Re: Holborn Square 16

**Aidan Livermoore** Lun Jul 27, 2009 12:39 am

*Mi cabeza esta perdida en demasiados recuerdos y nuevas informaciones como para que pueda darme cuenta del leve roce de las sabanas al ser movidas y desplazadas por el cuerpo de Tara, así que no me doy cuenta de que se acerca a mi hasta que siento el tacto de sus manos abrazándome por la espalda y la aspereza de la tela con que se cubre, contrastada con la suavidad de sus brazos ciñéndome.

No se que ha podido escuchar, dudo que mucho ya que yo solo he respondido a mi interlocutor con breves monosílabos que podían haber sido interpretados de mil maneras distintas. Pero deduzco que ella sabe por donde va mi tensión y vergüenza cuando dice que estamos a salvo de los fantasmas. Mi queridísima casi desconocida, que has conseguido hacerme tener ilusiones….Debes de estar decepcionada por mi culpa….

Siento un escalofrío y la tensión no desaparece cuando ella posa sus labios encima de la cicatriz hecha a fuego. Ni que huyera durante mil años y me escondiera en el sitio más recóndito podría sentirme cómodo cuando alguien tocase esa cicatriz en particular. Pero al cabo de unos minutos sintiendo la calidez de sus labios en la piel con buscadas formas consigo relajar algo mi tensión. Hace unos minutos, antes de la llamada, ella había conseguido que yo aceptara que ella viera y tocara las cicatrices sin que me inquietara, pero ahora Él me había recordado su presencia, y ya no podía deshacerme de nuevo de su recuerdo.

Dejo que me empuje de nuevo hacia la cama, tumbándonos en ella, pero en estos momentos ni siquiera el deseo puede borrar de mi cabeza el recuerdo de esa voz hablándome otra vez, rompiendo un hechizo que casi me había hecho que olvidara mi condición de sirviente*

-Mis fantasmas…. Lo peor de todo es que yo no tengo fantasmas. Los que me persiguen son de carne y hueso, mucho más peligrosos….y que capturan mucho más que un ser que aún no ha pasado al otro mundo en paz. *Mi voz vuelve a ser un murmullo, y aunque ella pueda ver mi alma, mi voz apenas se oye por la eterna timidez al rechazo* Las cicatrices que has visto son su recordatorio constante, al igual que las llamadas….*Cojo su mano entre las mías, sin mirarla al rostro, sin ser capaz de ello* Ya te lo he dicho antes, soy un sirviente, su sirviente y aunque tuviera el valor de hacerlo, no podría escapar jamás a el. Hace ya un tiempo que el que se hacia pasar por mi amo se canso de mi, pero sigue sirviéndose del privilegio de tenerme bajo su poder….

**Tara Mayfair** Lun Jul 27, 2009 1:33 am

Apoya la cabeza een su pecho, escuchando su voz y los latidos de su coazón, relajandose e intentando que se propia tranquilidad pasara a él. Su tostro no muestra en ningun momento techazo si no mas bien una expresión serena y tranquila.

-y sigues siendo mi caballero, no te juzgare nunca por las cadenas que la vida te ha puesto. Sería cieega si no viera la nobleza de tu corazón.-Su mano asciende y perfila con suavidad la linea de sus labios y su mejilla.-Cualquier otro se hubiera aprovechado de mi, no me hubiera tratado con la adoración de diosa con la que me has cuidado.

Se apropia de forma indevida del movil del chico y en un instante ha memorizado su numero en la memoria y se ha dado a sí misma un toque para memorizar el numero de Aidan, también memoriza el numero de la mansión. Vuelve ha dejarlo sobre la mesilla de noche y le acaricia el rostro de tal forma que obliga a que ambas mradas se crucen.

-Aidan, si alguna vez necsitas cualquier cosa no dudes en llamarne, da igual la hora que sea o que necesites, llamame, estare ahí, lo prometo.

Y es que cada vez que escuchaba las palabras del chico sobre la situación le quedaba clara una cosa y es que este estaba solo ante esos demonios come almas y que necesitaba a alguien que le ayudara a proteger la suya,

Se alza un poco y apoyando una mano sobre su pecho besa sus labios con una caricia fugaz y suavez, como si se tratara del seyo de un pacto.

El sonido de unas arpas de guerra interrumpe de nuevo la magía, era su propio movil el que sonaba ahora. Se levanta veloz de la cama y rebusca en su pequeño bolso, sentandose de nuevo en esta sin importarle demasiado que él escuche la conversación.

-hola abuela ¿Todo bien?.-Su rostro no parece verse envuelto por las nieblas de la preocupación, solo asiente y sonrie.-De acuerdo, ahora voy pata allá.

Es cuando se vuelve hacía Aidan el momento en el que borra su sonrisa, le parte el alma verle así y dejarle solo en esa situación, pero no puede faltar en casa. su abuela la necesita.

-Me necesitan en casa.-dice mientras se viste deprisa, con una valocidad sorprendente.

Cuando termina se despide de él con un suave beso en los labios.

