Re: Lust and Pain

**Ulises J. Kane** Sáb Ago 08, 2009 11:29 pm

Rió entre dientes antes de responder. Cuánta inocencia.

- Sí, lo cambió... por lo menos allí vende hamburguesas en vez de venderse ella, no sé si me entiendes. - Le guiñó un ojo y se acabó el Martini.

Escuchó eso de París y no le sorprendió en absoluto porque ya sabía en qué clase de ambiente se movía Dakota. En el suyo propio. Ambos pertenecían a esa clase de personas que han nacido en una cuna bañada en oro de dieciocho kilates, y les bastaba con alargar la mano para alcanzar lo que querían. París era un destino muy típico para ese tipo de gente.

- De sola nada, encanto, estás conmigo. Disfrútalo

La cogió de la mano y tiró de ella en dirección a la pista. La música era cañera, pero no le importaba. Sabía moverse y no costaba demasiado hacer bailar a una chica cuando ponía de su parte... esperaba que la niña no se resistiera demasiado y acabara por pisarle, con esos tacones le dejaría un agujero en el pie.

**Dakota L. Burdock** Sáb Ago 08, 2009 11:56 pm

Esbozó una "o" con los labios al escuchar a Ulises. Vale, ahora lo entendía todo. Si ella llegase a estar en el lugar de aquella chica se habría ido del bar, pero no para irse a una amburguesería De todos modos, nunca iba a terminar trabajando en un bar, eso lo tenía bien claro.

De nuevo, bebió de su copa, esta vez dejándola medio vacía. De nuevo, notó cómo las mejillas se le encendían. No necesitaba más de una copa bien fuerte para ponerse "contenta". No lo entendía. Había chicas de su edad que podían beberse tres copas de lo mismo y no les pasaba nada, mientras, a ella con una solo ya le comenzaba a hacer efecto.

- ¿Qué? -preguntó sin entender, a tiempo para dejar la copa en la barra antes de que Ulises la arrastrase a la pista de baile. De repente se encontró en medio de una considerable multitud, todos muy diferentes a ella y muy parecidos a los tipos que estaban fuera, en la puerta del local. Se volvió hacia Ulises y sonrió con algo de malicia. Eso de estar allí cortaba mucho con su estilo, pero en cierto modo le divertía- Alomejor eres tú el que tiene que aprovechar y disfrutar, ¿eh? No todos los días se encuentra a una chica tan enrollada y simpática como yo -comentó, riéndose un poco después, echándose flores ella sola. No, abuela no le faltaba, eso está claro.

**Ulises J. Kane** Dom Ago 09, 2009 12:06 am

Soltó una carcajada cuando ella misma se piropeó, pero no aflojó su presa en lo más mínimo. Le hacía gracia estar allí con una niña de quince años (y medio), se sentía un poco como un baby-sitter pero asombrosamente no se aburría. Claro que eso no pensaba decírselo a Dakota, ya estaba bastante infladita sin su ayuda.

- Si encontrara a una como tú todos los días acabaría irremediablemente frustrado y amargado. - Contraatacó. - Me gustan un poco más mayores, ¿sabes? Y más guapas.

La última frase perdió efecto porque la dijo sonriendo, y por tanto se veía claramente que no iba en serio. No creía que Dakota fuera fea, pero todavía tenía ese aire de niña repelente que no podría quitarse ni con aguarrás. Sí, a Ulises no le gustaban las cosas fáciles, y se cansaba cuando hacerse con alguien no le costaba lo más mínimo. A la cría que tenía delante había que saber tratarla, no era obvia y eso le interesaba... y cualquier cosa que despertara su interés era digno de tener en cuenta, porque lo que más odiaba era aburrirse.

**Dakota L. Burdock** Dom Ago 09, 2009 12:31 am

Arrugó la frente y frunció los labios al escucharlo. ¿Cómo que se frustraría y amargaría?

- No me extrañaría, debe de ser frustrante no poder seguirle el ritmo a alguien, ¿verdad? -comentó, con aparente inocencia, aunque sus palabras estaban carcagas de sorna-. ¿Más mayores? -se encogió de hombros, indiferente- ¿Y quién ha dicho que tú me intereses? -preguntó, soltando después una carcajada. Quizás no debería haber pedido ese Martini...

