Castillo del Conde Moldoveanu

**Padre Anthony** Jue Jul 09, 2009 8:40 pm

Un gran edificio del medievo situado en la más alta de Las Siete Colinas, que hoy se conserva en ruinas pero, sin embargo, aún en pie, poseyendo atisbos de esplendor que permiten intuir lo que el Castillo fue en su época de mayor auge.

Pese al estado medio derruido se sigue podiendo acceder al interior y contemplar lo que queda de las salas, ahora llenas de telarañas y muebles carcomidos, cortinas raídas, y escaleras a las que les falta algun escalón pero por las que se puede subir a las almenas y a las altas torres que podrían considerarse el mejor mirador de la ciudad, pues permiten tener maravillosas vistas de la misma.

Sin embargo, dicen los rumores que está encantado, que los espectros de la nobleza ya olvidada y borrada de la memoria de las gentes vagan por detrás de sus muros, y también se habla de sectas satánicas que ofrecen aquí sus sacrificios al rey de los avernos.

Pese a todo, los rumores no impiden que parejas jóvenes y alocadas se reunan aquí para consumar su amor entre las ruinas, aunque algunos no han regresado...

**Dafnée Moreau** Lun Jul 20, 2009 6:55 pm

Un viejo castillo encantado, quizá maldito. Esa descripción podría hacer huír a muchas personas, pero no precisamente a ella; para ella, es como la luz que atrae irremediablemente a una polilla.

Sube la colina con una mezcla rara de agilidad, y los andares de una grácil marioneta tirada por las cuerdas de un marionetista; siempre evita el trabajo físico a menos que sea estrictamente necesario, dado su caracter más bien contemplativo, pero nunca duda si en algún momento dado tiene que recurrir a él. Es su ley de la supervivencia. Una vez sube se yergue, observando el monumento en ruinas que se alza unos metros frente a ella. Sonríe durante su observación, pasándose el dorso de la mano por la frente y luego cruzando las manos tras la espalda y balanceándose suavemente de alante atrás con los talones, como una niña feliz. Porta entre ellas una carpeta de folios y un estuche.

Y desde luego, ella misma no es menos extraña que el castillo en sí. Viste una camisa negra de mangas cortas un tanto desilachada y salpicada de extensiones de "perlas" negras; a medias corsé aunque deja al descubierto su níveo vientre y el tatuaje que rodea su ombligo: las alas de ángel y de demonio. En contraste absoluto, una falda blanca recargada con volantes y ligeramente abultada detrás con un pequeño polisón; queda abierta delante y deja al descubierto sus piernas, con unos cortos pantalones negros y elásticos, pegados a los muslos. Lleva también calcetines de rayas rojas y blancas hasta las rodillas, botas militares, unas muñequeras hasta medio brazo confeccionadas enteramente con encajes negros, una gargantilla con una media luna colgando y un corazón atado en torno a su brazo derecho, un poco más abajo del tatuaje tribal. Lo completa todo su curioso peinado alto de graciosos tirabuzones, suelto atrás en una fina mata de pelo rojo hasta la cintura.

Avanza rodeando el castillo hasta alcanzar una roca lo bastante grande para sentarse, incapaz de apartar los ojos de él con los ojos brillantes. Se lleva dos dedos a la frente inclinando la cabeza en una leve reverencia; un saludo, más bien, destinado a aquellos que, ¿quién sabe?, tal vez aún lo habiten. Luego toma asiento, coloca la carpeta y un folio sobre sus rodillas y saca una piedra de carbón del estuche, comenzando a plasmar todo el enigma que su alma percibe en él. La luz de la luna le proporciona luz suficiente.

**Tara Mayfair** Miér Jul 22, 2009 8:44 pm

La luna llena iluminaba a la perfección el suelo del bosque, podía sentir el brio del animal bajo su cuerpo mientras este cabalgaba entre los arboles, galopando con elegantes zancadas como una sombra negra y silenciosa. El unico sonido del bosque eran el de sus cascos al repiquetear contra el suelo.