-No olvides llamarme por favor...

Y con la misma magia con la que llego debe marcharse, sin dejar mas rastro de si misma que dos numeros en la memoría de su movil.

**Aidan Livermoore** Lun Jul 27, 2009 2:37 am

*Quisiera cerrar los ojos y dejar que el contacto de la piel del rostro de Tara encima de mi pecho, escuchando mi corazón mientras su pelo cae como una cascada por todas partes, fuera suficiente para poder alejar otra vez a todos mis temores. Pero han vuelto, y de la peor manera. Aún así, su presencia me reconforta. SI me hubiese encontrado solo, seguramente me hubiese hundido para luego recuperarme muy lentamente….Ahora me siento extrañamente arropado, con algo de fuerzas para volver a dejarme arrastrar por mis demonios.

Nobleza en mi corazón…? Puede. Nunca he deseado mal a nadie, no soy ambicioso, me conformo con poco. No soy ni mucho menos arrogante y precisamente orgulloso no estoy. Puede que eso pueda calificarse de nobleza, pero solo hace falta lanzar una mirada rápida al historial de encuentros que él me planea, enviándome contactos, para saber que hace tiempo que perdí toda virtud noble*

-Yo nunca sería capaz de aprovecharme de ti….Aunque no sea noble de ningún modo

*Observo sorprendido que se apropia de mi móvil y sonrío levemente, sin molestarme que toquetee el aparato. Quizás este apuntando su numero, o quizás mire el mío, pero la cuestión es que esa puede ser una pequeña esperanza de volverla a ver. Quizás nunca mas me responde al teléfono, pero al menos, podre oír su voz algún día…puede que la necesite pronto…..Y su promesa llena mi pecho de ese extraño calor que antes he podido sentir, borrando durante unos breves instantes el recuerdo de esa maldita voz que me controla.

Siento sus labios sobre los míos y le contesto el beso suavemente, casi como si no quisiera más que acariciarle los labios, como ella misma hace. Pero el sonido del teléfono me devuelve a la realdad, otra vez. Afortunadamente, esta vez no es mi teléfono, si no el suyo.

Me quedo sentado en la cama, viendo como habla con su abuela, teniendo la sensación de que ella va marcharse pronto. Si, y efectivametne, asi es, o eso le ha dicho a la mujer por teléfono. Veo la expresión triste de Tara y le sonrío, demostrándole que no me siento en absoluto molesto porque tenga que irse, aunque se nota a la legua que me entristece*

-En algun momento tenías que volver a la corte, princesa….

*Observo como se viste, levantándome y haciendo lo mismo, pero mucho mas lentamente. Siento su beso como una despedida dolorosa y una promesa que quiero cumplir cueste lo que cueste.

Su marcha se va volviendo cada vez peor con los minutos que pasan en la soledad de la habitación. Para entretenerme, ordeno el pequeño piso, pero pronto queda impecable y yo solo con mis recuerdos y pensamientos.

Que agradable a sido estar con ella….ojala fuera libre. Ojala fuera de su propiedad y no de quien quiere someterme continuadamente….Ella podría consolarme en noches como esta, cada vez que sintiera el miedo a mis perversiones y fantasmas…

Al cabo de un rato, decido que tengo que salir a pasear o me volveré loco, y me voy*

**Aidan Livermoore** Jue Ago 27, 2009 2:37 am

*El sonido de las llaves rompe el silencio de mi piso, que se estrellan contra la madera de la puerta hasta que la cerradura se abre con un chirrido leve, dejando ver el interior.

Como siempre, el orden se mantiene, aunque tampoco es precisamente el hogar mas limpio y organizado del mundo. Pero claro, comparado con el del Leirbag ahora me parece el epitome de la estructura….

No he dejado la mano de Tara en ningún momento del trayecto, sin apartarme de ella tampoco. No porque temiera que se separara o se fuera, en absoluto, si no porque quería sentirla cerca, necesitaba notar su presencia a mi lado. De ella jamás sospecharía un abandono o una traición, y es precisamente esa fe absoluta que tengo en ella la que me da la sensación de estar mas ligado a los lazos que nos unen.

Dejo, como siempre, las llaves en el mueble que hay al lado de la entrada, tras cerrar la puerta como si temiera la entrada del lobo feroz, aunque sepa que esta noche nadie va a molestarme. Y aunque asi fuera, no le dejaría entrar, no con Tara dentro y mucho menos habiéndole prometido unas horas sin temer la presencia de mi autoproclamado primer amo.

Al fin le dejo la mano, solo para llevar las mias a sus mejillas y acariciarle con el pulgar las mejillas, mirándola a los ojos directamente unos instantes antes de, como siempre, desviar la vista y apoyar mi frente contra la suya*

**Tara Mayfair** Vie Ago 28, 2009 2:51 am

Le encanta aquel piso, pese a lo que pequeño que es en realidad, para ella es un sitio en el que se siente segura, protegida y lejos de cualquier dolor. Aunque nota la sombra del librero planeando por su mente, no es momento de pensar ni en el pasado ni en el futuro, solo en el presente.

