Casino Royale

**Alcalde Becerra** Sáb Jul 11, 2009 5:06 pm

A no mucha distancia del centro comercial se alza el Casino Royale. Dicho edificio es de estilo modernista. Anteriormente este edificio era la residencia de una familia que, por motivos desconocidos, se fue de la ciudad y vendió la casa. Uno joven empresario la compró y creó el Casino, gracias al cual se ha convertido en uno de los hombres más importantes de la ciudad.

El exterior es de lo más impresionante, sobretodo de noche. A ambos lados del camino central se alzan varias fuentes programadas para lanzar agua de distintas maneras, trazando así dibujos con dicha líquido mientras el día va transcurriendo. Gran cantidad de luces iluminan la fachada y las fuentes, aportándole un aspecto de lo más bello.

La entrada es una amplia estancia bien iluminada en la cual se ha adecuado perfectamente el estilo modernista para seguir esa línea tanto en mobiliario como en paredes, suelos y demás. A ambos lados de la entrada se alzan dos grandes puertas, siempre abiertas, que dan acceso a las salas de ocio. Aquí dentro encontrarás todo tipo de máquinas tragaperras destinadas a vaciar los bolsillos de todo aquel que se ponga delante.

En la segunda planta, a la cual se accede por unas amplias escaleras situadas frente a la entrada, se encuentra la sala principal del casino. Aquí es donde se encuentran las diversiones más típicas de todo millonario: las ruletas y las apuestas. A un lado de esta sala está el bingo, el cual está adecuado a la perfección para gran cantidad de personas.

Además de los juegos todas las salas poseen la correspondiente barra donde el camarero o barman que esté ahí estará encantado de servirte lo que pidas.

El horario del casino es bastante nocturno: sus puertas se abren de once de la noche a seis de la madrugada, todos los días de la semana.

**Dakota L. Burdock** Vie Jul 31, 2009 8:41 pm

Ddr son las 11 de la noche, más o menos =P

Ataviada para la ocasión, luciendo un precioso vestido negro acompañado con unos tacones de aguja y bolso de mano del mismo color, recorrió el camino dentral, observando asombrada las fuentes que se encontraban alrededor, mostrando un espectáculo con aquel juego de luces y agua.

Desaciéndose del encanto de aquellas fuentes decorativas se adentró en la entrada, una estancia bastante bien iluminada y decorada para su gusto. Había venido a pasar la noche, y quizás, a gastar algo, ya que se lo podía permitir.
Se percató entonces de las dos puertas que se encontraban a ambos lados de la entrada. Se quedó uno segundos parada, intentando decidirse por alguna de las dos.

**Ulises J. Kane** Vie Jul 31, 2009 8:47 pm

Llegó caminando tranquilamente, al menos desde el aparcamiento donde había dejado la moto, conducida no tan tranquilamente. Silbando se abotonó uno de los gemelos de la camisa, a su parecer el mayor inconveniente de ir a aquel Casino. Por lo demás estaba bien, se perdía dinero con la misma rapidez que en los demás pero las instalaciones no daban asco.
Atareado como estaba no vio a la chica rubia hasta que la tuvo encima.

- ¡Joder! ¿Pero qué...? - Exclamó mientras trastabillaba.

Recuperó el equilibrio y se irguió cuan largo era para mirarla desde arriba del hombro, como acostumbraba a hacer con todo el mundo. Era guapa, pero demasiado pequeña, aunque por su vestido nadie lo diría.

- ¿Sabes un secreto? Dentro de las dos puertas hay exactamente las mismas tragaperras, así que no te quedes ahí pasmada.

Sí, desde luego la niña no había encontrado un lugar mejor para detenerse. Ulises acabó con el gemelo y se acomodó el nudo de la corbata, traspasando luego una de las puertas sin signos de la menor dilación. Un pasillo de luces de colores le dio la bienvenida.

