Re: La Diosa Blanca

**Epiphany J. Murray** Mar Jul 21, 2009 8:56 pm

En aquel lugar ya la conocían, no en vano, aquel era su barrio y ella llevaba yendo allí desde hacía años. Por eso no tenía problemas para pasar con- la guitarra a su espalda y el bloc de partituras, dirigiéndose derecha a la segunda planta y sentándose en un lugar apartado, saludando a la chica que hay cerca con un gesto de cabeza.

Enseguida le traen su té favorito, y ella, una vez el camarero se va, desenfunda la guitarra y comienza a tocar una canción, buscando inspiración, y acompañando la melodía con su aguda voz, cerrando los ojos y limitándose a su tarea.

**Dafnée Moreau** Mar Jul 21, 2009 9:07 pm

Con sumo cuidado, y después de largos minutos de contemplación dejando vagar libres sus ensoñaciones, había comenzado a guardar el violín en su estuche negro; y cuando ya se disponía a saltar de la mesa, entra alguien. Con su sutileza habitual, se queda inmóvil, con los tobillos cruzados, y alza las cejas para observar a la recién llegada. No hay visos de que su análisis de la joven sea extenso y, sin embargo, una sola mirada le ha bastado para registrar los detalles más significativos de su aspecto y, más extraño aún, de lo que parecen transmitirle sus propios ojos.

Y es entonces, cuando comienza a tocar, que se relaja y apoya el estuche sobre los muslos, entrelazando los dedos sobre él para sonreir enigmática y dulcemente. Con paciencia y sensibilidad la escucha tocar la canción hasta el final; y pese a su chocante y extravagante aspecto a medio camino entre lo urbano y lo victoriano, hace gala de aquella innata capacidad para ser invisible, una sombra en segundo plano que no interrumpe, solo escucha hasta el final. Entonces, con suavidad, aplaude unos segundos, elogiando sinceramente la actuación.

- Una trovadora liberando su alma en soledad... - susurra con el arruyo de su voz, exhibiendo aún esa agradable e indescifrable sonrisa - Seremos dos trovadoras solitarias, ya que no hay nadie que desee escucharnos.

**Epiphany J. Murray** Mar Jul 21, 2009 9:14 pm

Se absorve en su tarea de, simplemente, vivir, porque para ella la música es vida, desde que tiene uso de razón ha sido así y, aunque ella lo ignore, lo lleva en la sangre, lo ha heredado de su madre, y por eso no puede parar, ni prestar atención a nada, limitándose a acariciar las cuerdas para producir la melodía que su voz acompaña entonando en cada sílaba las notas.

Y, cuando termina, lo que menos se espera escuchar son aplausos. Alza la mirada, clavando sus ojos azul cielo en los de la chica, dibujando con sus finos labios una sonrisa que acrecenta el aspecto infantil de su rostro, y, con un gesto, la invita a que se siente a su lado, puesto que su té ya está listo para tomar y a ella no le importa compartir.

-En efecto, mi alma se libera mediante el idioma de la música -Responde, sorprendida aún por el símil metafórico que la chica ha empleado- Y veo que tú también -Dice refiriéndose al enfundado violín- Tienes razón, es un idioma que a nadie le apetece comprender... -Asiente levemente- Epiphany Jane... Epi -Se presenta, sin entrar en detalles como apellido, o de donde es, aunque pueda dar lugar a confusión el que lleve puesto su uniforme del St.Mary.

**Dafnée Moreau** Mar Jul 21, 2009 9:25 pm

Sonríe ante su ofrecimiento, apoya las manos en la mesa y salta con un pequeño impulso, haciendo sonar muy sutilmente sus botas militares. Luego se sacude las caderas con sus pantalones cortos salpicados de falsas perlas y la media falda aderezada con volantes, para coger el estuche y caminar con andares curiosos, como los de una muñeca antigua bien educada y bendecida con vida. Curiosamente, toma asiento sobre la mesa inmediatamente al lado de la joven, recogiendo las piernas y apoyando los pies en la silla.

