Re: Casino Royale

**Dakota L. Burdock** Dom Ago 02, 2009 11:46 pm

Y entonces se encontró andando hacia un ascensor, empujada por Ulises. Arrugó la frente y se desprendió de aquel brazo que la empujaba. Podía andar perfectamente sin ayuda de nadie...
Carraspeó un poco en el ascensor y no tardó en acercarse al espejo que había como pared. Simplemente a veces le gustaba pasar tiempo en frente de aquel objeto que le devolvía su imagen.

- No se me puede dar de ninguna manera... Es simple azar -comentó, saliendo del ascensor tras Ulises. De nuevo, un par de puertas alrededor.

Se situó en el medio y señaló la puerta de la derecha, sin saber que se encontraría detrás de aquella obra de madera. Probablemente, la sala de las ruletas y las apuestas. Avanzó un par de pasos, hasta colocarse al lado de la puerta.

- ¿Listo? -preguntó, mostrando una sonrisilla divertida. Si las ruletas y apuestas que allí se encontraban eran parecidas a las del casino de París la diversión estaría asegurada.

**Ulises J. Kane** Lun Ago 03, 2009 10:07 am

No disintió de sus palabras porque estaba de acuerdo: simple azar. Las personas que se congregaban a los lados de ambas puertas cuando salieron del ascensor, sin embargo, no parecían estar enteradas de ello. Se retorcían las manos nerviosas como si de veras el destino incierto de sus abultados bolsillos dependiera de ellos, como si alguien en alguna parte fuera a defraudarse si no jugaban "bien".
Dakota se dirigió hacia la derecha y Ulises caminó detrás, mirando su reloj de pulsera y deseando que la cosa estuviera un poco más animada allí que en la planta de abajo. Eran cerca de las doce y solo llevaba copa y media entre pecho y espalda: como no sucediera un milagro divino se iba a aburrir, y si se aburría más les valdría a los demás apartarse a un par de metros a la redonda de donde él se encontrara.

- Nací preparado, encanto. - Respondió, rezumando una amabilidad completamente falsa.

Avanzó hasta llegar a la puerta y la abrió, dejándola caer inmediatamente sin sostenerla para que pasara la chica. Eso de los buenos modales no iba con él, a menos que esperara obtener algo a cambio, y por suerte para Dakota no lo esperaba.
Allí el bullicio era considerablemente mayor: los croupiers cantaban a voz en grito las apuestas y resultados entre una multitud de elegantes ludópatas que se lamentaban o reían histéricos según requería la ocasión.

**Dakota L. Burdock** Lun Ago 03, 2009 12:01 pm

Resopló cuando la puerta se cerró en sus narices tras escuchar el comentario de Ulises, empujándola después con suavidad y entrando ella también en la sala.

Entonces, le sorprendió lo que vió allí dentro. Mesas y más mesas llenas de ruletas y alfombras con apuestas. Multitudes de personas rodeando aquellos círculos de madera que bien podrían hacer rico o llevarte a la ruina. Una música bastante animada inundando sus oídos y algún que otro juego de luces ocasional.
Animadas y potences voces cantaban las apuestas, intentando que alguna persona más con los bolsillos llenos de dinero se acercara a vaciarlos.

Se colocó al lado de Ulises y señaló una mesa que se encontraba a la derecha, bastante grande y coronada con una enorme ruleta en medio. Sonrió y en el camino se cruzó con un camarero que portaba una bandeja con copas. ¡Oh, un San Francisco! Tardó menos de dos segundos en coger el recipiente de Cristal, sonreirle al camarero y plantarse en la mesa, mirando con ojo crítico la ruleta.

- Buenas noches, señores -saludó, haciendo gala de sus buenos modales- ¡Cincuenta al veintiuno! -dijo, casi gritando, haciendo que el croupier la oyese y poco después cantase su apuesta. Sonrió, sin desviar la mirada de la ruleta, y se llevó la copa a los labios, dando un buen sorbo.

**Ulises J. Kane** Lun Ago 03, 2009 6:14 pm

Como era obvio, no se molestó en saludar a los demás. Se plantó detrás de Dakota, dejando claro que iba con ella para que nadie se interpusiera a fastidiarle la diversión, y esperó a que el croupier cantara el resultado.
La copa que había cogido la niña tenía buena pinta, así que Ulises interceptó a otro camarero cualquiera y se hizo con un vaso de contenido sospechosamente verde. Sabía a dentífrico, así que lo dejó en otra bandeja sin reparos a pesar de que le faltaba un trago bien largo.

- ¿Cuánto te han dado tus papás para esta noche? - Preguntó con su habitual tono burlón.

Exprimir a los padres ricos seguía siendo su hobby favorito, pero eso no impedía que se metiera con todo el que lo hiciera también. No era algo muy lógico, pero la lógica era una de las muchas cosas que aburrían a Ulises.

