ante su pregunta, aparentemente sin haberse ofendido, o bien porque lo que opinen los demás le da un poco igual, o bien porque no le apetece discutir, probablemente más de lo primero con un poco de lo segundo... Da una larga calada al pitillo, expulsando el humo en varias "oes" de humo, como aros, cerrando los ojos unos segundos y repitiendo tres veces la acción con el cigarro.

Finalmente los abre, fijándolos en él, claros y calmados, pero sin que se pueda leer nada en ellos, como si se esforzase por ocultar todo lo que pudiera ver:
-No, no vivo aquí, ni voy al instituto al que imagino que vas -Caída de negras pestañas que podría tomarse como un gesto de coqueteo para ligar, pero que ella no es consciente de que ha realizado- Pero, si quiero poder dedicarme a la música... -y se lee ahora algo en sus ojos: que la música para ella es vida.La única emoción que parece poder leerse es esa, única y exclusivamente, como si todo lo demás debiese seguir quedando oculto- ...por algo tendré que empezar, y no creo que pueda ser por el Casino Royal, ¿no? -Bromea, dando otra calada- Además me gusta este sitio, y este barrio en general...

No añade nada más, no dice ni de donde es, ni donde vive, ni donde estudia... Como siempre, se limita a responder a lo que le preguntan directamente, y no a las preguntas que puedan venir incluídas de forma indirecta, así como ella tampoco realiza ninguna pregunta... Solo se limita a seguir fumando, con el vaso de tekila en la otra mano, a la espera de que su acompañante decida brindar y beber.

**Edward Carnby** Dom Jul 19, 2009 9:11 pm

Esta chica es el perfecto ejemplo de que a veces la calidad importamás que el tamaño, y es que será bajita, pero cuando baja del taburete deja claro que de niña no tiene nada por mucho que no lo pueda parecer. Esboza una sonrisa divertida, noe s que haya sido un encuentro casual, ya que le había echado el ojo desde hace varias semanas y sólo necesitaba encontrar las ganas de entablar una conversación. Observa lo que hace con la cartera y sus ojos adoptan una expresón de falsa pena, cosa que no siente ymenos por una rubia hormonada y seguramente prepotente como ella sola:

-Ups, perdona... Lo recordaré para la próxima que robe- Le promete de forma jovial, soltando una carcajada. Al ver que le ofrece un chupito se revuelve el pelo, bufando una sola vez y aceptando, echándose sal sobre el dorso de la mano y tomando el vaso con la otra, entrechocando con un "clin" ambos vasos- Por las Visas- Brinda con burla, lamiendo de forma casi sensual la sal, ya que la mira fijamente, bebiéndose el chupito de un trago y luego llevándose la rodaja de limón a la boca. Emite un suave suspiro una vez se lo bebe, depositándolo en la barra con un golpe sordo. La mira fijamente, unos ojos azules que no le expresan nada, todo lo contrario que los suyos, su misma cara era un libro, aunque sabía contrlar sus emociones y evitar meter la pata en exceso..

Hasta que habla de la música y algo parece encenderse en ella, algo de lo que él ya se había dado cuenta, sólo ahbía que verla tocar y cantar para darse cuenta:

- No es mal barrio, no, siempre que sepas dónde estás y lo que te puede pasar... Tiene sus cositas. Sabes, nos oy de preguntar...- Un gesto con la mano y otros dos chupitos de tequila aparecen encima de la mesa tras medio minuto, él tiene servicio express- Pero me pica la curiosidad.¿ Dónde "estudias"?- Realiza unas teatrales comillas, dejando visibles los tatuejes de alambre de espino enlazando sus dedos y ratificándolo como lo que es, un Titiritero, aunque solo por su mote puede deducirse que es el líder y no uno más.

**Epiphany J. Murray** Dom Jul 19, 2009 9:30 pm

-No, no lo harás -Apunta a su comentario sobre que lo recordará la próxima vez, aunque es un tono neutro, ni reproche ni aprobación... Sabe que solo ella comete esas buenas acciones tan absurdas y sin sentido, quizá sea tonta, sí, seguro que al nacer se dio un golpe en la cabeza, es la única explicación que le encuentra... No sabe si quiera que hace hablando con ese chico con el que jamás ha cruzado palabra alguna y que seguramente su padre calificaría como "compañía no deseable", quizá sea ese hecho, quizá que le ha dado conversación, quien sabe.