Hacía horas que el ritual había acabado y que la fiesta de despues también, como los ultimos que había celebrado se le hacía extraño acudir sin su abuela, le gustaba ser su asistente cuando le tocaba dirigil el ritual a ella. Aunque esa noche había sido la encargada de dirigirlo ejerciendo como sacerdotisa, un paso mas hacía el segundo grado.

Estaba bastante satisfecha con él resultado, aunque le dolía que ella no hubiera podido verla.

La mayoría acudían al punto de encuentro en el bosque en coche o moto, pero a ella le gustaba hacerlo a caballo, tanto porque mentalmente la transportaba a tiempos lejanos, los tiempos en los que empezaron los circulo, como porque asi podía disfrutar de cabalgar lejos de cualquier pista cerrada. Disfrutar de la confianza que se produce entre jinete y caballo cuando se monta en el campo.

Llega a la silueta del castillo y se detiene, siempre se detenia para disfrutar de la visión de sus ruinosas torres bajo la luz de una luna en su plenitud.

Detuvo el galope del caballo y desmonto con agilidad, sorprendente para ir cubierta con una capa de terciopelo plateada y un vestido en los mismos colores, recordando mas a una criatura sacada de algun libro de fantasia que a una mortal.

Aunque gestos mundanos delataron esa mortalidad. Saco una cajetilla de tabaco de las alforjas del caballo y se encendio un cigarrillo con una cerilla, dandole una profunda calada. Se sento sobre una de las piedras con aire cansado, mientras dejaba que el negro corcel pastara.

**Adrien D. Hews** Miér Jul 22, 2009 9:09 pm

Adrien camina lentamente bajo la nívea luz de la luna, cubierto por una cazadora con un desgastado que hacía denotar su vejez. Chasquidos de ramas al partirse suenan bajo sus pies, mientras la tranquilidad del bosque en oscuridad se cierne sobre él como un mano protector, o tal vez peligroso. Le gusta sentir la brisa de la soledad entre la naturaleza de un lugar lejos del Red & Black District, lejos de toda preocupación y de todo delito...por ello se encontraba allí, lejos.

Hacía varias horas que había decidido emprender la marcha al bosque cuando el cielo cayese plomizo, pero un incidente le había hecho retrasasarse, sin más remedio que acudir a la noche a la nimia luz de las estrellas. Pero por lo menos había podido ir, que era lo que había planeado al fin y al cabo.

Adrien se encoge en el interior de su cazadora, cuando una ráfaga de aire frío le cubre sin piedad. Comenzaba a dudar profundamente de su elección. Caminar por la noche no es la idea del siglo, que se pueda decir. Pero de todas formas sigue caminando contra la mala suerte del temporal nocturno, iluminado por los hilos que desprende la luna llena.

Es cuando se encuentra tras un árbol de un tamaño prominente e inusual cuando se percata de la siniestra silueta del castillo en la colina, a una distancia bastante prudente de donde se encuentra actualmente. No había pretendido llegar hasta ahí, pero ya que estaba podría resultar...¿Entretenido? Saca un paquete de tabaco de su bolsillo trasero dle pantalón, dispuesto a fumárselo y disfrutar doblemente del paseo.

Hacía ya mucho tiempo que había cogido aquel mal vicio, a causa de la mala influencia de su anterior barrio. Aquello había ido creciendo, de apetecible a necesidad. De necesidad a completa necesidad. Aunque en aquel momento únicamente se trataba de un capricho estúpido. Suspira mientras se lleva el cigarro a la boca, perdido entre las sombras.

**Tara Mayfair** Miér Jul 22, 2009 9:40 pm

Escucha el crujir de ramitas y se tensa. Deja caer el cigarrillo y lo pisa con la bota de montar. Se acerca al caballo y saca de las alforjas un cuchillo de mango blanco y una pequeña oz para recoger plantas. Tal vez la opción mas sensata seria cabalgar y huir.

