La cafetería

**Alcalde Becerra** Jue Jul 09, 2009 8:05 pm

La cafetería está destinada a tres funciones muy concretas: ser usada para las comidas y meriendas, servir de cobijo para esos días en los que llueve y no se puede salir al exterior y, además, ofrecer una amplia selección de deliciosas comidas preparadas por uno de los mejores cocineros de la ciudad.

Dicha estancia posee grandes ventanales en la parte frontal que le aportan la luz necesaria para que iluminar durante el día.

Las mesas están acompañadas por sus correspondientes bancos, ambos de un inmaculado blanco. Estas pequeñas instalaciones están preparadas para grupos de entre seis y ocho alumnos por mesa, aunque hay algunas que están también preparadas para grupos menores de tres o cuatro personas.

Al fondo, justo al lado de la puerta que da acceso a las cocinas, una mesa se encuentra repleta de los distintos manjares que ofrece el menú del día. A parte de eso también tenemos una pequeña barra de bar en la que se disponen las distintas bebidas.

**Rose Maríe Von Gansevoort** Lun Jul 20, 2009 9:00 pm

Se había despachado educada pero contundentemente, sin perder la sonrisa de mas de la mitad de niñas que la rodeaban en el pasillo. A unas les había recordado su obligación de repartir los periódicos, a otras les había aconsejado que mejor gastasen su tiempo en las salas deportivas del centro, su fiesta estaba al caer y había que lucirse espectacular aquella noche. Otras tenían clase y a un par que casi no conocía, las había invitado amablemente a que siguiesen con lo que quisiera que tenían que hacer. Nunca una palabra mas alta que la otra, nunca una mala cara, un mal gesto.

Y así, había emprendido el camino hacia la cafetería, agarrada del brazo de Dakota para guiarla, con su amiga la de los bucles perfectos siguiéndola con el maletín en las manos, intentando meterse en la conversación. Una conversación de la que únicamente recibía sonrisas piadosas por parte de Rose Maríe.

Llevaba muchos años dándose cuenta de ella, su persona causaba diferentes impresiones en la gente y había aprendido a analizar ese hecho, a registrarlo y utilizarlo jugando sus cartas cuando fuese necesario. Obviamente, había observado a Jasper y, antes de emprender el camino había mantenido la mirada clavada en él unos instantes algo mas largos de lo normal, para luego apartar la vista y girarse hacia Dakota, con una sonrisa en el rostro, llevándose una mano a la boca mientras le contaba, como si nada, chismorreos -inofensivos, por supuesto- sobre el instituto.

Los guió, en todo momento junto a la chica, hacia las mesas junto a los ventanales, donde tomó asiento y esperó a que su 'amiga' fuese a recogerle el almuerzo que siempre tomaba. Zumo natural, pan blanco con algo de mermelada y un pequeño cruasán recién hecho.

-¿Y bien? ¿Que os parece el instituto? Es tan bonito, y hace tanto bien por la sociedad. -Se inclina para bajar la voz confidencialmente.- A papá no le hace demasiada gracia que esté en el Club de Caridad, pero yo pienso que es beneficioso ¿No creeis? Ayudamos, nosotros a los que el señor ha bendecido con abundancia y felicidad, a aquellos que, por desgracia, no eligieron el camino correcto hacia la felicidad del Señor. -Se retira, irguiéndose de nuevo, con las manos entrelazadas sobre la mesa, sonriendo. - Ser rico no te impide ser buena persona.

**Dakota L. Burdock** Lun Jul 20, 2009 9:13 pm

Casi sin saber cómo había llegado a la que era la cafetería del brazo de Rose Maríe. El coro que antes estaba tras la "estrella" había desaparecido como por arte de magia, quedando sólo la chica que le portaba el maletín blanco.

El camino no se le había hecho para nada aburrido ya que Rose Maríe se había dedicado a mantenerla entretenida con pequeños chismorreos sobre el instituto, consiguiendo arrancar alguna que otra sonrisa más a Dakota, que, siendo su primer día, lo agradeció interiormente con creces.

Tomaron asiento en una mesa junto a un gran ventanal. Procuró alisarse bien la falda y estirarse la blusa, mientras veía cómo la chica que antes portaba el maletín se marchaba unos minutos.

- ¿El instituto? Es cierto, es bastante bonito... -comentó, escuchando después a su guía con atención al notar que bajaba la voz. Arrugó un poco la frente al escucharla. ¿Qué demonios era El Club de Caridad? - El Club de Caridad... ¿En qué consiste? -preguntó, con curiosidad.