Ahora esta con él, en su casa, en sus brazos, segura, protegida y sintiendose la criatura mas maravillosaa sobre la faz de la tierra y también la mas afortunada. Solo él y Leirbag eran capaces de hacer que se sintiera así, como una joya preciada a la que había que cuidar.

Sonrie cuando la toma del rostro y acarcia su mejillas, acariciando ella también las del propio Aidan, con aquella suavidad tan suya. sonrio cuando aparto la mirada y apoyo su frente a la suya.

-Sabes que tienes la mirada mas bonita que he visto nunca.-le dijo Aidan.-Una pena que me mires tan poco a los ojos.

Dijo antes de darle un pico para apartarse y comenzar revolverlo todo para dar con una camiseta vieja de Aidan y ponersela a modo de pijama, cambiandose delante de él sin importarle que la viera desnuda, ya lo había hecho una vez.

Se dejo caer sobre la cama y en esos momentos noto un agujero en el estomago, el cual rugio por llevar varios díal mal alimentado.

-Esto... ¿No tendras algo que comer verdad?

**Aidan Livermoore** Sáb Ago 29, 2009 11:22 am

*Ante sus palabras de elogio sobre mi mirada solo puedo seguir con la vista fija en cualquier parte menos en sus ojos, pensando que la objetividad de Tara se ha visto afectada espantosamente desde que esta conmigo, pero aunque ella diga cualquier cosa positiva sobre mi debido a lo que pueda sentir, no deja de ser, al fin y al cabo, un elogio y teniendo en cuenta el déficit que he sufrido de ellos, siempre es agradable oir uno…

Me da un beso rápido en los labios para poder librarse de mis manos y poder investigar por mi casa, lo cual dejo que haga felizmente, hasta ver que se quita la ropa y se pone una camiseta. Debería apartar la mirada por educación, pero mis ojos se quedan demasiado rezagados como para que ese gesto tenga sentido , y ademas no creo que a Tara ese tipo de formalidades le importen demasiado, y menos ahora.

Me dirijo hacia la cocina, abriendo la nevera y observando lo que hay en su interior*

-…Mmmm….tengo para hacer una tortilla….y creo que eso de ahí es un trozo de pollo……

*Me parecía bastante absurdo hablarle de lo que tenia en la nevera a alguien que podía permitirse ir al mejor restaurante de la ciudad, pidiéndose los platos mas caros, pero si tenia que prepararle algo tenia que saber que podía gustarle*

**Tara Mayfair** Sáb Ago 29, 2009 5:24 pm

Ella volvio a la cocina y se puso a cotillear los armarios de la cocina en busca del bloque que en todas las casas hacía de despensa y que solía guardar pastas, legumbres o otros alimentos no perecederos como latas y conservas. Sonrió cuando encontro lo que buscaba, dos bolsas de pasta deshidratada y botes de especias.

-Anda, ya cocino yo... Si es que a los chicos no se os puede dejar solos en la cocina.

Y en un momento había vaciado las bolsas en un cazo, puesto el agua a hervir y cocinado un delicioso plato de pasta con un monton de deliciosas especias. habñia mezclado dos tipos de salsa y dos tipos de pasta distintos y aun así le había quedado bien, la verdad era que aquella chiquilla tenía verdadera mano para la cocina.

Una vez lo tuvo todo lo llevo a la mesita del salon, con una sonrisa en los labios y sentandose en el sofa al lado de él. Comenzando a devorar la comida como hacía días que no comia.En si Tara comia bastante, quitando en momentos de Gran preocupación en el que se le cerraba el estomago y no había manera de echar nada dentro.

Cuando termino se tumbo a medias, apoyando la cabeza sobre el regazo de Aidan.

**Aidan Livermoore** Lun Sep 14, 2009 3:56 pm

*Sonrio cuando lanza el comentario sobre la inutilidad masculina en la cocina, cosa que no voy a contradecir porque aunque yo no soy un completo inutil, tampoco es que sea precisamente muy bueno. No me moriria de hambre, pero seguramente, preferiria irme a comer en un restaurante si tuviera la economia.

Mientras cocina me siento en el sofa, puesto que aparte de la cama, es el unico lugar donde uno puede sentarse en mi pequeño piso, pero se esta comodo y es bastante comfortable. Y ademas, aqui me siento seguro, apartado de todo el exterior, rodeado de aquello que es mio y que no va a dañarme.
Y ahora esta Tara en el piso, por lo que aun es mejor dejar que el tiempo pase lentamente, disfrutando de su compañia.

