Re: Red Sun Park

**Dominique Devereaux** Dom Sep 20, 2009 4:01 pm

Tras caminar un poco,Dom llega a lo que un dia debió ser un parque infantil,con algunos columpios y toboganes,arboles y cesped de no muy buen calidad,pero que al menos habia sido verde en su momento.Aquel lugar estaba reconvertido en supermercado al aire libre de sustancias y peleas,todo buen distrito basura debia tener uno.
Entra en el descampado con desconfianza camuflada tras una mascara de frialdad,con la cabeza bien alta y las manos metidas en los bolsillos de su cazadora de cuero negro,con la capucha de la sudadera que lleva debajo quitada,dejando su mirada azul a la vista,moviendose con una fuerte aptitud agresiva,para dejar claro que es el nuevo en el barrio pero no alguien al que se pueda tocar.Inspecciona los bordes del parque,localizando los puntos por donde es mas facil escapar en caso de que la cosa se ponga fea.
Alli la policia no era el unico problema,habia pasado demasiado tiempo en solares abandonados como aquel para saber que una reunion de traficantes podia concluir en el hospital...o en el deposito.Y la verdad,no tiene pensado dejarse matar en un agujero como aquel.
Se sienta en el respaldo de uno de los bancos paseando la mirada con cautela por cada uno de los presentes en el lugar,no esperaba sorpresas,solo poner en marcha su brillante carrera como vendedor de caramelos.

**Jane C. Jaffe** Dom Sep 20, 2009 4:06 pm

Caminando por los callejones de aquel barrio, Jane llega al antiguo parque ahora destrozado y lugar de reunión de vagabundos y borrachos, y también dorgadictos que se unian en pandillas para meterse unos chutes de cualquier cosa que les colocara lo suficiente para pasar un par de hras tirados en el suelo sin poder mover apenas un musculo de su destrozado cuerpo. Con una sola mirada se podía ver la muerte a la que se exponían cada día con ese chute.

Suspirando, dirige sus pasos al lugar de bancos más apartados de aquellas tertulias, buscando tranquilidad y algo de relajación, sabiendo que para ello eso era un caso imposible, salvo con la ración habitual de ejercicio o medicación que era dificil seguir al pie de la letra, pero necesario para descansar. Mientras camina, golpea las piedrecitas de suelo que se han ido desprendiendo con el paso del tiempo, o bien por los salvajes que solían vivir por la zona. En aquel parque había visto a aquella muchacha pintar, y había conocido a Harlan. Esborza una sonrisa, a la vez que baja un poco su cara, tapando ésta con su pelo oscuro, que ahora al sol tenía algunos reflejos cobrizos. A día de hoy llevaba unos pantalones vaqueros negros ajustados, y una camiseta azul eléctrico también de la misma forma, sin molestarle mucho al realizar lo movimientos oportunos. Por primera vez en mucho tiempo, sus pies estaban forrados por unas simples deportivas blancas sin marca. Su mochila negra descansaba sobre su espalda, colgada solo con un asa a su hombro izquierdo, esperando mostrar a su dueña lo que contenía en su interior.

Hay un chico que no parece dorgadicto, pero solo centra su mirada y atención en él durante unos instantes, por lo que enseguida vuelve a alzar la cara, sacudiendo el pelo para echarlo hacia atrás, y cuando por fin encuentra un banco de su agrado, se sienta con las piernas cruzadas en posición india, y abre su mochila, buscando algo interesante que hacer.

**Axel Welles** Dom Sep 20, 2009 4:57 pm

Paseaba por las calles, aburrido y sin nada que hacer, con su inseparable guitarra acústica al hombro y silbando una alegre melodía. Al pasar por delante de las viejas y oxidadas verjas del parque se para frente a ellas y se encoge de hombros, no había nada mejor que hacer, y con suerte encontraría a alguien.

Avanza, casi arrastrando los pies y de no ser porque vivía aquí desde que su señora madre le parió, le habrían traído consecuencias pasearse por este lugar sin mostrar distintivo alguno de bandas. Se ajusta el sombrero negro a la cabeza, a juego con su camisa de manga corta, y saca de los pitillos rojos ,que parecen haber vivida mejor época antes de que cortes adornaran las rodillas y el trasero, un zippo de color negro. Coge el cigarrilo que llevaba a la oreja y lo lleva a sus labios, aspirando profundamente y dejando que el denso y tóxico humo del tabaco entrar en sus pulmones.

Tira el humo por la nariz y sonríe al ver una silueta conocida, avanza sigilosamente y se coloca al lado suya del banco. Coloca la guitarra y comienza a tocar repentinamente.

-¿Quieres bailar, preciosa?...-Dice clavando sus ojos perfilados en una fina línea negra en los de la chica. Sonríe, burlón y se levanta, haciendo movimientos secos parecidos de lejos al tango. Da un giro y se inclina hacia Jane, sin dejar de tocar.- Estoy esperando que ese cuerpo se mueva...

