Re: Centro Comercial de Golden Hills

**Maël F. Duquesne** Dom Ago 23, 2009 9:46 pm

A Maël le costó reaccionar a la pregunta, que se le antojó forzada al máximo. No estaría tratando de ligar con él, ¿verdad? No le gustaba que las chicas le entraran.

-Eh... Sí, renovando un poco el vestuario. ¿Y tú? -añadió, como si realmente le importara un comino lo que estaba haciendo. Simple educación.

**Dita Alighieri** Dom Ago 23, 2009 10:09 pm

Me fijo en que al chico le cuesta algo de procesar la pregunta. Sería lento el pobrecito. Tampoco era tan difícil de entender ¿no? Disimulo una mueca de diversión con una sonrisa suave.

- Algo así - Respondo a su pregunta. - Bueno Maël, si me disculpas, me gustaría ir a probarme el vestido - Le digo levantando un poco la prenda. Necesitaba encontrar un vestido en poco tiempo para la fiesta y ya iba algo justa, esta era la primera y quedaba una larga lista de tiendas que visitar, pienso con algo de desgana. No es qu eno me gustara ir de compras, que sí que me gustaba, pasaba que hoy no tenía muchas ganas, pero debía hacerlo él se lo merecía y quería estar lo mejor posible para verle después de tanto tiempo.

- Nos vemos y encantada otra vez. - Sonrío mientras le tiendo la mano para despedirme antes de poner rumbo a los probadores.

**Dmitri Vólkov** Dom Ago 23, 2009 10:32 pm

Entra en la tienda, pasando por sus ropas por cualquiera de los habitantes de aquella jaula de oro en la que moran corderos listos para ser sacrificados. El es un lobo y le delatan sus andares demasiado elegantes y fluidos, como los de un depredados.

Él de hoy es un trabajo dificil, uno a plena luz, una advertencia para otros que han contraido una copa con Ill Capo, el es simplemente el mensajero, el angel de la muerte que acabara con aquella vida de un solo golpe. Un solo dispero.

Se acerca a un dependiente que parece acercarse a la zona de probadores, es ese. Como de costumbre no hace preguntas, no piensa en los porques de lo que esta haciendo, solo actua. Con un rapido movimiento saca la pistola y le dispara en la nuca al dependiente. La distancia es demasiado corta como para evitar que la sangre de la victima le salpique. El sonido alerta a los guardias jurado que enseguido apuntan sus armas hacia él.

De forma instintiva toma como rehen y escudo a una de las jovencitas a las que aun no le ha dado tiempo a reaccionar. La pega contra su cuerpo de forma brusca y la arrastra con él hasta detras de una columna. Su olor le resulta demasiado familiar.

**Maël F. Duquesne** Dom Ago 23, 2009 10:38 pm

-¿Pero qué...? -murmuró Maël tras el horrible suceso que acababa de acontecer en la tienda. A continuación se escondió entre una fila de camisetas y observó, atento, lo que el joven que retenía a Dita iba a hacer ahora...

**Dita Alighieri** Dom Ago 23, 2009 10:58 pm

Mientras me encaminaba hacia los provadores cuando un sonido casi ensordecedor se oye por toda la tienda. Asustada me giro hacia el lugar de dónde provenía el ruido, que parecía como de disparo. Pero, ¿un disparo en medio del centro comercial? ¿Con tanta seguridad como hay? Pero antes de que pueda reaccionar, ya sea correr, esconderme o lo que sea, un tirón me sacude, el vestido cae al suelo y noto algo duro contra la espalda. Un grito ahogado se me escapa mientras unos brazos fuertes me aprietan contra un duro pecho que me lleva detrás de una columna y que me usa a modo de escudo. Del miedo soy incapaz de pensar o actuar racionalmente, simplemente me quedo congelada.

**Maël F. Duquesne** Dom Ago 23, 2009 11:07 pm

Maël estaba literalmente acojonado. No sabía qué debía hacer, pues si actuaba de manera incorrecta podía acabar como el pobre dependiente. Gateó por detrás de las prendas colgadas hasta situarse por detrás del asesino, que aún tenía consigo a una atemorizada Dita. Buscó desesperadamente algo duro... ¡Ahí estaba! Recogió del suelo uno de los cacharros de alarma que llevaban las prendas; en concreto, la parte que acababa en una afilada punta. Lo asió fuertemente con la mano y se levantó.

Se acercó rápidamente a las espaldas del asesino y clavó con todas sus fuerzas la gruesa aguja en su cráneo, a la vez que golpeaba su columna vertebral con la rodilla...

**Dmitri Vólkov** Dom Ago 23, 2009 11:17 pm

-Lo siento Señorita, no queria que nos volviesemos a encontrar así, pero las cosas no siempre son como esperamos.-dice con una sonrisa socarrona en los labios.