Alzo la vista solo cuando ella aparece de nuevo con la comida, y al sentir el suave aroma que se desprende, me doy cuenta del hambre que tengo. Devoro la comida en cuanto ella la deja en el plato, viendo que ella al parecer lo devora con tanta ansia como yo. Al terminar dejo el plato por ahi, sintiendo como de pronto ella apoya su cabeza en mi regazo, y no puedo evitar pasar mi mano por su rostro, apartandole el pelo cuidadosamente, acariciandola de un modo que solo quiero hacer con ella. Sin pasion, sin lujuria obligada*

-Eres mejor cocinera de lo que pensaba. Quizas deberia contratarte

*Le sonrio ante la broma tan tonta que he hecho, sin que me improte demasiado. Que haga el ridiculo o no delante de ella no importa porque al parecer, me acepta tal y como soy, misteriosamente. COn todos mis defectos.
Y eso, aunque pueda parecer estupido, es mas de lo que podia llegar nunca imaginar a tener*

**Tara Mayfair** Jue Sep 17, 2009 1:38 am

Estaba feliz en aquel refugio secreto que había encontrado los dos amantes, por eso permanecio largo rato ronroneando ante sus caricias antes de contestar a su pregunta.

-Creo que me plnsare el ser tu cocinera si me dejas cobrar el sueldo en especias.-dijo sonriendole picara y con una mirada de deseo que dejaba claro como quería cobrarse el sueldo, aun así no hizo amago aun de ir a cobrarselo, mas bien parecía estar pensando en algo.-la otra noche, cuano te cure y bueno...-era raro que a ella pareciera avergonzarse de ello y mas titubear al hablar del tema, pero era facil leer las emociones que le dificltaban el habla.-Fue bonito y mágico pero se que puedo darte mas y que disfrutemos mas...

De un movimiento habil se coloco a horcajdas sobre él abrazandole del cuello y sonriendole con dulzura, beso fugazmente sus labios y le contemplo a los ojos llena de deseo, recorriendo sus rasgos con las llemas de los dedos.

-Quiero ser tuya y que seas mio.-susurro cerca de su oido.-Hazme el amor Aidan.

Y sin esperar una respuesta sus labios comenzaron a reccorrer su cuello aansisos y sus manos a reccorrer su espalda en una intensa caricia.

**Aidan Livermoore** Vie Sep 18, 2009 3:55 pm

*Me gusta la sensacion de estar simplemente echado en el sofa, con ella apoyada a mi lado y mi mano acariciandole el pelo lacio y su rostro, sintiendo el calor de otro cuerpo invadiendo por lo general vacia habitacion.
No quiero pensar en la realidad, porque ahora mismo se esconde como un ave de presa tras alguna esquina, esperando pacientemente a que Tara se vaya para volver a recordarme quien soy, y porque soy como soy.
Pero ahora no importan realmente todos mis defectos, todas mis faltas de virtud, todos mis errores. Tara me acepta con todo eso incluido, y me parece algo casi inverosimil por lo que me cuesta a veces de creer.

La miro sonriendo, volviendo a prestar atencion al mundo real cuando me habla. Le doy un leve beso en la frente hasta que de pronto reparo en el signficado de con que quiere ser pagada exactamente y me rio por lo bajo a la vez que me miro las rodillas, sin tener a mano una respuesta habil tipica de cualquier hombre seguro.
No se me pasa por alto su mirada de deseo, pero se aprecian leves diferencias en las que yo pudiera haber visto en otra mujeres. A pesar de mi timidez e inseguridad, no han sido pocas las cortas relaciones de una noche que he tenido. Primero sin saber exactamente que signficaba ser el entretenimiento de ellas, despues aceptandolo y lamentandome en silencio por ello. El frio deseo me agotaba, la lujuria simple y sin sentido iba deprimiendome poco a poco. No porque fuera especialmente romantico, si no porque me sentia meramente un objeto, entretenido, pero un objeto al fin y al cabo que no tiene demasiada importancia una vez utilizado.
No, en la mirada de Tara no veo eso. Veo todo lo que puede borrar cualquier pensamiento triste de mi cabeza, aunque la nuestra sea una relacion extraña. Me desea, si cierto, pero ademas me aprecia, no busca causarme ningun mal y se preocupa de mi
Ocupo un puesto en sus recuerdos y posiblemente en su futuro.

Solo hace falta que mencione esa noche de curas para que mis ojos reflejen verguenza y baje la mirada. MI recuerdo, a pesar de que finaliza agradablemente, con ambos cuerpos entrelazados, no empieza tan bien. No puedo sacarme la idea de que en el fondo, la obligue, y eso me tortura.
Me parece curioso que ella titubee como si estuviera avergonzada. Eso en mi es normal, de hecho no he podido articular ninguna silaba, pero que ella parezca estar algo avergonzada es bastante raro...Pero mas curioso aun todo cuando termina de hablar y se coloca rapidamente a horcajadas sobre mi, en un gesto sensual y dulce a partes iguales*

-E-espera...

*MMm...gran frase, realmente. Bueno, ya habia dicho que no podia ni siquiera articular una palabra.
Claro que yo tambien la deseo. Bajo la camiseta grande se adivinan eroticamente sus formas y eso me vuelve loco, pero la subita reaccion despues de haberme recordado lo espantosamente estupido que fui la otra noche no deja de chocarme.
Cuando me besa tardo poco en responder a su gesto, rindiendome a sus caricias sin tener ni el poder ni la voluntad para resistirme.
Y ademas, para que? Yo tambien quiero tenerla, no dejo de olvidar los celos que he sentido otras veces al verla con Leirbag, pero ahora ella a quien quiere besar y abrazar es a mi. Se que es un pensamiento irracional, pero es inevitable.
Personalmente, yo no quiero resistirme.