- Ou... espero que no te moleste - vuelve a susurrar con una sonrisa casi de disculpa, llevándose lo que ya sería su segundo cigarrillo a los labios y echándose hacia atrás para apoyarse en la otra mano, dando una lenta calada. Sus modales son agradables, y contrastan mucho con su aspecto y sus posturas de gato vagabundo - No hay nadie y me es más cómodo sentarme en lugares altos - sonríe y asiente a la presentación de la chica y se presenta ella a su vez, como siempre dando solo el nombre: - Dafnée - guarda silencio un instante, para luego encorvar la espalda lentamente y cruzar los brazos sobre las rodillas. Pierde la mirada en su guitarra con una expresión de enigmática melancolía - Debes tener un alma grande, entonces, que ansía volar y cantar. Me pareció ver eso en tus ojos - se encoge de hombros, como si esos comentarios fueran lo más normal del mundo, y luego acaricia el estuche del violín con las yemas de los dedos - En mi caso no he de preocuparme por ello. La mitad de mi alma va conmigo a todas partes, y está aquí dentro... solo debo procurar que nadie la haga suya.

**Epiphany J. Murray** Mar Jul 21, 2009 9:31 pm

La ropa de la chica, aunque curiosa, no le parece extraña, simplemente original, le gusta. Intuye que, al igual que ella misma, debe ser alguien que le da siempre un toque personal a su ropa, porque no es de las que se vea en escaparates normales, sin duda alguna. Le choca bastante como se dirige hacia la mesa y que tome asiento en esta, pero no dice nada, si ella es feliz...

-No, no me importa en absoluto -Responde, sirviendo el té en dos vasos y ofreciéndole uno- Si quieres... -Indica, por si con el gesto no ha quedado clara la invitación- ¿Eh? -Se queda sencillamente paralizada al ver que la chica ha leído tanto en sus ojos, tanto como nadie lee porque ella se empeña en ocultarlo, bajo su máscara amable de persona "normal" y tranquila... ¿Y Dafnée lo deduce todo en su mirada y por su guitarra? Intenta que no se vea ese temor a ser conocida y descubierta, esbozando otra sonrisa- Y debe ser un alma muy bonita -Dice mirando el violín- ¿Tocarías algo?

**Dafnée Moreau** Mar Jul 21, 2009 9:47 pm

Sonríe y asiente levemente, dando a entender que se alegra de que no le resulte molesto u ofensivo su hábito en cuestión de asientos. Acepta el té agradecida y lo toma entre sus dos manos, de cintas enrrolladas cual mitones negros y uñas pintadas de igual color; le da un suave sorbo, depositando un par de segundos los ojos en Epiphany. Sonríe, divertida pero cordial, cuando nota su confusión.

- Quizá sea tu nombre. Me sugiere la manifestación de algo oculto, y he pensado que tal vez sería tu necesidad de libertad... - pero entonces nota también, al menos en parte, su miedo. Borra la sonrisa y deposita el té en la mesa, percibiéndose en ella misma una turbación que no suele dejarse ver, y que se manifiesta en el ligero acento afrancesado que se manifiesta en su, por lo demás, perfecto inglés: - Discúlpame... te he ofendido - es discreta y silenciosa, pero a veces su ansia de plasmar el arte, la belleza y el alma de las cosas es superior a toda su prudencia. Parpadea y, aunque tardía, recupera con dulzura enigmática la sonrisa al escuchar su petición, y asiente suavemente, cual hada servidora en una corte de reyes más importantes que ella - Claro... - desvía la vista al estuche y lo abre, dispuesta a sacarlo - ¿Quieres que toque algo en particular?

**Epiphany J. Murray** Mar Jul 21, 2009 9:56 pm

¿Su nombre? ¿Ya no solo ve el alma en instrumentos y ojos sino que también en los nombres? Si lo sabe se presenta solo con su diminutivo, aunque igual también lee diminutivos... ¿Es medium de estas raras? Todas esas preguntas y confusión no se leen en su rostro, que sigue mostrándose afable, sorprendida a su vez cuando confunde aquello con una ofensa...

-No, no, en absoluto me has ofendido -Se apresura a decirle, manteniendo la sonrisa- Solamente me sorprende que hayas podido saber tantas cosas que suelo tratar de ocultar, nada más -Total, ella no parece peligrosa, aunque no se fíe demasiado...- ¿Conoces alguna pieza de Chopín? -Pregunta al ver que va a sacar el violín, dando un largo sorbo a su té.

**Dafnée Moreau** Mar Jul 21, 2009 10:12 pm

Exteriormente parece relajarse al escucharla, y lo demuestra su leve y modesta sonrisa mientras arregla un poco más las cuerdas del violín. Parpadea un par de veces y centra sus ojos en el instrumento, mirándolo con amor, o quizá es eso lo que se distingue bajo el mar de enigma de sus pupilas pardas.

