Silver Park No 17 (Taller Mecanico Tessier)

Sentí la incomodidad de Karen, cuando le pase el brazo al parecer la chica aun no estaba acostumbrada a que le demostrara mi afecto en publico y pensándolo bien así era pues siempre que nos dábamos muestras de cariño lo hacíamos solos, quizás para ella no era correcto, o no era lo.. deje de pensar en ello y recordé a Gem,

Lo importante era que estuviera mejor no mis problemas mentales con Karen, retire el brazo cordialmente, fingiendo algo de tos de manera que solo me quede a su lado sintiéndome un poco extraño por la sensación de rechazo, enfoque mi mirada hacia la chica recostada en el auto, esperando la respuesta sobre lo que quería hacer antes de que las pastillas hicieran efecto.

-Y bien Gem como te sientes- le pregunte en tono preocupado haciendo un gesto amable, sintiendo el aire del atardecer aun sobre mi rostro, el cual empezaba a jugar con la melena de Karen

Al parecer Karen y yo nos comunicábamos a través de la mirada, sentí que su mirada infería una disculpa, le mire profundamente, dándole a entender que había comprendido y a continuación escuche su comentario al respecto

-Pues son las pastillas que ocupaba mi abuelo cuando lo mataba su dolor de ciática, solo espero que no sean lo suficientemente fuertes como para noquearla por completo-

Empezaba a preocuparme si a la chica no le sentaban bien las pastillas, estaba en un lío enorme

-Hey Gem para donde vas, no vas ir a ningun lado de esa forma- le grite cuando le í alejarse –Si crees que te dejaremos ir para que quien sabe demonios te pase estas muy equivocada

Me acerque hacia ella y la tome del brazo para llevarle de nuevo donde estabamos

Me quede sorprendido ante aquellas palabras, y fue cuando Gem aprovecho a correr para irse lejos, al parecer los calmantes de mi abuelo habían hecho un efecto más rápido de lo normal, me sentía demasiado responsable, si le pasaba algo por mi culpa no me lo perdonaría, verdaderamente estaba preocupado.

Veía a Gem mientras huía y resople denotando algo de preocupación y angustia no me había dado cuenta pero Karen estaba atrás de mí, me voltee y me encontré con esos ojos felinos que me acechaban y mostraban algo de curiosidad y preocupación

-Al parecer los calmantes no solo le han quitado el dolor si no le han dado velocidad, solo espero que no le pase nada, mañana tendré que irme al R&B para ver si encuentro a Gem

-Lo siento princesa creo que nuestra cita no salió como lo esperábamos-

La miraba con dulzura pues a esa hora y con ese vestido cerca parecía que un angel me estaba haciendo una visita

Fue un hermoso regalo el sentir su caricia de nuevo en mi mejilla, lo único que pude hacer fue cerrar los ojos, era increíble lo que me hacía sentir aquella chica con tan solo el roce de sus manos , disfrute de la misma haciendo que le tiempo durase más de lo habitual en mi mente

Asentí ante sus palabras –Habrá más días lo sé, pero el verano se acaba amor- acto seguido hizo se encogió de hombros

-Así es por aquí, pero tienes razón una muñeca como tú y mas con ese vestido no debería estar aquí, ven vamos de regreso al auto, es hora de que te regrese a casa ángel solo que antes…-

Tome aquella mano que tan dulcemente me había tocado para acércale aquí de manera que quedáramos cerca muy cerca

-Antes de ir, tendrá que pagar el peaje señorita que le parece se aceptan besos como pago- le guiñe el ojo y me quede perdido en su mirada, mientras mi respiración se confundía con la suya

Asentí ante la afirmación sobre ir a casa, y me quede prendido y atrapado de esos hermosos labios que tanto me hacían suspirar y enloquecer, me gustaba buscar cualquier pretexto para tocarle y sentirle. Para apreciar sus caricias y dejarme absorber por el instante presente que para mí era algo mágico único e inigualable.