**Dakota L. Burdock** Lun Ago 03, 2009 10:27 pm

Entonces el croupier giró la ruleta y la pequeña bola comenzó a saltar de casilla en casilla. Probablemente ninguno de los allí presentes ganaría, peco poco importaba. No lo quitó el ojo de encima a la ruleta, por lo que no se dió cuenta del juego de copas de Ulises.

Diecisiete.

Dakota esbozó una mueca de disgusto y bebió de nuevo de su copa. Esta vez se trataba de una bebida mucho más suave. Giró sobre sus talones, con menos dinero que antes.

- Sólo te diré que podría quedarme aquí dos días seguidos y aún me quedaría bastante dinero en la cartera... -comentó, echándole de nuevo un vistazo a la ruleta, aparentemente distraída- ¿Has apostado alguna vez? -preguntó, pasando su mirada por todos los presentes que rodeaban la mesa de la ruleta.

**Ulises J. Kane** Mar Ago 04, 2009 12:13 pm

- Un par de veces. - Afirmó Ulises, no demasiado interesado. - Pero a lo grande.

Vació tres cuartas partes de sus bolsillos sobre la mesa, ante la mirada estupefacta de los presentes, contó el dinero, lo tradujo a fichas instantáneamente y lo apostó todo al rojo. No se ganaba tanto como cuando se optaba por un número en particular, pero había muchas más posibilidades de acertar. Casualmente salió rojo, y por la mueca que puso casi se habría podido pensar que eso le digustaba.

- Genial, ahora los bolsillos me pesan una tonelada. - Masculló.

Recogió sus ganancis y dio media vuelta, sin hacer caso de la atención que había suscitado entre los espectadores.

- ¿Quieres seguir perdiendo el tiempo aquí? - Preguntó a Dakota, tomando una de sus rápidas decisiones. - Yo me voy a uno de esos bares de mala muerte tan interesantes.

No estaba invitándola en el sentido estricto de la palabra, pero de algún modo la retaba a ir con él. La consideraba una niña pija, el ojito derecho de papá, y desde luego resultaría muy divertido verla con esos tacones en algún lugar como el Hell's o el Lust. En teoría no entraban los menores, pero todos se saltaban la restricción a la torera.

**Dakota L. Burdock** Mar Ago 04, 2009 11:59 pm

Tras darle un pequeño sorbo a su copa y escuchar a Ulises, dejo ésta en una bandeja que portaba un camarero que pasaba. No quería beber más, o realmente acabaría... realmente mal

Observó cómo apostaba y, sin sorprenderse debido al tipo de apuesta que había hecho, sonrió al ver que había acertado.

- El azar a veces es muy pesado... -comentó, haciendose una broma particular que probablemente Ulises no entendiese, o quizás sí, si era un chaval espavilado, y por lo que parecía Dakota se atrevía a asegurar aquello. Alzó una ceja al escucharlo, poniendo los brazos en jarras después- ¿Cómo? ¿Bares de mala muerte interesantes? No creo que... -comenzó, arrugando después la frente y meditándo profundamente. Probar cosas nuevas nunca iba mal, y tenía que ir conociendo aquella ciudad, en todos los sentidos. Y cuando se lo contase a Dean seguro que se divertía de lo lindo- Te acompaño -sentenció, esbozando una gran sonrisa, sin preocuparle si había sido invitada o no.

**Ulises J. Kane** Miér Ago 05, 2009 10:33 pm

Se encogió de hombros, dando a entender que no le importaba que ella le acompañara.

- ¿Te importa ir en moto? - Preguntó, aunque era una cuestión puramente retórica. Si quería acompañarle tendría que hacerlo sí o sí. - La tengo en el aparcamiento.

Volvió a bajar con Dakota los dos pisos en el ascensor y luego caminó hacia su medio de transporte, súbitamente animado por la perspectiva de hacer algo diferente.

- No te voy a engañar, así vestidos nos matarán en el sitio a donde vamos. Pasaremos antes por mi casa y te dejaré algo, seguro que una de todas las chicas que han olvidado ropa allí es de tu talla.

Se aseguró de que la chica estaba acomodada de paquete en el sillín de la moto y arrancó, dejando sordos a la mitad de jugadores del Casino. Ulises nunca bajaba de ciento cincuenta, y aquella noche no era una excepción. A aquel ritmo tardarían solo diez minutos en llegar a su casa.

**Cyril Reed** Dom Ago 09, 2009 4:19 pm

Tras dar otra vuelta más por el casino,y repartir unas cuantas tarjetas más,asegurándose unos cuantos clientes,se replantea si quedarse o marcharse.Habla un momento con el camarero del bar,pasándole disimuladamente su parte de sus ganancias por la información privilegiada.Mira a su alerededor una vez más y se marcha de allí.