**Dakota L. Burdock** Vie Jul 31, 2009 9:44 pm

Y de repente, mientras aún intentaba decidirse entre alguna de las dos puertas, alguien se tropezó con ella. Se volvió, con el ceño levemente fruncido al escuchar el "Joder". No, si encima tendría la culpa ella de que los demás no mirasen por donde andaba...

Alzó una ceja al ver cómo lo miraba aquel chaval, por encima del hombro. Esbozó una mueca y pasó el peso de una pierna a otra, mientras escuchaba al extraño. Observó con desdeño cómo desaparecia tras una de las puertas. Siguiendo su consejo, atravesó la misma puerta, levemente sorprendida al ver las dimensiones de aquella sala, las luces, las tragaperras... Pero pasó de aquellas máquinas. De momento no le apetecía gastarse el dinero allí. A Dakota le gustaban más las apuestas y las ruletas, donde sólo intervenía el azar.

Pasó por al lado del chaval de antes, el que le había dicho el pequeño "secreto". Carraspeó un poco para hacerse notar y lo miró con el mismo desdén de antes.

- ¿Sabes un pequeño truco? Mira al suelo cuando andes, evitarás chocarte con los demás...

Y dicho esto pasó de largo, haciendo un particular ruido con los tacones, devido a sus andares animados y vivarachos. Sin vacilar ni un instante se acercó a la barra, y sin tomar asiento alzó el brazo para llamar al barman. Nada mejor que una buena copa para empezar bien la noche.

**Ulises J. Kane** Vie Jul 31, 2009 11:17 pm

Todavía estaba tratando de decidir a dónde se dirigiría primero cuando la jovencita le habló de aquel modo tan insolente, con una frase que parecía de las suyas. Ulises permitió que una sonrisa irónica se dibujara en sus labios y luego la observó ir hacia la barra, con aquella soltura que le hizo preguntarse si la habría juzgado mal y sería más mayor... pero no, él ya bebía a los trece años y no por ello dejaba de ser un crío.
Se encaminó también hacia el lugar donde le esperaban las bebidas y cuando el barman se giró, dedicando su atención a la rubia, él le pasó un billete bajo la nariz.

- Ponme lo mismo y cóbrate las dos. - Indicó.

Ni siquiera dirigió una segunda mirada al hombre, ni a la niña. Simplemente no tenía ganas de pensar en una combinación de alcohol que tomarse y el dinero le sobraba a expensas... era una buena inversión a cambio de obviar unos minutos de dilación entre whisky, ron o martini.

- ¿Qué haces a estas horas fuera de la cama, encanto? - Preguntó, sin dignarse todavía a mirar a la chica. - Las niñas buenas se van a dormir a las diez.

El barman regresó con sus dos copas y las dejó sobre la barra antes de largarse. Solo entonces Ulises deslizó la vista hacia los ojos claros de ella, observándola con la seguridad de alguien que se sabe en clara superioridad.

**Dakota L. Burdock** Vie Jul 31, 2009 11:43 pm

Se encontraba a punto de pedirle lo que siempre solía tomar al barmar cuando debajo de las narices de este se paseó un billete. Alzó una ceja cuando vió de quién se trataba y sobre todo de lo que le decía al camarero.
No comentó nada, ni se propuso pagar la bebida.
Él ni se molestó en mirarla, por lo que ella al principio hizo lo mismo, observando al barman mientras éste preparaba con gran y estudiado esmero las dos copas.

Ladeó la cabeza al escucharlo hablar. Lo miró y esbozó una mueca al ver que no tenía ni la educación de mirarle a la cara mientras le hablaba.

