Re: Las calles del barrio

**Ulises J. Kane** Mar Jul 21, 2009 5:56 pm

Cuando Dakota se presentó Victoria consideró oportuno hacer lo mismo.

- Victoria. - Dijo en general, tanto para los dos presentes como para la recién llegada. Luego miró a Dean. - Sí, quizá debería preguntar a otra persona... a una que sepa cómo llegar, por ejemplo.

Sonrió, sin intención de ofenderle pero sin poder evitar que sus palabras adoptaran un cariz socarrón. Dudaba mucho que tanta izquierda y derecha tuviera un sentido real, pero si nadie le daba un recorrido más satisfactorio tendría que probar suerte.
Miró con disimulo a la chica que acaba de acercarse a ellos, con ese vestido blanco que contrastaba tanto con sus vaqueros desteñidos de puro viejos. Sí, debería ir de compras un día de estos, antes de que su ropa pasara a ser reliquia histórica.

**Dean McKey** Mar Jul 21, 2009 6:04 pm

Saluda a la recién llegada, que le sonaba mucho, ¿sería de su colegio? Si vivía por allí, seguramente.
-Pues estaba muy bien, hasta que me encontré con la pava esta -señala a Dakota-. Entonces mi estado de ánimo cambió Very Happy

-escucha la retahíla de palabras seguidas que suelta Dakota. Joder con la niña-. Uy, pues si ésta se llama Dakota éste se llama Dean -señala, imitando su voz de pija-. ¿Entendido enana? -pregunta, volviendo a su tono de voz normal-. En fiiin, ya sabes cómo llegar a tu casa, ¿qué haces todavía aquí? -pregunta alzando una ceja, suspicaz. Después escucha a Victoria. Uh, le había pillado-. Pero si yo sé cómo llegar, en serio, lo que pasa es que claro, ¡no te he avisado! Se me da muy mal explicarme, es algo que tengo que mejorar, sí, los profesores siempre me lo dicen...Hmm... ¿A qué colegio vais? -pregunta a Victoria y a la otra chica, ignorando aposta a Dakota, ya sabía de sobra a qué colegio iba. Al de los pijos, cuál sino.

**Anouk G. Sky** Mar Jul 21, 2009 6:09 pm

Al escuchar a la chica "enana, inútil y pija" vuelve a fruncir el ceño. Qué amabilidad. Mira a quienes señala, primero a la chica morena y luego al chico. Vuelve a mirar a la rubia.

- Eh, no, yo no busco ninguna calle, pero.. ¿gracias? -responde. Escucha el nombre de la morena y decide presentarse- Yo soy Anouk, encantada -sonríe y se coloca un poco los rizos rebeldes que caen sobre su frente. Mira al chico, que al parecer se llama Dean, y tras oír su pregunta, decide contestar- A La Blanca Colina -contesta, bastante orgullosa- ¿Vosotros? -esa pregunta la dirige también a la rubia, para no dejarla excluida.

**Dakota L. Burdock** Mar Jul 21, 2009 6:14 pm

- Y después soy yo la maleduc... -empezó al ver cómo la imitaba, bastante mal, por cierto- ¿¡Qué?! Atrévete a decirme otra vez enana, ¡venga, vamos! -exclamó, encarándose de nuevo. Si es que le sacaba de quicio, ¿qué iba a hacer? - ¿Que qué hago aquí? ¡Hablar con ellas! -dijo, volviéndose de repente a las chicas, sonriente- Por que a ti no te pienso volver a dirigir la palabra, cretino...

Y dicho esto, se relajó un poco más, llevándose las manos a la espalda, pasando el peso de una pierna a otra.

- Al St. Mary...

**Ulises J. Kane** Mar Jul 21, 2009 6:22 pm

Pues sí, desde luego que se explicaba mal, pobre Dean... y pobre de ella, que no iba a llegar a casa de los Drakos ni en un millón de años.

- A la Colina también. - Respondió.

Luego se separó discretamente del grupo, sintiéndose violenta por la discusión entre aquellos dos, y miró a su alrededor de nuevo en busca de algún detalle revelador que se le hubiera pasado. Nada, que seguía tan perdida como al principio.

- Bueno, yo creo que me voy... intentaré llegar a Frank Brown.