**Zeth A. Drakos** Miér Ago 12, 2009 6:31 pm

Pasados unos días de su encuentro con aquella fiera en aquel bar del Red&Black decidió salir, como siempre, para darse sus pequeños caprichos.

Esta vez no se había vestido tan informal, aunque no llegaba a ser todo lo elegante y exquesito que allí se requería. Unos vaqueros oscuros, casi negros, y una camisa de manga larga, blanca, impoluta. No necesitaba más.

Sin pensárselo mucho, entró, topándose entonces con dos puertas entre las que elegir. Realmente daba igual, ya que detrás de cada una se encontraba prácticamente lo mismo. Torció a la derecha, abrió la puerta y entró en la sala, viéndose entonces rodeado de máquinas tragaperras. Ladeó la cabeza y caminó hasta la barra, con las manos en los bolsillos.

Siempre se empezaba la noche con una buena copa.

**"Chris" Von Gansevoort** Miér Ago 12, 2009 6:50 pm

Christopher aparece con un harén de compañeros por las puertas del Casino. Lleva unos pantalones blancos perfectamente planchados, una camisa de color azul cielo con el cuello vuelto y unos zapatos negros sin ningún índice de suciedad. Lleva el cabello castaño perfectamente alborotado, dándole un aspecto de "niño bién" que no puede negarse de ninguna manera.

Su padre, el dueño del Casino, baja las escaleras para recibir a su hijo y a sus amigos con total normalidad. Es un hombre de mediana edad, va perfectamente vestido y guarda gran parecido con su primogénito.

Tras un corto intercambio de comentarios y carcajadas se despiden del señor von Gansevoort y entran a la sala de las máquinas tragaperras. Se hacen con un par de máquinas y empieza la acción. Todos están jugando menos Chris, a él no le gusta nada esta sala, la encuentra demasiado vulgar.

Pasea la mirada de un lado a otro, estudiando a todas y cada una de las personas que ahí se encuentran, prestando especial atención a un joven no mucho más mayor que él situado a su lado. Como no quiere parecer antipático dedica una amistosa sonrisa al chico cuando termina uno de los turnos.

-Buenas noches...- saluda, con la gente que no aparenta ser de barrios bajos no le importa entablar conversación.

**Zeth A. Drakos** Miér Ago 12, 2009 7:56 pm

Alzó una mano y silbó, llamando así la atención del barman, que no tardó en acercarse para atenderle.

- Un Mai Tai -pidió, sentándose después en un taburete, dándole la espalda a la barra y quedando de cara a las máquinas. Y entonces aparecieron. Un grupo algo numeroso de chicos, todos con pintas de niños "bien". Chasqueó la lengua y observó cómo todos se entretenían con las tragaperras. Todos menos uno.

Le extrañó que el chaval que no estaba jugando con las maquinitas le sonriese, y mucho más que le saludase.

- Buenas noches -respondió, girándose de repete cuando notó la presencia del barman detrás. Ya traía su cóctel. Le sonrió a modo de agradecimiento y cogió la copa, girándose de nuevo para quedar de cara a la sala y de espaldas a la barra. Alzó una ceja y carraspeó un poco, mirando al chaval- ¿Tú no te entretienes con esas bonitas y llamativas máquinas que se dedican a desplumar a la gente? -preguntó, con un deje divertido, para después beber de su recién traida copa.

**"Chris" Von Gansevoort** Jue Ago 13, 2009 12:57 am

-Thomas, a mi puedes traerme lo de siempre- le dice al barman una vez éste ha servido al joven que se sienta a su lado.

Gira levemente la cabeza y clava los ojos en el muchacho que tiene sentado a su lado. Deja escapar una leve carcajada cuando escucha su descripción de las máquinas, no podría ser más acertada. Ladea suavemente el rostro, pasándose una mano por el cabello a los pocos minutos, alborotándoselo.

-No es que sea algo que me agrade. Desperdiciar mi dinero en las éstas máquinas siendo el hijo del dueño no es algo muy lógico, ¿no?- comenta casi sin querer, es normal en él alardear de todo lo que tiene, no puede evitarlo.

Dedica un asentimiento al camarero cuando, por fin, le trae su cocktail. Menea un poco la copa y huele el líquido antes de dar el primer sorbo para testificar que es bueno. Una vez hecho ésto el camarero los deja a ambos solos, o todo lo solos que pueden estar en un lugar como es ésta sala del casino.

-Mi nombre es Christopher, Chris si lo prefieres- empieza a explicar tranquilamente después de haber saboreado su cocktail durante unos instantes-. ¿Y tú eres,,,?