Le di un poco mas de ritmo al beso deslizando suavemente ms lab9os en los tuyos, porbandolos como si de una fruta se tratese, le tome de la cintura

-Debo darle su cambio su cambio señorita, pues he recibido más por el peaje- acto seguido le di un beso de picorete, mientras la abrazaba por la cintura y juntos nos dirigíamos hacia el auto para emprender el camino hacia su hogar

Se separo de mi con esa amable sonrisa que le caracterizaba para subir en el asiento del copiloto, aun pensaba en como estaría mi abuelo, aun no tenia noticias por parte de William, intente no pensar en ello pero al arrancar el auto y dirigirme a su casa, ella parecía estar pesando en algo, Si mas nos encaminamos hacia Golden Hills

Alexander se despertó un poco tarde pues hoy no tendría clases y tendría que dedicarse a los pendientes del taller, se quito la pereza, se paro de un brinco de la cama, tomo una ducha de manera rápido, se puso el overol de mezclilla para empezar a reparar los autos que tenia pendientes, en ese momento su móvil sonó mostrando en la pantalla el numero de William

Al darse cuenta de quien era Alexander palideció, con la mano temblorosa pico el boton de contestar

Alexander
-Bue.. Bueno William que pasa

William
-Al perdona que no te halla llamado antes, no queria preocuparte antes de tiempo

Alexander
-Demonios William por que siempre tomas decisiones por mi, que carajos pasa dimelo ya


William
-Tu abuelo ha caído en coma-

Lo único que pudo hacer Alexander al escuchar fue guardar silencio mientras del otro lado se escuchaba la voz de William

William
-Alexander estas ahí, Al ...-

Acto seguido Alexander colgó el teléfono y se quedo inmóvil su abuelo Maurice estaba en coma que era lo que seguía, Alexander no pudo evitar derramar algunas lagrimas sin darse cuenta hasta que resbalaron por sus mejillas y lo sacaron de aquel sopor, se las limpio con el dorso de la mano y se dirigió a reparar los automóviles, su abuelo estaba en coma pero por desgracia no podía hacer nada al respecto

Dirigí mis pasos unas cuantas cuadras al taller mecánico de mi primo, debía reconocerlo me encontraba algo nervioso por aquel encuentro ya que desconocía los cambios que había atenido Alexander los últimos años y mas después de mi fechoría de la cual no me arrepentía si no la disfrutaba en exceso, mientras caminaba una sonrisa maquiavélica apareció en mis rostro, hasta que poco a poco se apago cuando vi. que Alexander salio de una puertecilla y se dirigió a abrir la cortina del taller

Me quede sorprendido al verle, ya no era un chamaco y por loe que había visto sea veía bastante fuerte y fornido, sonreí al darme cuenta de que ya no era aquel mozalbete al cual me gustaba hacerle maldades y travesuras, vi. Como se deslizo en un tabla con ruedas debajo de una vieja camioneta, me acerque con sigilo y prudencia además de que me encontraba vestido con un elegante traje fruto de mis triquiñuelas legales

Me acerque hasta sus piernas y le salude

-Hola Alexander tiempo sin verte-

Espere paciente a que mi voz resonara para sus adentros y que saliera de abajo del automóvil, preparándome ante cualquier reacción de sorpresa que pudiera tener.

No quería pensar mucho al respecto de lo que pasaba con mi abuelo, si algo sabia es que quizás pensando en otra cosas podría dejar la tristeza de un lado, así que abrí la cortina de golpe tome la tabla de madera con unas pequeñas ruedas sujetadas para poderme desplazar por debajo de los automóviles, la puse en el piso y me avoque a reparar una vieja camioneta que tenia que entregar para mañana.

Mis manos se empezaban a llenar de grasa y el olor a gasolina y aceite comenzaron a penetran en mi nariz, demonios qué difícil es todo esto pensaba para mí, no sabría que iba hacer si Maurice moría, me quedaría completamente solo.

Fue entonces cuando escuche algo que me hizo estremecer, su voz hizo eco en mis pensamientos, trayendo recuerdo no muy gratos, era imposible no podía ser el, aquel maldito ser deleznable que se decía ser miembro de mi familia, me quede inmóvil por un momento, siempre había pensado en este momento desde que el imbécil me tendió esa maldita trampa años atrás, en como reaccionaria y lo que haría al verle de nuevo, Salí del automóvil poco a poco para comprobar que lo que estaba pensando no era cierto, hasta mis ojos comprobaron la indeseable presencia de mi primo Terry, debía contener mis emociones así que le vi de manera directa a los ojos mientras me incorporaba y me ponía de pie para quedar frente a él.