No es a los fantasmas a lo que teme y no confia de quien se esconde entre las sombras tenga un arma de fuego, que entonces cabalgar y huir no se convierte en la mejor opción.

Se encara hacia el lugar donde cree que provenia el ruido y alza la voz.

-¿Quien anda ahi?

No es una guerrera, al menos no ha estudiado para ellos pero cuando se ha metido en peleas ha sabido moverse por instinto y la experiencia le ha enseñado algunos trucos. No es que tenga mucha esperanza de salir victoriosa si quien se oculta entre las sombras viene a hacerla daño, pero mejor eso que rendirse sin luchar.

**Adrien D. Hews** Miér Jul 22, 2009 9:52 pm

Cuando ya cree que el silencio es imposible de romper, una voz se alza al otro lado del árbol, pero igualmente cerca. Un voz femenina... Se pone alerta, dejando el cigarrillo entre sus labios, creyendo que no hay necesidad alguna de tirarlo. Mierda...se había dejado el cuchillo en casa. Algo poco inteligente desde la mentalidad del superviviente.

Se ve obligado a sacar una absurda navaja de su bolsillo delantero, que por lo menos le serviría para algo...sería suficiente para rajar a la extraña si era necesario. Si era necesario, utilizaría también los puños, con fuerza...¿Y qué si era una chica? Si tenía intenciones asesinas... Acto seguido toma una posición sencilla de defensa, intentando vislumbrar a la desconocida entre las espesas sombras de la noche.

- ¿Quién eres?

Su pregunta se alza desde detrás del árbol, con potencia. No se había molestado en ni siquiera contestar a la suya, no lo veía propio. Había sido entrenado para la lucha cuerpo a cuerpo en las calles, y eso no iba a ser diferente en esa ocasión.

**Tara Mayfair** Miér Jul 22, 2009 10:01 pm

Lo que el joven puede vislumbrar bajo los rayos de luna es a una joven de rostro juvenil y casi aniñado cubierta por una capa de color plateado. No se ve si va armada o no, porque casi es dificil diferenciar si es real o uno de los espectros que rondan el castillo.

-He preguntado yo primero.-Contesta intentando que no le tiemble la voz, esta nerviosa y siente su corazón latir con fuerza bajo su pecho.

Esta aterrorizada, pero sabe que mostrarse como una victima no es lo mas recomendable en una situación así. Es mucho mas menuda que él chico, y a no ser que tenga poderes mágicos fisicamente contra el chico poco tiene que hacer.

**Adrien D. Hews** Miér Jul 22, 2009 10:12 pm

Adrien contempla a la muchacha bajo los tenues rayos de la luna, y frunce el ceño ante lo que puede presenciar. Una joven de rostro aniñado, protegida por una extraña capa de un color plateado. Una visión particular en una noche de luna llena, junto a un castillo en ruinas supuestamente encantado. No puede distinguir si va armada o no, pues las tinieblas se lo impiden.

Sin interés alguno en contestar, y mostrándose algo nervioso ante la situacion, se descubre en un sutil movimiento, saliendo a la vista de sea quien sea esa chica. Sabe que es arriesgado, pero prefiere intentarlo...al fin y al cabo toda su vida se ha basado en intentos y cuestión de suerte. Deja que le examine, que pueda ver la cazadora que viste, con los vaqueros desgastados que lleva...Que pueda ver que no es nada más que un diecisieteañero, aunque pueda resultar peligroso

**Tara Mayfair** Miér Jul 22, 2009 10:25 pm

Al verle guarda las armas en el cinturon del vestido y dibuja una sonrisa en los labios, algo forzada y nerviosa. En esos momentos le cuesta pensar que decir, aun no esta segura de si es inofensivo o tiene intenciones hostiles hacia ella.

