Mansión Abandonada

**Padre Anthony** Jue Jul 09, 2009 8:50 pm

Situada al lado de la desierta carretera de las afueras, frente a una de las entradas al Bosque de la Luna Negra, se alza una imponente mansión de varios pisos hecha con grises muros y un negro tejado, cuya verja del mismo color parece alzarse amedentrando a cualquiera con la idea de saltarla para colarse en su descuidado jardín lleno de maleza, hiedra y enredaderas cubriendo los barrotes, rosales llenos de espinas, y árboles que tapan parte de la casa, cuyo interior aún conserva el lujo pese a que el polvo trate de ensombrecerlo.

En su día fue la vivienda de familiares del Conde Moldoveanu que preferían alejarse de la aristocracia del Castillo, y más adelante ha sido hogar de muchas de las familias ricas de la ciudad que preferían alejarse del bullicio urbano en busca de la paz de la naturaleza...

Sin embargo, lleva años deshabitada gracias a que todas las familias que la han habitado han acabado muertas o desaparecidas por causas que aún no han quedado claro... Y eso, obviamente, ha hecho que se establezca el arraigado rumor de que está encantada.

Aún así, ocupas entran de cuando en cuando para transformarla en su vivienda, pero a muchos no se les vuelve a ver, o se les ve ya sin vida aparentemente por pelearse entre ellos, aparentemente... Venir a hacer la ouija aquí y pasar la noche es el reto de muchos grupos de amigos, aunque, con todo esto, pocos son los que se atreven a asumirlo, y ninguno llega a contarlo.

**Tara Mayfair** Jue Jul 30, 2009 2:34 am

Entra en la mansión abandonadaa huyendo de la lluvía, entre risas que dedica a Leirbag, para algunos su presencia poodría resultar demasiado irritante y excentrica, pero a ella le resulta especialmente interesante y divertido, es como si se encontrase ante alguna clase de mago siempre nuevos trucos que mostrar e historias que contar.

Aunque aun no le ha contado la historia mas importante de todas, la de su caida...

Observa los muebles viejos y los cristales rotos como si se tratasen de tesoros no desucbiertos por el hombre hasta su llegada. Y en su rostro libre de maquillaje gracias a la lluvia se dibuja una sonrisa infantil e inocente.

Abre la marcha con el tipico gesto de explorador en tierra virgen y escala la escalera hasta los pisos superiores, alli se abren demasiadas puertas, algunas cerradas hasta que da con una abierta, la atraviesa como si cruzara un portal hacia otro mundo.

Y en cierto modo lo és, una puerta hacia otro tiempo que se quedo atrapado en la comoda barroca de roble, donde el espejo oscurecido por el tiempo refleja las fantasmagoricas telarañas que anidan también en los doseles de la cama vestida con unas enmohecidas ropas de terciopelo negro.

La habitación esta apenas iluminada por los huecos rotos en la persiana dandole una ambientación algo tenebrosa, pero paraa ella parece un autenco paraiso.

Se deja caer sobre la cama con aire desenfado.

-Tu me debes algo.

**Gabriel "Leir" Dawson** Jue Jul 30, 2009 2:48 am

La niña bailando bajo la lluvia, y el ángel corriendo bajo la misma,saltando de un lado a otro, encaramándose a las faraolas y saltando incluso por las paredes en una exhibición acrobática de parkout bastante envidiable.

Llegaron a la mansión, y él se dejó guiar por su húmedo rostro, ahora casi infantil, y su risa, sintiéndose en su salsa en aquel extraño lugar donde ambos aprecían sacados de un ámbito similar para ser puestos en este.

Ladeando la cabeza y observando su alrededor con curiosidad a través de sus ojo de aquel color verdeazul tan curioso, más verdoso por culpa de la humedad ese día, el ángel se movió por la habitación, casi extasiado. Se apoyó en una barra del dosel de la cama, empapado, mirándola fijamente.

Como un felino, se inclinó en la cama, gateando, hasta quedar casi sobre ella, aproximando su rostro peligrosamente, con una sonrisa y una miradas sugestivas, intensas, oscuras...

- Es verdad. Aún tengo que saldar mi deuda... - susurró, dejando sus labios rozar muy muy levemente con los de Tara...

