Re: La cafetería

**Tara Mayfair** Mar Jul 21, 2009 8:01 pm

-Es raro que alguien venga aqui solo a estudiar, este es el lugar perfecto para conseguir los contactos necesarios para no trabajar en la vida.-le contesta a la chica.-Muchas de las grandes fortunas de este lugar se han hecho a base de matrimonios.

Le da un trago al cafe que estaba tomando y que ya esta practicamente frío.

**Epiphany J. Murray** Mar Jul 21, 2009 8:27 pm

Se termina su pedazo de tarta mientras la escucha, encogiéndose de hombros nuevamente:
-No me dices nada nuevo -Responde a lo de los matrimonios- Pero yo tengo claro que mantengo mi beca gracias a lo que doy en los estudios, y es por ellos por los que asisto a este colegio, por estúpida que sea la mayoría de la gente, la educación sigue siendo la mejor si tienes suficiente fuerza de voluntad como para que en Religión no te coman la cabeza -Apura el agua que le queda- Y además, tengo claro a que quiero dedicarme...

Acaricia su guitarra, poniéndose en pie y colocándosela a la espalda de nuevo:
-Debo irme si no quiero llegar tarde a dibujo artístico -Se excusa al ver la hora- Encantada de haberte conocido, Tara -Se despide de la chica recogiendo su carpeta y sale de allí.

**Tara Mayfair** Mar Jul 21, 2009 8:55 pm

-Un placer.-contesta a su despedida.-Espero que nos veamos.

Ella también recoge y se dirige a su siguiente clase, Religión ya había acabado.

**Aidan Livermoore** Lun Jul 27, 2009 3:32 pm

*Llego a la cafetería con algunos de los trabajos que tengo que corregir, sentándome en una d als mesas reservadas, mas o menos, a los profesores.

Cojo un refresco cualquiera, bebiendo un sorbo hasta que encuentro el trabajo que busco, el de Tara. Como es posible que este en mi clase? Porque tanta casualidad? Es una broma del destino o algo mas retorcido?

Suspiro mientras empiezo a leer otros trabajos, corrigiendo con un bolígrafo rojo, queriendo dejar el suyo para el final*

**Tara Mayfair** Lun Jul 27, 2009 4:38 pm

Llega allí caminando con sus aires de anima eterea, con pasos que practicamente no hacen ruido. Le observa sentando en una mesa, sentando solo, corrigiendo los trabajos, confía en su nota alta aunque no fuera él profesor.

Camina hasta él y deja un dibujo delante de Aidan. Al joven encadenado le han salido hermosas alas blancas tambien encadenadas por la cadena hecha con hiedra y rosal, al igual que sus manos, las sombras han tomado la forma de demonios y la joven de la ventana tiene una sola ala, de color negro.

-No te he olvidado, Aidan.-susurra para que solo él le oiga.-Mi promesa sigue en pie.

Se aparta de la mesa, por sus gesto no parece que halla dicho nada importante, un simple comentario de Alumna a su profesor.

Se sirve un plato de Spaguettis del buffet y se sienta sola en una mesa tal y como hace siempre.

**Aidan Livermoore** Mar Jul 28, 2009 1:55 am

*Voy tarareando distraídamente la canción de un anuncio de coches que se me ha pegado desde que la oí, mientras los trabajos que tengo encima de la mesa son corregidos con relativa lentitud, obligándome a mi mismo a ser minucioso con las notas. Debía serlo para conseguir la nota más justa y que ningún alumno quisiera venir a discutirla, porque entonces no sabría que decirle y me encontraría con un dilema de autoconfianza.

Y entonces, se desliza encima de una de las paginas que estoy tachando un poco a rojo un dibujo. Me quedo sorprendido mirándolo, como si en vez de un trozo de papel con un boceto acabaran de pasarme un Picasso autentico y yo pudiera revenderlo después, pero me parece que en el rostro del joven desnudo y atado con espinas y rosas puedo reconocerme. Aunque claro esta que las cicatrices son un punto de reconocimiento mayor. Y la joven alada que se encuentra al lado de una ventana, rodeada de terribles sombras me recuerda terriblemente a….*

-….Tara?