¿Cómo era lo que había dicho Dean? ¿Izquierda, izquierda, derecha? Se aventuró sin mucha convicción por la primera a la izquierda, pero no tenía salida. Regresó a donde había dejado a los demás y lo intentó con un callejón que serprenteaba hacia arriba, pero desembocaba en una guardería. Por Dios, pero qué torpe, así no conseguiría ni volvera su propia casa.

**Dean McKey** Mar Jul 21, 2009 6:29 pm

Niega con la cabeza, como apesadumbrado.
-Anouk, no intentes entender a Dakoty, es lela como ella sola -escucha lo que le dice esta última. ¿Que la volviera a llamar enana? Pues vale-. Enana Suspect

-dice al fin, preguntándose qué pretendía la niña, porque si era asustarlo... Iba lista Neutral

-. Entonces vamos los tres al mismo colegio... -ve que la otra chica se 'despide' e intenta buscar el camino de vuelta a casa. Se ríe, divertido, y se aleja-. En fin, yo sí que me voy, tengo un par de cosas pendientes... -mentira, se quería hacer el interesante-. Así que ya nos veremos -dice a Anouk y a Victoria-. A ti espero no verte más -dice mirando a Dakota-. Hala, ahí os quedáis -y se aleja caminando tal y como llegó, silbando y con las manos en los bolsillos del pantalón.

**Dakota L. Burdock** Mar Jul 21, 2009 6:45 pm

Se despidió de Victoria con un simple ademán, dando un paso más, acercándose a Dean al ver que la había vuelto a llamar enena.

- Cobarde... -murmuró, girándose en seco, con un cabreo del quince, alzando la mano para despedirse de la otra chica y comenzando a bajar la calle que le había indicado Victoria.

¿Ahora, a la izquiera o la derecha...? Pito pito... Derecha. Giró y desapareció de la vista de los demás, aunmentando la velocidad de sus pasos, impaciente por llegar a casa.

**Anouk G. Sky** Mar Jul 21, 2009 7:17 pm

La dejan sola, porque cada uno se va a lo suyo. Se encoge de hombros y sigue su camino, desapareciendo de allí.

**Dafnée Moreau** Jue Jul 23, 2009 6:54 pm

Había ido a parar a una plazoleta especialmente agradable, de esas empedradas y de aspecto antiguo... desde luego, para dejar volar su arte es sin duda el mejor lugar. Y nuevamente, nadie sabrá nunca a ciencia cierta cómo se las ingenia para, mezclando el vestuario más extravagante, resultar también elegante, discreta e invisible.

Se acerca a una fuente con los gráciles andares de una muñeca, o una marioneta manejada por los hilos de su instinto para el arte y las emociones. Aquel día había optado por la predominancia del negro, y lleva una camisa de corte victoriano, mangas anchas con encaje y escote cuadrado que deja al descubierto parte de sus hombros; la camisa es encorsetada y a medio camino un top, de modo que deja al descubierto su torso de nueve con el tatuaje que anilla su ombligo: un ala de ángel y otra de demonio. De igual color lleva media falda trasera ligeramente abultada para acentuar la suave curvatura de su espalda, y la nota de color la dan unos pantalones cortos y blancos, unas medias-ligero de igual color hasta los tobillos, finalizadas en encaje y atadas con lazos rojos y sus botas militares negras de ligera plataforma. Lleva una gargantilla negra con un cascabel, el rojo pelo recogido en un gracioso tocado de tirabuzones y por lo demás suelto en cascada hasta la cintura, además de su maquillaje de labios rojos. Las manos desnudas sostienen el estuche con su violín.

Un aspecto de melancólica, extraña y bella muñeca de circo, básicamente. Se apoya en la húmeda piedra, ladea la cabeza y, sonriendo dulce y enigmática, pasa los dedos por el agua que cae de la fuente. Luego, toma asiento con un pequeño impulso, cruza las piernas y saca el instrumento. Una vez arregladas sus cuerdas, deja una destartalada caja al lado para las posibles monedas, cierra los ojos y comienza a tocar. La música fluye en una melodía de su invención, con aquel don que tiene para plasmar imágenes y transmitir sentimientos profundos.