Bueno, estaban ahí para bailar, ¿no? Dakota levantó los brazos y dió una vuelta sobre si misma, dejando escapar una risilla después, algo mareada debido al contraste de colores del local. Pero aún asi siguió bailando, distraida y entretenida.

- Y por cierto, yo soy muy guapa -comentó, ahora ceñuda. El hecho de no serlo realmente le preocupaba, aunque sabía queno tenía por qué molestarse en pensar en eso. De todos modos no podía evitar sentir cierta incertidumbre. Su vida, su onda, su mundo y su trabajo se debía a su belleza. Sin ella, lo perdería todo.

**Ulises J. Kane** Dom Ago 09, 2009 12:39 am

Al ver que estaba a punto de tropezar con algo (borracha y tacones no era buena combinación) la cogió de la mano que había levantado y la ayudó a terminar esa vuelta. Se dio cuenta por su cambio de expresión que el tema belleza la traía algo preocupada.

- Si frunces el ceño pierdes. - Dejó ir Ulises. - Ser guapo no depende tanto del físico, pequeña aprendiz, hay que creérselo... yo lo hago y me va estupendamente.

Había decidido adoptar a Dakota en aquel preciso momento, ocuparse de su educación y soltarla por el mundo convertida en una super-hembra... aunque conociéndole era probable que se cansara del proyecto pronto, quizá esa misma noche. La sala estaba abarrotada de gente y tenía calor, pero seguía bailando y riéndose a mandíbula suelta como si estuviera solo con la niña allí en medio. Igual por eso les miraban varias personas, debían de hacer una pareja de lo más curiosa... o tal vez no.
Una chica vestida de cuero le guiñó un ojo y bajó al sótano, pero él no sintió la más mínima tentación de seguirla. Por las pintas hubiera jurado que trabajaba allí vendiendo sus servicios, y él no pagaba por algo que podía conseguir gratis.

**Dakota L. Burdock** Dom Ago 09, 2009 1:04 am

Relajó la expresión al escucharlo. Le hizo gracia aquel "pequeña aprendiz", por lo que sonrió un poco. No estaba segura de que aquello se solucionara con creérselo, pero si a Ulises le funcionaba como decía él...

- Lo tendré en cuenta -comentó, dando de nuevo una vuelta sobre sí misma, esta vez de la mano de Ulises, lo que hizo la vuelta un poco más estable. Captó algunas miradas cursiosas, pero ella siguió a lo suyo, bailando y riendo.

No pasó por alto cuando Ulises desvió la mirada hacia las escaleras que llevaban al sótano. Acertó a ver cómo una chica vestida de cuero bajaba las escaleras después de guiñarle un ojo. Se llevó una mano a la boca, soltó una carcajada y lo comprendió todo.

- ¿Me has traido a una especie de burdel o qué? -pregunto divertida, mirándolo y comprendiendo ahora aquella coronación como "Hell"- Puedes bajar, ¿eh? Por mi no te cortes Espero por aquí mientras haces tu faenita en el infierno y todos felices -dijo, alternando la mirada de las escaleras a Ulises y de Ulises a las escaleras, con una ceja alzada y una expresión divertida dibujada en su cara.

**Ulises J. Kane** Dom Ago 09, 2009 12:36 pm

Todavía le dio un par de vueltas más en plan peonza antes de dignarse a contestar.

- No es un burdel. - Respondió. - Es una especie de bar... con servicio extra.

Acabó riendo también al mismo ritmo que Dakota, con la diferencia de que a él no le había subido ni pizca el alcohol. La costumbre había acabado por inmunizarle, y ahora necesitaba beber mucho más para empezar a sentir los efectos en su persona.

- Claro que no voy a bajar. - Constató, ahora ofendido. - ¿Crees que soy de esos que pagan?

Frunció levemente el ceño, aunque pronto su mente voló a otra idea y se olvidó de hacerse el enfadado. Le rugía la tripa.

- Oye, tengo hambre. ¿Qué hora es?