Tiro mi cuello levemente hacia atras en el sofa, pasando mis manos por su piel desnuda debajo de la camiseta. Mis manos suben por su vientre terso, acariciandole las costillas una por una, como si adorase cada centimetro de su piel, temiendo que se esfumara si perdia el contacto.
Maldita camiseta, menudo estorbo. No pasa mucho tiempo hasta que deslizo mis manos hasta el borde de esta y se la saco en un gesto rapido por los brazos, haciendo que se separe unos instantes que utilizo para hacercar mis labios a su cuello, bajando hasta el borde de su escote, oyendo su corazon algo acelerado tras las capas de piel, pasando mis manos ahora por sus piernas, acariciandoselas poco a poco*

**Tara Mayfair** Vie Sep 18, 2009 5:13 pm

Habia llegado a la coclusión de que entre ellos las palabras sobreban y que se comunicaban mejor con gestos a largos silencios, porque entre ellos en esos momentos desaparecian cualquier clase de conflicto con prejuicios o con aquella imagen desvirtuada que tenía Aidan de si mismo. Para ella ella él era algo muy preciado y que le pertenecia tanto como ella pertenecia aa Leirbag, aunque con Aidan solia olvidarse de roles y juegos, dejandose llevar por la intensidad de sus emociones.

Él era incapaz de verse a sí, pero para ella erar una luz que brillaba en medio de la mas siniestra oscuridad y que habia iluminado con su luz su sonrisa, a ella poco le importaba la edad que pusiera en su DNI o lque fuera su profesor, o todas las cicatrices que otros le habían hecho y que ahora con suavidad acariciaba bajo una camisa que comenzaba a entorpecer la conquista del cuerpo de Aidan.

Sonrie como una niña traviesa cuand nota que bajo su propia ropa las caricias de él se van volviendo atrevidas y que en un gesto impulsiv libra parte de su cuerpo de la prisión de la tela. Ella muestra sus ddesnudez orgullosa mientras toa su piel se eriza al sentir sus labios sobre esta, estremecida por la intensidad de la emcoion. Un ahogado gemido sale de sus labios ante el gesto, mientras sus manos se crispan un instante sobre el pecho de Aidan, mientras siente como sus caricias la recorren.

Recupera un poco el aliento y emprrende su primer ataque para conquistar el cuerpo y el alma de aquel hombre que tanto deseaba. Sus manos se van entreteniendo en desabrochar lentamente uno a uno los botones dde la camisa de Aidan, acariciando con la llema de los dedos la piel palida que quedaba al descubierto al paso de su ataque.

Sembro besos en su cuello y bebio de sus labios como si de estos brotara el manantial de agua sagrada que nacia en la isla de las manzanas y concedia el renacimiento. Pero no avanzo mucho, parecia querer disfrutar del momento y dejar que él tambien liberara al animal salvaje que llevaba en su interir. Un noble leon que había olvidado que había nacido para ser salvaje.

**Aidan Livermoore** Sáb Sep 19, 2009 9:50 pm

*No es que con Tara me atreva a hacer cosas que con otras mujeres no hacia, si no que con ella no es solo calor fisico lo que ambos podemos sentir. En cierto modo, con el paso de los dias me he dado cuenta de que, a pesar de que por mi parte seguramente lo necesite mas que ella, ambos nos damos un consuelo mutuo, y seguramente tambien seria asi si no hubiera habido ningun contacto fisico, como al principio.
No existe la necesidad de acostarme con ella porque si, no pretende ser un placer egoista. Simplemente quiero estar con Tara, independientemente de si me esta besando o no, aunque adoro sentir sus labios sobre los mios.

En cierto sentido la situacion es algo injusta, aunque de un modo divertido, puesto que ella ya esta desvestida y en cambio yo no. El juego de sus dedos sobre mi piel me vuelve impaciente y deseo librarme de la camisa, aunque ella parece actuar con una tranquilidad que no se de donde consigue. Me libro de mi camisa, molesto con que sea tan incomoda en estos momentos, para poder sentir la piel de ambos torsos tocarse y acariciarse mutuamente, contestando el beso de Tara hasta que tengo la necesidad imperiosa de respirar.
Mi mano sube por su espalda, resiguiendo poco a poco la forma de su columna, como si quisiera conocer centimetro a centimetro el cuerpo de la chica y memorizarlo mentalmente, para asi recordarlo en cualquiero momento mas oscuro, que acostumbraban a abundar. Al llegar a su nuca los dedos se entrelazan en su pelo, peinandola con cuidado de no enredarme en ellos, estrechando su rostro y evitando que pueda separarlo mucho del mio, en un gesto bastante posesivo, mas de lo que yo mismo pueda darme cuenta.