- ¿Las niñas buenas? -alzó una ceja, sin creerse que le hubiera dicho aquello, mirándolo brevemente- ¿Y quién dice que soy una niña buena? -preguntó con mal disimulado sarcasmo. Se encogió de hombros y cogió una de las copas que el barman dejó sobre la barra-. Además, no es tan tarde... -comentó, acercándose la copa a los labios para beber un poco. Sin duda, una mezcla fuerte. Dejó el recipiente de cristal en la impecable barra y dió unos toquecitos en ella con sus dedos, notando los ojos del chaval clavados en ella. Se volvió hacia él, mirándolo con el ceño levemente fruncido, algo incómoda-

**Dmitri Vólkov** Sáb Ago 01, 2009 1:49 am

Ya le habia dado la noticia a su jefe y en su consciencia pesaba el dinero recibido y el sabor que habia segado una nueva vida y la imaginación juega en su contra poniendole a aquel desconocido una numerosa familia.

Pide un whisky solo, con hielo y se lo bebe practicamente de un trago, antes de pedir otro. Necesista ahogar sus penas en alcohol.

**Cyril Reed** Sáb Ago 01, 2009 1:59 am

Justo acababa de terminar con un cliente y aún era temprano..por lo que tras sopesarlo unos minutos,decidió buscar una nueva presa.Al instante,sus ojos se cruzan con un chico,el cual,por el hecho de estar ahí,debía de tener dinero.Sonríe para si,acercándose a él con movimientos felinos.Llevaba un espectacular vestido negro,largo hasta los pies,abierto en los laterales hasta el muslo,y con la espalda al descubierto.Se sienta a su lado y pide lo mismo que él.

-El whisky sabe mucho mejor si se bebe en compañía...

Ronronea,sonriéndole sutilmente y cruzando sus piernas,lo cual provoca que queden algo al descubierto y se puedan apreciar unos exquisitos tacones imposibles.Se había dejado bastante dinero en esa ropa,pero con su lista de clientes fijos podía permitirselo.

**Dmitri Vólkov** Sáb Ago 01, 2009 2:50 am

Era demasiado facil reconocer de que clase de chica se trataba, las que pertenecían a la nobleza de la ciudad eran mucho menos directas que ella, estaab bien, esa noche necesita alguien como ella, alguien con el que descargar sus pasiones y entregarse a las mas oscuras pasiones.

No le importaba que su compañia no fuera del tipo que salía precisamente gratis. Se bebe la nueva copa de un trago y deja con algo de brusquedad la copa sobre la barra.

-Siempre es agradable hacerlo con compañia, aunque tu y yo sabemos que la tuya no es precisamente barata.-le dice en un felino ronroneo.-¿cuanto cuestas gatita?

tenia los ojos algo vidriosos por el alcohol, pero aun así se leía seguridad en si mismo en aquella mirada, un hombre seguro de su masculinidad y de sus habilidades y que aun así se decidia pagar por una mujer. Da la sensación de ser un tigre demasiado vago para cazar y que acepta la ofrenda de carne humana.

Pide dos copas de champan, una para cada uno.

**Cyril Reed** Sáb Ago 01, 2009 2:59 am

Se ríe dulcemente,como si la cosa no fuese con ella y acepta la copa de champán con una sonrisa.Bebe un pequeño sorbo y se pasa la lengua por los labios muy suavemente.

-Creo que confundes un poco mi "profesión"...Soy una chica de compañía,no una prostituta...hay una pequeña diferencia entre ambas...

Le contesta educadamente,manteniendo su sonrisa.Sabía cómo cazar a los clientes y no era la clase de persona que se acostaba con uno en el primer encuentro,además,que si llegaba a mantener relaciones con él,no le saldría nada barata.

-Los hombres compran mi tiempo...no mi cuerpo...Soy lo que llaman "una chica florero".

**Dmitri Vólkov** Sáb Ago 01, 2009 3:20 am

-Entonces te equivocas de cliente preciosa, no es precisamente convarsación lo que necesito esta noche, eso se lo dejo a los nobles barrigudos a los cuales no se les empina ni con una cara bonita delante..-le contesta a lachica.-entonces pierdes el tiempo conmigo.

Se bebe la copa de champan y se dirige a una de las tragaperras disuesto a perder algo de la pasta que había ganado co aquel maldito trabajo, En si necdesita compañia pero no precisamente para hablar. Tal vez hablaria con otraa joven con los cabellos como el fuego, pero sabe que tardara mucho en volver a vrla si es que vuelve a verla.