**Aidan Livermoore** Jue Jul 23, 2009 7:16 pm

*Demasiadas cosas habían pasado como para no necesitar despejar mi mente, demasiadas cosas parecían haberse movido para luego intentar volver a su sitio original, como unas piezas encajadas a presión que una vez separadas ya no pueden volver a unirse. Las horas transcurridas desde que conocí a la joven Mayfair han sido las mas extrañas y agradables de mi patética existencia, pero a la vez, también desconcertantes y desagradablemente sorprendentes, habiéndole mostrado mi alma y sin saber que consecuencias habría para ambos. Aun soy reticente a pensar que volveré a verla, pero me he obligado, por primera vez, en guardar una leve esperanza en ello.

Necesito pasear, pensar un rato a solas, en compañía de una muchedumbre que no pararía a ayudarme si de pronto tuviera un sincope y precisara atención médica. No, ellos seguirían andando y yo moriría de un ataque al corazón sin que ellos se lamentasen por ese leve incidente. Al fin y al cabo, seguía siendo el mismo ser despreciable y despreciado por todos, aunque una persona hubiese decidido tomarme en una consideración que no merecía.

Al llegar a la plaza me inunda una música suave, agradable…La música de un violín. De pequeño siempre había considerado que este instrumento era perfecto para elaborar cuentos de hadas, escenas mágicas y finales extraños en los que nadie terminaba exactamente feliz, pero si aceptablemente bien. Ah, que inocente era de pequeño…

Observo a la violista unos instantes, porque aunque ella no me este mirando, sigo sin tener el valor de observar fijamente a nadie. Rebusco en los bolsillos de mis viejos y gastados tejanos unas monedas y se las lanzo en el estuche abierto, sentándome en la fuente un poco mas apartado, escuchando la música por la que he dado un precio irrisorio comparado con el talento. Los había que nacían con un algo especial, como la música de la fuente, o Tara, y los había que no se sabía porque habían nacido, como yo*

**Dafnée Moreau** Jue Jul 23, 2009 7:25 pm

Absorta como está no se percata de que tiene un oyente. Bueno, de hecho no se percata de nada, pareciendo un hala carente de alas encerrada en su peculiar gota de rocío, y en ella no escucha más que los susurros de los duendes que pueblan su imaginación. El arruyo de la fuente, el sonido de un campanario lejano y la tranquilidad antigua son alimento suficiente para las visiones de la mitad de su alma, y sus manos se mueven solas sobre la superficie del otro fragmento: el violín.

El tintineo de las monedas cayendo sobre la caja la hace entreabrir los ojos pardos, velados por una película de ensoñación producida por la música. Parpadea una vez y sonríe con dulce agradecimiento a su oyente, sin decir nada, ni hablar: ella solo es la trovadora de una corte misteriosa, y ha de ser una sombra sin palabras elaborando su magia a través de las cuerdas.

De nuevo cierra los ojos y se deja llevar por una melodía de corte más alegre, más fantástico. Hace pensar en risas de niños entre la espesura de un bosque. Sigue así durante largo rato, contentando cual sumisa y silenciosa sirviente, no diciendo nada a menos que se le dedique una palabra.

**Aidan Livermoore** Jue Jul 23, 2009 7:39 pm

*La canción termina para empezar con otra, sin que parezca que haya finalizado una melodía continua. Pero puede percibirse un tono más alegre, más divertido, que me impulsa a recordar los momentos agradables de mi infancia, una época a la que volvería encantado siempre y cuando me quedara helado en ella, sin tener que pasar de nuevo por la adolescencia y la madurez. No, eso nunca lo repetiría….

Recuerdo las únicas vacaciones que pudimos permitirnos nuestros padres y yo, haciendo una excursión con camping incluido en un parque natural del norte de estados unidos, en pleno verano. Esa música me recuerda a ese ambiente de aire limpio y montañas verdes, cogiendo con seis años la mano de mi madre para subir una colina especialmente difícil para mis cortas piernas, o mirando como mi padre mantenía una lumbre un poco demasiado pequeña encendida. El violín de la música de la fuente me permite divagar por mis recuerdos sin tener que sentirme triste por ellos, porque es en cierto modo, algo inevitable. Recuerdo lo agradable que era para mi ir a la escuela….o mejor dicho, como los recuerdos han modificado la diferencia entre ir a la escuela y el Sant Mary. Como todo niño detestaba estudiar y prefería jugar con los demás, aunque ya entonces resultó entreverse el destino que adoptaría mi vida….pero a pesar de ello, a pesar de no ser los mejores momentos del día, eran mucho mejores que los años siguientes. Muchisimo mejores.