No es que no me moleste que Tara pueda estar con otros. Con los dias he conseguido controlar el subito impacto de los celos nunca experimentados, y aunque no creo que llegue a olvidarlos, ya no son algo sorprendente y subito.
Pero se que ella no soportaria que intentara retenerla, y yo tampoco seria capaz. No tengo la necesidad de poseerla absoluta y totalmente, no queiro controlarla y frenar su vuelo de colibri, porque entonces perderia gran parte de lo que me hace quererla.
Y por ello, en cuanto a libertad, se la concedo toda.
Pero ahora mismo, en este preciso instante, quiero que sea tan mia como yo siento que soy suyo, ni mas ni menos. En mi casa, en unico sitio donde puedo sentirme absolutamente seguro, con ella encima de mi y sin ninguna pieza de ropa que la cubra, lo unico que ocupa mi mente es su imagen y quiero que su cabeza tampoco tenga lugar para otro que no sea yo.

No aparto mi mano de la nuca cuando la otra entrelaza sus dedos con la suya, para despues guiarla cariñosamente hasta mi cinturon, en una atrevida invitacion que no se como me atrevo a hacer, pero podria decirse que estoy muy desinhibido. Con ella me siento comodo, yo mismo, con mas valor en cualquier aspecto. Mas confiado, aunque eso me induzca al error. Y me gusta, me encanta la sensacion de seguridad que ella me da, pero que me quitan otros en cuanto nos separamos.
La mano que antes entrelazaba sus dedos sube ahora por su cintura, acariciandole de nuevo el pecho, aunque no sea mas que un roce suave*

**Tara Mayfair** Dom Sep 20, 2009 6:54 pm

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**Aidan Livermoore** Lun Sep 21, 2009 5:56 pm

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**Tara Mayfair** Mar Sep 22, 2009 12:43 am

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**Aidan Livermoore** Mar Sep 22, 2009 6:54 pm

Spoiler:

**Tara Mayfair** Mar Sep 22, 2009 10:57 pm

Se quedo abrazada a él, acurrucada sobre su pecho que en realidad era mas musculado y fuerte de lo que parecia.Esta vez no iba a huir ni de sus sentimientos ni de las mariposas que sentía en su estomago solo con estar a su lado. Sabía que muchos podrían ver esa relación como algo sucio, maligno y pervertido, pero para ella el sentimiento que latia entre ambos era tan puro como el calor de una estrella.

-Se que esto no es mas que el ojo en tu huracan, que pronto volveras a tu oscuro tunel hasta que el decida liberarte una temporada mas.-dijo en un susurro mientras sus manos calidas acariciaban delicadas cada una de sus cicatrices.-Pero debes resistir, cuerdo y de una pieza, por mi y por Leirbag, creo que sabes de sobra lo que sentimos los dos por tí.

Le acaricia el cabello y apoya sus labios en su frente, depositando suaves besos sobre ella.

-En tus noches mas oscuras imagina que estoy a tu lado, abrazandote y consolandote. Porque aunque estemos lejos lo que siento por tí es mas fuerte que la distancia.

Apoyo su frente contra la suya.

**Aidan Livermoore** Vie Sep 25, 2009 3:42 pm

*Teoricamente, yo soy su profesor. Yo soy el mayor de edad, el adulto, el que teoricamente deberia ser el mas fuerte de la relacion, o el que demostrara madurez.
Pero me siento fragil en sus brazos, como si al soltarme de ellos todo mi cuerpo se rompiera en mil pedazos porque el cristal del que estaba hecho ha recibido demasiados golpes. SIgue importandome lo que pueda ocurrirnos si nos descubren, en mi trabajo, en su casa, o incluso los tribunales porque ella sigue siendo menor, pero tiene mas peso en la balanza la necesidad que tengo de estar con ella como para no correr el riesgo.*

-Tara....si podía resistir cuando estaba solo, ahora.....ahora tengo una razon para hacerlo. Da igual cuantas veces me golpeen mientras despues me cures tu....*Noto sus manos recorrer mis cicatrices, pero ahora ya no me molesta. Ella me conoce, sabe de cada rincon de mi alma y las cicatrices no son mas que una manifestacion de mis cadenas*...Antes de conoceros vivia....y no lo hacia. Resistia para vivir y vivia para resistir, no tenía mas motivos, pero los dias transcurrian y eso para mi era suficiente. Ahora...*le paso una mano por la mejilla, apartandole un mechon de pelo*...ahora tengo razones por las que despertarme por las mañanas.

*Pongo ambas manos en sus mejillas cuando apoya su frente contra la suya, cerrando los ojos y dejando sentir su respiracion sobre la mia, sonriendo levemente y sin saber exactamente por que.
Daba igual, cuando estba con ella tenia ganas de sonreir, no habia explicacion logica*

-Ya eres mi faro, Tara. Por muy bajo que caiga estaras en mi cabeza, paseandose siempre en mis recuerdos sin que pueda echarte de ellos.....Solo espero no terminar siendo demasiado despreciable como para darte la mano y no mancharte. No quiero arrastrarte a ningun sitio por el que despues llegues a odiarme a mi.....no creo que lo soportase. Pero es posible que algun dia suceda...porque ya sabes que no puedo escaparme. No puedo....