Pese a la situación mantiene la calma, controlando con la mirada las armas de los guardias jurado que ahora le apuntan a él. Uno de ellos parece que apunta con demasiada decisión y justo en su dirección. No le da tiempo a actuar, aprieta el gatillo y derriba de un tiro al segurata, tal vez lo halla matado pero en esos momentos no lo piensa.

En esos momentos su instinto esta a flor de piel, despierto y preparado para salvarle del peligro expuesto. Nota a alguien tras de si y no lo piensa. Se gira y se deja caer en el suelo resbalando un poco con la joven aun sujeta y segun toca suelo aprieta el gatillo y le dispara una bala a la altura del estomago.

Con rapidez suelta a medias a Dita para incorporarse y tira de ella para levantarla despues. Los percheros de ropa dificultan la vigilancia de los de seguridad.

**Maël F. Duquesne** Dom Ago 23, 2009 11:24 pm

Los golpes no le hicieron efecto al asesino. Este tío era como un Ronald Niedermann. Maldita sea, pensó Maël.

El grandullón se volvió, pistola en mano, y disparó.

Maël cayó al suelo, malherido. Sentía algo terriblemente caliente en su estómago, junto con un hormigueo exageradamente fuerte. Puso los ojos en blanco. El dolor apenas le dejaba respirar.

Siguió retorciéndose en el suelo.

**Dita Alighieri** Dom Ago 23, 2009 11:52 pm

Prácticamente horrorizada por los sucesos intentaba procesar la información como podía e intentaba mantener la calma pero era difícil. Me remuevo para intentar soltar pero me veo envuelta en un férreo abrazo. Entonces giro un poco para poder ver a mi secuestrador, antes de poder ver siquiera nada, una voz habla, una voz que me resulta tremendamente conocida. Acabo de darme la vuelta y consigo relacionar la voz. Dmitri. En el momento en que le conocí sabía que no era trigo limpio pero de ahí a ser un asesino… Mi cara era una máscara de terror. Antes de que pueda decir nada, Dmitri aparta un brazo y dispara a uno de los guardias que nos apuntan, el sonido de la bala es ensordecedor y no puedo evitar encogerme ante él.

Lo siguiente que sé es que estoy en el suelo y que otro disparo se oye, intento fijarme en quien ha sido la víctima del tercer disparo y cuando lo consigo veo que es Maël y que se sujeta fuertemente el estómago. Finalmente parece que algo ha hecho conexión en mi cerebro y soy capaz de hablar - ¡Maël! – Grito horrorizada. - ¡Dmitri! ¿¡Pero que coño pasa aquí!? – Siento el abrazo aflojarse e intento separarme para acercarme a Maël y ver como está pero un tirón en el brazo me lo impide y me veo arrastrada detrás de un perchero repleto de ropa tras Dmitri. Intento tirar, escaparme de él pero es demasiado fuerte. Pero que pasaba, ¿cada vez que le veía tenía que acabar magullada y con moratones? No ceso en mis intentos de escape.

**Maël F. Duquesne** Dom Ago 23, 2009 11:59 pm

Maël seguía, terriblemente herido, tumbado en el suelo. El dolor estaba acabando poco a poco con él. Si alguien no le ayudaba rápido, si alguien no le salvaba, no pasaría de hoy...

**Dmitri Vólkov** Lun Ago 24, 2009 12:32 am

Matiene la ferrea sujección sobre el cuerpo de dita y va retrocediendo hacia la puerta de emergencia, durante unos segundos ambos quedan demasiado expuestos. Por la rabía de haber perdido a un compañero dos de los seguratas pierden los nervios y disparan sin importar la presencia de un rehen.

En un acto extraño al ver la situación Dmitri se obliga a girar sobre si mismo, y a recibir con la espalda los impactos de bala que de haber actuado de otra forma hubieran impactado sobre el cuerpo de Dita. Es extraño que el frio asesino decida recibir un impacto de bala en la cadera y otro en el homoplato por proteger a su rehen.

Emite un grito ahogado y durante un momento le tiemblan las piernas a punto de caer al suelo herido y debe apoyarse en ella para no hacerlo. Haciendo acopio de todas sus fuertas la empuja contra la puerta obligando a que se habra por el sistema antipanico. Sin soltarla la obliga a bajar las escaleras que dan a la calle. Se escuchan las sirenas acercarse y acelera el paso arrastrandola hasta el coche.

-Como chilles te mato.-gruñe dolorido aunque no suena muy creible tras lo que hizo antes.

Con brusquedad la mete en el deportivo y con agilidad sube a él.

-Te recomiendo que te pongas el cinturon de seguridad.

Y a continuación arranca, acelerando con brusquedad y conduciendo de una forma tan temeraria que parece sacada del GTA.