- Alguien me dijo una vez - susurra - que para plasmar el alma de las cosas hay que saber ver, escuchar y sentir. Yo intento hacer eso...

Finalizada su escueta y ambigua explicación, coloca el violín sobre su hombro. En respuesta a su pregunta sobre Chopin se limita a acentuar la sonrisa, aunque sus ojos brillan antes de cerrarlos para, sumergiéndose de nuevo en su burbuja de sueños finamente hilada, comenzar a tocar. Si el violín es la mitad de su alma, desde luego pone la otra mitad al interpretar la fluída y bella melodía que emana de él.

**Epiphany J. Murray** Mar Jul 21, 2009 10:22 pm

La ambigua explicación de Dafnée, pese a que sea así, la capta, o cree entenderla... Y, a su pesar, hace que se relaje y en sus ojos se pueda leer la creciente curiosidad sobre como será esa chica, pese al temor de llegar a conocer a alguien y que, mostrándose tal y como es con sus debilidades, pueda salir escaldada. Pese a todo mantiene la sonrisa, ya para nada tensa o forzada.

-Y creo que lo haces bien -Responde calidamente, sin añadir nada más, expectante al ver que termina de arreglar las cuerdas del violín.

Y, cuando la chica empieza a tocar, se queda callada, escuchándola, pero, conforme avanza, la piel se le empieza a poner de gallina, el vello se le eriza, y acaba por tener que abrazarse a si misma y frotarse los brazos, emocionada... Porque es verdad, Dafnée pone su alma en la música, como ella misma hace y por ello sabe verlo en otra persona.

Una lágrima nace en uno de sus ojos de cielo y resbala por su redondeado rostro cuando la pieza se termina, mientras aplaude con ambas manos.

**Dafnée Moreau** Mar Jul 21, 2009 11:08 pm

Mientras toca se revela como lo que es: una artista, una maga, una narradora de cuentos oníricos. Y aunque no abre los ojos participa del silencio de Epiphany en una comunión creada por el remanso de la música, estremecida ella misma por la melodía que su brazo, por cuenta propia, ejecuta por orden de algo que ni siquiera es su mente consciente, sino algo más profundo.

Cuando finaliza, ni los aplausos son en un principio capaces de sacarla de su cárcel de alas blancas, y cabizbaja, tiembla un tanto bajando la cabeza y depositando el violín sobre su regazo. Solo entonces parpadea como una sonámbula salida del hipnosis, de su rincón de ensueño, y sonríe sin moverse en agradecimiento, a medio camino entre el mundo real y uno más oscuro, más suyo. Con inocente familiaridad se inclina para tomarse la libertad de limpiarle la lágrima con el pulgar, cual gesto maternal depositado en una niña entristecida.

- Las lágrimas son perlas de rocío que embellecen las hojas, y esas hojas brotan de nuestro corazón - parece que esa metáfora acaba de surgir de la Nada. Se aparta y baja la vista, acariciando el violín como si fuera la criatura más preciada del universo. Entonces, decide responder a sus escuetas palabras de antes, "yo creo que lo haces bien": - Unas veces erraré y otras acertaré... al igual que otros lo harán conmigo - suspira y la mira, ensanchando la sonrisa - Tienes una voz muy dulce. Tal vez podrías cantar de nuevo, si quieres.

**Charlotte Blackwell** Vie Ago 14, 2009 12:49 am

Después de un tiempo de amigos y demás toca relajarse, expandirse, y de nuevo en Withestone entro en lo que parece ser una cafetería oriental... O algún tipo de centro cultural, no sé. La verdad es que se está realmente relajado y la melodía que te llena los oídos en el instante de abrir la puerta es realmente relajande, acogedora, y te invita a sentarte y olvidarlo todo durante unos minutos.

Subo hasta la segunda planta, y en busca de una mesa vacía paso antes para pedirle a una de las camareras, uniformada de modo oriental acorde con la decoración del local, un té. Ella asiente haciendo una reverencia y yo me dirijo a mi mesa, sentándome en uno de esos cogines y recostándome contra la pared. En silencio. Un suave golpe en la mesa me interrumpe, y la misma muchacha de antes deja sobre ésta la taza de cerámica con el té y una sonrisa en el rostro. Se la devuelvo, de buena gana, y me dedico a remover el líquido mientras espero a que baje ligeramente su temperatura.