**Tara Mayfair** Sáb Sep 26, 2009 10:13 pm

Cada una de sus palabras hace que se le de un vuelco al corazón y es que comprende con demasiada intensidad su significado y la importancia que tiene. Es consciente de lo prohibido que esta su amor, pero aun así ve como ella se ha convertido en el ancla para su dolor, la ultima muralla contra la locura provocada por el dolor que trata de poseerle y dominarle.

-Deberiamos irnos a dormir un rato.-dice besandole fuzgazmente en los labios, separandose con gestos delicados y tirando de su mano hasta llevarle a la cama, donde se mete acurrandose a su lado.

Su mano acaricia sus cicatrices, mientras sus ojos se cierran extenuada.

**Aidan Livermoore** Dom Sep 27, 2009 10:58 am

*Quizás no debería haberle hablado tanto, pero no me arrepiento, ni creo que lo haga, de ser sincero con ella. No tiene ningún sentido ocultar secretos con ella o Leirbag, salvo uno. Pero eso ya no es un secreto, es….un lastre que viene conmigo y que nadie tiene que compartir. No porque quiera hacerme el fuerte y soportar yo solo la tortura, si no porque seria muchísimo peor sentirme además culpable por arrastrar a aquellos que quiero.

Asiento con la cabeza cuando comenta lo de ir a dormir. Yo también estoy cansado y me dejo arrastrar hasta la cama, apartando la colcha y metiéndome en ella, abrazando a Tara cuando se acurruca junto a mi. El lento acariciar de sus manos contra mis caricias hace que acabe cayendo bajo el hechizo del sueño tan rápido como ella*

**Gabriel "Leir" Dawson** Jue Oct 01, 2009 4:17 pm

"¡POM, POM, POM!"
El puño de Leirbag aporreó la puerta de Aidan repetidas veces, casi como si quisiera echarla abajo, mientras con el otro brazo sujetaba a la maltratada Tara en volandas contra su cuerpo.

- Aiiiiiiiiiiiiiiidaaaaaaaaaaaan... Abre la murallaaaaaaaaaaa... - canturreó, aunque con una nota de impaciencia clara. - Vamooooos... sé que estás ahíiiii, te he visto por la ventanaaa....

**Aidan Livermoore** Jue Oct 01, 2009 4:40 pm

*He sufrido muchas humillaciones, he estado en infinidad de sesiones en las que yo terminaba arrastrandome hasta mi casa y he perdido la cuenta ya de cuantos se han servido de mi por mediacion del librero.
Pero en todas esas veces, faltaba un factor importante, que esta vez han utilizado con una maestria que ahora incluso me sorprende. Anteriormente, me humillaba, me encontraba con la autoestima en numeros negativos, pero entraba ya dentro de la aceptacion vital que habia logrado aceptar.
Me torturaban, me forzaban, y luego me dejaban un tiempo tranquilo para que me recuperase. Y asi era siempre. Mi vida solo tenia el sentido de vivir al dia siguiente, con un futuro demasiado largo y eterno en esa rutina que poco a poco me hundia mas en el autovictimismo y la cerrazon mental.
Pero ahora habia logrado tener una razon verdadera por la cual soportar las sesiones, y era saber que el tiempo en el que me dejarian en paz podria pasarlo con Tara o Gabriel. No importaba para que, me era suficiente con estar a medio metro de ellos y sentir, saber verdaderamente, que ellos me apreciaban y sabian valorar las partes buenas de mi mismo que hasta yo habia tenido por inexistentes.
Con su compañia, la humillacion, en el fondo, era soportable. Porque no importaba lo que me hicieran a mi mientras supiera que a ellos no les afectaba.

Y ahi residia el porque la sesion anterior habia sido especialmente horrible.
Tengo cicatrices de todos los golpes, cortes y latigazos imaginables y por imaginar, pero nunca habia sufrido una desazon, una desesperacion y dolor mas absolutos que cuando, en medio de la tortura que por el momento parecia como siempre, me dijeron lo que le habian hecho a ella. Y lo que le harian.
Ignoro cuanto tiempo he estado....fuera. Pero calculo mas o menos que una semana.....o quizas menos. No lo se. Pero puedo decir que hubo un antes y un despues, y puedo decir perfectamente cuando fue eso.
Los primeros dias hubo lo habitual. Humillarme, torturarle, violarme. Y me hicieron algunas fotos, lo cual me parecio extraño, pero no pense mucho en ello porque tenia cosas mas urgentes en las que pensar, o mejor dicho, en las que intentar no pensar.
Y uno o dos dias despues, era dificil para mi saber que dia y hora eran, mientras uno me sujetaba del pelo, obviamente tirandomelo pero mas como humillacion que como dolor, me enseñaron una sola escena del video en el que salia Tara.
Fue mas que suficiente.