Sea como sea, toma el chupito y ríe ante su brindis, entrechocando ambos:
-Por la rubia de metro ochenta y talla 100 de pechos que nunca seré -Contesta a su vez, alzando la mirada cuando lame la sal de su pequeña mano y chocando con la de él, por lo que puede que incluso en ella el gesto quede sensual aunque ni lo pretenda, sino que son manías suyas de mirar a quien tiene delante. Tras bebérselo de un trago y tomar la rodaja de limón, lo deja también con un golpe seco sobre la barra.

Se encoge de hombros, ella sabe que clase de barrio es y que puede pasarle, claramente, la cuestión es que le da igual, sin más, blanco y en botella. La música es más importante que la gente que la escuche, mientras la escuchen, tiene un sueldo que le da para tener un poquito de dinero para sus caprichos y el jefe la invita a alcohol gratis, además de componerle canciones más moviditas que las suyas, así que... ¿Qué más puede pedir?

-Tengo una beca en el St.Mary -Responde, y ahora la cuestión es si la tiene pese a ser rica o si vive en el Withestone Valley. Sea como sea, no lo dice, al igual que no comenta nada sobre lo extraño que es que alguien que estudia entre pijos, en lugar de intentar ascender en el círculo de estos se dedique a callejear por el Distrito Rojo y Negro. Tampoco le pregunta a él, al igual que no ha preguntado su nombre, su pregunta es otra que no tiene nada que ver- ¿Buscas usarme como marioneta? -Pregunta al ver sus tatuajes y, aunque su tono sea de broma, en el fondo sabe que puede ser una posibilidad... Un titiritero busca siempre a alguien cuyos hilos mover a su antojo. Y a ella nadie la mueve, lo tiene claro.

**Edward Carnby** Dom Jul 19, 2009 9:41 pm

La mira con interés cuando escucha su particular brindis, dedicándole un rápido vistazo de arriba a abajo que logras que no resulte lujurioso o incómodo, si no más bien lo contrario:

- En mi opinión lo tienes todo muy buen puesto y en su sitio, eres mona- Comenta como si nada, repitiendo el proceso con el chupito que le acaban de servir, mirándola fijamente excepto cuand cierra los ojos para dsfrutar dell sabor del alcohol recorrerle el cuerpo. Al escuchar dónde estudia sonríe, las posibilidades eran varias, aunque sigue sin saber demasiado sobre ella, cree que con eso es suficiente, tampoco va a agobiarla.

Ante su pregunta la mira fijamente, encogiéndose de hombros de forma casual:

- Ya tengo muchas...- Quizás con ese tengo ha desvelado más de lo que debería, pero eso es algo que le da igual- Asçi que no, sólo me interesas. De hecho he tenido que discutir con ellos porque no te ven gran cosa... Supongo que para gustos colores.

**Epiphany J. Murray** Dom Jul 19, 2009 9:47 pm

Apaga su cigarrillo en el cenicero de la barra, o mejor dicho, el filtro, porque se lo ha fumado todo practicamente. Toma el chupito y repite ella también el proceso, mirándole fijamente mientras lame la sal y cerrando los ojos cuando el alcohol baña su vibrante garganta, relajándose unos segundos antes de abrirlos y fijarlos en él.

Esboza media sonrisa divertida ante su comentario, echándose el negro cabello hacia atrás con una mano y encogiéndose de hombros:
-Gracias, tú tampoco estás mal -Suelta también como si nada, sin borrar la sonrisa- ¿Preguntándote si vivo en el Golden Hills? -Inquiere divertida, tanteando a ver si acierta.

-Vaya, lamento no haberte llamado la atención para tu colección de títeres -Dice con fingido pesar- Oh, ¿debo sentirme halagada o tengo que esperar a que me digas en que sentido te intereso? Si quieres mi cartera te la doy, ¿eh? No tienes que repetir el proceso de antes -Añade cuando suelta que le interesa, bromeando- Es que tienen razón, no soy gran cosa -Apunta, alzando la mano y poniéndosela sobre la cabeza para recalcar su altura.

