Lynnette Aileen McArthur

**Lynnette A. McArthur** Jue Sep 03, 2009 2:14 pm

Nombre: Lynnete Aileen McArthur

Edad: 18 años

Sexo: Femenino

Barrio en el que reside: Golden Hill

Colegio en el que estudia: St.Mary, sin beca.

Descripción física: Con su metro setenta de estatura y su estilizada figura, Lynnette es una chica que no suele pasar desapercibida. A eso, ayudan su melena ondulada negra azabache, sus ojos azul intenso y sus curvitas justo en el lugar que deben estar. Tiene el la espalda casi tatuada al completo

Imágenes: 1, 2,3.

Descripción psicológica: Intentando ser diferente a todas las personas de su clase, ella es amable, dulce y risueña. Le encanta llevar la contraria y saltarse las reglas, cosa por lo que era bastante conocida en el barrio. Tras su regreso, eso ha cambiado. Ser amable con todo el mundo le ha costado demasiadas cosas y ahora, aparenta ser una mujer fría y distante, pero sigue siendo la dulce Lynnette que era.

Historia breve del personaje: Hace 18 años, una niña morena y que no paraba de reír nació en Goldens Hills en el seno de una familia adinerada y prestigiosa. Su padre, dueño de la empresa Guromst Arthur que heredó de su padres, conocido en todo el barrio, la mimaba y malcriaba de forma constante, lo que sacaba de quicio a su madre, diseñadora de ropa, que sólo se preocupaba de que su niña fuera una persona de los pies a la cabeza. A los 3 años, tuvo un hermano, con el que se lleva bastante bien al contrario que la mayoría de sus hermanos.

Pero la niña iba creciendo. Y esa niña a la que tanto empeño había puesto su madre por educarla como lo habían hecho con ella, se desviaba del camino que sus padres habían creado para ella. Se escapaba de casa para juntarse con gente de Red & Black District y pasar toda la noche bebiendo… y haciendo cosas escandalosas, lo que la llevaba a no ir al colegio.

Al regreso de una de sus fiestas nocturnas, Lynnette se encontró a su padre esperándola en el salón de la Mansión donde vivían con sus maletas al lado. Sus padres habían decidido enviarla fuera para que hicieran lo que ellos no habían sabido hacer: educarla. Lynnette, encantada, pensando que estaría en la gloria sin sus padres detrás de ella, aceptó en el momento y la enviaron a un internado de señoritas en Canadá, donde permaneció dos años encerrada, estudiando y refinándose.

Cuando consideraron que ya estaba preparada para regresar a casa, Lynnette lo hizo con la cabeza bien alta y orgullosa de lo que se ha convertido. Una mujer hecha y derecha que ha jurado a sus padres no volver a lo que era. Ahora, solo le falta demostrárselo a la gente del Saint Mary y... No volver a caer en la tentación de recorrer los barrios bajos de la ciudad.