Echa la moneda y activa la palanca, sin prestarle demasiada a las figuras de la pantalla, sumergido en sus propios y funestos pensamientos.

**Cyril Reed** Sáb Ago 01, 2009 3:25 am

Pide otros dos whiskys con hielo y al pasar por al lado de él,deja uno a su lado con su tarjeta.Deslizando su mano por su espalda al pasar.

-Puede que esta noche no...pero quizás otro día necesites mis servicios...ya sea como florero...o para celar a alguien que no te hace caso...Aunque dudo que alguien pueda ignorarte...

Le susurra al oído,para luego dirigirse a una de las mesas de black jack,sin ni siquiera molestarse en mirar si la seguía con la mirada.

**Ulises J. Kane** Sáb Ago 01, 2009 1:48 pm

Dakota L. Burdock escribió:Se encontraba a punto de pedirle lo que siempre solía tomar al barmar cuando debajo de las narices de este se paseó un billete. Alzó una ceja cuando vió de quién se trataba y sobre todo de lo que le decía al camarero.
No comentó nada, ni se propuso pagar la bebida.
Él ni se molestó en mirarla, por lo que ella al principio hizo lo mismo, observando al barman mientras éste preparaba con gran y estudiado esmero las dos copas.

Ladeó la cabeza al escucharlo hablar. Lo miró y esbozó una mueca al ver que no tenía ni la educación de mirarle a la cara mientras le hablaba.

- ¿Las niñas buenas? -alzó una ceja, sin creerse que le hubiera dicho aquello, mirándolo brevemente- ¿Y quién dice que soy una niña buena? -preguntó con mal disimulado sarcasmo. Se encogió de hombros y cogió una de las copas que el barman dejó sobre la barra-. Además, no es tan tarde... -comentó, acercándose la copa a los labios para beber un poco. Sin duda, una mezcla fuerte. Dejó el recipiente de cristal en la impecable barra y dió unos toquecitos en ella con sus dedos, notando los ojos del chaval clavados en ella. Se volvió hacia él, mirándolo con el ceño levemente fruncido, algo incómoda-

Ulises se bebió poco a poco el combinado, distraído ligeramente en mirar aquí y allá a toda la gente que iba entrando y saliendo del local, y no fue hasta pasados unos minutos que volvió su atención a la chica.

- No, es pronto. - Corroboró. - Y todo parece apuntar a que va a ser una larga y aburrida noche.

Si había algo que odiaba profundamene era eso, el hastío, que las horas se sucedieran unas a otras exactamente iguales. Tenía que romper aquella monotonía de algún modo y no se le ocurría, y aquello le ponía de muy mala leche.
Dibujó otra sonrisa igual a la anterior, burlona, con condescendencia.

- Seguro que eres muy mala. - Dejó caer con sorna. - Has robado los tacones a mamá y estás bebiendo alcohol. ¡Uuuuhhh!

Sí, aquello era bastante divertido, aunque no sabía por cuanto tiempo. Solía cansarse de sus entretenimientos con la misma facilidad con que los encontraba, a no ser que fuera algo especialmente absorbente como un revolcón.
Apartó la copa vacía a un lado.

**Dakota L. Burdock** Sáb Ago 01, 2009 2:05 pm

Volvió a coger la copa y bebió un poco más, en silencio, hasta que lo volvió a escuchar. Bueno, si la noche pensaba presenrtarse aburrida y larga ella pensaba cambiarla. No había salido de casa para aburrirse todavía más...

- No tiene por qué. Si tu noche va a ser larga y aburrida es por que tú te lo propones... -comentó, bebiendo de nuevo un poco. Dejó la copa en la mesa, dándose cuenta de que ya estaba medio vacía. Desvió la mirada hacia la del chico. Vacía. Tragó saliba y comenzó a darle toquecitos a la copa con sus dedos, negando con la cabeza después- Siento decirto cuánto de equivocas. Los tacones son míos y el alcohol me lo has pagado tú. Además, como yo sea a ti no te importa, ¿eh?