Ulises llevaba los horarios completamente vueltos del revés porque nunca había seguido nada parecido a una rutina: dormía cuando tenía sueño, comía cuando sentía hambre y salía de fiesta todo el resto del tiempo. Viviendo así no era de extrañar que de vez en cuando necesitara tomarse un par de días para habituar a su cuerpo a la vida de persona normal: era eso o acabar exhausto.

**Dakota L. Burdock** Dom Ago 09, 2009 5:31 pm

Alzó una ceja al escuchar la descripción de Ulises, pero no añadió nada. Tampoco le importaba mucho clasificar aquel lugar, probablemente nunca volvería...

Se encogió de hombros ante la pregunta. La verdad es que no sabía qué contestar, no conocía a Ulises lo suficientemente como para constatar si pagaría por aquello o no, aunque realmente, no creía que le hiciera falta. Finalmente, negó con la cabeza.

- ¿Hambre? ¿Ahora? -preguntó, riendo después. Le sorprendió aquello, ya que ella solía llevar unos horarios alimenticios muy estrictos, todo para seguir una dieta que mantendría su linea en perfectas condiciones. Miró su reloj y abrió mucho los ojos al ver la hora. Vaya, el tiempo se le había pasado volando- Pues... Son las dos y media

**Ulises J. Kane** Dom Ago 09, 2009 7:11 pm

- Dos y media. - Repitió. - La hora perfecta para una de esas hamburguesas gigantes.

Soltó a Dakota y contó el dinero suelto que llevaba encima. Suficiente.

- ¿Te vienes? ¿Tendré luego que llevarte a casa o algo de eso? - Preguntó, evidentemente fastidiado ante tal posibilidad.

Después de todo su acompañante aquella noche tenía quince años (y medio) y era muy posible que sus padres no la dejaran andar sola por ahí. Ulises la había recogido del Casino como a un perrito abandonado y se suponía que era su deber devolverla sana y salva... después de todo se lo debía, no lo estaba pasando tan mal como se había temido.
El calor del local comenzaba a agobiarle, y no le gustaba pasar demasiado tiempo en el mismo sitio. Era un culo inquieto con todas las de la ley: le gustaba corretear de un lado a otro según sus caprichos, y en aquellos momentos los rugidos de su tripa habrían sido audibles de no ser por el volumen de la música.

**Dakota L. Burdock** Dom Ago 09, 2009 8:54 pm

¿Hamburguesas gigantes? Alzó una ceja y esbozó una mueca al escucharle. ¿Ella en una hamburguesería? ¿Sería la misma en la que ahora trabaja la chica que antes se vendía en el Lust?

Negó con la cabeza y sonrió.

- No, ni me tendrás que llevar a casa ni iré a la hamburguesería. En esos sitios se respira grasa por los cuatro costados... -comentó, haciendo un mohín después.

Ya creía conocer un poco a Ulises, por lo que lo más probable fuese que ante su respuesta saliera de allí, directo a la hamburguesería, y la dejara allí en medio. Pero esta vez ella iba a ser la primera

- Asi que ya nos veremos... -dijo, a modo de despedida. La verdad es que no sabía si volvería a casa o se pasaría por algun lugar antes. Lo que sí tenía claro es que no se quedaría allí. sola, en esa especie de burdel o, como diría Ulises, bar con servicios extras

Alzó una mano como gesto de despedida y comenzó a andar entre la multitud, hasta la salida. Se encargó de mezclarse con un grupo de personas que salía de allí, así el guardia no repararía en su presencia.
Una vez que estuvo fuera del alcance de los ojos del grandullón comenzó a andar, con las manos en los bolsillos, sin un aparente rumbo fijo.

**Ulises J. Kane** Lun Ago 10, 2009 11:12 am

Se estiró como si acabara de despertarse en cuanto Dakota salió por la puerta. Encendió un cigarro, aspiró un par de caladas rápidas y se dirigió también hacia la salida del local.
No sabía cuál era el lugar apropiado para encontrar una hamburguesa en aquel momento, así que decidió irse a casa y preparársela él mismo: tenía panecillos redondos, ketchup y todo lo demás.
Dando codazos se abrió paso hasta la calle.