**Tara Mayfair** Jue Jul 30, 2009 3:48 am

Le gustaba verlo moverse, pues le recordaba a un gracil bailarin con aires de gato callejero, capaz de hacer acrobacias en cualquier sitio. Le sonrie calida y cuando se acerca a ella se le corta parte de la respiraión y llega a enrojecerse cohibida,

Retira un poco el rostro y son sus dedos los que acarician sus labios de una forma delicada, mientras sus ojos se pierden en loss del chico. En los de ella se puede ver que tiene ojos de bruja y que puede leer mas allá.

-No eres uno de esos demonios.-refiriendose a que tiene corazón y humanidad, lago quue pocas de las personas que conoce tiene.

**Gabriel "Leir" Dawson** Jue Jul 30, 2009 4:18 am

- Soy un ángel, no un demonio - asintió el chico, con voz susurrante... - ¿Sabes? Me echaron del cielo porque decían que... estoy loco... ¡Y que me aspen si lo estoy! - exclamó de pronto, rompiendo todo el erotismo de golpe con su exclamación, mientras se levantaba y, sin previo aviso, comenzó a desvestirse a toda prisa, quedándose en ropa interior - ¡Vamos, vamos, vamos o te resfriarás, hadita! No me apetece pasarme la noche dando palmas si te mueres - sin permiso, el joven saltó hacia la chica, y comenzó a desvestirla hasta dejarla atambién en ropa interior.

Luego se acercó a la desvencijada chimenea, y con algunos sarmientos empolvados y unos trozos de periódico, y ayuda de un mechero, encendió un fuego, colocando la ropa de forma ordenada (cosa en él bastante RARA) cerca del mismo, para secarla.

Luego se acercó a la cama y se subió, dejándose caer de espaldas, como si tal cosa. Se quedó mirando a Tara largamente, casi con aire entre crítico y divertido, hasta que finalmente dijo:

- Oye tú... - murmuró - ... ¿tienes novio?

**Tara Mayfair** Jue Jul 30, 2009 6:11 pm

Se dejo desvestir sin ningun tipo de pudor, sentandose a lo indio sobre la cama sin ninguna clase de pudor o remilgo, para ella resultaba normal vestirse de cielo y pensaba que la maldad del desunudo no estaba en este en si si no en la de quien miraba.

Sus ojos no se dirigian al cuerpo de Leirbag con la lujuria esperada, si no con una curiosidad felina que va analizando cada cicatriz y gesto. Detras de él habia una de esas historias que merecian ser escuchadas, de esas que a ella le fascinaban.

-¿Yo novio?.-dejo escapar una sonora carcajada.-Soy la reina de las zorras de Golden Hills, a nosotras nos fabrican de plastico y sin corazón, incapaces de amar a nadie...

En realidad se miente a si misma, es perfectamente capaz de amar, pero reconocerlo es arriesgarse a salir herida o herir a alguien, esta acostumbrada a las decepciones y al mundo de los juguetes, donde una mujer no es mas que un hermoso adorno en una enorme mansión, donde la juventud y la belleza.

Su piel se heriza por el frio, un audible suspiro escapa de sus labios, mientras sigue mirandole con fascinación. Se pone a juguetear nerviosa con el pentaculo que lleva como anillo.

**Gabriel "Leir" Dawson** Jue Jul 30, 2009 9:22 pm

Lierbag, mientras ella hablaba, cogió las cortinas del dosel, y las sacudió, desenpolvándolas, antes de coger una de ellas, y pasásela a Tara sobre los hombros y la cabez,a dándole aún más aspecto de brujita con aquella improvisada capa negra que, aunque desgastada, la protegería del frío.

El joven, con su media sonrisa incansable, imperturbable ante cualquier situación, acarició la majilla de Tara con el dorso de la mano, observándola juguetear con el colgante.

- De plástico y... ¿sin corazón? - posó acto seguido la mano sobre su corazón, notando sus latidos - Está ahí y late... ¿no es así? - su voz se volvió susurrante, completamente contrastada con la jovial y despreocupada de siempre - Si fueras una de tantas zorras del país de las compresas, hadita mía, no te tendría tantísima envidia... - dijo con cierto tono misterioso, un siseo cuya intención era difícil de adivinar.

**Tara Mayfair** Jue Jul 30, 2009 9:47 pm

Se estremecio ante el leve roce y bajo la mirada, el terciopelo, viejo y raido se le hizo de pronto sorprendentemente calido.

Termino por echarse sobre la cama y apoyarse sobre su pecho, sus dedos inquietos encontraron un nuevo entretenimiento en la piel de gabriel, dibujando las cicatrices que encontraba a su paso. Se había quedado callada ante su comentario, largo rato, observando simplemente el crepitar de las llamas y el baile de sombras.