**Edward Carnby** Dom Jul 19, 2009 10:22 pm

Bueno, no es feo, más bien resulta atrayente más que atractivo físicament,e eso lo sabe ylo aprovecha de tal forma que puede competir perfectamente contra cualquier buenorro veinte centímetros más alto que él que se le plante por delante. Esboza una sonrisa fingidamente avergonzada, aunque se torna atrevida conforme la va escuchando, viendo que coge algo de confianza e incluso se atreve a aventurar sus posteriores preguntas, cosa que más que incomodarle le gusta:

- Bueno, no estoy mal no... Me faltan unos kilitos, pero tampoco me son indispensables- No se muestra modesto porque no lo está bien, está bien y punto. Sus ojos chispean de interés, aunque su rostro parece una máscara de educada sorpresa- ¿ Me lees la mente?. Siendo becada sería raro que vivieses ahi... a No ser que no seas una niñita rica y simplemente seas una chica con dinero... Pero si te soy sincero, tu procedencia no me importa, aunque si tuviese dinero no me mudaría ahi ni muerto- Demasiadas cosas que manejar tiene como para mudarse y encima aguantar pijos por todos lados. Ladea suavemente cuando escucha esa fingida tristeza, sonriendo de forma casi sarcástica:

- Ya veo que lo lamentas ya... Pareces a punto de llorar- Continúa el juego, porque lo que mejor se le da es jugar. Niega con la cabeza y chasquea la lengua ante su ofrecimiento- Ya he robado bastante por esta noche... Contando que a mi compañero aún le quedarán unos... 10 minutos de polvo, echando cuentas, y los otros dos van demasiado colocados como para moverse del sitio, creo que aceptaré tu compañçia sin que tenga que dejarte desnuda- Le sigue la broma, auqnue resulta inquietante con susúltimas palabras, dándole un matiz que lo hace rondar entre la verdad y la mentira. Al ver lo que hace con la mano acorta unpoco las distancias, quedando enfrente y poco a poco va flexionando las piernas hasta que su cara queda a la altura de la de ella, mirándola fijamente:

- Todas las cosas tienen solución.

**Epiphany J. Murray** Dom Jul 19, 2009 10:40 pm

Sonríe de nuevo al escucharle, manteniendo la calma en sus ojos de cielo, sin dejar que en estos se lea nada más, siempre con su máscara, pura protección:
-A ti te faltan y a mí me sobran -Ciertamente no serían más de dos kilos, debidos a su adicción por los dulces, serían más si no fuese vegetariana, claro- Aunque yo tampoco considero indispensable perderlos -Básicamente porque le da igual lo que piensen, realmente le importa más su altura, y a eso no lo ve con solución, así que...

-No leo mentes, no, pero no creo que preguntes por nada -Saca otro cigarrillo y, sin cortarse demasiado, le mete la mano en el bolsillo, para tomarle la caja de cerillas y encendérselo con uno... Esta noche fuma demasiado, pero le da igual- Vivo en el Withestone Valley -Confiesa finalmente, dando una larga calada- Es obvio que a mí las procedencias me dan también igual, de lo contrario ni curraría aquí ni estaría hablando contigo -Añade, echando ceniza en el cenicero con la punta de un dedo.

-Oh, sí, ¡consúelame, por favor! -Pide imitando el tono de voz de niña repipí en pleno berrinche, apoyándose momentaneamente en su hombro como si llorase sobre el mismo, y apartándose al isntante para mirarle- ¡Cielos, que afortunada soy, un titiritero permitiéndome acompañarle en la barra sin tener que desnudarme y hacerle un trabajito, ni sin ir a quedar desplumada! -Se lleva una mano a la boca fingiendo sorpresa- Cuan raro es el mundo... -Susurra, notando como se acerca y sin alterarse en apariencia, manteniendo esa tranquilidad.

Sonríe divertida, asintiendo:
-Tienes razón, tienen solución muchas cosas... -Comenta mirándole fijamente y acercándose un poco más hacia él mientras que le toma el rostro con una mano, apoyando pulgar e indice a cada lado de la boca y presionando con delicadeza para abrírsela- ...como el hecho de no haberte dado un segundo piti, por ejemplo -Da una calada tras añadir esto en un susurro, y junta sus labios con los de él...