**Tara Mayfair** Lun Sep 28, 2009 10:10 pm

Había cogido la costumbre de frecuentar muchas de las noches el lust and Pain para esperar a que Leirbag acabara su turno de trabajo y acompañarle despues a casa. El tiempo que pasaba allí lo pasaba bailando con los amigos o cuidando de él entre cliente. A veces también y cambio de copas gratis ejercia como gogo de la discota subiendose a la tarima demostrando ser todo un espectaculo. Ademas para ella era divertido ahora que llevaba collar, llevaba el hermoso letrerito de mirar pero no tocar.

Ahora era uno de esos momentos en los que se encontraba bailando encima de la tarima al ritmo de una canción de Celldweller. Bailaba junto con un sumiso de otro de los amos del local con el que mantenia una buena relación de amistad, y entre ellos nunca había habido mas que eso pese a lo pudiera parecer por su forma de bailar.

Y es que los dos eran maestros de la provocación y lo demostraban en su forma bailar, ella movia las caderas de forma sensual sin rozarle en ningun momento dandole a sus movimientos una mezcla de baile urbano de baile oriental y danza urbana. En esos momentos muchos hombres querían estar en la piel de él y sentir sus manos acariciando su pecho y bailar moviendo las caderas a su compas.

Pero todos sabían quien era su dueño.

**Narrador** Lun Sep 28, 2009 10:43 pm

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El local, como siempre a estas horas, estaba lleno, y eso suponía un regocijo personal para el dueño, ya que implicaba siempre unos beneficios superiores a los costes y, por lo tanto, un mayor nivel de vida y de consumo...

Pero ahora mismo nsu rostro no refleja esa alegría por llamarla de alguna forma, se mantiene calmo, sereno, y solo alguien muy instintivo podría percatarse de la frente ligerísimamente perlada en sudor o del brillo casi asustadizo de sus ojos, que borra en cuanto alcanza a la figura que busca, momento en el que finge con toda la habilidad que tiene, que no es poca:

- ¡Mayfair! - Exclama por encima del barullodela música, conoce a la muchacha, es de sus clientes más habituales y no le parece mala chica... No entiende que pueden estar buscando en ella, pero aún así está obligado, o... Traga saliva antes de que ella se gire- Tienes a un tal Leirbagh esperándote en el sótano, me ha dicho que tiene algo importante que decirte- Miente todo lo bien que puede, manteniendo la sonrisa educada y rezando porque la chica obedezca.

**Tara Mayfair** Lun Sep 28, 2009 11:04 pm

Ella no tiene porque sospechar, con frecuencia Leirbag la cita abajo y no con intención de hablar precisamente, por eso se dibuja una sonrisa en los labios cuando escucha al dueño.

-Mi dueño me reclama.-dice dandole un beso en la mejilla al chico con el que compartia la tarima y bajando de un salto de esta, demostrando una gran agilidad encima de unas New rock.

Y es que el cuerpo de Mayfair tenia curvas, pero en su caso las justas, mas bien se adivinaba una constitución fibrosa por encima de del corset blanco que vestia y unas piernas torneadas por debajo del vaquero, y es que aparte de la hipica se dedicaba al estudio de diversas artes marciales como el tae kwondo o el aikido para mantenerse en forma.

Asi que a un trote alegre y decidido baja las escaleras y entra en la mazmorra.

**Capo Camilleri** Mar Sep 29, 2009 1:33 am

Y nada más Tara cruza la puerta, se escucha el portazo al cerrarse y dos figuras, altas y no precisamente poco musuclosas, flanquean la salida. Delante de ella se encuentra ora persona más, totalmente rapado, con arrugas en los ojos y una mirada oscura y huraña, todo lo contrario que su sonrisa, hambrienta y peligrosa. Va vestido con unos pantalones negros con rayas blancas, una camisa de tirantes de este último color y una pistolera en el pecho en la que descansa un calibre 45 dispuesto y cargado.

Sin preocuparse lo más mínimo se enciende un cigarrillo, dejando que las ascuas del mechero iluminen su rostro, antes de mirarla fijamente:

- Tara, Tara, Tara... ¿ Cómo estás, pequeña?.- El por qué sabe su nombre no hace falta que se lo diga, ni tampoco dice nada más antes de chasquear los dedos...