**Jasper N. Wainwright** Lun Jul 20, 2009 9:23 pm

Sigo a Dakota, Rose Marie y su séquito por todo el colegio, confuso mientras el abundante acompañamiento de la rubia se iba dispersando lentamente, hasta solo quedar una chica con el pelo castaño, Dakota y la propia Rose Marie. Sonrio, esforzándome por mantener la vista en su nuca rubia. Antes de empezar a andar, me había mirado a los ojos, con una mirada que no sabría definir. Y sinceramente, tampoco quería. Era perfectamente consciente de que mi cara me daba un aspecto digno de un general de la Wehrmarcht. Y la verdad, no me hacía nada de gracia eso.

Aunque estoy un poco atrasado, y parezco un idiota siguiendo a las tres chicas solo, la verdad es que tampoco me importa, de hecho, lo agradezco, para poner en orden mis pensamientos. Tenía que preguntar a mi padre sobre los Von Gansevoort, y si era posible, a mi madre. Aunque eran holandeses, o al menos de procedencia, y mi madre alemana, estaba seguro que si pertenecían a la nobleza mi madre lo sabría. Además, tenía que idear el modo de acercarme más a ella...

Sonrío, pagado de mi propia inteligencia. Era nuevo en esa ciudad, y por tanto, dudo que nadie supiera que era protestante... Además, estaba bautizado por la fe católica. Y, por supuesto, mi muy católica familia se horrorizaría si faltara a misa, una misa donde iría bastante gente importante, entre ellos...

Sacudo la cabeza, de nuevo, y me recuerdo que aún no se nada de esa chica. Esperaría a preguntarle a mi padre

-Oh, el instituto es... impresionante. Muy moderno. La verdad, estaba acostumbrado a... otro tipo de edificios -me vuelvo a meter en la conversación con soltura- Estoy de acuerdo contigo, Rose Marie... ¿En qué consiste exactamente ese club?- digo justo al mismo tiempo que Dakota. Esbozo una sonrisa de disculpa y vuelvo mi atención hacia Rose Marie de nuevo

**Rose Maríe Von Gansevoort** Lun Jul 20, 2009 9:39 pm

Los mira a ambos dibujando una sonrisa alegre y complacida, entusiasmada de poder hablar de su curioso club.

-Es el club que regula las becas a los estudiantes becados, así como las ayudas para material escolar y otros menesteres de los mas desdichados. -Alza un esbelto y adornado por un anillo con una gran gema de lapislázuli dedo índice. - E incluso, estas navidades propuse hacer una campaña de recolecta para enviar regalos a institutos y escuelas infantiles de barrios pobres.

Suspira, siendo ahora ella la desdichada al imaginarse tal situación tan sumamente horrible. Ser becada, que poca suerte existencial. Sacude la cabeza haciendo que las ondas de su cuidado cabello ondeen suavemente. Se acoda en la mesa, reposando la barbilla sobre las manos, observando a ambos chicos con amable interés, el justo y necesario sin llegar a ser descarada.

-¡Pero dejemos de hablar de mí! ¿Y vosotros? Contadme cosas, ardo en deseos de saber mas -sonríe, pasando la vista de Dakota a Jasper. - ¿No deseais nada? -Parpadea, sorprendida. - La cafetería tiene una comida exquisita y un servicio estupendo. Oh, gracias Karine, eres tan amable, querida. -Sonríe agradecida a la muchacha que le trae su exquisito almuerzo y hace una ademán hacia la zona de restauración para animar a sus acompañantes- Pedidle lo que queráis, os lo traerá encantada.

**Dakota L. Burdock** Lun Jul 20, 2009 9:54 pm

Alzó una ceja al ver su frase casi repetida por Jasper. Ladeó un poco el rostro, divertida, y escuchó a Rose Maríe con atención. Visto desde su punto de vista aquel Club no estaba nada mal. Regular becas y aportar ayudas a los colegios con menos recursos lo hacían muchas de las instituciones más exquesitas de cada ciudad. Terminó por sonreir, complacida por la información.

Abrió la boca, en un intento de hablar o decir algo. ¿Qué iba a contar sobre ella? ¿Que, por culpa de Michelle ahora se encontraba ahí, obligada a estudiar y sin trabajo? ¿Sin ser una de las muchas "estrellas" en París? Carraspeó un poco, algo incómoda. Le sabía mal aprovecharse así de la amiga de Rose Maríe, pero si insistía tanto...