-¿Por que me envidias? No soy mas que el fruto de un condon roto y el noventa por ciento del tiempo me comporto como una autentica hija de puta. No tengo nada que envidiar.

Aunque sus gestos delataban que no eran del todo ciertas sus palabras, porque la forma en la que estaba recorriendo la piel de Leirbag estaba llena de ternura.

**Gabriel "Leir" Dawson** Vie Jul 31, 2009 1:16 am

Leirbag observó con la mirada baja los dedos de Tara surcando el contorno de la amplia gama de cicatrices que soportaba su pecho, desde cortes a marcas de quemaduras que seguramente en su dían fueron bastante graves, pasando por las sombras que en su día dejaron huellas en forma de hebilla de cinturón.
Apoyó el codo en el colchón, y sobre la mano, la cabeza, mientras apretaba ligeramente los labios en su sonrisa sesgada, y perdía un momento su mirada celeste en la infinitud.

- Tú eres Tara, sin más... El cómo llegamos a ser como somos es lo de menos, lo que importa es el resultado del final - pronunció su nombre casi en un susurro - Ayudaste a Aidan cuando te necesitaba, y eres capaz de soportar a alguien como yo... que cuenta como buena acción doble... - rió por lo bajo - Si fueras tan hija puta como dices, Aidan no confiaría en ti... por eso, te envidio...

**Tara Mayfair** Vie Jul 31, 2009 1:45 am

Sigue acariciando las cicatrices, como si fueran los mas interesante del mundo, se toma su tiempo paraa buscaar las palabras exactas o tal vez simplemente es porque le guste el silencio.

-Yo también confio en Aidan, aunque no lo vea él es una persona especial, una de las pocas que quedan con un corazón puro, y ojala pudiera poder corresponderle lo que él siente por mi tal y como merece, pero no se como...-se nota cierta frustración en su voz.- También confio en tí, lo que hiciste no tiene forma de agradecerse, ya me creaste curiosidad cuando te conoci pero el otro día te ganaste un hueco en mi alma.

Le mira a los ojos y le acaricia con suavidad el rostro, con mucha suavidad. Se inclina con suavidad sobre sus labios y los mesa mordisqueandolos con suavidad, una caricia traviesa y en cierto modo juguetona.

-Tu también eres especial, tus ojos y cada una de tus cicatrices cuentan una historia, son el mapa de un tesoro que algun día tal vez tenga el placer de descubrir...

Apoya la cabeza sobre el pecho de Leirbag y utiliza la cortina del sol para taparlos a ambos, protegiendole de forma instintiva también del frio.

**Gabriel "Leir" Dawson** Vie Jul 31, 2009 1:53 am

Leirbag dejó que se apoyara sobre él, y alzó el mentón con cierta socarronaría fanfarrona.

- Jeh, pues claro, no hay nadie como yo en este mundo, y si lo hubiera, YO me preocuparía... - dijo recuperando su tono jovial - Bueno, espera, ahora que lo pienso... tengo un primo pequeño llamado Mors, un encanto de personaje, sin duda... Otro ángel caído del cielo... marchó para Berlín a la caza de los nazis y no he vuelto a saber de él... - se encogió de hombros, mientras apoyaba la cabeza en las almoahdas desgastadas - ... No puedo evitarlo... es la primera vez que veo a alguien como tú... en este mundo oscuro... y hacía demasiado tiempo que no veía a lguien como Aidan... - su mirada se volvió casi añorante, pero solo un milisegundo, antes de encogerse de hombros - Aunque trabaje en el Lust&Pain... en realidad ahce mucho tiempo que no he tenido un verdadero... sumiso desde hace bastante tiempo... quizá demasiado... ¡Peeeeeero, soy un espíritu libre, como el sol cuando amanece yo soy libre, como el maaaar...! - comenzó a cantar con su voz retumbante y potente.

**Tara Mayfair** Vie Jul 31, 2009 2:18 am

Su respuesta ante el cumplido es un suave beso sobre sus labios, calido y tierno, fugaz y travieso. Vuelve a recostarse sobre su pecho con una sonrisa dibujada en los labios que acaba convertida en una sonora carcajada cuando Leirbag comienza a cantar.

-Eres un caso...-dice divertida.

Le abraza con ternura y calidez, disfruta verdaderamente de su compañia y se nota que se siente a gusto a ssu lado.