-Voy en son de paz, así que espero lo mismo ¿que haces aquí?-le pregunta.

Es normal su curiosidad, a fin de cuentas es la primera vez que se encuentra con alguien en la zona.

**Adrien D. Hews** Miér Jul 22, 2009 10:29 pm

Al escuchar sus palabras, ya más tranquilo, guarda la navaja nuevamente en su bolsillo, pero no llega a destensarse del todo. Todavía no conoce las intenciones de la chica, aunque no parece que mienta.

- Sólo paseaba - Responde, como si fuese la respuesta más obvia que se pudiese dar

- ¿Y tú? - Devuelve la pregunta, con una curiosidad contenida propia de él, aun no demasiado seguro de lo que quiere o lo que hace aquí. Aun así, no ve razón alguna para preocuparse

**Tara Mayfair** Miér Jul 22, 2009 10:38 pm

-Volvia a casa con Lucifer.-dice señalando al caballo que pasta en el claro a su espalda.-Todas las noches de luna llena me paro a observar el castillo antes de volver. Y si conoces las leyendas sobre el bosque sabras de donde vuelvo.

Le ha dicho de forma sutil que es uno de los miembros del aquelarre blanco y que viene de una de sus reuniones ¿De donde si no podía volver con semejantes pintas?

Rebusca en el bolsillo interior de la capa el paquete de tabaco y saca un cigarrillo que enciende con una cerilla y gestos algo felinos, el aura de espectro ha desaparecido para dar paso al de la mortalidad, y rebelando que no es una chica mucho mayor que él.

-¿Quieres?-le ofrece un cigarrillo.

**Adrien D. Hews** Jue Jul 23, 2009 5:58 pm

Contempla al caballo por encima del hombro de la joven, al que había llamado Lucifer inocentemente. No sabía si la chica se había percatado, pero acababa de proporcionarle una información bastante interesante. Según había escuchado, las leyendas hablaban de brujos y rituales, alguna extraña "magia" que aprovechaba la luna llena. Tampoco conocía a la perfección aquellas historias, pero al menos algo lograba recordar. El que ella pudiese pertenecer a aquel aquelarre había sido digno de escucharse, además de una inesperada noticia. Aunque quizá la túnica plateada que portaba la ponía en una evidencia indirecta. ¿Quién iría caballo por el bosque, vistiendo una túnica? Se quedaría con aquello bien grabado en la mente, pero no indagaría más por el momento...la confianza se ganaba poco a poco.
Estira el brazo como negación a su oferta de tabaco, volviendo al cigarro que aún descansa entre sus labios esperando a ser consumido.

- Así que te gusta venir al castillo... - Susurra, perdiendo la mirada entre la silueta ruinosa que lo forma. Los cimientos derruidos delataban su anitgüedad - ¿Qué tiene de interesante? - La gente rumoreaba que estaba hechizado, lo que era un punto negativo a tener en cuenta para cualquier visita. Y por la noche mucho menos apropiado si criaturas salvajes vagabundeaban entre los árboles. Le da una nueva y profunda calada al cigarrillo, dejando que el humo se pierda a lomos de la brisa nocturna.

**Tara Mayfair** Jue Jul 23, 2009 6:27 pm

Apoya la espalda contra de uno de los arboles, dando una calada y dejandola escapar despacio antes de contestar.

-Es hermoso.-dice con voz soñadora,- una joya del arte de otros tiempos que nuestra sociedad a dejado morir hasta convertirse en eso, en ruinas. Dicen que estan encantadas, pero la gente lo unico que teme es ver el reflejo de su propia mortalidad, ver que el tiempo y la muerte encuentran y dan un fin hasta las eternas rocas.

Otra calada, cuya expulsión del humo se mezcla con un suspiro. No eran las palabras de alguien criado en la calle, si no las de alguien que tenía el tiempo y la inteligencia necesaria como para comprender el simbolismo y darle respuestas a preguntas existenciales.