**Dita Alighieri** Lun Ago 24, 2009 1:29 am

Dmitri cada vez me agarra más fuertemente pero sin dejar de apuntar nunca, siempre con la pistola en alto. Dejo de tratar de escapar, pensándolo fríamente es mejor y más seguro dejar de resistirse y salir rápidamente de ahí, para poder escapar de las pistolas que nos apuntan. Le sirvo de escudo, por lo que rezo y espero que los desgraciados de los guardias no se atrevan a disparar... Pero como no, Murphy siempre tenía que meter la nariz donde no le importaba y los guardias con los nervios destrozados empiezan a disparar. Lo único que puedo hacer es cerrar los ojos fuertemente y protegerme absurdamente con los brazos la cabeza.

Lo siguiente que oigo es un grito ahogado y que nada me ha pasado. Abro los ojos de golpe y parpadeo rápidamente. Entonces entiendo que Dmitri se ha puesto en medio de la trayectoria de las balas. Veo venirme encima su enorme cuerpo, el cual intento sujetar lo mejor que puedo, pero es muy pesado por lo que rodeo con toda la fuerza de la que dispongo para sujetarlo. Aprovechando su peso y que tenemos la salida de emergencia a mi espalda, él me empuja accionando así con la espalda la apertura de la puerta. Entonces caigo en el pobre Maël, herido en el suelo de la tienda. Intento fijarme en él pero no le veo, lo que si veo es a un hombre a su lado llamando por teléfono a lo que supongo será la ambulancia. No me da tiempo a más cuando Dmitri aún apoyado en mi nos dirige por las escaleras hacia la calle con las sirenas de la policía de fondo. Como puede acelera el paso obligándome a seguirlo hasta lo que supongo será su coche. Lo que no entiendo es que como estando él herido, y pudiendo huir de él no lo hago… ¿Será por que me ha salvado la vida? Qué típico… Como en las películas, el hombre interponiéndose en la trayectoria de las balas para salvar así a la mujer. Lo que tampoco entiendo, si me ha cogido como rehén… ¿Por qué se interpone si esa hubiera sido mi ‘tarea’?

Un gruñido interrumpe mis pensamientos, una burda amenaza sin sentido. – Sí claro. – Respondo casi con un gruñido también. Acto seguido, me empuja dentro del descapotable, y aún estando herido, con una agilidad pasmosa, se mete dentro del coche y mientras arranca me advierte sobre el cinturón, el cual busco apuradamente y antes de terminar de abrochármelo, de la velocidad con la que arranca me veo pegada al respaldo, rápidamente me lo termino de abrochar.

- Dmitri, ¿¡dónde te han dado!? – Pregunto gritando para que me oiga por encima del ruido del viento y del motor, retirándome el pelo que me venía a la cara por culpa del viento. No tenía ganas de que por estar herido tuvieramos un accidente. La velocidad a la que vamos me asusta y me excita a partes iguales, pero no hay tiempo para pensar en eso.

**Maël F. Duquesne** Lun Ago 24, 2009 12:36 pm

Maël observa atento cómo la zorra de Dita se larga con el asesino. No puede creerlo. ¡Conoce al asesino! ¡¡Y lo ha dejado tirado en el suelo con un tiro en el estómago!!

Cuando cree que está a punto de morir, entreve por el rabillo del ojo a seis paramédicos entrando en la tienda con una camilla portátil.

Nota cómo lo suben a ella, no sin sentir un punzante dolor, y siente las ruedas girar sobre el suelo antes de caer desmayado.

**Jennifer Smith** Mar Oct 06, 2009 7:21 pm

Jenny camino ausente por los pasillos del centro comercial, pasando la mirada por los escaparates de lujo, pero sin ver realmente su contenido. Estaba preocupada, y pasear por el centro comercial siempre la tranquilizaba. Aunque, en esta ocasión no estaba dando mucho resultado. No hacía más que darle vueltas a la cabeza sobre qué es lo que habría descubierto su padre y de lo que tenían que hablar seriamente.

Hizo un listado mental de todas las cosas que había hecho y que podían molestar a su padre. Gastarse el dinero de las cervezas en un maquillaje nuevo, quitarle 50 dólares de la cartera para comprarse ese brazalete de plata tan mono que había visto el otro día... Todo lo que se le ocurría estaba relacionado con el dinero, y su padre nunca la había dicho nada por eso, algunas veces refunfuñaba un poco, pero nada preocupante, solía ceder siempre diciendo que nada podía faltarle a la niña de sus ojos. Entonces ¿qué era lo que le había afectado tanto?. Siguió paseando aún sin ocurrirsele que es lo que podía haber descubierto, hasta que finalmente se sentó en una de las mesas de una cafetería y pidió un Latte Maquiato, a ver si la cafeína le espabilaba las neuronas y daba con la solución a sus dudas. Siempre podía enfrentarse mejor a la situación con su padre, si previamente conocía lo que pasaba.

No tardó demasiado en tomarse el café, y decidió que allí ya no hacía nada. Si no podía comprar y no daba con lo que fuese que le rondaba a su padre por la cabeza, no merecía la pena seguir allí por más tiempo, así que se levanto y salió del centro comercial.

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