Alzó la mano, llamando así la atención del barman que no tardó en acercarse.

- Traiga otro -dijo, bajando la mano después y llevándose de nuevo la copa a los labios. Desvió la mirada hacia el chico y alzó una ceja- ¿Y tú? ¿Cómo eres, eh? -preguntó, posando después el recipiente de cristal en la barra-. Aunque no sé por qué pregunto, casi se puede notar a simple vista... -comentó, mostrando una sonrisa divertida después.

Probablemente no bebiera más. De hecho, la copa que había pedido no pretendía ser para ella.

**Ulises J. Kane** Sáb Ago 01, 2009 3:36 pm

- Sí, lo he pagado yo. - Respondió, divertido como si fuera un niño que había cometido una travesura. - Estoy emborrachando a una niña de... ¿catorce? ¿quince? - Aventuró.

Apoyó los codos en la barra y jugueteó con la sombrilla de papel de su copa vacía entre los dedos, haciéndola girar al azar y deteniéndose de vez en cuando para observar con gesto de aparente concentración el papel pintado de azul que la coronaba. Tenía una flor violeta.

- No te hace falta preguntar, en efecto. - Concedió. - ¿Qué opinión te has formado de mí? ¿Te parezco un borde, un capullo? - Se dio unos segundos para añadir más adjetivos a la lista, pero pronto se aburrió de aquello como de todo lo demás. - Has acertado. Y si te parezco algo peor, también has acertado.

Estaba hablador esa noche, y siempre era más estimulante que las víctimas de sus pullas le respondieran a los retos. La gente que se acobardaba ni siquiera merecía su desprecio, eran como las hormigas que se dejan pisotear.

**Dakota L. Burdock** Sáb Ago 01, 2009 4:33 pm

El barman trajo la copa que había pedido y sin pensárselo dos veces la empujó con los dedos, deslizándola por la barra hasta que quedó delante de él. Sonrió y soltó una carcajada, irónica.

- No hablemos de quién emborracha a quién... -dijo, rodando los ojos después, al escucharlo. ¿Catorce? ¿Como que catorce?- Y medio. Quince y medio -respondió cortante, soltando después un bufido. Estaba harta de que todos la tomasen por el pito del sereno sólo por tener quince años y medio.

Lo escuchó sin intervenir, alzando una ceja. Básicamente sí que se había formado esa opinión, anque incluyendo un sin fín más de adjetivos precisamente no alagadores, claro está.

- Añadiría algo más ahora que acabas de "definirte" a ti mismo, pero básicamente, sí, eso -declaró, cogiendo entre sus dedos la copa y volviendo a beber un poco.

**Ulises J. Kane** Sáb Ago 01, 2009 5:01 pm

Aceptó la copa y le dio el primer sorbo. Puag, estaba caliente.

- Falta hielo. - Le dijo al barman, cortante.

El tipo se apresuró a añadir un par de cubitos dentro del vaso, así que Ulises se ahorró los insultos y se limitó a fulminarle con la mirada hasta que desapareció de su vista.

- Quince y medio. - Fingió asombrarse. - Eso es otra cosa, sí. - La ironía era plenamente palpable en su voz.

Soltó una carcajada cuando ella confirmó sus sospechas acerca de su persona. Sabía que era así y le encantaba, ¿para qué iba a cambiar? Así tenía todo lo que quería y no necesitaba dulcificar su modus operandi.

- ¿Tienes nombre, enana? - Preguntó, aunque por primera vez no con un tono claramente agresivo. Ella era pequeña, y enana podía considerarse un adjetivo neutro comparándolo a las demás palabras que solía emplear.