-Siempre se ha de temer mas a los vivos que a los muertos, pues son los unicos que realmente pueden dañarnos.

**Adrien D. Hews** Jue Jul 23, 2009 6:45 pm

En una mera imitación del gesto de la muchacha, Adrien deja caer su peso hacia el árbol, apoyándose así en éste. Todos sus movimientos denotan perfectamente su vulgaridad, fácilmente se puede descubir que es uno de los individuos del Red & Black District. En cambio, no logra ubicar a la chica en ningún estatus. Por cada una de sus respuestas, se podía deducir que sus estudios estaban a medida, además de estar dotada de una desarrollada inteligencia y una sobresaliente manera de expresarse con simples palabras. Su estatus sería una joya. Pero, quizá para sus sorpresa, se comporta de una manera curiosa con él...todos los pijos de los diferentes institutos trataban con ellos de la manera más ortera y despreciable...pero ella era diferente. Parecía un espíritu libre, incapaz de rebajar a nadie por su calidad de vida y su mala suerte. Por ello Adrien había decidido no odiarla desde el primer momento, si no dejar que le diera conversación y le embriagase con tales sabias palabras. Una joya de estatus y una joya de persona.

- Sabias palabras... - Comenta, distraído, sumergiéndose entre sus frases con tal de encontrar el corazón de cada palabra que le da sentimiento e intensidad a todo lo que dice. Mientras tanto, se coloca a conciencia la cazadora para que la brisa no logre rozar su piel.

- ¿A ti te han hecho daño? - Pregunta, en un momento dado, clavando sus ojos, en aquella oscura noche de color esmeralda, en los suyos. Claramente se refería a un dolor mayor que todos, al dolor que no se propaga con un simple puñetazo... a aquel dolor que deja cicatrices que no se van nunca. Adrien estaba seguro que de esos tenían todos.

**Tara Mayfair** Jue Jul 23, 2009 8:13 pm

Da otra calada y se deja caer resbalando por el arbol y sentandose en el suelo con una posición algo basta y que contrasta con aquellas delicadas ropas que luce como alguna clase de uniforme de algo que no son precisamente las clases.

-Fisicamente he vivido en una burbuja, alejada del comun de los mortales.-otra calada.-Pero lo que hay en la burbuja es peor que lo hay fuera, Es un mundo de mascaras donde tras estas se encuentran diablos sedientos de devorar almas, de arrebatar la inocencia a pequeñas princesas y a tiernas hadas. Un mundo de brujas y demonios ocultos bajo el rostro de angeles... Es tarde para que yo sea salvada.

De una forma bastante poetica había descrito el juego de sociedad frecuente en golden hills. De forma indirecta le estaba dando demasiados datos sobre si misma. Le da otra calada al cigarrillo, dejando escapar el humo a traves de sus labios.

-Y a ti ¿Te han herido?

**Adrien D. Hews** Jue Jul 23, 2009 8:34 pm

Suspira, con pesadumbre, atento a las poéticas palabras que pronuncia la chica. Todo lo que existía sobre la tierra era mundo de máscaras. Todo el mundo ocultaba algo, todo el mundo mentía...detrás de rostros inocentes una bestia hambrienta esperaba. Y, como en todo cuento, toda historia y toda realidad, era difícil diferenciar a los buenos de los malos. A los hijos de puta de los verdaderos hermanos. Pero había una cosa que Adrien tenía muy clara...nunca era tarde para salvar a nadie, ni si quiera a uno mismo.

- Nunca es tarde - Quizá lo dice demasiado convencido, pero realmente es lo que cree. Ni siquiera lo siente, simplemente se basa en la creencia. Se basa en la experiencia de su mierda de vida, pero aun así una vida que aprovecha al máximo sin portarla de cruz y condena.