**Zeth A. Drakos** Jue Ago 13, 2009 1:16 am

Paseó la mirada por la sala. Los chicos que parecían acompañar al que tenía sentado ahora al lado parecían entretenerse tanto con las máquinas que casi no habían notado su ausencia en ellas. Desvió la mirada entonces, posándola en el chaval que tenía sentado al lado al escucharle hablar.

Alzó una ceja y ladeó la cabeza, reprimiéndose un buen silbido de asombro, asintiendo después. Vaya, se encontraba con nada más y nada menos que el hijo del dueño del casino. Guay...

- No, no es algo muy lógico -corroboró, dándole un largo trago a su copa después. Meneó la copa entre sus dedos, haciendo que los hielos chocasen con la pared de cristal de su ancha pero baja copa-. Zeth... -se presentó, carraspeando después un poco y girándose sobre su asiento, quedando esta vez de cara a la barra y de espalda a las máquinas- ¿No te echarán en falta? -preguntó, refiriéndose a los chicos que le acompañaban antes.

Dicho esto, volvió a beber de su copa, dejándola después sobre la bara y mirardo por encima de su hombro, hacia otra parte de la sala. No, no parecían echarle en falta. Lo que podía hacer una sola máquina y varias ruletas dando simples vueltas

**"Chris" Von Gansevoort** Vie Ago 14, 2009 4:28 pm

Remueve su copa de cocktail un par de veces de manera que la aceituna que ahí se encuentra no para de ir de un lado a otro. Mira un momento su bebida y vuelve a dar un pequeño sorbo, degustando el cocktail como siempre hace.

-Un placer, Zeth - le dice sonriente, reposando la copa sobre la máquina tragaperras que tiene delante durante unos instantes.

Inevitablemente, deja escapar una carcajada tras escuchar su comentario. Mueve la mano intentando restarle importancia al asunto. Sus amigos son así, cuando están todos juntos él siempre es el centro de atención. En cambio cuando están todos concentrados en alguna cosa lo dejan de lado, de manera que él puede disfrutar de lo que denomina "soledad".

- No creo, cuando están con las máquinas que despluman a la gente- cita las palabras que anteriormente ha usado Zeth para describirlas- no prestan atención a nada más. Se quedan absortos.

Se queda unos instantes pensativo, con la mirada fija en algún punto inconcreto de la gran sala en la que se encuentran. Un suspiro se escapa de entre sus labios cuando, por fin, regresa a la realidad.

-Dejando de lado a mis compañías... ¿Donde resides?- hace la pregunta de manera que intenta parecer que no es algo que le interese mucho. Aunque la verdad es que, según lo que le responda, o se irá o continuará con la charla.

**Zeth A. Drakos** Lun Ago 24, 2009 3:33 pm

Se limitó a escucharlo y a asentir con la cabeza. Alzó una ceja al escuchar la carcajada que soltó. A él le hubiera molestado bastante que sus amigos lo cambiasen por una simple máquina creada para desplumar a la gente, pero bueno, hay gente para todo...

- Pues es una pena... -comentó, terminándose de un trago su copa. Aquel Mai Tai era uno de los mejores que había probado, sin duda. No fue consciente del suspiro que soltó el chico y sin más se separó de la barra al escuchar su pregunta- En el WhiteStone -contestó, dejando en la barra la cantidad justa de dinero para pagar su copa-. Ha sido un verdadero placer poder hablar contigo pero me temo que se me echa el tiempo encima -y dicho esto se despidió del chico con un leve gesto, atravesó la sala y no tardó en salir del casino.

**"Chris" Von Gansevoort** Mar Ago 25, 2009 10:49 pm

Por poco no se le cae el alma a los pies cuando escucha que es de WhitseStone Valley. ¿Como puede ser que alguien de ese lugar se comporte así? Espera que nadie lo haya visto manteniendo conversación con él, si alguien llega a enterarse de que ha estado manteniendo una conversación con un chico de otro barrio su reputación podría caer por los suelos irremediablemente.

-Adiós, adiós...- despide con cortesía. Podría haber pasado del chaval y no haberlo despedido pero eso habría sido una falta de respeto demasiado grande como para permitírsela. Da un sorbo a su cocktail y mira de un lado a otro, con expresión aburrida. ¿Como puede ser que sus amigos estén tan entretenidos con éstas maquinitas que lo único que hacen es robarles el dinero para dárselo a su padre? Ni lo sabe ni le interesa, lo único que quiere hacer ahora es irse a casa y dejar de lado el casino. No tiene ganas de más en éstos momentos.

Pese a todo, tiene que pasar un largo rato hasta que sus campañeros se aburren y, con los bolsillos bastante más vacíos que al principio, se acercan a él para ver qué hacen. Después de menear la cabeza y dedicar un par de comentarios de desacuerdo con el comportamiento de todos se marchan por el mismo lugar donde han venido.

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