No importa cuantas veces me repitieron que no debia acercarme mas ni a ella ni a Gabriel, de motu propio no lo hubiese hecho, no despues de sentirme morir animicamente al oir las carcajas de mis torturadores al recordar como habia sufrido ella en sus manos.
Tampoco es importante quien es el culpable de todo eso, pero despues de una vida llena de inseguridades, no puedo dejar de pensar que parte la tengo yo.
Pero no importa. Ya no me acercare mas. A ninguno de los dos, aunque me maten si no lo hago, lo prefiero. No es solo porque me han dado demasiado y por lo que yo pueda sentir, tambien hay el componente egoista de que no puedo soportar pensar en su sufrimiento.

Y por eso no respondo a Gabriel cuando golpea la puerta. Me encuentro sentado en el suelo, apoyado con la espalda en el sofa. No es que este comodo, pero me duelen absolutamente todos los musculos del cuerpo y ademas, si realizo un solo ruido, él puede pensar que efectivamente estoy dentro.
Flexiono los dedos levemente porque hace poco que han recuperado la sensibilidad, aunque aun se ven algo amoratados. No puedo hacer ruido, ninguno. No puedo verles*

**Tara Mayfair** Jue Oct 01, 2009 5:04 pm

Aun esta aferrada a él, tiritando por escalofrios que la sacuden por dentro e incapaz de moverse por él dolor. En esos momentos intenta no pensar, pero es algo que le resulta practicamente imposible, sobre todo por el dolor le recuerda una a una los momentos vividos.

-Por favor... Aidan, abre... deja que me esconda de el sol una vez mas. Por favor...-Suplica con la voz rota por todo lo vivido, lo que menos le apetece a su cuerpo cansado es quedarse allí a las puertas de un refugio seguro.

Y es que esa noche sabe que a casa no puede volver, no quería preocupar a su abuela y mucho menos que esta hiciera preguntas sobre lo que habría ocurrido, porque entonces muchos ademas de ella peligrarian. Necesitaba esconderse hasta que aquello pudiera pasar por una simple caida a caballo.

-Por favor.

**Gabriel "Leir" Dawson** Jue Oct 01, 2009 5:14 pm

- Oooog, ¿no serás tan poco caballeroso de dejarme aquí con una dama herida, verdad? Y más después de todo el tiempo que has estado fuera y que he estado buscándote... - repitió Leirbag, después de que Tara también le suplicara.

Sólo obtuvieron el silencio por respuesta. Leirbag miró significativamente a Tara, y acto seguido retrocedió dando varios pasos hacia atrás, como si fuera a volver a bajar por la escalera.

- Muy bien, como quieras... nos iremos lentamente... y sin ser vistos...

Leirbag cogió carrerilla, protegiendo a Tara con sus hombros y le metió semejante golpe a la puerta que el picaporte cedió, abriéndose con estrépido. Leirbag cayó al suelo de espaldas, con Tara aun protegida entre sus brazos...

- Uf... ¿Feliz Navidad? Creo que me dejé el saco en el trineo... - añadió, pondiéndose de pie, con la joven cogida aún en volandas - Ahora en serio - La mirada de Leirag se tornó casi amenazadora - No te preguntaré si no quieres contar algo, pero si vuelves a desobedecer una orden mía te ataré un alambre de espinos al cuerpo y te haré rodar pro las escaleras... ¡Ahí, va que idea más buena...! ¡Eeejemjemejm!... ¿Vas a ayudarnos o Tara tiene que estar a punto de morir desangrada para que te espabiles?

**Gabriel "Leir" Dawson** Jue Oct 01, 2009 5:14 pm

- Oooog, ¿no serás tan poco caballeroso de dejarme aquí con una dama herida, verdad? Y más después de todo el tiempo que has estado fuera y que he estado buscándote... - repitió Leirbag, después de que Tara también le suplicara.

Sólo obtuvieron el silencio por respuesta. Leirbag miró significativamente a Tara, y acto seguido retrocedió dando varios pasos hacia atrás, como si fuera a volver a bajar por la escalera.

- Muy bien, como quieras... nos iremos lentamente... y sin ser vistos...

Leirbag cogió carrerilla, protegiendo a Tara con sus hombros y le metió semejante golpe a la puerta que el picaporte cedió, abriéndose con estrépido. Leirbag cayó al suelo de espaldas, con Tara aun protegida entre sus brazos...

- Uf... ¿Feliz Navidad? Creo que me dejé el saco en el trineo... - añadió, pondiéndose de pie, con la joven cogida aún en volandas - Ahora en serio - La mirada de Leirag se tornó casi amenazadora - No te preguntaré si no quieres contar algo, pero si vuelves a desobedecer una orden mía te ataré un alambre de espinos al cuerpo y te haré rodar pro las escaleras... ¡Ahí, va que idea más buena...! ¡Eeejemjemejm!... ¿Vas a ayudarnos o Tara tiene que estar a punto de morir desangrada para que te espabiles?

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