- Mi vida entera es una herida....Siempre hay alguien que la marca, sin saber cuáles van a ser las consecuencias. Te hacen rebolcarte en el barro, te hacen sentirte inferior. Esos demonios enmascarados y hambrientos de los que hablas, se descubren y te joden la vida. Pero uno sigue en pie, porque sabe que no merece sufrir por cuatro niñatos que fardan de tener suerte. Uno sigue luchando, porque es lo que le toca. Eso es lo que hay. Siempre se puede salvar a alguien, siempre puedes salvarte a ti mismo...solo hay que intentarlo, y quererlo. No puedes lamentarte toda tu vida.

Las palabras escurren fluidas de la boca de Adrien, mientras marca cada una, completamente seguro de que es así como van las cosas. Sabe que no son más que necias palabras vacías, pero él ha sido cumplidor. Entorna los ojos y le da una prolongada calada al cigarro, sabiendo que ha dejado resbalar todos sus pensamientos a sus labios sin tener conciencia de ello...en un acto refeljo a al pregunta.

**Tara Mayfair** Jue Jul 23, 2009 10:20 pm

-Tu eres libre, no tienes un apellido que te atrapa como una cadena ni un pecado que te marca por el mero hecho de existir. Segun ellos mi madre era una puta solo porque se sacaba unos extras en black poison, mis abuelos no deberian haber dejado que ellos me tuvieran, soy un condon roto, la mancha de la familia. Con una marca así no encajas, pero le intentas, y al final te conviertes en algo tan retorcido como ellos, sigues sin encajar pero acabas aprendiendo por aprovecharte de ellos. Y dejas de buscar principes azules para buscar tirarte al hijo de un banquero, al padre o a los dos a la vez.

Da otra calada al cigarrillo.

-Es tarde para ser salvaa porque ya soy una de ellos.

**Adrien D. Hews** Jue Jul 23, 2009 10:43 pm

Atiende a su parrafada, con el cigarrillo en los labios, dispuesto a darle otra calada en pocos segundos. ¿Un apellido que la mantenía encadenada y un pecado que la marca por el hecho de existir? Vaya, la primera vez que escuchaba un lamento similar. Pero Adrien no creía que un apellido fuese una sólida cadena, o a un sufrimiento en permanencia...el aún llevaba el de su padre, el de aquel desgraciado enamorado del alcohol. Quizá una unión legal con la familia podía ser, pero algo tan profundo como lo personal, no debía llevar a nadie a similar oscuridad. Y un pecado...¿Qué pecado? Todo el mundo comete pecados...la gente mata a placer. La gente hace lo que le da la jodida y real gana...¿Más grave que eso? Además ¿Cuántos años tendría? ¿Los mismo que él? No creía que se le pudiese aplicar un término como puta así de primeras. Al escuchar su última frase duda un instante, antes de acercarse a ella con pasos vacilantes y sentarse a su lado en el árbol.

- No creo que seas una de ellos...No creo que seas la macha de ninguna familia. Y mucho menos el condón roto. Eres quien eres. Una persona con un excelente futuro, con más posibilidades que yo, por ejemplo, que debería apreciarse un poco más...Yo no te veo nada de retorcida.

Expresa su opinión sin miramientos, con cuidado de que no se le cuele ninguna palabra grosera, pues no lo ve apropiado. Le da una calada al cigarro, aun sentado a su lado, mientras le echa un fugaz vistazo al castillo que les vigila entre la oscuridad de la noche que se va cerrando.

**Tara Mayfair** Vie Jul 24, 2009 12:01 am

-Bueno contigo no estoy siendo retorcida ni comportandome como una zorra, si te hubiera encontrado en una noche de evasión y caza posiblemente ahora no estaria perdiendo el tiempo contandote mi vida si no que intentaria seducirte.-dice dejando escapar un suspiro.-Pero aprendes a ver a todo el mundo como un enemigo, a aprovecharte de cualquier punto debil y a utilizarlos como juguetes. Y te das cuenta que estas vacia, pero no consigues cambiar eso ni con las drogas ni con sexo de una noche, pero tu corazón ya no es capaz de sentir nada.