La música finaliza antes de que sea demasiado tarde y miro brevemente a la chica*

-….Una música…muy bonita….*murmuro en mi tono de voz flojo. Si me atrevo a hablar es porque ella parece callada y porque la música me ha dejado meditabundo*…te daría mas monedas si llevase

**Dafnée Moreau** Jue Jul 23, 2009 7:49 pm

Se estremece con el último acorde del violín, viviendo tanto como puedan vivirlo otros la música que ella misma ha creado. Con un pie en el pundo de los sueños y el otro en el umbral de la realidad su aspecto es más etéreo de lo normal, más difuso y menos humano, siendo realmente una criatura mágica surgida de un cuento de hadas. Cierra los ojos y, con movimientos lentos y frágiles, deposita el violín sobre sus muslos cruzados y baja un instante la cabeza, cerrados aún los ojos. Su rostro es sereno e indescifrable, pero se adivina el brillo de una lágrima reprimida en el rabillo del ojo.

Después los abre y los deposita de nuevo en Aidan, esbozando una vez más su peculiar sonrisa misteriosa y agradable.

- Soy yo quien debe darte las gracias... - susurra, dándole a su gesto un matiz divertido de amabilidad, al negar suavemente con la cabeza - por haberme deleitado con con placer de tu compañía. Ése ya es pago suficiente - lo dice de corazón, aunque sea más que consciente de que necesita el dinero para sobrevivir; pero si no lo conseguía tocando, no le costaba nada bajar a la realidad y obtenerlo por otros medios... se queda un instante en silencio, simplemente contemplando al desconocido, y por fin carraspea y vuelve a colocarse el violín sobre el hombro. Sus movimientos son callejeros y al mismo tiempo desprenden un donaire chocante, casi noble - ¿Deseas que toque algo...? Bastaría con que me describas una escena, o un sentimiento.

**Aidan Livermoore** Jue Jul 23, 2009 8:26 pm

*La música finaliza antes de que sea demasiado tarde. Afortunadamente, porque esta música es peligrosa, me hace sentir emociones, sensaciones y recuerdos que podrían llevar a sentir una esperanza que no ha sido creada para un ser como yo. La música me hace oscilar entre los recuerdos de toda mi vida a las horas pasadas con Tara ayer. Por mucho que yo desease que ella me consolara, las diferencias y separaciones eran demasiado evidentes, demasiado grandes….Ella tenía que pasar a ser solo un recuerdo, un regalo maravilloso que siempre tendría en mi memoria y me daría fuerzas las frías noches cuando me diera un temblor incontrolable debido a la soledad y el miedo. La música es peligrosa porque me hace creer que puedo tener esperanzas, algo peligroso, y solo tengo que recordar lo que mi vida de ser despreciable me ha enseñado para aprender para saber que no soy persona para concebir esperanza.

La música finaliza y alzo la vista violentamente cuando la chica me habla, bajándola de golpe al ver que me mira, fijándola en el violin*

-Es el publico quien aplaude al compositor, no al revés……Ojala pudiera pagarte con algunas monedas mas, puesto que mi compañía no vale mucho….*si es que vale algo. La miro sorprendido por sus siguientes palabras*...Una escena o sentimiento….?....Bueno…yo…..si puedo escoger, quisiera que tocaras algo sobre una pequeña hada…consolando a un monstruo digno de desprecio y lastima….*niego con la cabeza*…cielo santo, que tonterías digo

**Dafnée Moreau** Jue Jul 23, 2009 8:44 pm

Permanece silenciosa, paciente y a la espera, meciendo una pierna de forma suave, elegante e infantil en una de sus manías habituales. Su rostro es indescifrable, al igual que los ojos pardos que se fijan en los suyos; pero, sin que nadie sea capaz de leer del todo en ellos, sale de entre las sombras su don para ver más allá, para leer en la mirada ajena, para concederle a lo que ve una metáfora germinada por su imaginación y ansiosa por plasmar lo que ve, de una forma u otra.

