Los acantilados

Tantas cosas que ocurría, que al final me resigne a sacar temas, Ella estaba en lo cierto, puede que llegase a ser cargante, pero lo único que quería era que se tranquilizase.

Y con gracia, aceptó que yo metiera el móvil en su bolsillo, era la primera cosa que que me ha dicho "sí" o que me afirmara directamente. Me acerqué a ella, lentamente como debe ser, sin meter miedo. Intenté meter el móvil lo mas rápido posible para que ella no pensase otras cosas y ví que se inclinaba hacia mí, no supe el por qué de que se inclinaba, pensé de primeras que sería para mirar el color de mis ojos, o para susurrarme.
Tenía claro que ella no quería besarme, pero fue sorprendido porque al inclinarse, yo pensando en otras cosas, me besó. En mi cabeza rondaba muchas preguntas, pero quizá la pregunta que mas se sobresalía era la de "que cojones?"

Me dejé llevar por ella, que soy tan torpe de, cojer su mano equivocada, donde estaba la herida. Soy estupidamente torpe, ya que eso rompió el beso que me había dado, y que pasaba de los 5 segundos contados.

- No quería cojerte de esa mano, lo siento. - Sonreía mientras me rascaba la nuca, tan torpe que soy que en vez de rascarmela, debería darme collejas a mi mismo.

Tan solo esperé... Esperaba que volviera a acercarse... Podría arrepentirme tan rápido si no lo hacía...
Puede que por eso retiré mi mano... Noté como la sangre corría por los dedos...
Aparté aun más la mano y le miré a los ojos... cogí su mano, cerrando mis dedos alrededor de los suyo...
Cállate... si seguía pensando puede que quisiera salir corriendo de allí.
Miré aquellos ojos negros... Pero le solté la mano.
-Eso por mi móvil...- musité sin fuerza yo... tenía sueño... tenía... sangre...- pero ya está dejando de sangrar...

Su herida de la mano era bien profunda, me fijé en su mano y estaba sangrando bastante. Pero su mirada me hipnotizaba, me acerqué a ella y la besé con todas mis ganas, deslizaba mi mano en su espalda y rodeandola con mis brazos.

Cada beso que daba era mas debil que el anterior, se estaba desmayando por la sangre.

- Hey, Alissa, no te duermas ni te desmayes, tienes que cerrarte la herida, vamos. - Mientras la agitaba intentando que no se desmaye.

Me quité la camiseta y la utilicé como un paño, limpiando toda la sangre que brotaba de esa pequeña y jodida herida. Intenté cerrarlo atandosela fuerte en la mano, era una camiseta de marca, me costó lo suyo, pero no hay mas con que tapar la herida a tiempo.

La tumbé al suelo, lentamente dejando su cuerpo en una zona donde había cesped. No sabía que hacer exactamente, era de un momento a otro, estabamos de malas, luego de buenas, luego esto. Pasaba cosas que ni me lo esperaba.

Quité la camiseta y lo comprmí mas doblandolo de forma que se ajustaba en la palma de su mano. Sujeté y apreté cerrando del todo la herida, dejé que ella se recuperase del desmayo, mientras yo la vigilaba de cerca, al lado

Ví que se estaba despertando, ella miraba por todos lados, algo consternada por lo que ocurrió, que sinceramente, yo tampoco sé que ocurrió exactamente.

- Ya se habrá cerrado solo la herida, pero haz que te lo miren o algo cuando llegues a casa. - Solté.

Me miraba a los ojos, y yo a las suyas, me encantaba ese color castaño claro que tenían, me hipnotizaban, penetraba en mis ojos negros como la sombra, penetraba por momentos y eso era algo que me gustaba realmente.
Pero cada vez que ella me miraba a los ojos, veía como sus ojos se estremecían ante ellas, que la acojonaban vamos.

Sentado en el cesped a lado suya, desde allí se escuchaba los rugidos de las olas, miré al cielo una vez mas.

- Hoy si que ha sido bien día, no crees?. - Soltaba mientras mi rostro buscaba los rayos del sol.

- Claro que sí, no ha ido tan mal del todo, no? Y lo digo muy enserio. - Solté con ganas y sonriente.

Puede que sea por el beso que ella me metió, o puede que sea el sol lo que me ponía en ese estado, pero de todas formas, me molaba estar así.

- Frederiq? Ah, lo siento, no quiero hacer ninguna otra pregunta, no quiero romper este momento y volvernos otra vez de malas. -

Me agaché inclinandome hacia ella, lentamente mientras ella descansaba en el frío cesped del suelo con los ojos cerrados. La besé, de sorpresa.