**Gemma Conelly** Vie Ago 14, 2009 12:57 am

La noche era cálida, agobiante incluso. No aguantaba más en casa... Bueno, si a eso se le puede llamar casa. Así que me armo con el mp3 y la bicicleta, saliendo a dar una vuelta. Una vuelta demasiado larga. Tanto que hasta termino saliéndome de mi barrio. Llego a uno algo diferente, como más calmado, más relajado... Me gusta. Paseo por las calles en silencio, observando los locales, hasta ver uno que llama mi atención. Dejo la bicicleta escondida en una callejuela, entrando en el interior. Música relajante se escucha por todos lados. El lugar te invita a desconecar del mundo. Apago mi reproductor, inspeccionando la sala. Unas escaleras. Subo arriba, encontrandome con un salón bastante vacío. Hay alguien. Sonrío, acercándome a ella sin si quiera preguntar.
-¿Está rico? -pregunto a modo de saludo, con una sonrisa, refiriéndome al té.

**Charlotte Blackwell** Vie Ago 14, 2009 1:05 am

Doy el primer trago, y el cálido líquido desciende por mi garganda plantando en cada una de las papilas gustativas de mi lengua partículas de su dulce, y al mismo tiempo amargo sabor. Una voz llama mi atención. Levanto la mirada hacia la chica, de cabello largo y cara pálida, que me habla y saluda con una sonrisa en el rostro. Parece incluso demasiado simpática para que se esté refiriendo a mi, pero los cálculos no fallan; estoy sola en el local. Estaba.

-Delicioso -comento en cuando al té, esbozando otra sonrisa- Té rojo, lo recomiendo.- Vuelvo a agitas la cuchara en la reconceada taza para darle movimiento al líquido, y soplo de nuevo pues aún estaba demasiado caliente- Charlotte... -susurro mi nombre, mirando a la chica, un segundo antes de volver a llevar la taza a mis labios.

**Gemma Conelly** Vie Ago 14, 2009 1:13 am

Me quedo pensativa, acercándome cautelosamente a la taza que sostiene en las manos y aspirando el aroma. Realmente delicioso. Esbozo una sonrisa, apartándome y encogiéndome de hombros.
-A mi me gusta el té negro. Con moras.
Como si estuviera escuchando nuestra conversa, o quizás simplemente por que tenía que antenderme, la camarera se acerca a nosotras. Me quedo fascinada unos largos instantes por su atuendo.
-Me encanta.
La chica me mira raro, pidiéndome que qué quiero para tomar. Repito mi elección sobre el té negro con moras, cruzándome de brazos. Yo que creía que me había escuchado. La chica con la que me he sentado vuelve a hablar, diciendo su nombre. Ah, sí. No me había presentado.
-Gem. Un placer.
Le tiendo la mano, esperando que la choque.

**Charlotte Blackwell** Vie Ago 14, 2009 1:20 am

Observo su breve conversación con la camarere mientras llevo de nuevo la taza a la mesa, aguantarla con las manos está haciendo polvo mis huellas dactilares. Ladeo la cabeza, observándola un segundo, y al ver su mano tendida hacia mi la agarro, y la sacudo ligeramente, estrechándosela, y volviendo a dejarla libre para rodear la taza con ambas.

-¿Eres nueva? -pregunté, realmente chocada por su aspecto. En el buen sentido, claro- ¿O no eres de aquí? -supuse que la segunda pregunta sería la más acertada, pues a judgas por la ropa poco papel debe tener en el bolsillo. De nuevo el borde de la taza alcanzó mis labios, y bebi de ella un par de segundos hasta volver a clavar mi mirada en la chica. Gem.

**Gemma Conelly** Vie Ago 14, 2009 1:30 am

Por suerte, la linda camarera regresa pronto, con una bonita taza de té humeante. Le agradezco su rapidez, viendo cómo se marcha. Nada más tener la taza entre las manos, me agacho sobre ella para aspirar el agradable aroma de la bebida. Aun no lo he probado y ya se me antoja delicioso.
-¿Quieres probarlo?
Al mirar a la chica para hacerle mi ofrecimiento, me doy cuenta de como me observa. Bajo la vista para hacer lo mismo. Quizás voy demasiado manchada de pintura, o alguna de las rajas es extremadamente grande. Pero no. Realmente, voy hasta presentable. Los pantalones aún están a salvo de los colores y tan solo llevan las rodillas rajadas. Y la camiseta está perfectamente limpia. Aunque un poco gastada. Las zapatillas no se salvan; demasiada pintura ha pasado por ellas.
-Llevo varias semanas por aquí... Bueno. En Red&Black. Ya sabes, el barrio pobre y esas cosas.
Me encojo de hombros, tomando la taza con ambas manos y dando un traguito, solo para probarlo. Aun está demasiado caliente, pero me tienta.