*Alzo la vista el tiempo suficiente como para oír el recordatorio de su promesa, y la aseveración de que no me ha olvidado. Me quedo mirando como un tonto como se va, deslizándose hasta otra mesa con un plato de comida, sola. Al fin, bajo la mirada hasta el dibujo otra vez, quedando embelesado en el durante largos minutos, con una sonrisa de aspecto beatifico en el rostro, sintiendo de nuevo ese extraño calor en el pecho, parecido a la miel caliente, deslizándose dentro de mi. Solo cuando me doy cuenta de que en el dibujo estoy desnudo lo oculto entre los demás papeles, sabiendo que no debe de ser visto por los demás. AL fin y al cabo, yo sigo siendo su profesor.

Me levanto, cogiendo mis cosas y los trabajos, acercándome a su mesa y sentándome a su lado, aunque respetando severamente su espacio vital, quedando a medio metro de ella. Deslizo su trabajo entre los dos, como si fuera un maestro que discute con su alumna sobre el, y no un sirviente que busca el reconocimiento de una princesa, en la cual aun no ve posible que se acuerde tanto de el*

-…Yo no podría olvidarte *le susurro, mirando la letra impresa, por supuesto sin atreverme a mirarla*….pero te prometo que no sabía que eras mi alumna, no tenía ni idea. Yo….si lo hubiese sabido…puede que no me hubiese propasado….yo no…..

**Tara Mayfair** Mar Jul 28, 2009 2:40 am

Sonrie con cierta languidez cuando el se sienta en su mesa. Por primare vz en demasiado tiempo siente un vuelco en el estomago al notar la cercania de alguien, algo que se prohibe sentir, pero que aceleera su corazón y ha que sienta tentaciones de acariciar la mano que le tiende el trabajo. Es la primera vez en demasiado tiempo que come con alguien en la mesa y la verdad es que el vuelco en su estomago le impide comer.

-Ojala todos los hombres se propasaran como lo haces tu Aaidan .-dicen con la voz algo cansada.-Fui yo la que decidio escaparse contigo en aquella fiesta y la que no quería irse de tu casa... Puede parecer que lo tengo todo, pero no encajo en ningun maldito lugar... Tu hiciste que volviera a sentirme viva,,,

Aparta el plato sintiendose frustrada, les separaban tantas cosas que nisiquiera podían permitirse el ser amigos, al ser su profesor tenían prohibido cualquier contacto fuera de las clases, mas que ese fingir que hablaban de algun trabajo.

Él la había hecho sentir que era deseada, querida, amada y adorada. Que no era la niña que había vivido demasiado rapido y ue había perdido toda la inocencia, había hecho que se sintiera como una de las princesas de las cortes de hadas que le relataba su abuela, hermosa y pura, capaz de sanar heridas y no solo de abrirlas.

Y lo peor era que sabía que ahora ninguno de los dos podía repetir la magía de aquel encuentro.

-Ojala no fueras mi peofesor...

Se levanta despacio para no formar una escena, como si simplemente hubiera terminado de hablar con él y ahora simplemente se fueswe a su siguiente clase. Aunque al menos las horas que le quedaban no pisaria un aula, necesitaba escapar, salir de aquel infierno, al menos durante unas horas.

**Alexander Tessier** Jue Jul 30, 2009 5:05 pm

Este dia moria de hambre, lo bueno fue que llegue temprano, ubique la cafeteria perfectamente por los aromas de los diversos platillo que ahi se preparaban, llevaba puesto el uniforme de la escuela y la camisa desfajada con los botones abiertos, destilando un suave olor a la locion que me acaba de poner el dia de hoy

Mochila al hombro decidi acercarme a ver el menu elijiendo una taza de cafe y un emparededado de jamon con un jugo de naranja, decicio sentase y mirar el panorama

En la cercania pudo ver una escena singular entre un profesor y una alumna, por las miradas de amboos dirian que anda en algun lio, pero eso no es asunto de mi incumbencia, asi que decidio comodarme en el asiento tomar la taza de cafe entre mis manos y degustar su aroma asi como su sabor, mientras veo de manera tacituran y meditabubda los ventanales del edificio esperando a conocer a alguien mas en este enorme lugar...

**Alexander Tessier** Jue Jul 30, 2009 7:06 pm

Termino de comer y mientras veo los ventales recuerdo que mi abuelo me mencionaba historias sobre un playa tranquila donde podia pensar y leer, realmente no tengo ganas de tomar clases, y como son los primeros dias no creo que exista problema alguno con matarlas el dia de hoy, total son mis primeros dias

Deposito la basura en su lugar, y me limpio las boronas de pan en la boca, me termino mi jugo de naranja, tomo el cafe entre mis manos me ajusto la mochila a mi hombro y salgo rumbo a las puertas del colegio para llegar a mi auto

**Ledah Q. Ashby** Dom Oct 25, 2009 9:59 pm

Ledah está sentado frete a una de las mesas, con las piernas cruzadas. Como siempre, parece que lleve el uniforme de forma deliberadamente descuidada aunque sea así como él lo lleva por costumbre y comodidad. No está haciendo nada en concreto, sólo observa el comedor con expresión crítica.