Los dos hombres de detrás avanzan hacia ella preparados para apresarla.[/color]

**Tara Mayfair** Miér Sep 30, 2009 12:17 am

Su rostro se vuelve una mascara de Hielo cuando descubre que no es Leirbag quien la espera al otro lado de la puerta. No se deja impresionar por la pistola del calibre del 45, sabe que en alguien como ella utilizarla tendría consecuencias mas severas que si la usara con Leirbag.

No se digna a decirle nada, simplemente se tensa. Si esperaba encontrarse con una cachorrilla asustaba iba bien equivocado. Ella era una bruja, una servidora de los antiguos Dioses y su Diosa no la permitia rendirse con tanta facilidad.

Calcula sus posibilidades, no tiene muchas, pero debe intentar escapar de aquella trama sea como sea.

Cuando el primero de los gorilas va a apresarla es ella quien le coge del brazo y aprovechando la propia fuerza del mafioso y realizando un fluido movimiento de aikid o consigue colocarle el brazo a la espalda con una mano y con la otra clavarle el tanto que llevaba a la espalda metido en el pantalon.

Lo saca con rapidez y corre hacia la puerta aprovechando aquellos segundos de distracción.

**Capo Camilleri** Miér Sep 30, 2009 12:26 am

Uno de ellos no se espera ese movimiento por parte de la chica y lo acaba pagando caro... Deduce que eso debe doler, pero é está ahi también como mero trabajador... La observa correr hacia la puerta y, viendo como su compañero no va a llegar....

¡BAM! Su puntería es como mínimo muy buena, y la bala pasa muy cerca del oído de ella antes de estrellarse con estrepito contra la madera y atravesarla varios centímetros:

- Será mejor que te estés quieta...- Vuelve a murmurar el hombre de las arrugas con una sorprendente calma- Gírate, cielo...- Le ordena, acariciando el gatillo con el dedo índice de forma casi cariñosa... Y de repente, emite un silbido...

Y, en respuesta a la orden que había dado, sale de su escondrijo, una esquina oscura de la mazmorra, dejando que primero se vislumbren sus ojos, oscuros, amgnéticos y peligrosos, como los de un lobo hambriento que disfurta matando y no sólo comiendo... Se queda mirando a Tara con una sonrisita que no trasluce nada, hasta que se coloca al lado de uno de sus hombres más fieles, Stewie como lo solían conocer:

- perfecto, perfecto- Aplaude entusiasmado, mirando a su hombre- ¿ Me dejas eso un momento..?- Pide casi con educación, aunque en un susurro tan cargado de malicia que asusta. Va vestido con un traje negro a rayas blancas, zapatos también negros, y sujetándola del brazo lleva una bolsa algo grande, oscura y opaca, por lo que no se sabe lo que contiene. Stewie le da el arma gustoso en lo que él se acerca al hombre que agoniza de dolor en el suelo...

Pero el otro lacayo suyo ya ha sacado su revólver y mantiene a Tara bajo ralla para que no escape:

- ¿ Te duele mucho...?. Espera...- Hace amago de querer sacárselo, ero cuandoe stá a escasos centímetros de la empuñadura, apunta al cráneo y dispara dos veces, matándolo en el acto y manchándose la cara de sangre- Inútil... Ni detener a una niña, jode,r ¿ para qué os pago?. Ah, sí, Tara...- Su voz se vuelve a tornar melodiosamente dulce y almismo tiempo chirriante en lo que da un paso hacia ella, dejando antes la bolsa en el suelo, mirandola fijamente:

- Tal vez intuyas por qué estás aquí... Juguemos a un juego, tienes tres intentos... Si al tercero no lo consigues te vuelo la rodilla,¿ vale?- Le ofrece, aunque es una orden, ladeando la cabeza apenas un ápice y jugueteando con la pistola, manteniendo una distancia prudencial.

**Tara Mayfair** Miér Sep 30, 2009 12:51 am

No puede negar que la bala le asusta mas de lo que quiere reconocerse, por suerte su mirada de terror solo la ve la puerta negra ahora agujereada. Se vuelve despacio encontrandose con el cañon del revolver, de una de las moles apuntando hacia ella.