-yo nunca he tenido amo como tal, he esto con tios que se creían ser tales, pero lo unico que buscaban al final era un polvo a lo duro y luego dejarte tirada.-dice con un suspiro.-Soy giliollas por caer en esos juegos, supongo que me da miedo la soledad y como se que los principes azules solo quieren a niñas descerabradas me he cansado de esperar y aun tengo la esperanza de que aparezca alguien especial.

Sus dedos jugueteaan ahora con la cinturilla de la ropa interior de Leirbag.

**Gabriel "Leir" Dawson** Vie Jul 31, 2009 2:52 am

- Me parece que ya has encontrado "elementos" especiales últimamente, ¿no es cierto? - inquirió Leirbag, después de haber respondido a su dulce beso, y con una sonrisa triunfal al verla reír - Tsk, los amos de hoy en día son todos de palo... No se educan sadomasoquistas como los de antes, qué poca vergüenza... - dijo chasqueando la lengua repetidas veces, como decepcionado con el mundo - Las intenciones o la malvadosidad d elos amos no son responsabilidad del sumiso, en ese punto eres el humillado a fin de cuentas. No entiendo por qué hacen eso... - se rasca la cabeza húmeda, revolviéndose el pelo, con cara de absoluta incomprensión - ¿Hm? A ti no te pegan azules, principitos góticos negros con tachuelas en los cinturones y pinchos en las armaduras, esos sí que molan!

**Tara Mayfair** Vie Jul 31, 2009 3:23 am

-Aidan y tu sois esos elementos especiales, el resto son mas de lo mismo carcasas con las que encontrar un mero consuelo fisico, pero con vosotros es distinto, siento que puedo abrirme, mostrarme sin mascaras, tal y como soy.-una de sus manos se entrelaza con la de él y la lleva a su cintura para que la acaricie y dibuje su forma, mostrandle que tambien necesita calor, su calor...- y algunas somos tan idiotas que caemos, y asi vas prdiendo la inocenciae y a veces perdiendote has a ti misma.-deja escapar una sonora carcajada ante su ultimo comentario.-Si principes goticos como tu.

Acaricia la mano de él que ahora descansa sobre su cintura, dibujando una calida sonrisa en sus labios que parece imbottable en esos momentos, pues consigue trasmitirle su jovialidad a ella.

**Gabriel "Leir" Dawson** Vie Jul 31, 2009 3:42 am

- Exacto, un caballero único en su especie - dijo con completa convicción.

Su mirada se intensificó, entrecerrándose ligeramente sus ojso y entornando sus iris, sin perder la media sonrisa, al er como Tara le cogía la mano y se la colocaba en su cintura, instándole a acariciarla. El joven respondió a su deseo, con lentitud, una calidez plasmada en la cadencia de los movimientos de su mano.

- Hm... Yo quiero ver qué hay detrás de esa máscara... si me concedes el honor de enseñármelo - susurró con su voz grave, antes de inclinarse levemente sobre ella bajo la oscuridad del dosel negro - Mi bella Dulcinea, el oscuro Caballero Andante salda su deuda y os muestra las puertas del Cielo, las que una vez os prometió mostraros... ¿Aún estáis... interesada en... ver cómo es? - acercó su rostro al de Tara, hasta que al hablar sus labios rozaron los de ella, pero sin volcarse sobre ellos.

**Tara Mayfair** Vie Jul 31, 2009 4:50 pm

-Si aun quiero conocer el cielo, mi noble Don quijote.-susurra a la misma distancia de sus labios, rozandolos antes de atraparlos en un beso apasionado en él que se entrega a él, buscando su lengua para atraparla y acariciarla.

Sus mas acarician delicadas su espalda hasta que sus labios se separan. Entonces se aparta y se arrodilla sobre la cama, dejando cael la cortina que cubre su cuerpo. Baja la cabeza y coloca las palmas abiertas hacía él sobre sus muslos. Ella conocia las formas y con aquel gesto indicaba que se estaba ofreciendo.

-Soy tuya, amo.-ronronea como una gata para él.

El juego había empezado.

**Gabriel "Leir" Dawson** Vie Jul 31, 2009 10:42 pm

Sin previo aviso, Leirbag le cogió a Tara las palmas de las manos, hasta agarrar sus muñecas, y tumbó su cuerpo desnudo sobre la cama, quedando levemente echado sobre ella, con su nariz junto al oído de la joven.