- ¿En serio? Qué encanto -comentó, dirigiéndole una sonrisa a la chica de los bucles caoba- ¿Qué tal están los zumos? ¿Son naturales? -preguntó, llevándose el dedo índice a la mejilla- Si es así me gustaría probar uno de... ¿Melocotón, podría ser? -preguntó, ésta vez dirigiéndose a la acompañante de su guía, mostrando una sonrisa que comenzaba a volverse encantadora e inocente.

Después, volvió a centrar su atención en Rose Maríe.

- Bueno, decir que soy nueva en la ciudad no es algo muy dificil de adivinar... -comenzó, mirándose las manos primero y después desviando la vista hacia Rose Maríe- Mi madre, Phoebe Burdock, decidió cambiar de aires y comenzar con una nueva... Etapa -por no decir, "estrella"- en su trabajo.

**Jasper N. Wainwright** Lun Jul 20, 2009 10:11 pm

Asiento, aparentando interés, aunque en realidad sigo medio embobado. Me encantaba como se le movía el mechón de pelo rubio del flequillo al reir, y como se lo apartaba...

A lo que estamos, Jasper, a lo que estamos.

-Oh, parece muy interesante... Y altruista. Tus ideales son admirables -le dedico la más cálida de mis sonrisas al fruto de mi atención. Y realmente lo pienso, aunque algo dentro mío me dice que tanta piedad y tanto temor de dios son sospechosos- Oh, no, yo... estoy acostumbrado a comer más tarde, ya sabes, el reloj biológico y todo eso...

Rio, incómodo. En realidad, siempre había sido incapaz de hacer algo tan sencillo como dejar que alguien me sirviera sin mover un dedo. Especialmente si era un igual, en clase, quiero decir. Eso solía exasperar a mi padre, y, la verdad, no pretendía en absoluto exasperar también a la rubia. Sonrío, de nuevo incómodo, ante la pregunta de Rose Marie. Odiaba hablar de mi historia. Siempre ocultandolo todo... y mintiendo si alguien indagaba un poco más de la cuenta, claro. Maldita familia. Asiento con interés genuino a lo que dice Dakota, había que conocer bien el terreno y tal.

-¿De dónde sois, Dakota? Perdón si lo has mencionado, no creo haberlo oido -digo con educación

-Yo también soy... nuevo en la ciudad, vengo de un internado de Irlanda, el St Patrick's School de Galway, es muy famoso allí... -en realidad, era muy famoso en todos lados, pero vanagloriarse en exceso siempre quedaba petulante y estúpido- Aunque en realidad soy galés, de Cardiff, medio alemán, como dije antes -digo dirigiendome a Rose Marie y a Dakota por igual. Me di cuenta que entre pitos y flautas, casi ni miraba a la segunda, algo altamente sospechoso- Y bueno... mis padre son Lady Eleanor Von der Kindlmüller -para el entendido en nobleza germánica, el apellido Von der Kindlmüller sería familiar, en otro caso, dudaba mucho que a nadie le sonara- Y Lord Nicholas Wainwright, de quien toma el nombre su pequeña cadena de hoteles. Quizás hayáis oido de alguno- digo con modestia, aunque uno de los hoteles de mi padre, el Wainwright White Palace, competía en grandiosidad y lujos con los dos mejores hoteles de esa ciudad- Y, realmente... no se me ocurre nada más -digo sonriendo para finalizar

Evidentemente, omito el porqué decidimos mudarnos

**Rose Maríe Von Gansevoort** Lun Jul 20, 2009 11:00 pm

Observa con ojos algo apenados a la pobre Karine sirviendo los zumos. Se lleva una mano a los labios, escondiendo una sonrisa casi desdeñosa tras los dedos y aquél gesto anodino y común, acomodando mejor la barbilla. Ladea ligeramente el rostro, atenta a las explicaciones de ambos, asintiendo con la cabeza cuando era necesario y correcto, sonriendo con candidez a las aventuras y desventuras familiares de sus acompañantes.