...pero no le besa exactamente, no, simplemente expulsa el humo del tabaco en su boca, realizando una perfecta iguana, antes de separarse y mirarle como si nada:
-¿Tienes chocolate? -Y no, no se refiere al de comer- He cobrado hoy y me apetece -Habla como si no acabase hacer lo que acaba de hacer.

**Edward Carnby** Dom Jul 19, 2009 10:57 pm

La chica le caía mejor conforme iban hablando, era interesante pese a su aparente procedencia, y eso era algo que muy pocas personas podían decir viniendo de ese barrio... ladea la cabeza de nuevo, sin hacer amago de volverse a incorporar, se encuentra raramente incómodo así:

- Entonces eres de clase media, vaya vaya... Bueno, esos no me caen mal del todo, tienen mejor suerte que otros, eso es todo... Y no, pregunto por curiosidad- Responde simplemente a la muestra de intuición por parte de Epi... Y su rostro muestra sincera sorpesa cuando se apoya en su hombro y parece como si estuviese llorando, expresión que cambiaa la sonrisa divertida al ver de que va la cosa... No era el único que sabía jugar, y eso lo hacía interesante. Niega con la cabeza cuando la escucha al ver que ha entendido mal,y con tanto descaro como el de ella acaricia el costado del corsé y después el borde de los vaqueros- ¿ Perdona?. Yo no obligo a que me hagan trabajitos, Epi, eso ya es decisión de cada una... Sólo que desplumarte supone algo más que vaciarte los bolsillos, conozco gente que pagaría bien por este corsé, en tan buen estado...- Susurra volviéndose profesional durante un instante, antes de retornar a la expresión divertida.

Y de repente se encuentra con ella más cera, abriéndole la boca. Comprende sus palabras con un halo misterioso en sus ojos, dejando que junte ambas bocas, y en cuanto siente el humo que le traspasa aspira profundamente, rozando sus labios con los de ella un ápice, soltándolo una vez ha pasado por sus pulmones:

- Bonita manera de fumar, sí... Recuérdame que la prueba más a menudo- Ante su pregunta parpadea un par de veces con fingida inocencia- Yo no tomo de eso...- Y como por arte casual, saca una pequeña cajetilla en la que guarda sus porros ya liados, evitando así contratiempos, aunque también lleva una bolsita de hierba de uso personal y papel- Soy más de hierbas, si es que te atreves...

**Epiphany J. Murray** Dom Jul 19, 2009 11:09 pm

-Me siento afortunada entonces de no haber nacido en el seno de una familia gilipollas, bueno, la mía lo es, pero no tanto, ya sabes... Como sea, de no vivir entre excesos, eso significaría caerte mal, ¡y no podría sobrevivir a ello! -nuevamente finge llorar, llevándose ambas manos a la cara y moviendo la cabeza, antes de apartarlas y dejarlas cerradas en puños a la altura de la nariz (ver avatar ) dejando visibles únicamente sus ojos- Oh vaya, que profesional, que profesional -Dice cuando suelta eso- ¿Tú crees? Pues lo compré en el mercadillo de este mismo barrio y le hice unos arreglos..., irreconocible, ¿eh? -Era cierto, la ropa la compraba o bien en el mercadillo dominical o bien en las tiendas del centro comercial de su barrio, y luego la remodelaba a su gusto- Pero si crees que puedes timar a alguien con él, pues... -Sin mediar palabra le da la espalda y se retira el corto cabello de la nuca echándoselo a un lado- ...te lo cambio por tu camiseta para no quedarme en sujetador delante de todo el bar, pero las cuerdas las desabrochas tú que a mí me da una pereza máxima hacer malabares.

No le está tirando los trastos ni se está ofreciendo de modo carnal, simplemente, tan profesional como él, le permite que lo coja y lo venda, total, ella puede hacerse otro, y no se va a morir ni nada por llevar ropa de tío por un día, de hecho a veces roba la de su hermanastro sin que se entere y, como la remodela, el chico ni se pispa de que antes era suya.