- Esas palabras... - dijo, siseante, separándose levemente para mirarla a los ojos - ¿Sabes bien lo que significan, Tara? - le preguntó, con una nota grave - Puedo darte a conocer el Cielo esta noche para saldar mi deuda, cierto, pero volverías a irte siendo tan libre como cuando entraste en esta habitación... - casi juntó sus labios a los de ella al hablar, dándole un suave mordisco en el labio inferior hasta notar el leve sabor a sangre - ... Si me escoges como Amo... no habrá vuelta atrás después, ¿me entiendes? - sus ojos tiliraron bajo la luz de las llamas, mientras pasaba una mano sobre sus pechos, pero sin llegar a rozar su piel por muuy poco - Significa acatar MIS normas, MIS deseos... a cosencuencia de un castigo si desobedeces... ¿EStás segura... de lo que quieres hacer, hada de los deseos?

**Tara Mayfair** Sáb Ago 01, 2009 12:12 am

Le mira a los ojos, en sus ojos verdes se ve la determinación de que esta siendo consciente de lo que esta haciendo.

-Por ahora solo he encontrado vacio, mi señor.-le dice a Leirbag.-He sido un juguete o he jugado con ellos, pero nadie me ha mirado como lo hace usted o como lo hace Aidan, me valorais, para vosotros no soy el resultado de un condon roto, soy especial.

Deja escapar un gemido mezcla de dolor y placer cuando muerde sus labios, arqueando levemente la espalda, ronronea...

-Un sumiso alcanza la libertad en los deseos de su amo...

Se estaba encadenando a si misma, ella que había rechazado toda cada cadena que la vida habia intentando imponerle ahora se estaba poniendo ella sola el collar de sumisa. Aquella relación no implicaba amor, o al menos asi lo creia ella si no un sentimiento de oscura adoración y perversión.

**Gabriel "Leir" Dawson** Sáb Ago 01, 2009 9:04 am

Leirbag sonrió, y fue una sonrisa bastante difícil de definir, sobre todo porque su penetrante mirada verdeazul no cambió, seguía siendo intensa, hasta cierto punto siniestra, pero oscuramente atrayente. El joven cogió a Tara por la nuca, casi en un gesto de adoración, como si fuese algo hermoso, preciado, una dama de cristal.

El joven se mordió el labio inferior hasta provocarse él una herida similar a la que lucía ella, dejando que un fino hilillo de sangre resbalara por su barbilla.

- En ese caso... consumemos el pacto... entre la esclava y el amo - la besó, con intensidad, con avidez, dejando que ambas sangres se mezclaran en sus bocas, pero siempre con un regusto hasta tierno al final, sin soltar su nuca, y posando finalmente su mano sobre uno de sus pechos, acariciándolo con suavidad - Te has ganado el Cielo... hoy Tara... pero habrá días que conocerás el Infierno... algunas veces te recompensaré si me satisfaces, y otras... te castigaré si no lo haces - subió la mano desde su pecho hasta su cuello - Ahora... eres mía... tu cuerpo se atará al mío... cada vez que alguien te toque o te bese, te acordarás de mi... - presionó ligeramente su garganta - Esta es la cadena del sumiso, y yo soy el UNICO que está al otro extremo... - su voz siseaba, oscura, grave, retumbante, como la de un verdadeor ángel de Alas Negras.

**Tara Mayfair** Lun Ago 03, 2009 1:28 am

-Soy tuya...-volvio a murmurar antes de atrapar sus labios con los suyas y fundirse en una caricia apasionada y tambien tierna, sintiendo el sabor de propia sangre de la de él en la boca mezclado con la de él.

Sabia el compromiso que había aceptado y tambien era muy consciente del valor que tenía un juramento. Ante todo desde muy pequeña como bruja había conocido el valor de la confianza y el juramento, por eso le había atraido ese mundo cuando se canso de la superficialidad de golden hills.

Y hasta ese momento no había encontrado nadie que se mereciera esa confianza...

**Gabriel "Leir" Dawson** Lun Ago 03, 2009 1:40 am

Leirbag asintió levemente ante su especie de declaración, y acto seguido se dispuso a devorar a besos la garganta de Tara, moviendo sus manos hacia sus muñecas y las colocó a ambos lados de su cabeza, para impedirle mover las manos.

Lentamente, casi de forma tortuosa, hizo descender sus labios hasta sus clavíclas y por su escote desnudo, mordisqueándole levemente las puntas de sus senos, provocándola un leve dolor, pero sin marcas.