Observa al caballo con cierto cariño, con ese anima es con el unico que se siente libre.

-Lo unico con lo que me siento llena es cuando me pierdo en los bosques con la luna llena e invoco a dioses anttiguos, sin nombre recordado por los mortales y la vuelta a casa a lomos de él.-dibuja una sonrisa al fin.-¿Alguna vez has montado?

**Adrien D. Hews** Vie Jul 24, 2009 8:40 am

Es en ese momento cuando Adrien descubre que está escuchando a alguien que tiene mucha razón. Uno siempre aprendía a calificar a todo el mundo de enemigo, a no darle ninguna oportunidad...aunque en ese caso fuese completamente distinto. Uno se daba cuenta de que ya no sentía nada, como mucho el dolor. Como mucho. Desvía el tema de su mente con la pregunta sobre el caballo y niega con la cabeza repetidas veces.

- Nunca he estado al alcance de un caballo...y mucho menos de montarlo. Por lo que yo, en cambio, no sé que se siente al cabalgar bajo la luna llena seguido por una estela de oscuridad en la noche. Pero imagino que será entretenido - Confiesa, mientras ladea la cabeza con tal de echarle un mejor vistazo a Lucifer. Su clase baja no era lo suficicente como para poder haberlo hecho.

- ¿Qué se siente exactamente? - Pregunta, señalando al animal con el dedo, dándole una nueva calada al cigarro. Nunca s elo había planteado, pero ahora le comía la curiosidad.

**Tara Mayfair** Dom Jul 26, 2009 6:41 pm

Se levanta y toma al animal de las bridas, acercandolo al chico, dibujando una sonrisa en los labios.

-Ahora lo tienes a tu alcance, tocalo si quieres.-dice acariciando la cabeza del animal, rascandole en el morro.-No muerde.

No parece la tipica chica que monta porque es lo que se debe hacer cuando se tiene dinero, si no por que de verdad le apasiona ese animal. Saca del interior de la capa una chucheria para caballos y se la da al animal, que se la come de la palma de su mano.

-¿Quieres darle tu una?-dice ofreciendola una al chico.-Manten la palma abierta para que no la confunda con tus dedos. A todo esto... ¿Cual es tu nombre.

**Caín L. Ibsen** Miér Ago 19, 2009 4:39 pm

La noche, su terreno; el castillo, su segundo hogar; la oscuridad, la clara luz para él; y la soledad, su mejor compañía. Cuando la suela metalica de sus negras botas resuena sobre el pétreo y frío suelo, el polvo se levanta en una nube gracias al ondear de su larga gabardina de cuero. Y sus ojos verde oliva observan por debajo del ala del sombrero de copa la ya conocida estancia mientras avanza hacia el interior.

Se pierde por el gran pasillo central hasta una de las salas, una de las cuales posee velas negras (probablemente puestas por él mismo hace poco) colgadas en los candelabros paredes y, sacando un mechero, comienza a prenderlas una a una, en completo silencio mientras las ratas que salen de los rincones, se cuelan entre sus dos piernas y alcanzan la puerta, como si la presencia de él hubiese bastado para alertarlas de algo que les es familiar y sin duda alguna temen.

**Anouk G. Sky** Miér Ago 19, 2009 4:53 pm

Sin saber ni cómo ni por qué, las converse falsas de Anouk pisaban el suelo de la más alta de Las Siete Colinas. Con las manos en los bolsillos y su iPod encendido, paseaba simplemente porque llevaba unos días algo raros, y le apetecía estar sola.

Había escuchado algún rumor acerca del castillo que se alzaba en una de las colinas, así que, curiosa como era, decidió ir a jugar a los detectives un ratito.