La otra esta en el suelo y cuando parece que el Capo va a ayudarle lo remata de varios tiros. Realiza un verdadero esfuerzo para no llevarse las manos al rostro horrorizada, aun asi no puede evitar que sus ojos verdes la expresen por ella.

Aprieta los puños para contener las lagrimas de Terror que siente por él. Ya sabe que no tiene escapatoria por lo que debe mantenerse fuerte para no defraudarle.

Toma aire y responde a las palabras del capo.

-Por que MI AMO.-recalca estas palabras.-castigo a alguien por haber incuplido todas las leyes del BDSM.-Se arma de Valor y alza la mirada para clavarla en los ojos del Monstruo.-Supongo que soy yo quien debe pagar su castigo, aunque yo de ti me lo pensaria, ya conoce los rumores sobre mi familia, tal vez haya consecuencias y contra esas no tienes poder.

Inconscientemente su mano se aferra al pentaculo que le dio su abuela en su iniciación. Un simbolo de bendición de los Dioses y sobre todo de Bendición.

**Capo Camilleri** Miér Sep 30, 2009 1:19 am

No varia su expresión ni un ápice cuando ella acierta con el motivo por el cual está aquí, hablando con ella... Simplemente aplaude un par de veces, silbando como si de un espectáculo se tratase:

-¡ Bravo, bravo!!- Exclama, y de repente dispara al suelo, muy muy cerca de su pie derecho... Cree no haber entendido sus últimas palabras, así que ladea la cabeza sin dejar de mirarla en dirección a Stewie:

- Stewie... Dime una cosa, ¿ me acaba de amenazar esta cría, o sólo ha sido mi imaginación?

- Sí, señor, le acaba de amenazar... Y no se ha cortado en absoluto- Responde a su jefe con voz calmada, demasiado acostumbrado a esto como para amedrentarse

- Ajá, ajá... Lo que suponía...- Y sin dilación se acerca en un par de zancadas y le suelta un culatazo en toda la siente con todas las fuerzas que tiene, seguramente la tire al suelo del impacto- ¡ QUE SEA LA ÚLTIMA VEZ, ESTÚPIDA ZORRITA, QUE TE ATREVES A AMENAZARME, ME OYES?!!- Exclama casi chillando, paseándose nervioso de un lado a otro y parándose para hablar- ¿ Te crees que puedes joderme a mí, cuando ves sangre y te asustas?. Niñata insolente... Prueba a decirle algo a tu familia, y partiré en tantos trocitos a tu novio que tendrás que dar la vuelta al mundo para encontrarlos todos... Hablando de eso, Stewie, organçizame un viaje a las Bhamas, necesito desestresarme...- Se rasca la sien con el cañon del arma antes de rebuscar en la bolsa que tiene al lado y sacar un fardo que le lanza a ella, de nuevo reucperando la sonrisita maquiavélica:

- Toma, póntelo...- Dentro del fardo se encuentra un traje de monja, nada de disfraz, totalmente real, una Biblia y un crucifijo- Y póntelo todo o esta vez no fallré el disparo.

**Tara Mayfair** Miér Sep 30, 2009 1:36 am

El golpe de la culuta la pilla por sopresa y le da con tanta fuerza que se cae al suelo, aturdida y notand como la sangre comienza a resbar por su cara, en esos momentos casi no piensa, ni siquiera escucha sus palabras es un cumulo de ira que no se molesta en contener.

-Por la Madre oscura yo te Maldigo, que sus cuervos te arranque los ojos,que su poder envene todos tus alimetos, que su espada castre tu virilidad y que sus sabuesos persigan tu alma mas alla de la muerte..-maldice en toda regla al capo y mientras pronuncia esas palabras una misteriosa brisa hace que las velas tiemblen a punto de apagarse.

No dice nada mas, la amenaza hacía Leirbag es suficiente para que decida colaborar y desnudarse allí mismo para ponerse el disfraz al completo. Si pensas que asi va a ofenderla o humillarla lo lleva claro, para ella aquellos objetos son meros objetos sin el poder de la fé, de hecho si no tuviera el cñon de un arma apuntandola le resultaria hasta divertido.

Pantiene la mirada ausente, sabe que lo que viene no sera rapido y por supuesto no le va a gustar, se ha prometido no gritar.