-Entonces... ¡Oh, Dakota! -Exclama de pronto, agudizando la voz llevándose una mano a la mejilla. Sonríe emocionada observando a la chica, juntando los dedos de ambas manos en una palmada silenciosa, un gesto casi infantil y delicado. - ¡Ya sabía de que me sonabas! ¡Creo haberte visto en alguna campaña para Prada! ¡Increíble! Qué genuino, toda una modelo en el instituto. -Deja escapar un suspiro casi soñador, observando a la muchacha durante unos instantes.- Un trabajo muy bello, aunque me entristece decir que nunca tendría el valor suficiente para nada parecido, el Señor quiso que mi camino fuera hacia otros lugares.

Se sonroja cohibida y avergonzada de solo pensarlo, en su pura ideología, al menos en apariencia, férrea y cristiana hasta la saciedad. Coge su vaso de zumo y bebe un trago con pulcritud, desviando la vista mientras lo hace hacia Jasper.

-Sí, he oído hablar de ese internado, al igual que del hotel de tu padre. -Sonríe, mostrándose asombrada por la retahíla de nombres y condecoraciones en el historial del chico. Abre los ojos alzando las finas cejas, impresionada.- De verdad, tenéis ambos unos expedientes impecables, es lógico que estéis aquí dentro. -Suelta una pequeña risita queda. - Casi hasta me da vergüenza estar sentada aquí con vosotros, delante de un hijo de Lords, incluso.

**Dakota L. Burdock** Lun Jul 20, 2009 11:15 pm

Antes de contestar a la pregunta de Jasper escuchó con atención su relato, asintiendo a lo último. La verdad es que sí conocía aquella cadena de hoteles. Es más, juraría que se había alojado en uno pocos meses atrás...

- Soy francesa, aunque mis padres sean completamente británicos -aclaró, sonriéndole entonces a la chica que traía su zumo- Muchas gracias -dijo, usando un tono de voz algo meloso. Paseó su mirada entre sus acompañantes, dando un pequeño respingo tras la exclamación de Rose Maríe. Oh, bien, había sido descubierta... Con un poco de suerte no tendría que mencionar que no volvería a trabajar para la firma en... Bastante tiempo. Asintió con la cabeza, borrando entonces la sonrisa de su rostro- Sí, posiblemente... Estuve trabajando algunos meses con mi madre, para probar...

Tanta emoción en la chica le resultaba algo incómodo. Hizo un gesto con la mano, quitándole importancia al asunto.

- No digas eso, Rose Maríe. ¡Cualquiera podría hacerlo! Es más, tú te verías hermosa en una campañana así -afirmó, sonriendo y después, bebiendo un poco de su zumo de melocotón- ¡Oh! Realmente bueno... -comentó, dejando el vaso en la mesa con cuidado.

**Jasper N. Wainwright** Lun Jul 20, 2009 11:32 pm

Sonrío ante el cumplido de Rose Marie, un poco azorado. La verdad, no había pretendido fardar ni nada por el estilo, en especial delante de Rose Marie, cuya humildad dejaba traslucir lo realmente poderosa que debía de ser su familia. Desde luego, solo había oido de una fiesta para "presentarse en sociedad", y esa fue la del Príncipe Heredero. Por supuesto, no había acudido a la fiesta, pero creo que mis padres si lo hicieron. Frunzo el ceño al oir a Dakota. Piensa, Piensa...

-Creo que se de que hablas, Dakota. Siento decir que no me siento demasiado atraído por el mundo de la moda... -aunque mi madre fuera diseñadora, la verdad es que no me atraía nada. Aparte, si la madre de Dakota era quien creía que era, ni punto de comparación con lo que era mi madre- ...Pero mi madre si que está metida, de hecho, tiene una marca de moda en Alemania... nada importante -pura verdad- Lo hace más bien como aficción... pero tu madre es un gran referente para la mía. De hecho, creo que dentro de nada habrá una pasarela exclusivamente de sus diseños en... -reflexiono unos segundos- ¿Basilea, puede ser? Lo siento, no le presté mucha atención, pero mi madre está entusiasmada -sonrio

-Rose Marie, aparte de buena y bella -aunque sentía ese cumplido de verdad, evidentemente, se trataba de un cumplido vacío, propio de los altos círculos sociales, claro- eres modesta... Ya se de que me sonaba tu apellido, no me creo que no cayera por tanto tiempo... ¿No es tu padre el dueño del Casino? Que por cierto, según tengo entendido, va en alza...