Hay miradas nerviosas que se dirigen a él, risitas o insultos dedicados a su persona, respeto y desprecio. Pero no parece que le importe demasiado nada de lo que pase.

**Adrien Evans V.** Dom Oct 25, 2009 10:06 pm

Adrien entró en el comedor dejando ver su extensa sonrisa a los presentes, llevaba la chaqueta del uniforme al hombro y ningún chico del St Mary movía las caderas como él al andar. Con una mano en el bolsillo se quedó allí parado unos segundos, mirando a su alrededor.

Con los pies encima de la mesa y su descuidado talante creyó reconocer a Ledah Ashby. Su sonrisa, si es que era posible, se extendió aún más mientras se relamía el labio inferior.

Se sentía juguetón. Se acercó a la mesa y al llegar frente a él levantó ligeramente la barbilla.

-Long time no see you.

**Ledah Q. Ashby** Dom Oct 25, 2009 10:11 pm

Ni siquiera desvía la mirada o cambia la postura. Sabe quién es, aunque no sepa qué hace hablando con él.

- ¿Vienes a por más? No creo que este sea el lugar indicado para eso - Y entonces sí, gira apenas la cabeza con expresión desdeñosa y altanera, sin dirigirle una mirada directa pero sí una de reojo.

**Adrien Evans V.** Dom Oct 25, 2009 10:16 pm

Fingió un puchero. Como si realmente lo sintiera. Casi ronroneando se apoyó en la mesa, junto a sus pies y sacó la lengua juguetón.

-Creí que eramos amiguitos, asi que vengo a saludarte... Aunque no lo creas... no estoy siempre pensando en lo mismo.

Ni él mismo se lo acababa de creer.

**Ledah Q. Ashby** Dom Oct 25, 2009 10:19 pm

Ahora entiende lo que Adrien hace ahí. Cruza los brazos y le mira directamente, alzando sendas cejas.

- ¿Qué es lo que quieres?

**Adrien Evans V.** Dom Oct 25, 2009 10:24 pm

Adrien acentúa el puchero.

-Ledah, Ledah... - niega con la cabeza- Vamos hombre... Qué mal pensado, no he venido a pedirte nada, sólo estoy tremeeeeendamente aburrido.... Asi que me he acercado para charlar contigo. ¿Cómo estás hoy, Ashby?

**Ledah Q. Ashby** Dom Oct 25, 2009 10:28 pm

Ledah sonríe, arrogante, y mira a Adrien de arriba a abajo mientras se encoge de hombros.

- Menos quemado que tu culo, Adrien. Puedes apostar - Un fortachón con uniforme de colegio pijo, algo extremadamente raro en un colegio pijo en el que los alumnos llevan uniforme, se acerca a la mesa y se sitúa al otro lado de Ledah con un gruñido. Ledah le mira y alza apenas una mano, ignorándole después.

- Y volveré a preguntarte ¿qué quieres?

**Adrien Evans V.** Dom Oct 25, 2009 10:56 pm

-Ledah, ya tengo todo lo que necesito- y conforme decía esto sus manos se posaron en la rodilla de Ledah y con dos dedos andó sobre ella - ... pero hay cosas... bueno, - Adrien rió por lo bajo- digamos que casi todo.

Se levantó de la mesa y se acercó a Ledah, poniendo una mano en su hombro y rodeándolo hasta estar detrás suya, con los labios a la altura del oído.

-¿No te gustaría repetir?

**Epiphany J. Murray** Dom Nov 08, 2009 7:12 pm

La bandeja lleva horas frente a ella, con el filete cortado en cachitos cuadrados, exactamente iguales, y muy pequeños, ordenados perfectamente... Pero todos en el plato, que permanece igual de lleno que cuando lo pidió, al igual que el vaso de bebida, del que solo ha tomado un pequeño sorbo. Y sigue ordenando la comida con el tenedor, distraídamente, sentada en una mesa alejada de las demás, sin nadie en los asientos contiguos, en una esquina.