**Capo Camilleri** Miér Sep 30, 2009 1:48 am

Abre los ojos como platos cuando le lanza esa maldición de la cual no entiende una mierda, y encima con efectos especiales, que hasta las velas parecen apagarse... Pero no se amedranta lo más mínimo, simplemente la penetra con unos ojos como abismos dispuestos a tragársela y hundirla en la oscuridad para no volver a salir de ella:

-Ohh... Es una lástima, querida Tara- La observa sangrar y su sonrisa se torna más lobuna, ese líquido tan rojo, cálido, espeso...- Pero la madre oscura comparada conmigo es una puta ancianita reparte helados- Se burla de sus creencias, escupiéndole en plena cara...

Observa como se viste y lo bien que le queda el traje,llevándose una mano a la barbilla, evaluador y mirando a su alrededor. Finalmente toma la bolsa y scaa el otro objeto...

Una cámara de vídeo:

- Toma, Stewie, hoy serás nuestro cámara- Se la lanza, a sabiendas de que la cogerá, mirando al segundo de sus hombres- Tú, aparta ese saco de mierda de escena, sería demasiado sospechoso... - Obedece sin rechistar y dónde antes estaba el cadáver ahora solo queda una gran mancha de sangre fresca. Va moviéndose de aquí para allá en lo que su hombre sale de encuadre y vuelve a apuntarla para que no se mueva, hasta que finalmente se coloca allado de Stewie, colocándolo para que la escena quede centrada y bien iluminada:

- Dale a grabar...- Una vez vez el pilotito rojo y sabe que se le escucha, comienza a hablar- Estamos aquí reunidos, oh hermanos, para presenciar a Tara Mayfay en plena acción en una de sus noches locas... Saluda a la cámara, Taraaa- Esboza una amplia sonrisa demente, apuntándola con la pistola de forma que esta nos alga en cámara, obligándola a saludar- Como veis es una chica muy católica, pero eso no impide que se cepille,o se haya cepillado, a medio barrio... Seguro que más de uno piensa que hay que enseñarle modales,¿ a que sí...?. Pues yo seré su profesor particular. Tara, lame el suelo- Le indica en una dulce petición, con una voz más humillante aún que el hecho de lo que le obliga a hacer, porque señala precisamente a la mancha de sangre del suelo- Y que no quede ni rastro.

**Tara Mayfair** Miér Sep 30, 2009 2:02 am

No saluda a la camara, simplemente alza la mirada y la mira desafiante, no teme por ella, ni porque la manten, una hija de los antiguos Dioses no teme a la muerte y mas cuando su conciencia esta tranquila.

Si piensa que la amenaza de un arma de fuego es suficiente para doblegar su espiritu esta muy, pero que muy equivocado. Es un espiritu fuerte, el de una amazona acostumbrada a sobrevivir en un mundo que le es hostil, es una yegua indomabla que se mantiene tensa dispuesta a soltar la coz a la menos oportunidad.

Escucha la segunda orden, pero no la obedece, no piensa lamer la sangre de un muerto ni tomar parte de aquel juego, si quiere algo de ella tendra que tomarlo.

**Capo Camilleri** Miér Sep 30, 2009 2:12 am

Observa como si fuese una estatua del mismísimo Diablo como le desobedece, y aunque por fuera parece totalmente normal por dentro está hirviendo de una rabia antinatural, lejos de cualquier límite razonable...:

- Para la cinta- Le ordena a Stewie, el número tiene que quedar bien y así no es como lo tiene planeado. Una vez el piloto rojo se apaga, da más instrucciones- Borra lo grabado hasta ahora...- Susurra, conteniendo toda la maldad y la ira que tienen que ser desbordadas de alguna manera. Se acerca a ella con pasos firmes y lo primero que hace es darle una fortísima patada con la punta del zapato en todo el hígado, pero no la deja caer antes de que use su arma como sujeta barbilla para que lo mire fijamente, pegando ambas frentes. Sus ojos se encuentran tan desobribtados que parece que vayan a salíserle de las cuencas:

- No atienes a razones, ¿ eh?. Debes confiar mucho en las habilidades de tu chico... Muy bien, tara, muy bien... Lo tenía previsto, ¿ sabes?- Murmura con una sonrisa, soltándola al instante y volviendo a la bolsa, de donde saca unas cuantas fotos que en un inicio no se ven, hasta que se acerca a ella y se acluquilla enfrente:

- Ahora vamos a jugar a ser psicólogos... Y vas a decirme que ves en las fotos, ¿ vale?- Y le enseña la primera foto, Aidan atado a una silla con la cara completamente amoratada y sanguinolenta de la paliza que recibió. Su sonrisa no se borra en lo que pasa a la siguiente foto, recibiendo golpes con una espada de bambú por cada zona de su cuerpo...