**Charlotte Blackwell** Vie Ago 14, 2009 1:36 am

Realmente he dado en el blanco. Si es que últimamente tengo una vista de lince para estas cosas. pero, además, añádele que sea del B&R. Normalmente sé quienes son de allí porque llaman mi atención, practicamente a gritos. Y claro, esta pobre no ha sido la excepción, aunque parece más... ¿modosita? ¿Educada? Me encojo de hombros, tampoco voy a darle muchas vueltas.

-No, gracias... -rechacé el té, con uns sonrisa. Con el mío voy a tener de sobras.- Pero cuando vuelva, me pediré uno de esos. -Memorizo el nombre; té negro con moras. Fácil- Pues... no te había visto antes, y la verdad es que yo paso más tiempo en R&B que en Withestone -Y no es mentira, más de una vez me planteé instalarme por mi cara bonita en alguna casa abandonada o en ruinas.

**Gemma Conelly** Vie Ago 14, 2009 1:43 am

Asiento con la cabeza un par de veces por su rechazo, con una sonrisa de satisfacción. Más para mí. Ladeo la cabeza, observando el lugar. Me gusta. Puede que venga alguna otra vez. Mi vista vuelve a clavarse en la chica. La observo tal y como ella a hecho, investigando su ropa. No hace falta ser un detective para saber que goza de una tranquilidad económica de la que yo estoy falta. O al menos lo aparenta. Pero me alegra ver que no va por ahí derrochando el dinero en marcas.
-Es normal que no me hayas visto. Desde que llegué solo he salido de "casa" -murmuro la palabra, enfatizando las comillas con los dedos- para comprar. Tenía demasiado que pintar.
Sin molestarme por los modales, alzo las piernas sobre mi asiento, señalándole las zapatillas llenas de pintura. Ya apenas si se ve el blanco de tantos colores que llevan.
-Creo que marcaré tendencia y todo.

**Charlotte Blackwell** Vie Ago 14, 2009 1:51 am

Asentí, con una sonrisa divertida ante la naturalidad de la chica. E aquí la gran diferencia de los del R&B con "los otros". Casi que podrían hacer una verdadera película de miedo teniendo en cuenta la diferencia. Lo raro es encontrarse a alquien de ese barrio tan abierto a los demás. Incluso Cyril fue algo cuidadosa y fria al principio. Aunque conmigo no duró mucho. Soy especial. Y encima me lo tengo dreido, eso es lo mejor. Agito la cabeza; este era un síntoma del bolsillo lleno.

-Si ya le habéis dado un toque personal, podéis considerarlo casa. -asentí un par de veces más. Tal vez yo también debería dar una pano de pintura algo más colorida a mi piso antes de deshacer las cajas- ¿Y vives sola? -porque ya sería coincidencia que, de nuevo, una chica más joven que yo estuviera ya viviendo endependizada de papá y mamá. Aunque aquí he aprendido que no todos lo hacen por gusto. Tal ves ninguno.

**Gemma Conelly** Vie Ago 14, 2009 1:59 am

Me quedo pensativa. ¿Sólo por pintar un par de cositas por las paredes podemos considerar ese antro como casa? Supongo que sí. Al menos tengo un sitio donde dormir y comer, e incluso recrear mis expectativas. Ante la pregunta que me hace, niego lentamente con la cabeza. Bajo la mirada hasta mi taza de té, de la que casi, casi me había olvidado. Pero ahí está. Aspiro una vez las su aroma, notándolo más calido, menos intenso. El momento justo para beber. Doy un trago, algo largo, dejando la taza por la mitad.
-Por desgracia, tengo que compartirlo con mi hermana. No podía dejarla sola. Si no fuera por eso, nunca hubiera venido aquí. Aunque la odio... Es lo último que me queda.
Mi mirada está perdida en las pequeñas ondas que se crean en la bebida al menearla con la cuchara. Estudio el suave movimiento de los posos del té, nadando libremente por el líquido color negro. Quien pudiera ser así de libre.