Para tranquilizarle un poco, dada su turbación, recupera la dulce sonrisa.

- ¿Y que sería el compositor sin su público? Sonidos que se dispersan en el abismo hasta extinguirse... la música no ha de quedar en bruma olvidada, sino ser recordada por al menos un oyente. Entonces, jamás morirá del todo - su forma de expresarse, con una voz arruyante y tranquilizadora, aún contrasta demasiado con su aspecto de gata callejera vestida con retales empobrecidos. Entorna los ojos, difuminando un poco la sonrisa y de repente viendo algo más, algo que es él y al mismo tiempo ensueños de su mente - La Bella y la Bestia... - murmura, asintiendo suavemente - Plasmaré, pues, la historia de un hada atormentada por la soledad y una Bestia que en realidad es hermosa.

Cierra los ojos y, de nuevo, la música fluye lenta de su violín, mas rápida y dramática en algunos pasajes pero, en esencia, melancólica, hermosa. Otorgándole a su público el don de imaginar un cuento, protagonizado por almas de singular belleza.

**Aidan Livermoore** Vie Jul 24, 2009 11:04 am

*No vuelvo a alzar la mirada del suelo, pero recojo mis piernas y me siento como un indio encima de la fuente. Se que la vista de la chica del violin esta fija en mi y eso, como siempre, me incomoda, puesto que me siento evaluado, observado y considerado por los ojos de cualquiera, como si pudieran saberse todos mis secretos e inseguridades solo con ver mi aspecto*

-Puedo asegurarte *murmuro en mi habitual tono*que recordare la pieza…

*Me atrevo a mirarla de reojo cuando nombra a la historia de Beaumont sobre el monstruo que cometió la osadía de enamorarse de una joven demasiado inocente como para darse cuenta del peligro de lo que estaba haciendo. En la historia, el monstruo es un príncipe oculto tras la fealdad que poco a poco va recuperando sus cualidades hasta que se transforma en el humano que era antes, gracias a la doncella. Y, para variar, el príncipe cogía su caballo blanco y se quedaba con la joven. Pero todo eso era gracias a que él antes había sido una criatura tan perfecta como la protagonista….si el monstruo hubiese nacido como tal, o en su naturaleza no hubiese habido nada que lo hiciera bello…..Que final habría tenido la historia?

Escucho la música en silencio, perdido en mis propios pensamientos. Seguramente el hada solitaria hubiese acabado encontrando a su príncipe, pero hubiese ofrecido consuelo a la bestia. Y esta se hubiese conformado con eso….si, solo con eso era suficiente para sus noches de soledad en el castillo sin lumbre*

**Dafnée Moreau** Dom Jul 26, 2009 4:46 pm

Ella misma se sumerge en esa peculiar versión de La Bella y la Bestia que ha creado para su oyente. Quizá más inquietante, más sombría y tormentosa en algunos pasajes... pero humana, mágica y bella como solo puede surgir de ella. Lentamente finaliza la canción y baja el violín, con sus ademanes lentos y algo frágiles... es lo que le queda cuando une los dos trozos de su alma al interpretar, dibujar o simplemente dejar vagar su imaginación: cansancio satisfecho.

Apoya el violín en los muslos y observa al hombre, dibujando otra suave sonrisa; sus ojos pardos, empañados, a medias siguen volando a través de sueños de castillos, bestias y princesas.

- Tocaría todo el día y toda la noche, si quisieras - susurra con el arruyo de su voz, ensanchando la sonrisa con un toque de amable diversión - pero temo que sea yo la única con suficiente tiempo libre para hacerlo. A veces es conveniente descender del Paraíso y posar los pies en la Tierra... - habla como una criatura etérea que jamás podrá hacer eso del todo, alejada del más común de los mortales - Sin embargo, la elección es tuya.

**Aidan Livermoore** Lun Jul 27, 2009 1:23 am

*No es bueno que me deje arrastrar por melodías que modifican demasiado mi forma de pensamiento. Es enfermizo por mi parte someterme a esperanzas de finales felices cuando se que después tengo que volver al mundo real, pero es tan difícil de resistirse a esa música casi inhumana….La chica toca con su alma y llega a lo que queda de la mía, que no es mucho. Y pronto será menos, como siga así mi vida….