Si, eso era. El dueño del Casino. La verdad, que suerte la mía. Ese casino movía miles de millones, iba viento en popa y su dueño era un completo magnate. Sonrío, complacido por mi agudo sentido y... aparto la mirada del busto de Rose Marie rápidamente

**Rose Maríe Von Gansevoort** Lun Jul 20, 2009 11:52 pm

[b]Y otra vez, la conversación giraba en torno a ella. Hace un gesto modesto, con las mejillas adorablemente sonrojadas, llevándose una mano delante de la boca, vergonzosa mirando el almuerzo sobre la mesa.
[/b]
-Por favor... -musita, con la voz casi rota, negando con la cabeza. - no seais así... -alza la vista en el momento justo en que Jasper la desvía de ella. El brillo mínimamente malicioso que había aparecido en sus ojos, desaparece con una caída de párpados apenada. - como todos ellos. Cada día, intento seguir la buenaventuranza del señor con todos y cada uno de mis compañeros, en especial a aquellos que se dedican a engatusar con palabras vacías.

Los coge a cada uno por una mano, apretándola con un cálido y ligero roce de sus dedos. Sonríe, afectada por sus propias reflexiones.

-No os dejéis ensuciar tan pronto. -Con la llegada de Karine, desliza sus manos, retrasando cuanto a penas la que había posado sobre los dedos del chico, sonriendo a la muchacha con el zumo de Dakota. Suspira, sin esconder o disimular lo que acababa de decír, sonriéndole a la muchacha de los bucles, que parecía ajena a la conversación, sumisa.

-Muchas gracias Karine, eres un cielo. ¿Tienes algo que hacer o quieres...? -Los bucles de la castaña se movieron frenéticamente mientras parloteaba para decir que tenía miles de cosas que hacer y tenía que irse, ante aquella invitación que realmente no lo era. Nada, en el tono, en la pose, en la sonrisa amable de Rosie lo diría, pero Karine... estaba entrenada. - Que pases un buen día, querida.

-¿Por dónde...? Ah ¡Sí! El Casino Royale, así es, mi padre, gracias a Dios tiene un gran olfato para los negocios y las cosas nos van bien. Sólo el Señor sabe cuantas horas le dedica.

**Tara Mayfair** Mar Jul 21, 2009 12:03 am

La peste o algo similas debía acompañarla, pues la gente parecía evitar a toda costa su mesa en la cafeteria, que estaba aborratada. No se sabía lo que era pero aquella muchacha estaba envuelta por un algo, algo misteriosos y oscuro, coomo si llevara la palabra problemas tatuada en cada centimetro de su piel.

La corbata del uniforme descansaba sobre la mesa junto a una mochila algo vieja en apariencia y que iba forrada con numerosos parches con los logos de diferentes grupos de metal y con algunos simbolos arcanos que los ignorantes en temas ocultos podrían confundir con facilidad con simbolos sátanicos.

Se encontraba dibujando mientras escuchaba musica, la cual por lo que se podía apreciar desde fuera estaba bastabte alta y soonaban fuertes las guitarras, el que dibujaba era todo un misterio.

En todo instituto había una oveja negra y esa era ella.

**Dakota L. Burdock** Mar Jul 21, 2009 12:12 am

¿Basilea? Vaya, se lo comentaría a su madre y, quizá, si no se encontraba demasiado enfrascada trabajando en la nueva colección de la firma la convencería para ir a ver la pasarela y con suerte pasar unas pequeñas vacaciones en Suiza.
Escuchó con atención lo referente al casino. ¡Vaya! Ni se había enterado de que tenía un casino en su mismo barrio. Sorpendida, alzó una ceja. Probablemente, también visitase el casino en breve.

Se inclinó levemente hacia delante al notar la mano de Rose Maríe sobre la suya. ¿Dejarnos ensuciar? Aquellas palabras, junto con las reflexiones de la chica la dejaron un poco anonada.

- ¡Oh, caray! -exclamó. Al haber retirado Rose Maríe su mano se había fijado sin darse cuenta en su mismo reloj. Faltaban cinco minutos para que empezara su clase de Historia. ¡No podía llegar tarde!- Me temo que tengo que dejaros, llego casi tarde a mi segunda clase -se excusó, levantándose con delicadeza y alisándose con cuidado la falda- Espero veros luego -dicho esto, alzó una mano, movió con bastate soltura los dedos y se despidió de ellos con una sonrisa, saliendo segundos después con pasos rápidos e inquietos de la cafetería.