**Dakota L. Burdock** Sáb Ago 01, 2009 5:26 pm

No prestó apenas atención cuando el camarero comenzó a añadir más hielo a la bebida, aunque no pasó por alto el tono que usó él al "pedirselo", se encontraba bastante entretenida removiendo con la fina cañita negra el escaso contenido que había ya en su copa.

Sintió la ironía en sus palabras, pero se mordió la lengua para no replicar, aunque quizás con otra persona se lo hubiera podido permitir.

- El "enana" te lo podrías haber ahorrado -comentó, bebiendose después de un solo trago lo que quedaba en la copa. La dejó en la mesa con bastante cuidado y después le miró-. Dakota. Me llamo Dakota. ¿Y tú? ¿Tienes nombre o te puedo llamar como me de la gana? -preguntó, mirando después a su alrededor,observando la estancia con curiosidad, mientras esperaba la respuesta.

**Ulises J. Kane** Sáb Ago 01, 2009 6:07 pm

Sí, se lo podía haber ahorrado pero entonces habría sonado casi amable, y Ulises no lo era. Es más, detestaba profundamente a toda la gente amable, eran unos arrastrados.

- Dakota es un nombre muy pijo. - Constató, después del segundo sorbo a su segunda copa. - Yo soy Ulises, pero sí, puedes llamarme como te dé la gana.

Se preguntó si ella no empezaría a tambalearse de un momento a otro al ver cómo apuraba su bebida. Aquello estaba fuerte y ella era de constitución pequeña, por lo que quizá la cosa se animaba. Los borrachos suelen ser divertidos a no ser que se pongan pesados, pero en ese caso le bastaba con dejarlos donde fuera y marcharse a otra parte a seguir con la fiesta.
Hizo tintinear las monedas sueltas de su bolsillo y se encaminó hacia una de las máquinas, no sin antes hacer un gesto a Dakota para que le siguiera. Quería observar de cerca su poceso de embriaguez, si es que realmente se daba.

- ¿Nunca has jugado? - Preguntó.

Sin prestarle demasiada atención metió un par de monedas en la ranura y comenzó a girar el timbal. En el fondo sabía que daba igual cuándo pulsara el botón: al final siempre ganaba la banca.

**Dakota L. Burdock** Sáb Ago 01, 2009 8:21 pm

- Dakota es un nombre normal y corriente, al igual que Ulises -replicó, arrugando la frente después.

Igualmente, Ulises alomejor ni se enteraba ya que después de haber hecho tintinear unas monedas en su bolsillo salió disparado a una de las máquinas. No pasó por alto aquel gesto y tras coger su bolso se levantó del taburete, totalmente sobria de momento, o por lo menos eso era lo que decían sus andares.

Se apoyó en la maquina y negó con la cabeza, observando la cantidad de botones, casillas y ruletas que allí se encontraban. Incluso consiguieron marearla por unos instantes.

- No me suelen llamar mucho las tragaperras... -comentó, carraspeando un poco después y enderezándose, colocándose al lado de Ulises para ver lo que éste hacía con la máquina, aunque se veía que muy dificil no tendría que ser. Solo pulsar un simple botón- Prefiero las apuestas y las ruletas... -dijo, sin apartar la mirada de la máquina- ¿Qué es lo que tienes que conseguir hacer con ésto? -preguntó con curiosidad.

**Ulises J. Kane** Sáb Ago 01, 2009 8:34 pm

Así que Dakota prefería las apuestas... Sonrió de medio lado, como tenía por costumbre siempre que no lo hacía con intención de burlarse de nadie. Le recordaba ligeramente a él cuando tenía su edad, y en su opinión cualquiera con el mínimo parecido a sí mismo merecía algo de consideración... aunque sin pasarse.

- Las tres figuras tienen que quedar en línea. - Contestó sin demasiado entusiasmo.

Apretó al botón en un momento determinado, que podía parecer estudiado pero obedecía completamente al azar. Limón, limón, pera.

- ¿Ves? Acabo de perder cinco de estos. - Explicó. - Y esa es toda la gracia.