- Sí... eres mía... no hay... nadie más más allá de esta cama... de esta habitación... de la lluvia que cae fuera... ahora... - acercó su rostro al de ella de nuevo, susurrando, con su pelgrosa mirada imponente, imposible de evitar - ... sólo existo yo... sólo... piensa en mi... - le comenzó a acariciar la oreja con los labios, temrinando con un leve mordisco, dejando que notara su aliento cálido junto a ella.

Cada movimiento de Leirbag respondía a una cadencia constante de movimientos sutiles y teñidos de una especie de ternura indescriptible.

**Edward Carnby** Lun Ago 03, 2009 5:35 pm

A estas horas de la noche es como más cómodo se encuentra, más habituado a este ambiente y por lo tanto se mueve como tal, con soltura y cierto garbo que le hacen muy difícil de ver si no es su deseo. Vestido con una camsieta de tirantes, la chaqueta de cuero negro desgastada y los piratas cáidos pero sin parafernalia para evitar ruidos innecesarios, finalmente alcanza la valla de la entrada a la mansión, una de esas que a la mayoría de gente le pone los pelos de punta y a él le sugiere diversión y un afán curioso poco corriente.

Se atrasa un par de pasos para luego lanzarse a la carrera, apoyando las plantas de los pies sobre los barrotes de la verja y ejerciendo fuerza con sus brazos, ascendiendo en apenas seugndos y saltando al otro lado de forma ágil. Una vez hecho se limpia los pantalones de algo de polvo que ha cogido, hundiendo las manos en los bolsillos y observando todo con curiosidad mientras se encamina a la entrada.

**Dafnée Moreau** Lun Ago 03, 2009 5:49 pm

Fundida con el romántico paraje del jardín se encuentra Dafnée, aunque hay que rebuscar bien entre maleza, hiedra y rosales para dar con ella. Tirada en la hierba, con su peculiar top blanco de mangas victorianas, pantalones cortos y calcetines de rayas rojas y negras hasta medio muslo, pero descalza; tiene las botas militares tiradas a su lado y se encuentra hecha un ovillo con el bloc de dibujo a modo de curioso peluche. El suelto y ondulado cabello rojo se desperdiga lleno de hojas.

A juzgar por su apariencia está profundamente dormida, y el eterno y etéreo halo de misterio parece incrementarse con cada respiración. Ahora sí parece realmente un hada antigua, habitante de los recuerdos del jardín.

**Edward Carnby** Lun Ago 03, 2009 5:55 pm

Su mirada se vuelve casi felina en lo que va analizando no sólo cualquier cosa que le inspire curiosidad, si no también alerta ante cualquier posible peligro o sorpresa, evitando así perder los nervios, aunque la diversión va muy por encima de lo que es la precaución.

En una de esas vislumbra un bulto tirado entre la hierba. En un primer momento entorna los ojos y medio sonrie, pensando que debe ser algún tipo de vagabundo que se ha decidido a apasar la noce al raso ya que no hace mucho frío, pero conforme se va acercando, sin siquiera hacer demasiado ruido, se da cuenta de que las formas no son la de un vagabundo, y que también las reconoce pporque ya las ha visto antes.

Cnvirtiendo esa media sonrisa en una sonrisa del todo, la rodea despacio y se acluquilla justo enfrente de ella, sin hacer absolutamente nada más y observándola dormir con un suave ladeo de cabeza.

**Dafnée Moreau** Lun Ago 03, 2009 6:04 pm

No se mueve ante la presencia de Edward, demostrando que en efecto está sumida en un sueño profundo. Simplemente duerme, respirando con calma, como si de algún modo aquel pequeño resquicio abandonado, alimentado por la hiedra y la melancolía, fuese un pequeño santuario.

Tras cerca de un minuto, sin embargo, abre los ojos, vidriosos por el sueño, y suspirando empieza a removerse y desperezarse. Lo hace con ademanes aniñados, un tanto frágiles, frotándose el rostro y quedándose bocarriba. Recoge las piernas, entrelaza los dedos sobre el abdomen y clava la mirada en Edward, al parecer sin reconocerle de entrada; pero la suave e indescifrable sonrisa que esboza a continuación revela que por fin ha logrado ubicarle.

- Estaba... soñando - susurra con su voz arruyante, sin alzarla, no le hace falta - Y yo debo ser una de las esclavas favoritas de Morfeo...

Sus ojos tienen una chispa de lucidez, pero siguen algo nublados. Como si le hubiese costado abandonar el sueño... no, como si de hecho no deseara hacerlo.

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