Y por último, la tercera, dónde se ve brutalmente violado por dos personas a la vez, donde se ve incluso como esas dos personas sonríen, mezcla de diversión y placer:

- Sabes... Fue divertido escuchar como chillaba- Comenta como un niño pequeño lleno de ilusión ante el regalo de Navidad- ¡MUY DIVERTIDO, SÍ!- Vuelve a chillar, haciendo un ademán con ambas manos y azándolas...- ¿ Quieres que me vuelva a divertir, Tarita...?. De ti depende.

Y la deja ahi, levantándose y colocándose al lado de Stewie, que parece también disfrutar:

- Graaabando- El piloto se enciende y repite la misma palabrería de antes, diciéndole que salude...- Tara, lame el suelo... Y que no quede ni rastro.

**Tara Mayfair** Miér Sep 30, 2009 2:28 am

La patada en el estomago le hace toser sagre, posiblemente por algunas venillas del estomago han reventado. Cuando el Capo le obliga a mirarle a los ojos en ellos solo encuentra el fuego de su espiritu convertido en ira, rabia y odia. Debía agradecer ser el poseedor de un arma porque si lo fuera ella ya no estaria con vida.

Aunque aquellla expresión cambia cuando ve las fotografias, al igual que confia en la habilidad de Leirbag para caer de pie, no lo hace tanto en la de Aidan. Casi puede hacer suyo el dolor que tuvo sufrir en aquella situación en ese instante.

En su mente se dibuja su rostro y lo convierte en un clavo ardiendo en mtad de la desesperación, se aferra a él para no dejarse llevar por la locura.

Se inclina sobre el suelo y lame la sangre, intentado ignorar el sabor a hierro que le llega a su paladar en ese instante. Piensa en Aidan, se aferra a su rostro, a su sonrisa...

**Capo Camilleri** Miér Sep 30, 2009 2:37 am

Ahora sí, la escena es tal y como se la imaginaba en su particular, compleja y oscura mente, ella autohumillándose... Bueno, no del todo, y eso es algo que no le gusta, así que vuelve a parar la cinta y se acerca a ella de nuevo en dos grandes zancadas, dándole un guantzo de revés para luego lamerse el dorso de la mano que lleva sangre de ella:

- ¡ Me estás jodiendo la escena, puta!. No, no, no...- Musita negando repetidas veces con la cabeza, tentado de reventarle las costillas otra vez, pero se contiene y la mira fijamente- Quiero que sonrías, que te relamas ante su sabor... Quiero que vean que disfrutas con las humillaciones, que te gusta humillarte... Sé buena actriz por una vez en tu vida, ¿ quieres?- Parece que le implora, pero su tono de voz es de exigencia en lo que vuelve a su posición original:

- Acuerdáte, son-ri-e- Y como ejemplo le dedica una amplia sonrisa grotesca, volviendo a darle a grabar y dejando que acabe con la sangre que queda. La escena está quedando maravillosa, perfecta, luego podrán unir los cortes, modular las voces y nadie sabrá quién ha sido, sólo sabrán que Tara Mayfayr disfruta chupando del suelo....

Una venganza que bien le sabe a poco por tocar a personas indebidas... Y como le sabe a poco, vuelve a sonreír en lo que se acerca a ella, tal y como enfoca Stewie sólo se verá de cintura para abajo:

- Muy bien, ahora di que te ha gustado, que te oigan todos... Y limpiame el zapato con la lengua, quiero que brille- Le ordena de nuevo, tendiéndole el pie pero apuntándola desde fuera de ángulo en toda la siente... Aunque sabe qur no hará nada si no quiere ver a Aidan muerto.

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