Comer se ha convertido para ella en una de esas tareas que, igual que ir al colegio, dormir, caminar o asearse, forman parte de una rutina obligatoria. Mera supervivencia, que realiza al nivel justo y necesario, sin excesos e incluso con carencias. A esas tareas rutinarias se une la de llorar cada noche hasta que no puede más, plantearse ideas poco éticas que se reflejan en las muñecas que siempre lleva ocultas o desahogarse en el baño.

Su comportamiento es, por tanto, similar al de un zombie. Es más, cada vez se parece más a uno de verdad: su rostro, antes redondo y en ocasiones sonrosado, ahora está mucho más pálido, demacrado, y ojerosos; sus ojos, de color azul cielo, se muestran oscurecidos y apagados, además de frecuentemente enrojecidos e hinchados; y el uniforme lo lleva de tal modo que hasta lo ha ennegrecido, con los leotardos oscuros en vez de blancos y la chaqueta abrochada hasta el último botón de forma que no se ve la blusa...

Hay una pila de libros que no va a leer frente a ella, como creando una barrera que la aisla, más todavía si es posible, del resto del mundo. Si antes se relacionaba poco en su colegio, ahora no se relaciona nada, ni si quiera con los pocos que le caían bien y no la rechazaban por su procedencia social. Se ha convertido en un alma en pena que se esfuerza más que antes en pasar desapercibida, como una sombra de lo que fue... Porque ya no es lo que era.

**Edward Carnby** Dom Nov 08, 2009 7:26 pm

Y una escena que con total seguridad no se suele dar cualquier día en el comedor, empieza. Las dos puertas se abren con fuerza, entrechocando con las paredes que tiene a ambos lados y su figura, embutida en su sudadera negra de manga corta y su chaleco vaquero sin mangas, en conjunto con los vaqueros caídos pero sin adorno alguno, se cuela entre estas..

Aunque sua specto dista mucho de ser el más óptimo. El brazo derecho entablillado hasta el codo y vendado hasta el hombro, la parte derecha del labio ligeramente hinchado y el costado vendado, aunque eso es algo que no se ve... Y sus ojo, pese a mantener parte de su brillo característico, no son tan vivarachos como siempre...

Y eso que lleva días pensándolo todo, buscando excusas para no sentirse estúpido y miserable... Pero había algo más importante que necesitaba arreglar, y la solución la tenía en esa estancia. o en vano ha escogido la hora de comer, robando un horario de uno de los alumnos para saber cuando era, y no en vano ha sonsacado al conserge para abrirle la puerta, es decir, pagarle algo más de la miseria que le pagan aquí. Ricos y tacaños, perfecta combinación.

No tarda en ubicarla, sola, rodeada de libros y sin tocar la comida. Frunce el ceño ante su aspecto, pero en lo único que piensa es que es en giilipollas rematado...

Y ella demasiado buena. Lentamente, y no sin antes dedicarle un " Y tú que miras" a más de uno, se acerca hasta la mesa, ignorando completamente la oleada de murmullos, hasta sentarse enfrente de ella.

No dice nada, simplemente espera a llamar su atención.

**Epiphany J. Murray** Dom Nov 08, 2009 7:43 pm

Está totalmente absorta en la apasionante tarea de ordenar y reordenar los pequeños pedazos de carne que ya deben estar secos y fríos, o sea, incomibles, de una forma que resulta similar a como si estuviese resolviendo un cubo de rubik o realizando un importante examen, y, por tanto, que resulta bastante preocupante porque no es un comportamiento muy normal... Pero, normal o no, el caso es que por eso no alza la cabeza cuando escucha las puertas abrirse, no le interesa quien sea el bruto en cuestión, ni tampoco escucha los murmullos.

Simplemente sigue así, jugando con una comida que hace largo rato que debería de estar en su tripa, porque hoy se ha saltado la clase de religión, sin ganas de escuchar sermones morales ahora que ha perdido la fe en todo, y ha ido a comer una hora antes de que la cafetería comenzase a llenarse de grupitos de chicas populares, en su mayoría rubias y divinas, y chulitos acompañados de matones, haciendo halago de su pluma... Y cuando todos habían llegado, ella había seguido inmóvil, desapercibida... Como si formase parte del decorado.