- Ya has recuperado tu móvil, señorita. - Susurre - Que quieras verme otra vez ya es tu elección, yo sí quiero verte mas veces, pero que tú quieras verme a mí ya es otra cosa. -

Hacer?? Me preguntó que querría hacer en aquel momento, y yo no supe decir la respuesta, mi mente estaba en blanco otra vez, como el primer beso en las ruinas, me dejó igual la mente, en blanco, totalmente, incapaz de pensar ni de reaccionar. Se notaba que eso lo provocaba ella.

- Ah? Ahora sí quieres verme, vaya, espero que dentro de varios minutos no cambies de idea. - Bromée.

No quería moverme de allí, vamos, ni un montón de hooligans me movía de allí en esos instantes de momento, la caía bien, nos caíamos bien, conseguí lo que quería, y seguía sin creerme que lo haya conseguido, viendo que la chica al principio ni quería verme ni nada.

- Hacer? Por hacer no quiero hacer nada ahora, solo quedar mirandote, como contrasta tu piel blanca con el sol. - Contesté sonriente.

- Y tú? Que quieres hacer ahora?. - Pregunté curioso.

- Bueno, pues a mi sí me gusta, pero con ta de que no nos enfademos y nos volvamos otra vez de malas, pues no te mire, ok?. - Mientras soltaba un guiño.

Ella quería saber de mí, y eso podría llevar a tener mas confianzas, eso es bueno. Tengo una regla de "No te fíes de los demás hasta que los conozcas del todo", pero con esta chica pensaba romper esa regla puesto por mí mismo.

- Pues ve preguntandome que cosas quieres saber de mí y yo te respondo. - Contesté.

Me miraba aún con dudas, con intriga, lo notaba, y yo quería que ella me conociese, al igual que yo quería conocerla a ella mas, profundamente.

Veía que ese día iba a ser algo mas largo de lo que yo esperaba, quería alargar la conversación con ella, lo conseguí, pero no me esperaba que fuese tan largo. Me incomodaba un poco la idea de que me preguntase cosas, pero aún así, yo quería que me las preguntase.

- Yo vivo en un piso, bueno, piso, se le debería llamar un cuarto, porque es mas pequeño que yoquesé.. Pero sí, vivo y vivo solo en ella. - Contesté.

Veía como ella cerraba sus ojos fuertemente, será por miedo a que yo contestara gritando o algo de eso.

- Me han estado criando desde que nací en un centro para niños sin familia, para niños que no le querían nadie. Después al tener un poco mas de edad, me han estado pasando de una familia de acojida a otra, pero por problemas de comportamiento, según ellos, pues hacían que volviese al centro. Y sobre mis padres.. pues no lo sé, me dejaron, simplemente sé eso. -

- Y por qué tú? Pues porque veía que puede que tú me comprendieras de como me siento, de como soy, de como es todo.. No sé, ví tu actitud agresiva, y me hace sentirme identificado, no sé, es algo raro de explicar. - Seguí contando.

Ella me escuchaba atentamente mientras yo erguía la cabeza hacia los rayos del sol. Me sentía libre de todo, feliz y contento. Y Supongo que ella también, ya que no teníamos ese sentimiento de querer matarnos, bueno, matarme, porque yo de eso nada de nada.

- No he cambiado, yo sigo siendo el mismo, pero mi ser cambia según la persona, supongo, yo contigo estoy bien, sentía que podía estar bien contigo y bueno, ahora nos ves aquí sentados conversando tranquílamente. -

Respondía a todas sus preguntas a gusto, sin problemas, veía en ella que sí que me entendía, y por una vez estoy abiertamente hablando de mis cosas con alguién.

Sintió que yo estaba algo incomodo por la situación, de que ella me preguntase muchas cosas. Pero no hice caso a lo que ella me intentaba decir. Me puse detrás de ella y acaricié su pelo.

- No tiene el porque de acabar mal. - Susurré.

Intenté abrazarla y rodearla con mis brazos mientras ella miraba las olas, tranquíla.

- Deberías ir a que te miren tu herida, creo que te darán algunos puntos por ello. Y la camiseta, ya me lo darás otro día, estoy acostumbrado a ir por ahí sin camiseta, de tantas veces que me lo han roto, aparte, no puedo ponerme una camiseta ensangrentada a mas no poder. - Afirmé.

Quería conversar un poco mas con ella, pero su herida necesitaba una curra y que le pongan puntos, lo que sentía por ella era.. preocupación?

Sabía que nos ibamos a encontrar muchas mas veces, si no se nos pone algo por delante, claro está, pero yo estaba decidido a verla mas veces.

- Ya nos volveremos a ver entonces.. - Contesté mientras la sonreía.

Yo me quedé allí, quieto, mientras veía como se iba hacia la ciudad. Me quería quedar un poco mas viendo las olas como chocaban con las rocas afiladas, respiré profundamente.

- Te volveré a ver.. - Susurré.