**Elyon Shirokawa** Dom Sep 20, 2009 5:10 pm

- ¡QUÉ DEJÉIS DE SEGUIRME DE UNA VEZ! - Y he aquí la bondadosa Elyon Shirokawa sin saber como deshacerse de unos niños que la seguían, riéndose de ella cuando se giraba de espaldas, que no parecían muy familiares. Era niños que jugaban a la calle la mayoría del tiempo, y alguna que otra vez, se colaban por aquellas calles, para salir escopeteados a la mínima que vieran algun mayor.

Y tal vez esa era la intención de aquellos pequeños diablillos, perderla en el lugar al que ellos no osaban entrar. Elyon oyó un par de risitas y algun insulto infantil, para girarse y verse sola, sujetando sus libros. Fue entonces cuando se percató de donde estaba. "Vaya, que calle más... peculiar". Rueda los ojos y dejando el peso de los libros a un solo brazo, se sube las gafas con el otro. Chasqueó la lengua y procedió a querer salir de allí, tratando de volver por donde la habían hecho ir.

Pero la suerte quiere que cruze una esquina que no es, y acabe viendo la imagen de un descampado en apariencia solitario, hasta que disntigue tres figuras. Uno seguramente drogado, una chica que no le sonaba, al menos de espaldas, y un loco con una guitarra. Se quedó quieta mirándolos desconfiada, pero procedió a andar recto a paso firme, porque estaba muy convencida de que siguiendo adelante saldría de allí rápidamente. Cabezota.

**Dmitri Vólkov** Dom Sep 20, 2009 5:36 pm

Una figura alta y fornida como un roble hace acto de presencia. Llevaba una sudadera ancha que no se pegaba a su cuerpo, pero aun asi era facil adivinar por sus espaldas que no era precisamente alguien con el que se debiera pelear, ocultaba sus ojos ojerosos bajo la sombra de unas gafas de sol demasiado caras para loo que solia verse por allí. Llevaba tambien unos vaqueros y unas zapatillas de deporte algo gastadas.

No le gustaba demasiado hacer ventas en aquel barrio, se sacaba poco y era arriesgado, pero tras lo del centro comercial debía mantenerse alejado de las esferas de poder, hasta que se corriera un tupido velo y volviera a ser un lobo entre corderos.

Saco un cigarrillo y lo encendio dandole un larga y profunda calada.

**Dominique Devereaux** Dom Sep 20, 2009 10:52 pm

Como polillas a la luz,el solar se va llenando de gente,atraidos por sus mil razones personales hacia aquel basurero de residuos humanos.Dom no se deja engañar por las apariencias,no.
Eso lo aprendió de la peor manera demasiado pronto.
Ni siquiera baja la guardia cuando ve aparecer a una languida belleza por una de las entradas,a paso inteligentemente precabido.Dom nota que su presencia alli no pasa desapercibida para la chica.Cruzan sus miradas durante unos segundos,como un modo poco sutil de valorarse.
A simple vista no resulta una amenaza,mas bien parece un bocadito rematadamente facil de tomar y aunque le dedica una especial atencion,no es a ella lo que necesita.

El macarra que con la guitarra a cuestas y pinta de haber perdido una pelea con una panda de gatos callejeros,es mas de su tipo.Y no,no es que sus gustos hubiesen sufrido un cambio radical,pero en el caso del aquel tio,las apariencias dejaban poco margen a la duda.
Por como entró en el lugar se entendia que estaba en su territorio y el modo en que habló a la chica que estaba sentada abrazada a su mochila un poco mas lejos de donde está él le revuelve el estomago.
Si,sin duda es el tipo de escoria que busca.
-Hey! como quieres que baile si no sacas nada decente de esa guitarra.-Le dije,mueve la cabeza ladeando el pelo de su cara.Esboza una sonrisa superficial en su boca que dice que trata de ser amable,en contraste con la acerada mirada que clava en el chico que dice todo lo contrario.

Si podia existir algo mas fuera de lugar en aquel sitio que una flor en mitad del cemento,era una cosita de rasgos orientales que venia precedida de una comitiva de crios,que trataba de quitarse de encima sin mucho exito,ya que su voz era tan sobresaliente como el talento musical de su nuevo "amigo".
Ella dejó de existir en su campo visual,casi fisicamente,cuando entró en escena un muro de musculo de pelo rubio,que alcanzó la distancia que los separaba con dos buenos pasos.Su modo nervioso de mirarles parecia decir "problemas problemas"
Dom refunfuña paseando la mirada entre el virtuoso de la guitarra y la apisonadora rubia,y con fastidio se pregunta,cual de ellos dos seria su hombre?