Se cruzó de brazos y se dio media vuelta para quedar de cara hacia la niña (porque con quince y medio seguía siendo una cría). ¿Le había hecho efecto el alcohol o no? Solo había una forma de saberlo: alargó una mano y empujó suavemete el hombro de Dakota, a ver qué tal iba su equilibrio.

**Dakota L. Burdock** Sáb Ago 01, 2009 9:19 pm

Asintió con la cabeza, estudiando aquella máquina. Que tres figuras quedasen en linea no tenía que ser muy dificil, aunque claro, la máquina siempre podría estar trucada. Un casino se dedicaba a desplumar a sus clientes, asi que lo más normal es que ocurriera eso. La maquina estaría trucada.

- Pues vaya... -comentó con desdén, mirando cómo quedaba la pantallita: Limón, limón, pera- Parece que la suerte no te acompaña hoy, ¿eh? -comentó con ironía, tambaleándose entonces unos instantes.

La sala dió un par de vueltas a su alrededor, pero se recompuso con rapidez, encontrándose entonces a Ulises de frente y con el brazo alargado. Alzó una ceja, arrugó la frente y entonces comprendió

- Estoy perfectamente si es eso lo que querías comprobar, ¿eh? -dijo, esbozando una gran sonrisa, aunque mentía como una bellaca.

**Ulises J. Kane** Sáb Ago 01, 2009 9:52 pm

- La suerte no existe. - Sentenció.

Dakota tenía los ojos ligeramente aguados, aunque podía ser debido al alcohol o no. Decidió hacer otra prueba.

- Ponte a la pata coja y con los brazos en cruz. - Exigió.

Era una fuente potencial de divertimento si estaba bebida, si no simplemente una niña un tanto marisabidilla. Esperaba que estuviera algo ebria, aunque fuera un poco, y entonces la acompañaría a la sala de las ruletas para reírse "con ella".
Comprobó que todavía había monedas de sobra en su bolsillo derecho y se ajustó el nudo de la corbata en un acto reflejo. No solía llevar traje, pero a causa de su estatus sabía lucirlo bien cuando llegaba la ocasión. Había que saber adaptarse, y allí había hombres que iban incluso con esmoquin.

**Dakota L. Burdock** Sáb Ago 01, 2009 10:12 pm

Estaba dispuesta a replicar, ya que para ella la suerte si que existía. Pero entonces lo oyó, y arquéo una ceja, incrédula. ¿Cómo? Aquello sería una broma, ¿no?

- ¿Tu me ves cara de trapecista de circo o qué? -preguntó, soltando después una carcajada- No pienso hacer eso, y menos aquí en medio... Por que puede que no esté del todo bien, peeeero no estoy tan mal como para hacer esa tontería, ¿eh? -aclaró, poniendo los brazos en jarras y pasando el peso de una pierna a otra.

Se notó las mejillas un poco templadas, pero pasó aquello por alto. Solía pasarle cada vez que bebía, por poco que fuese. Miró entonces con disimulo su reloj y comprobó que aún era tramprano.

**Ulises J. Kane** Sáb Ago 01, 2009 10:19 pm

Tenía las mejillas sonrosadas y había admitido que no estaba del todo bien. A Ulises le bastó con eso para levantarse y empujarla suavemente en la base de la espalda para que caminase a su ritmo hacia el ascensor. Tenía la irritante costumbre de empujar a todo el mundo, o bien cogerles del brazo, para conducirles mejor a donde sus pasos dictaran.
Pulsó el botón para subir al segundo piso.

- Así que te va la ruleta. - Comentó. - Veamos qué tal se te da.

¿Se podría fumar allí dentro? Suponía que sí, pero únicamente tabaco normal. Era una pena, porque esa clase no le llamaba en absoluto la atención.
Cuando las puertas volvieron a abrirse salió con Dakota del ascensor, desistiendo de guiarla para que ella misma eligiera a dónde quería ir primero.

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