-Sí, me atrevo, y así de paso te recuerdo la forma de fumar... -Ladea el rostro y, sin girarse, estira un brazo y entre sus dedos caza uno de los porros, llevándoselo a los labios y encendiéndolo con una cerilla- ¿Cuánto me habías dicho que es? -Pregunta, ladeando el rostro de nuevo al frente mientras saca la cartera del bolsillo delantero de los vaqueros, sujeta a una cadena, y la abre, aún de espaldas.

**Edward Carnby** Dom Jul 19, 2009 11:20 pm

Suelta una carcajada mientras la va escuchando, parece que se burle de él, pero él mismo sabe que no es así, se nota en su tono de voz que dice las cosas como las cree, ni más ni menos, y eso a él es algo que le gusta... Se queda pensativo cuando menciona que lo compró aquí cerca, esso arreglos que hacían eran buenos, pero sobretodo significaba que tenía un gusto propio... Y la verdad es que la ropa de él no es precisamente común, con esa camiseta de rejilla, los vaqueros desgarrados y los mitones, en conjunto con el pelo y esa mirada excéntrica.

Al ver que se gira y le da la espalda, invitándolo a desabrocharle el corsé a cambio de su propia camiseta vuelve a reír, pegando su pecho a la espalda de ella un segundo antes de darle un par de centímetros y jugar con las cuerdas del corsé. Termina de escucharla en esa pose, sin desabrochar nada:

-El primero es gratis... Para que pruebes de lo que te estoy hablando- Susurra en lo que pasa los brazos por su cuello, cajetilla incluida en una de ellas, apoya la barbilla en el hombro derecho de ella y se enciende un porro para él solo, dejando que sus ojos se iluminen con la lllama de la cerilla, riendo entre dientes y dándole la primera calada- Créeme, es una buena manera, pero para colocarse hay mejores. Aunque...- Se aparta de su hombro y le dedica una mirada a Kurt, el dueño, bastante significativa... Y a él no se le niega nada. Sin pedir permiso y pese a las susurradas quejas de los que están en la barra, que luego se lo agradecerán, realiza un brusco abanico con los brazos, tirando al suelo cualquier rastro de copa o botella y dejando la barra totalmente limpia. No le da tiempo a que Epi reaccione cuando la coge del brazo y la hace subir tras él. Fumando tranquilamente, sin siquiera soltar el porro de sus labios, realiza un ademán con la mano y la música se vuelve cañera como estaba pero más sensual, a lo "El bar Coyote"- Si quieres mi camiseta y yo tu corsé, tendremos que dar un buen espectáculo... No es algo que te pueda dar así por las buenas- Susurra con diversión, posando las manos en la cintura de ella y bailando. Lo hace de una forma indefnida, totalmente espontánea que queda atractiva, que es lo que busca- O tal vez la adinerada no quiera enseñar sus dotes en público...

**Epiphany J. Murray** Dom Jul 19, 2009 11:32 pm

Da una larga calada al porro, dejando que ese peculiar sabor le llene la garganta y se pegue a su paladar, simplemente disfrutando y guardándose la cartera: si el dice que la invita esa primera vez, ella acepta, vamos, no va a andarse con superficiales y falsos "no puedo aceptarlo" porque no es su estilo, ya que no por nada se considera una persona sincera y auténtica que huye de hipocresías.

-Las conozco, o al menos algunas -Ella no se anda con chiquitas, ha probado más drogas aparte de esa, aunque ni sea una adicta ni lo haga a menudo, pero de vez en cuando sí- No creas que hablas con una mojigata ni que no entiendo, que no sea una yonki ni una zorra no quiere decir que no sepa del tema -Aclara, sin perder la calma en ningún momento.

La hace subir a la barra que vacía, sí, pero le da igual, ya que no sería la primera vez que baila allí, pero niega con la cabeza al escuchar lo que suena, mientras da unos pasos hacia atrás y queda en la otra punta de la barra, mirándole fijamente, lejos de él:
-La música es demasiado típica para mis peculiares encantos -Dice mirándole fijamente y chascando los dedos, gesto que Kurt entiende, y entonces la música cambia a una radicalmente distinta y nada tipica en un bar como aquel- Siempre y cuando tú estés a la altura de esto, claro...

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