**Jasper N. Wainwright** Mar Jul 21, 2009 12:19 am

Abro la boca para responder a Rose Marie, cuando de repente Dakota sale corriendo, y una lucecita se enciende en mi mente

"Aiba la hostia, ¡Si llego tarde a clase y todo!"

-Perdón, Rose Marie, hablaremos más tarde... Espero. Me temo que llego... más que tarde a clase

Me da tiempo a recoger todas mis cosas, a sonreirla y mirarla unos instantes y a salir corriendo hacia el aula de Economía

**Autumn K.Cooper-Nichols** Mar Jul 21, 2009 1:49 am

Con pasitos lentos y acompasados, produciendo un sonoro taconeo sin haberlo premeditado, Autumn atraviesa el corredor, pasando por delante de la puerta que daba ingreso a la cafetería. Segundos luego de desaparecida su figura, ésta vuelve a reaparecer andando marcha atrás, para detenerse frente a la entrada. Sus manitos se ahuecan contra el vidrio, dando lugar a que sus curiosos ojos inspeccionen el interior. A través del repentinamente empañado cristal, puede observarse como su rostro transforma aquella mueca de abstracción en una amplia y pura sonrisa.

Sin preocuparse por como llevaba el uniforme, el cual gracias a su sirvienta personal lucía espléndido, abre sin esfuerzo alguno la puerta, para recorrer cual una elegante y grácil gacela la distancia que la separaba de cierta rubia con aires de inocencia.
- ¡Rose Marie, honey! – profiere con dulzura, a pesar del elevado tono de voz que utiliza. La saluda rozando el aire que acaricia sus mejillas, en un delicado e ilusorio beso, dos veces.

Se queda de pie, a su lado, esperando que su best friend del alma le dé el permiso para tomar asiento. No podía parecer maleducada junto a ella, esa era una de las pocas cosas de las que era conciente. Una sonrisa perdida ilumina su semblante, perdiéndose su mirada en un análisis del lugar tan pero tan exhaustivamente profundo, que solamente veía la pureza… En su mente ahora habitaba el color blanco. Es verdad que en el lugar esa tonalidad abundaba, pero su cerebro no estaba procesando formas con dicho color. Simplemente, una gran masa nebulosa, abundante en la escasez de contenido.

**Rose Maríe Von Gansevoort** Mar Jul 21, 2009 2:04 am

Despide a ambos chicos con una sonrisa y un gesto de la mano, quedándose sola en la mesa durante unos minutos, mientras se dedica a picotear sus tostadas de pan blanco y beber algo de zumo, absorta en mirar por la sala las diferentes personas que abarrotaban la cafetería.
Corresponde con sonrisas e inclinaciones de cabeza corteses a los saludos normalmente vergonzosos de quienes se cruzan con su mirada.

Observa a Autumn pasar la primera vez, sin inmutarse ni preocuparse. La observa mirarla a través del cristal empañado y alza la mano para saludarla, sonriendo divertida. Y la observa, por último cruzar la sala a la carrera, sin perder la sonrisa amable en ningún momento. Decir que Autumn la sorprende, es exagerar un poco, estaba tan acostumbrada a aquellas situaciones como a andar por el instituto. Pero no por ello le resta encanto a la muchacha que ahora, 'besa' sus mejillas.

-¿Dónde has estado, querida mía? -La reprende cariñosamente, palmeando una silla a su lado para que se siente. Hace un delicado mohín, entristecida- Te he echado mucho de menos, dulce. ¿Sabes? Fue una mañana muy productiva, han venido dos alumnos nuevos, quiero que mas tarde los conozcas.

Su tono es amable, pero es claramente una orden mas que una petición. Mira a su alrededor, recordando que ha despachado a Karine hacía unos minutos.

-Oh, vaya... ¿has almorzado mi estimada Autumn? Siento ser tan desconsiderada no pedí nada para ti. -Se lleva una mano a la mejilla, la mas pura imagen de la desconsolación. - Quizás Tara sea tan amable de alcanzarte algo de la barra. -Le dice, alzando las cejas en dirección a la pobre muchacha que se sentaba sola en una mesa.

**Autumn K.Cooper-Nichols** Mar Jul 21, 2009 2:27 am

Al escuchar a Von Gansevoort, pestanea repetidas veces para librarse de aquella abrumadora luminosidad y poder vislumbrar el perfecto rostro de la joven. A sus ojos le parecía tan dulce, amable, divertida… Le resultaba extremadamente difícil, por no decir imposible, imaginar que aquella santa pudiera tener alguna idea macabra, por más pequeña que fuese, más allá de su angelical sonrisa.