Si mi vida fuera un cuento de hadas, yo sería aquel personaje secundario….o de tercera categoría, o cuarta, o quinta, que quizás se encuentra con el protagonista y le ofrece su ayuda. Seguramente su pasada por la historia sería providencial, y aunque sus consejos fueran de alta importancia, al final del libro no habría recompensa para el, ni siquiera el recuerdo de su existencia. Pero se sentiría satisfecho de haber ayudado….se sentiría satisfecho de haber visto a aquel que al final terminaría salvado a la princesa y sería tremendamente feliz al pensar que habría colaborado. Aunque su final y vida no importase a nadie.

Miro a la chica brevemente cuando me habla, haciendo ver posteriormente que vuelvo toda mi atención en el agua de la fuente, pasando mis dedos por ella y dejando que el fresco liquido contacte con las terminaciones nerviosas de la piel de mi mano derecha*

-…Yo también quisiera pasarme el día en un rincón del mundo. Pero no me es posible….como tu bien has dicho *le dedico una breve pero cálida sonrisa, tímida como siempre, y demasiado insegura como para durar demasiado*…Me gustaría poder posar los pies en la tierra. Ir a trabajar, dar clase a mis alumnos y corregir sus exámenes, controlar sus trabajos. Intentar modelar sus mentes. Volver a casa, preparar la cena, leer el periódico e irse a dormir pronto para despertarse temprano y entrar en una tediosa pero vivificante rutina. Bajar a la tierra sería algo maravilloso….Pero yo tengo vía directa con lo que hay más allá del mundo de los hombres, yo acostumbro a bajar más abajo….y encontrarme con unos demonios poco comprensivos con las rutinas……*Alzo la vista y vuelvo a sonreírle del mismo modo, como si hubiese hecho una broma, como si todo lo que le he dicho no fuera verdad…..ojala no lo fuera….*…Pero aún puedo quedarme en este rinconcito un rato….Me gustaría que tocases algo alegre….La verdad es que lo necesito.

**Dafnée Moreau** Lun Jul 27, 2009 3:48 am

Parece que durante todos los pensamientos y deliveraciones de Aidan ella no sea más que una sombra de luz fantasmal, y al mismo tiempo lo bastante oscura como para no poder desentrañar sus misterios. Sus vestimentas, el violín y, sobretodo, la profundiad de sus ojos pardos... todo ello conforma el cuadro fascinador de la artista: un hada demasiado irreal para pertenecer a ese mundo y, al mismo tiempo, demasiado humana... lo bastante para que, con cortés observación, sus ojos parezcan brillar y anegarse de cierta tristeza al percibir las emociones de Aidan. Ése es su don, al fin y al cabo: captar el alma y pasarla por un filtro de belleza.

Como cuando sonríe misteriosa, asintiendo servicial a su petición cual trovadora complaciendo a un rey. Pero no accede a ella de inmediato, sino que durante varios segundos sigue mirándole.

- ¿Te consideras la Bestia de mi historia...? - inquiere de repente, en un susurro suave e indescifrable - No puedo concebir entonces una Bestia más hermosa, gracias al corazón que late en su interior... - alarga el silencio y acentúa la sonrisa, ahora con un matiz alegre y agradable, como quien charla con un amigo sobre el tiempo - Todos lo buscamos: la ensenada en medio de un mar de tinieblas. El refugio al que acudir cada vez que nos sentimos asfixiados. Y también... un santuario - mientras habla balancea una pierna y ladea la cabeza de forma casi infantil, y produce con ello un efecto extraño: parece joven y anciana al mismo tiempo, una criatura de edad atemporal. Baja la vista y acaricia el violín con las yemas de los dedos, meditabunda y con cierto aire melancólico - ...si puedo ofrecerte uno con mi música, lo haré.

Pensamientos, sentimientos, emociones, que viajan como luciérnagas por su alma; deja que Aidan conecte con ella para percibirlos, pero como guardiana celosa de su interior corta de nuevo esa conexión. Con una sonrisa dulce, casi modesta, coge el violín y pulsa de nuevo sus cuerdas, esta vez sumergiéndose en mundos de risas infantiles, aroma a dulces y bosques frondosos iluminados por la luz del sol.