Apagó el reproductor de música y lo guardó en uno de los bolsillos traseros de su pantalón. Pasó sus manos por la gran puerta y empujó para abrirla. El sonido chirriante habría avisado a cualquier persona de que alguien había entrado en el lugar.

**Caín L. Ibsen** Miér Ago 19, 2009 5:01 pm

Termina de encender las velas y, con la tenue luz de estas alumbrando parcialmente su rostro de palidez mortifera con los ojos rodeados por el negro khol, sonríe, una media sonrisa torcida y algo siniestra, de esas que te hacen pensar cuando se las ves a otra persona que esta se trata de un psicópata en toda regla y que estás apunto de morir en sus manos. Y mientras sonríe, levanta su bota apenas un par de milímetros del suelo y con lentitud y parsimonia la deja caer, pisando así la cola de una de las ratas, que emite un quejido animal mientras el se agacha, capturandola con una de sus manos enguantada en cuero negro.

-Bien, hoy me divertiré contigo... -Susurra al animal, colocándoselo frente al rostro- ¿Qué te parece...? -Pregunta como si pensase que va a responderle, y de hecho gira levemente la cabeza, casi mostrándole la oreja, a una distancia siempre prudencial- Aha... Aha... Seh -Asiente varias veces inclinando el ala del sombrero- Tal y como suponía, no tienes queja alguna... Perfecto...

Y habría seguido dialogando con el bicho de no ser porque escucha un chirrio que le alerta y hace que agradezca haber estado hablando en inaudibles susurros, quedándose del todo en silencio y mirando al roedor que sostiene en la mano como si le advirtiese que más le vale no emitir sus ruiditos animales, y cualquiera diría que la rata obedece porque se queda inmóvil sobre la mano de Caín.

Permanece quieto, esperando a ver de que visitante se trata por si tiene que salir o no huyendo... O quizá quien tenga que huír sea quien ha osado interrumpirle...

**Anouk G. Sky** Miér Ago 19, 2009 5:13 pm

Asomó su cabecita por la puerta y empujó aún más, produciendo algo de ruido. Entró completamente en la estancia y avanzó un poco, lentamente y sin hacer apenas ruido, hacia el centro del lugar, alumbrando el sitio por donde pisaba gracias a su teléfono móvil.

En ese momento escuchó un ruido, probablemente el de un zapato pesado. No, ella no había sido. Así que tenía que haber alguien más en aquel lugar... bah, pero, ¿quién iría a ese sitio a una hora como aquella?

- ¿Hola? -por intentarlo no perdería nada.

Se quedó quieta en el centro de la estancia, con la luz procedente de su móvil en la mano, alumbrando cada esquina y cada rincón de ese lugar.

Contenido patrocinado

Castillo del Conde Moldoveanu

Castillo del Conde Moldoveanu

Re: Castillo del Conde Moldoveanu

Re: Castillo del Conde Moldoveanu

Re: Castillo del Conde Moldoveanu

Re: Castillo del Conde Moldoveanu

Re: Castillo del Conde Moldoveanu

Re: Castillo del Conde Moldoveanu

Re: Castillo del Conde Moldoveanu

Re: Castillo del Conde Moldoveanu

Re: Castillo del Conde Moldoveanu

Re: Castillo del Conde Moldoveanu

Re: Castillo del Conde Moldoveanu

Re: Castillo del Conde Moldoveanu

Re: Castillo del Conde Moldoveanu

Re: Castillo del Conde Moldoveanu

Re: Castillo del Conde Moldoveanu

Re: Castillo del Conde Moldoveanu

Re: Castillo del Conde Moldoveanu

Re: Castillo del Conde Moldoveanu

Re: Castillo del Conde Moldoveanu

Re: Castillo del Conde Moldoveanu

Re: Castillo del Conde Moldoveanu

Re: Castillo del Conde Moldoveanu

Re: Castillo del Conde Moldoveanu

Re: Castillo del Conde Moldoveanu

Re: Castillo del Conde Moldoveanu