- Oh, Rosie, preciosa… Verás, mi padre ha tenido unos días libres y me ha llevado a Grecia por unos días. Ya sabes, ahora está tan top ese lugar que no podía no visitarlo. Además los negocios de alta costura tienen unos vestidos que… Son el Cielo en la tierra, mai gad – aquella exagerada pronunciación no era inusual en ella, que el más mínimo detalle le parecía un hecho irreverentemente extraordinario. Llevándose el dedo índice a los labios, rememora su recorrido por el país de Zeus y acude a su mente un recuerdo importantísimo-. Por cierto, my life… Tengo un pequeño regalito para ti, aunque hoy no lo he traído.

- ¿Alumnos nuevos? ¡Qué cosa más cusqui y fabufantástica, sweetie! – imagina con placer a esas nuevas personas, siempre sonriendo, rodeándola de aquel cariño que ella veía emanar de todas las personas cuando estaban en su presencia-. Seguramente los habrás guiado por todo el colegio, tú siempre eres tan buena con las personas, Rose Marie – su voz se colorea con un tinte adorable, sin percatarse en lo absoluto de aquella disimulada manera en que su amiga solía manipularla, llevándola de aquí para allá como a una marioneta.

- He tomado un aperitivo, Rosie querida, aprecio tu atención. Sin embargo, no me molestaría ingerir algo en tu compañía, estoy segura de que es imposible indigestarme si almuerzo contigo - definitivamente, la adoración que poseía para con Von Gansevoort hembra era espectacularmente evidente. Su sonrisa encantadora delata sus pensamientos con una libertad indiscutible. O más bien, revela lo escaso que su mente podía llegar a formular.

**Tara Mayfair** Mar Jul 21, 2009 2:44 am

La presencía de Autumn y Rose pasa por completo desapercibida para ella en esos momentos en los que se encontraba a pleno rendimiento con el diseño de una de las prendas que mas tarde se haría en tela. Este era una petición de su abuela, tenía que hacerse un vestido para vestir en los rituales cuando tomara la iniciación de segundo grado.

El vestido tenía un corte medievaly llevaba un falso corset, las mangas serianb vaporosas, probablemente de gasa, lo que no tenía claro aun eran los colores, dudaban estre demasiados y tampoco había dwecidido los materialess, nada lo excesivamente abrigado.

Debido al alto volumrn al que escuchaba la música no escucho el comentario de rose.

**Epiphany J. Murray** Mar Jul 21, 2009 2:46 pm

Bendecía mentalmente a las taquillas en las que dejar los libros, ya que cargar con todos habría sido imposible dado que llevar la guitarra a la espalda y la carpeta en los brazos ya hacía que caminase algo más despacio. Y, así, había llegado cuando todas las mesas estaban ya ocupadas, y, joder, no podría cogerse una para ella sola. Suspira, llendo hacia la barra y pidiendo una ensalada, un botellín de agua y, de postre, un pedazo de tatar de chocolate, su vicio.

Coloca la bandeja sobre la carpeta y sujeta así ambas entre sus manos, pensando que compañía será menos desagradable, no necesita ni que la compañía hable, solo que le deje sentarse... Distingue a Tara y piensa que mejor eso que un patético intento de socialización con los pijos de otras mesas, por lo que se acerca hacia la mesa donde la chica dibuja y escucha música, sin saber como hacer ahora que se entere de que está ahí parada, así que posa una mano en el hombro de Tara dándole un par de toquecitos momentaneamente para luego volver a colocarla en su carpeta y bandeja.

**Tara Mayfair** Mar Jul 21, 2009 4:04 pm

Casi con pesar se quita el casco de la oreja para fijar los ojos en la osada que ha decidido interrumpir su solitaria paz. Se sorprende de que alguno de aquellos niños pijos haya decidido acercarse a ella y perturbar su preciada paz.

-Si vienes a llamarme zorra y darme una charla sobre que voy por el mal camino y que deberia abrazar al señor y toda esa mierda, vuelve en otro momento.-Se fija en ese momento en la bandeja de comida.-Y si vienes a sentarte a comer tampoco te lo recomiendo, sentarte en esta mesa supondrar que te contagiaras del virus Mayfair y significara que pasaras a llevar la etiqueta de zorra satanica lo que te queda de estancia en el centro.