-Que es lo que quieres Terry- dije en tono bastante frío como para que no se notase alguna emoción de mi parte

Me acerque a la mesa buscando un trapo para limpiarme las manos, y mientras lo hacía clave mi mirada en el esperando alguna respuesta de su parte.

Mire a Alexander sorprendido los años habían pasado ya no era un crio, se veía ya como un hombre hecho y derecho su complexión era bastante ruda en comparación de lo que recordaba, clavo su fuerte mirada en mi al tiempo que decía que era lo que quería en un tono seco, supuse entonces que aun guardaba algo de recelo por aquel evento durante nuestras infancias

Me acerque a él y le tendí la mano para saludarle mientras le decía

-Hey vamos no me digas que aun sigues molesto por aquel asunto primo, eso es asunto de críos- intente no dejar escapar el tono cínico y burlón de mi parte pero no pude hacerlo de todo , de manera que lo disfrace con un sonrisa torcida, mientras miraba el taller procurando no encontrarme con esa mirada profunda y fría que al parecer había ocasionado mella en mi.

No podía creer el cinismo y la irreverencia de Terry al tenderme la mano y todavía sonreír como si lo que hubiese hecho hubiera sido una simple travesura de crios, encima parecía que aun disfrutaba su fechoría, fue entonces cuando una idea regreso a mis pensamientos, durante mucho tiempo planee lo que haría en este encuentro y no pensaba desaprovechar la oportunidad que la vida me ofrecía, no me vengaría plenamente de Terry pero si le haría sentir cierto dolor al respecto, después de todo si algo me había dado el esgrima era que era bastante fuerte con ambos brazos.

Le tome de la mano jalándolo hacia mi, para después imprimir con todas mis fuerzas y con la firme intención de hacerle daño un puñetazo en su cara, el cual cayo de manera contundente entre la barbilla y los labios, al mismo tiempo le soltaba de la mano para que la fuerza del golpe le hiciera tambalear y posiblemente le tirase y arruinara su hermoso traje.

-Que acaso creías que esto era una reunión familiar o que maldito cobarde- Al decir esto cerré mis puños y los lleve en medio de mi pecho a manera de guardia.

Mi corazón y mi respiración se empezaban agitar y no pude disimilar una sonrisa de satisfacción al ver que mi puño se había estrellado en el rostro.

Debo confesar que no me esperaba esa reacción por parte de Alexander, me había tomado desprevenido y el golpe de Alexander se impacto fuertemente en mi rostro, provocando un dolor punzante en mi boca y derribándome al piso, lo que había estado pensado finalmente había sucedido, solo que nunca que espere que mi primo me tomara por sorpresa de esa forma, estando en el piso oí sus palabras, en ellas se encontraba una emoción impresa de resentimiento y rechazo hacia a mi .

Estando en el piso y llevándome la mano derecha hacia el golpe pude percatarme de que el golpe había sido certero pues estaba sangrando, me incorpore de nuevo y me limpie la sangre con el dorso de la mano para después escupir un poco de sangre en el piso, clavando mi mirada en el viendo que había adoptado una pose defensiva esperando que yo regresara al ataque de su persona.

Sonreí con una malicia deliciosa, dejando entrever que en mis dientes aun permanecía mi sangre, dándome cuenta que el estúpido de mi primo había arruinado mi vestimenta, decidí sacudirme el polvo de los pantalones y el chaleco mientras me acomodaba la corbata.