**Aidan Livermoore** Lun Jul 27, 2009 4:12 am

*Por supuesto, sería imposible pensar que yo pudiera fijar la mirada en ella más de diez segundos, pero a fuerza de hacerlo repetidas veces, consigo formarme una imagen mental bastante buena, teniendo la sensación de que la chica ha huido de algún cuadro prerrafaelista de William Michael Rossetti, dejando que los trazos de oleo huyeran con ella.

La puedo imaginar en un campo de flores silvestres de tonos suaves, casi apagados, como si estuvieran algo marchitas debido a que la primavera empieza a desvanecerse y el calor mata lentamente los pétalos. La puedo ver pintada en un bosque algo lúgubre, de tonos marrones, con el suelo cubierto de hojas muertas y de aspecto crujiente, danzando sobre ellas para crear una música natural. Puedo verla arrebujada en una capa, en medio de un pintado campo nevado, con el viento moviendo los copos hacia su pelo, donde quedarían atrapados.

Puedo verla en esos cuadros, pero no en esta ciudad.

Lo miro sorprendido, ya que parece que me haya leído el pensamiento*

-….No me considero la bestia de TU historia…porque en la que has tocado, el monstruo consigue la belleza que anhelaba, y consigue a la princesa…..*niego con la cabeza mirándola fugazmente antes de volver a mirar el agua*….En mi interior late un musculo que bombea sangre…nada mas. Ni siquiera oscuridad, o belleza, o tristeza, o alegría. Solo músculos, carne en proceso de muerte que terminara en polvo dentro de algunos años. No puedo ser la bestia de tu cuento….si no de uno, demasiado mezclado con la realidad como para ser una historia para dormir…

*Alzo la cabeza y le sonrio cuando me concede otra música, mirando ipso facto hacia el empedrado del suelo, dejando que la melodía me transportase a los alegres e inocentes años de infancia. Ah, quien pudiera ser Peter Pan y no perder nunca la ingenuidad….*

**Harlan Twissell** Lun Jul 27, 2009 4:20 am

Harlan pasea por las calles de whitestone valley intentando borrar de su mente todos aquellos pensamientos que le atormentan con demasiada frecuencia, realmente no sabía ni porque habia ido a parar allí, tal vez pretendía alejarse de los suburbios del black and red district y pasear por algún lugar donde no tuviese que analizar la situaciónn a cada dos pasos para evitar que alguien lo apalizara o desbalijara.

De pronto comenzó a oir una música angelical, provenía de un violín, eso estaba claro, pero su sonido era más...más delicado, más puro tenía algo muy especial, al analizar la calle observó quien lo estaba tocando. Se fijó en que era una chica bastante extraña, con una imagen todavía más enigmática que el sonido que emitía aquel antiguo violín. La melodía era fantástica y la calidad de la interpretación no era propia de un aficionado, ni mucho menos. Se quedó observandola de cerca como queriéndole decir algo, pero... no se atrevía, era demasiado inseguro. Aquella chica le resultaba extremadamente atrayente, obviamente no en el terreno sexual sino puramente personal, odiaba la mediocridad y lo standar y desde luego ninguno de esos adjetivos eran aplicables a aquella hada excéntrica y virtuosa.

**Dafnée Moreau** Lun Jul 27, 2009 3:44 pm

Sigue tocando, con los ojos cerrados. No parece haber escuchado nada de lo que Aidan ha dicho, y en parte ahora es incapaz de escuchar otra cosa que no sean los brotes de su imaginación. Pero una vez acaba, de nuevo recuperando fuerzas, alza los ojos velados por el ensueño y le mira. Parece que con cada pieza se debilite aún más, poniendo algo más que su alma en el violín. Toda su esencia.

Su sonrisa sigue ahí, inextinguible y misteriosa.

- Tienes razón... no eres la Bestia de mi historia. Ella obtiene una belleza que jamás había tenido antes, y la princesa es capaz de amarle precisamente por eso - hace una pausa - Pero... - baja la vista y acaricia el violín, acentuando el aire melancólico, como si algo la entristeciera - Tú desde siempre has poseído esa belleza, solo que no sabes verla. En cambio, la princesa del cuento sí ha podido... y ama a la Bestia por lo que es, y no por lo que pueda llegar a ser - acentúa la sonrisa, casi con candidez infantil. No se sabe de qué princesa habla, pero desde luego no es ella; es simplemente algo que intúe, como si gozara de un don - Eres un ángel ahogado por la ilusión de un monstruo...