**Charlotte Blackwell** Vie Ago 14, 2009 2:08 am

Me quedé con un par de comentarios. Principalmente con el "Es lo último que me queda." Huérfana y con una hermana. Espero que, al menos, sea mayor para no cargar con alguien más pequeño que ella. Siguiente dato a recordar; "la odio". No sé si considerar un buen acto el vivir con alguien que odias, y que ese alguien sea familia... Me encojo de hombros. Supongo que si. Vuelvo a derramar té de nuevo por mi garganta.

-Pues el mio es un piso realmente solitario -mirándolo de ese lado la envidio. Odio volver a casa y que nadie me espere. O que no haya nada fuera de sitio, que esté todo tal y como lo dejé. Vuelvo a encogerme de hombros.- Pero supongo que es lo que hay si no conozco a nadie por aquí. Al meno scuando llegué.

**Lily Conelly** Vie Ago 14, 2009 2:09 am

Despues de una muy larga caminata, llego al barrio vecino, el neutro, le medio rico. Llego al recinto, atraida por el atrayente aroma del te.
Entro y paseo mi mirada por el interior, arrepintiendome en seguida de haberlo hecho. Sonrio con algo de malicida. Ya que estyo aqui, voy a incordiar un rato. Me acerco a mi hermana, saludandola con una sonrisa fria como un tempano de hielo y me giro hacia la otra chica.
- Hola! - le sonrio casi forzadamente, pues no estoy hablando con ella por gusto, pero por molestar a mi hermana, cualquier cosa.

**Gemma Conelly** Vie Ago 14, 2009 2:14 am

Una suave risa escapa de mi garganta al escuchar su comentario.
-Cuando quieras, yo te regalo a mi hermana para que te haga compañía. Es como un loro. Solo grita, grita y grita, come y bebe.
La miro divertida. Me cae bien. Cojo de nuevo la taza, apurando la bebida, cuando alguien entra en el salón. Frunzo el ceño, apartando el bonito baso de mis labios para mirarla con algo de odio. Se acerca. Y saluda a Charlotte. ¿Es que ni esta ciudad es lo suficientemente grande como para mantenerla alejada de mi lado?
-Y hablando de la payasa de Roma... Te presento a mi hermana.
Lo digo con desdén, sin apartar la mirada de la recién llegada. No me pasa por alto su cruel sonrisa. Lily, que nos conocemos...
-¿Qué haces aquí? ¿Tanto me echas de menos que tienes que perseguirme allá donde voy? -Esta vez soy yo la que sonríe con malice-. Ven a mis brazos, pequeña pusifú.
Me levanto de un salto, llendo hacia ella con ánimo de abrazarla y llenarla de besos. Todo sea por fastidiarla. En un par de pasos, la tengo entre mis brazos, bien apretujada.

**Charlotte Blackwell** Vie Ago 14, 2009 2:23 am

Arqueo una ceja al ver de nuevo moverse la cortina y que pararezca detrás de ella... Gem. O eso habría pensado si ella no estubiera delante mío, sentada. Resulta que es su hermana, algo fácil de adivinar. Gemela, salta a la vista. Las observo lanzar se esas miradas y palabras emborronadas. ¿No se supone que los gemelos son los hermanos más unidos que existen? Ladeo la cabeza, todavía sin apartar la mirada de la última hermana. Si esta es la clase de lazo entre gemelos, me alegro de ser hija única.

-Encantada, supongo... -llevándome de nuevo el té a la boca veo levantarse a Gem, y observo como intenta atacar a su hermana con... ¿Besos y abrazos? Así que entonces la otra es la gemela mala. Vale, eso lo veo algo mas normal. Por lo visto a la otra no le hace nada de gracia. Desde luego Gem decía la verdad; se respira amor en el aire.

**Lily Conelly** Vie Ago 14, 2009 2:31 am

- Claro, no puedo estar separada de ti ni un.. - entonces me aprieta contra ella y me llena las mejillas de besos. Gem, no empieces que te sigo.. La abrazo por la cintura y la miro con una gran sonrisa.
- Si es que no puedo vivir sin ti - y sin previo aviso le planto un beso en los labios, parpadeando despues repetidamente, mientra la aparto con "suavidad" de mi, y miro a la camarera, pidiendole que se acerque.
Le pido un te con leche limon y miel, a lo que me responde con una mirada algo confundida, pero le sonrio y se va, con pasos lentos.

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