-Ahora eres feliz idiota, no eres más que un imbécil pusilánime, llamarme cobarde a mi- solté una carcajada irónica –No me digas que sigues siendo el caballero recto y te has creído toda esas patrañas del maldito viejo, creí que habías madurado pero por lo que veo eres el mismo gilipollas de siempre y ahora que sigue te soltaras a llorar e iras por Maurice para que me eche de aquí-

Alexander era mucho más fuerte que antes y por lo que pude ver en sus ojos había estado esperando este momento desde que me aleje de su vida, decidí no actuar ya llegaría el momento de mi venganza, ya que esta siempre debe servirse en un plato bien frio, el error de mi primo era que siempre era visceral y poco sabia de cómo manejar sus emociones o al menos esa es la impresión que me dio en esos momentos

-Y por cierto me debes un traje de 500 dólares-

Tome un pañuelo de mi bolsillo, para llevarlo a mi rostro y limpiar la sangre

-Mas te vale que no me hallas dañado el rostro, de otra forma lo pagaras caro, pero debo reconocerlo tienes agallas principito o dime como debo llamarte caballerito idiota-

El golpe causo el efecto que deseaba, vi al estúpido de Terry en el piso con la boca sangrando, espera recibir un arremetida de su parte, sin embargo se levanto de una manera flemática y le observe mientras se sacudía el polvo y se limpiaba la sangre con sus manos, a continuación escuche una perorata de su parte con respecto a mi y a mi abuelo

-Si fuera un gilipollas no te abría roto el hocico Terry- baje la guardia y sonreí al ver que al fin le había dado una lección y que había sacado todo el coraje reprimido de aquellos años en un solo golpe y más aun ocasione el daño que esperaba

-Y en cuanto a Maurice si realmente tu familia te importara maldito idiota sabrías que el esta grave en el hospital y no te atrevas a hablar así de el si no quieres un ojo morado, deberte yo algo acaso crees que soy idiota o qué demonios pasa por tu cabeza vacía, el que me debe eres tú, así que date por bien servido si aun estas en pie-

Me cruce de brazos mientras clavaba mi mirada en el con una mezcla de emociones de ira y desagrado

-Vamos Acércate y veras algo más que agallas- mi cuerpo se volvió a tensar y volví a cerrar los puños en espera de la respuesta de Terry, sin embargo fui interrumpido ya que sentí que algo en mis pantalones vibraba, era mi móvil, decidí contestarlo con la respiración agitada

Spoiler:

-¿Hola? -musito la mujer-. ¿Alexander? Soy Lynnette. ¿Te acuerdas de mi?

Se le notaba un tanto nerviosa. Cogio aire y continuo.

-Es que estoy en Goldens Hills... Y bueno, como el otro dia no te llame... Pues era por si querrias pasarte por aqui y.. bueno, podemos ir a tomar una copa, dar un paseo...

Cerro el pico y espero la respuesta del chico, que por cierto, parecia agitado.

Escuche una voz femenina en la llamada por celular

-Si señorita McArthur me acuerdo perfectamente de vos- dije en tono seco, a continuación escuche la petición de Lynn sobre la salida

-OK, te llamo cuando vaya para allá, tengo que terminar un asunto familiar, gracias por llamar- esperaba no haber sonado demasiado cortante pero por desgracia la situación en la cual me encontraba no era las mas idónea para prolongar una conversación con una hermosa dama

Colgué el teléfono, aun esperando la reacción de Terry...

Escuche sus palabras defensivas las cuales causaron poca mella en mi persona, salvo por lo de Maurice, al fin la vida de ese viejo inútil estaba llegando a su fin ya era hora pensé para mi

-Vaya así que el vejete, se está muriendo, No te confundas Alexander para el nunca fui de la familia, por ende para mi ese viejo senil no significa nada por mi parte que se pudra donde este-

-Y hablo del lo que se me venga en gana pues no eres mi padre y esto que me hiciste solo fue un golpe de suerte como te lo dije la próxima vez que vuelvas a tocarme te vas a arrepentir-

Permanecía inerte y no me deja controlar por mis emociones, cuando pensé acercarme Alexander contestó una llamada por su celular y enseguida dijo una palabras sobre que iba para algún lugar después arreglar algo, lo cual me dio cabida a poder acercarme más a el de manera que quede a una distancia muy corto

Colgó el celular, su cuerpo se veía tenso, quería seguir peleando pero esa no era lo mejor en estos momentos, debía conseguir que bajara la guardia por unos momentos para poder seguir con mi plan

-Pues mucha suerte con el vejete principito, ya te has divertido demasiado por el día de hoy así que me despido-

Le tendí la mano en son de paz esperando la aceptara, obligándole así a bajar la guardia para poder hacer de las mias