Pero ahora, por un extraño motivo que desconoce, tiene la sensación de que muchos pares de ojos se han clavado en ella y la observan, aunque lo ignora sin alzar la vista... Hasta que escucha la silla que hay enfrente suyo moverse y nota como alguien se sienta en esta. En otro tiempo, habría soltado alguna bordería sobre que si van a meterse con su condición de becada, que adelante, hablen y se larguen, y sobre que su cupo de clases particulares está completo... Pero ahora ella no es la de siempre y no tiene fuerzas ni para ser irónica.

Por eso simplemente alza la vista para ver quien es el insoportable de turno y... Se queda congelada en el sitio al distinguir a Edward que, ni es insoportable, ni debería estar ahí, no solo porque no sea su colegio, sino porque podría peligrar. Abre entonces la boca para preguntarle que porque ha venido cuando repara en su estado y entonces la única pregunta que es capaz de hacer es otra:

-¿¡Qué te ha pasado!? -Se pone en pie rapidamente, derramando sin querer el vaso de agua al golpearle con el codo, pero sin importarle que los libros se mojen. Y se le queda mirando con esos ojos apagados ahora mostrando preocupación... Ya ni le importa que todos la estén mirando, solo le importa Edward, lo que le sucede... ¿Será por su culpa?

**Edward Carnby** Dom Nov 08, 2009 7:52 pm

Aprovecha los segundos en los que ella se haya distraída para observarla más de cerca... Tiene los mismos aires, pero al esencia es distinta, y no le extraña en absoluto visto lo visto... Lo que le preocupa es lo que hace con la comida, juraría haber visto un documental...

Y todo sucede muy rápido, aunque su brazo sao es rápido y evita que desborde toda el agua, apenas mojando la superficie de los libros. Emite un suspiro y lo coloca bien, para luego ladear el rostro y mirarla a esos ojos que ahora se muestran demasiado vacíos para su gusto...

Unv acío que quiere, al menos, llenar un poco. Se levanta con calma hasta quedar a su altura, poniéndole una mano en el hombro, apenas un roce, la conoce y no debe estar muy reacia al contacto:

- Shh... Tranquila, estoy bien...- Sonríe suavemente, pese a que sea una mentira a medias, bien no está, pero los calmantes surten bastante efecto. Se vuelve a sentar, invitándola a que haga lo mismo y guardando silencio varios segundos, hasta que finalmente se atreve a hablar, midiendo muy despacio sus palabras:

- He... Visto el vídeo...- No especifica, puesto que lapena y el dolor que transmiten ahora esos ojos azules dejan claro de qué video está hablando.

**Epiphany J. Murray** Dom Nov 08, 2009 8:09 pm

Ella en cambio no le da importancia a cuanto se han mojado o no los libros, que ahora han quedado relegados ya no al segundo plano en el que estaban, sino a un tercero... Que más dan ahora unas gotas de agua, cuando tiene los ojos de él, tan hechizantes como siempre pese al atisbo de dolor que logra ver en ellos, clavados en los suyos, totalmente apagados e inexpresivos salvo cuando se le escapa mostrar el dolor que la recorre de forma incesante.

Pega un pequeño respingo al sentir la mano de él rozando su hombro, pero no la aparta... Por mucho que se muestre contraria a que la toquen, es Eddy, no puede apartarle, no a él... Y menos cuando le tiene enfrente soltándole una mentira porque sabe que es imposible que con ese aspecto esté bien, que le ha pasado algo, que puede estar muy relacionado con lo que le pasó a ella, que puede ser por su culpa... Aquella posibilidad se refleja en su mirada, mostrando el terror a ser responsable de su estado, aunque no diga nada, no le sale decir nada.

Ignorando todos esos ojos que, como dardos venenosos, se clavan en ellos, acepta tontamente su invitación, sentándose esta vez a su lado para poder observarle... Niega con la cabeza durante los segundos de silencio, dando a entender que sabe que bien no está pero, cuando va a abrir la boca para preguntarle quien ha sido, si ha tenido que ver con ella, y que puede hacer por él, él se adelanta hablando primero.

Y lo que dice la deja fuera de sí... Haciendo que sepa que, en efecto, su estado es por culpa de ella, y que, además, ahora él habrá comprobado con sus propios ojos la clase de zorra que tiene al lado:

-No... -Es todo lo que, sintiendo la boca repentinamente seca, es capaz de decir- No... No... -Repite tontamente en susurros, apartando su mirada de la de él: no es capaz de mirarle a la cara ahora.

**Edward Carnby** Dom Nov 08, 2009 9:08 pm

Y comprende que le aparte la mirada, que sea incapaz de decirle algo y que, incluso, se sienta miserable, lo comprende demasiado bien...