Se queda pensativa hasta que, con un parpadeo, se endereza y mira a su lado. Justamente a los ojos del recién llegado, aquel que la ha escuchado; ella lo sabe, y por eso de nuevo sonríe. Sin que el desconocido diga nada, adivinando sus deseos, se coloca el violín en el hombro y vuelve a tocar. Esta vez es una melodía que no destila tristeza o alegría... o quizá, lo destila todo a la vez. Solo es un sueño, nacido justo en ese instante y con final desconocido.

**Alexander Tessier** Miér Jul 29, 2009 3:33 am

Alexander salió de su casa después de haber tenido una pelea con su abuelo, generalmente era cordiales entre si y se amaban como padre e hijo siempre y cuando no se tocara el tema de sus padres, salió un poco molesto pero decidió olvidarlo por que el día de hoy usuaria el automóvil que le había dejado su padre, al salir le pareció escuchar una bella música de violín en las calles lo cual le recordó a su madre; decidió apresurar el paso hacia el manto que cubría el automóvil y lo descubrió admirando su brillante y reluciente carrocería.

Al momento de hacerlo vio que un joven se dirigía a paso veloz hacia la música que el escuchaba; de pronto cayo en la cuenta de que se la hacía tarde, debía llegar a Sant Mary para ver el asunto relacionado con respecto a su beca, Subió al coche y fue curiosa la sensación cuando tomo el volante fue como si su padre estuviera con el, se puso sus lentes obscuros, suspiro y dijo para si mismo “Les prometo que lo hare bien” puso la marcha y tomo rumbo a Sant Mary.

**Dmitri Vólkov** Vie Jul 31, 2009 8:21 pm

Le había llegado un trabajo, uno de esos que preferiria no hacer ya que esta traicionando en lo que una vez creyo. Ha preferido no hacer preguntas, no saber porque tiene que dispararle una bala en la cabeza a un hombre, porque entonces tal vez no lo haría y quien se llevaria la bala sería él. Es razón de supervivencia.

Baja del coche, y se acerca sigiloso a un hombre, mediana edad, algo de barba y curva de la felicidad, los años se le van notando en las sienes. No sabe sus deudas con el infierno, el solo es el brazo ejecutor de su seños, un angel obligado a caer para convertirse en el perro de caza del señor del inframundo.

Saca la pistola de bajo la cazadora y le quita el seguro, no lo ve venir y antes de que la presa pueda reaccionar a caido bajo un tiro que es silenciado por el silenciador del arma. Se aparta del cadaver antes que nadie pueda reaccionar ni asociarle con lo ocurrido. Es el perfecto depredador, el perfecto asesino.

vuelve al coche y guarda la pistola en la guantera, no queriendo sentir mas el contacto frio del arma contra su piel. Arranca y sale de allí, intentando no pensar en lo que acaba de cometer, intentando borrar de su mente ese rostro sin nombre, que se añade a las decenas que le acosan cada noche, en sueño...

Acelera abandonando WhiteStone Valley.

**Jake P. Anderson** Dom Ago 09, 2009 3:17 am

Salgo a las calles con las manos en los bolsillos dispuesto a dar un pequeño paseo nocturno. La noche anterior había sido extraña por el encuentro con aquella niña en los jardines. Pateo una lata de cerveza Puff que encuentro a mi paso, tal vez fuera de Chris. Cuando paso cerca de una papelera la recojo y haciendo un lanzamiento de básquet la meto dentro. Me rasco la nuca sin saber muy bien a donde ir, entonces pasa una fría corriente de aire y a falta de una chaqueta, froto mis manos contra los brazos, intentando autoinfundirme algo de calor. Después de todo tendría que empezar a hacerle caso a mi madre y coger la desgastada y única chaqueta que tengo para abrigarme por las noches...

Después de dar vueltas sin cesar, callejón arriba, calle abajo, paro delante de una casa con jardin y me siento en la acera a la que daba el portal, haciendo un auto de este modo, y dejando mi mente vagar mientras tanto

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