Aparta la mirada de la chica para volver a su dibujo, enfrascada en pensar que telas pueden quedar bien.

**Epiphany J. Murray** Mar Jul 21, 2009 4:14 pm

Se queda bastante paralizada por la respuesta que le da la chica, ya que de todas las que se esperaba, esa no era una de ellas. Niega con la cabeza, arqueando una ceja al ver que, como siempre, aquí todo el mundo juzga sin conocer y, nuevamente, ella ya ha sido juzgada aunque no del mismo modo que ante otros jueces.

-No soy practicante y no me importa lo que la gente haga con sus orificios sexuales, así como no tengo ni idea de cual es tu camino ni tengo intención de entrometerme -Suelta tranquilamente- En cuanto a la etiqueta, no me importa demasiado, soy becada, tengo etiquetas me junte con quien me junte -Añade indiferente- Unicamente prefería sentarme aquí que con cualquiera de ellos -Dice refiriéndose al resto de comensales niños bien- Pero no hay problema, podré sentarme en la barra.

Suspira, pensando que cada vez tiene más razón en no querer socializar con nadie de ese colegio y juntarse solo con la gente del red & Black District, y se recoloca la carpeta y la bandeja para marcharse.

**Tara Mayfair** Mar Jul 21, 2009 4:41 pm

-Lo siento, pensaba que eras otra niña snoob juzgando mi tendencia a juntarme con todos menos con los de mi clase, sientate si quieres.-le dice a la chica.-No estoy acostumbrado a que en este colegio existan personas amables. Me llamo Tara, un placer.

Cierra el block de dibujo y se quita los cascos apagando el mp4 y guardando en la mochila. Quita la mochila de encima de la mesa para que la chica pueda sentarse.

**Epiphany J. Murray** Mar Jul 21, 2009 6:59 pm

Se gira al escuchar sus palabras, encogiéndose de hombros... Tara era una persona conocida en ese colegio, había oído hablar de ella, de hecho, y bastante mal, aunque a ella eso le importase tanto como lo que decían de ella. Pero ella era una simple becada poco conocida, no era su culpa no saberlo y confundirla.

-Para nada, soy de las que directamente no se juntan -Dice, colocando la carpeta primero y después su bandeja, en la que la ensalada deja claro que, o quiere mantener la línea (cosa improbable debido a sus curvas) o es vegetariana (cosa correcta pero que choca con el pedazo de tarta de chocolate que será su postre- Epiphany Jane, aunque me conocen como Epi... Los que me conocen, claro -Se presenta a su vez- Oh, todos son muy amables... Cuando quieren conseguir algo -Comenta tranquilamente.

Comienza a aliñar su ensalada sin mucha prisa.

**Tara Mayfair** Mar Jul 21, 2009 7:21 pm

-Y siempre quieren algo aunque sea perros para lamerles el culo, te utilizan y cuando menos te lo esperas te pegan la patada, y lo peor e s que hay gente que lo aguanta por seguir ese circulo.-le contesta a la chica.-La mayoria van de santas y se abririan de piernas por conseguir un prada...

Niega con la cabeza y suelta una mirada de desprecio hacia Rose y Autumn, siempre tan perfectas, verdaderas zorras.

-Una pena ue los becados tengais que aguantarnos, la mayoria valeis la pena, otros se pervierten y acaban siendo perros falderos.

**Epiphany J. Murray** Mar Jul 21, 2009 7:39 pm

-Bueno, tampoco hay que generalizar, incluso en ese círculo hay excepciones, no es bueno juzgar sin conocer -Responde al escuchar el discurso de Tara que, si bien está de acuerdo, piensa que no hay porque englobarlo a todo el mundo- Pero sí, la mayoría sí... O al menos es la impresión que dan -No habla de nadie en concreto, simplemente de una impresión general que sabe que no puede tomarse al pie de la letra.

Termina su ensalada y la hace a un lado, tomando el plato con el pedazo de tarta y comenzando a comerlo despacio, disfrutando del sabor del chocolate sin importarle las calorías que el dulce tenga, total, su problema son centímetros y ya a estas alturas duda que tenga solución.

Se encoge de hombros ante lo que dice Tara, indiferente:
-Yo voy a mi bola, así que no aguanto nada porque no presto atención a nadie, vengo aquí a estudiar y punto. Es así de simple

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