Otra cosa es que lo acepte, y por descontado no lo acepta, cargarse de algo que no ha hecho siquiera queriendo, que se ha visto obligada... Y por su culpa, porque al ver el vídeo y tras lo sucedido ahora se percata del papel que jugaba Epi en la idea de su padre, una pieza más del puzzle para convencerle.

Y por ello, de todas las palabras que ella podrá esperarse de él en estos momentos, duda mucho que se espere las dos que va a decir:

- Lo siento.- Musita finalmente, moridéndose la parte sana del labio inferior de forma suave y apartando él también la mirada, pero a los pocos segundos, sin girar el rostro, vuelve a hablar- Es culpa mía, Epi... Me quería a mí, te utilizó para conseugir lo que buscaba de mí... Y me enseñó el vídeo como su particular as en la manga- No menciona que es su padre, ahora no es ni el momento ni el lugar, pero el simple hecho de recordar el vídeo le revuelve las tripas- Si no me hubieses conocido, no te hubiese pasado nada... Al final será verdad que quién se junta con mierda, sucio acaba...

**Epiphany J. Murray** Dom Nov 08, 2009 9:52 pm

El silencio es demasiado duro, pero ella es incapaz de decir nada, ni si quiera puede mirarle... Seguramente sienta asco hacia ella, ella misma lo siente... ¿Por qué está ahí, entonces? ¿Y qué explicación espera que ella le de? Nunca podrá olvidar lo sucedido, y sabe que él tampoco, aunque no entiende como ha visto... Pero no logra tampoco preguntarle eso. Es como si hubiese perdido el habla ante la revelación hecha por él.

Y en su mente revive todas y cada una de las imágenes de lo sucedido, cerrando los ojos y llevándose las manos a la cabeza, apretándose las sienes como si así pudiera detener el flashback que ahora visiona mentalmente... Y, al hacer ese gesto, una de las mangas de su chaqueta se estira lo suficiente como para dejar ver las cicatrices de unos cortes en la muñeca demasiado recientes como para ser los del hilo de nylon, aunque ella ni se da cuenta.

Solo las palabras de él, dos que nunca esperó oír, la sacan de ese agónico trance, haciendo que, sin mirarle, abra los ojos y le escuche... ¿Cómo? ¿Su culpa? ¿¡Qué demonios dice!? No lo entiende... ¿Entonces él...? Su cabeza es ahora un espiral de preguntas que no logra hacer en voz alta, solamente logra negar con la cabeza ante lo último que dice, tragando saliva y conteniendo las lágrimas...

-Eso no es cierto... -Susurra de forma solo audible para él- ...conocerte ha sido lo mejor que me ha pasado, Edward pero... -Se muerde el labio inferior- Se suponía que si yo lo hacía él no te haría nada y... Sin embargo tú... Por eso es culpa mía, no he sabido hacerlo bien... No...

Sencillamente es incapaz de asimilar la realidad: que él habría acabado herido accediese o no ella, es decir, que su sacrificio ha sido totalmente inútil, en vano.

**Edward Carnby** Dom Nov 08, 2009 10:03 pm

Y al tener la mirada distraída en un punto perdido de la pared, no se percata de las marcas que ella tiene en las muñecas, de hecho ni siquiera es capaz de imaginarse que haya alcanzado ese punto...

Sólo ladea el rostro cuando la escucha. El simple hecho de que lo considere tan importante le hace sentirse más culpable, tal vez por otra persona no hubiese accedido a hacerlo, pero por él sí... Sus palabras llegan a una mente herida y atormentada, Harriet se lo había dicho finalmente, pese a que ella no se lo creía, y lo que eran dudas ahora eran certezas:

- Es un mentiroso, Epi... No sé si sólo me quería a mí o tú tenías algo que ver, pero lo que está claro es que sabía que nos conocíamos, que vivías conmigo... Y aprovechó eso en su favor- Culmina, hablando siempre en voz baja y mirándola. Se ve tentado de abrazarla, de ayudar a esa mariposa que ha perdido todas las ganas de vivir...

Mariposa. Ya lo tiene, y se nota cuando esboza un amago de franca sonrisa:

- Sigues siendo mi mariposa- Parece que diga poco con esas palabras, pero si intuye, y eso cree, lo que piensa y siente ella, con esas cuatro palabras se lo habrá dicho todo.

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