**Jane C. Jaffe** Dom Sep 20, 2009 11:13 pm

Todo pasa de manera rápida por su mente mientras ve llegar a Axel con la guitarra, y comienza a tocar un tango, y cerrando los ojos se deja llevar la preciosa melodía que hace que su imaginación vuele a la bella Argentina, en la cual pasó un tiempo con su padre cuando su madre murió. Le vení a la mente aquella belleza de calles y barrios, que le recordaban sin querer a este, solo que sin la música ni la esencia que encerraba aquel país en discordia.

- Eso se baila con una pareja Axel, no yo sola... -con una mirada le tienta a dejar la guitarra y a bailar con ella. Es entonces cuando una voz masculina la saca de ese lugar soñado que tenía en su mente en esos mismisimos instantes y gira su cabeza castaña al chico al cual había mirado antes. Sus ojos verdes se posan en la figura alta del muchacho, y lo observa con expresión suave en el rostro.

Tambén otra voz femenina hace que gire la cabeza hacia donde grita, casi con desgana, y se encuentra con la figura menuda y delicada de una muchacha de rasgos asiáticos escondidos trás unas gafas y unos libros. No tenía pinta de ser de ese barrio, y tampoco parecía muy dispuesta a mantner una agradable conversación, por lo que no tarda en ignorarla, mirando de nuevo al chico de antes, dejando que su mirada viaje por los ojos de él. Tampoco se da cuenta de el hombre, al cual conoce ya de haberlo visto con la hada de pelo rojo y cara de porcelana.

**Dafnée Moreau** Lun Sep 21, 2009 4:01 pm

Sus entradas tienen que ser siempre tan inusuales como ella misma, y por ello alerta de su presencia el tintineo metálico de la destartalada valla del parque cuando, con su habitual agilidad felina la solventa con cierta despreocupación. Su cabello rojo y asalvajado, únicamente sujeto con una baja cinta negra, hondea al viento tanto como sus siempre extraños ropajes blancos, y de algún modo se las ingenia para que todos y cada uno de sus gestos resulten gráciles.

Baja de un salto, haciendo resonar con sutileza las botas militares en el angosto suelo, y con una leve sonrisa en sus rojos labios se sacude el corto pantalón con las manos, negro y salpicado de hebillas en contraste con su top encorsetado de anchas mangas que deja ver sus improvisados mitones blancos de encaje y sus pulseras de cuero, a juego con la gargantilla en la que tintinea graciosamente un cascabel. Se iergue mesándose el pelo, parpadeando y quedándose repentinamente quieta y sin ver aún a los asistentes del parque; solo parece oír algo...

súbitamente se gira hacia los cubos de basura de su derecha y de una patada certera y breve aparta una bolsa, revelando la bola de pelo temblorosa y maullante que se oculta detrás mordisqueándose sus propias patas para después mirar a la joven con ojos curiosos. Un gatito blanco. La sonrisa de Dafnée se acentúa con dulzura cuando se arrodilla junto a él y lo coge en brazos, acunándolo con su calor natural y acariciándole la cabecita con ternura.

- En casa tengo una gran familia rondando... ¿quieres venir con nosotros? - le susurra con su entonación arruyante, sonriendo repentinamente como una niña cuando el gato se restriega junto a su cara. Deja escapar una risa y deposita un suave beso en su nariz - Lo sabía... - entonces se incorpora y, por fin, se percata de todas aquellas presencias en el parque. Su única muestra de sorpresa es la forma en que parpadea, observándoles a todos antes de soltar un: - ...uy - se encoge sobre sí misma abrazando aún más al ronroneante cachorro, aunque sus labios se sesgan en una sonrisa un tanto más irónica; eso le da unos instantes el aire de niña traviesa que ha hecho algo mal con toda su inocencia - Lamento interrumpir...

Sus ojos de jade sombrío se clavan repentinamente en Dmitri, sin decir nada ni delatar nada de lo que pueda pensar o sentir, aunque su mirada siempre parece horadar con eficacia cualquier pared; inclusive esos ojos de hielo quebradizo que no había olvidado ni olvidaría.

**Axel Welles** Lun Sep 21, 2009 4:31 pm

Escucha un gritos no muy lejos de allí y se gira, sin ver a nadie, pero eso tarda en dejar de ser así cuando ve a una figura femenina atravesar cargada con libros la zona donde están ahora mismo. La mira fijamente durante unos segundos, alzando una ceja, no recordaba haberla visto por allí nunca y ella tampoco parecía encajar por allí. Se encoge de hombros, sus motivos tendría para pasear por ahí.

Detrás de la chica aparece un tio al que si se pusiese al lado tendría que alzar la vista par pode rmirarle a los ojos, y al parecer por el tamaño de sus hombros y el detalle de las gafas demasiado caras: o camello o machacasesos de alquiler, quizá un mezcladillo de las dos cosas. El caso es que le sonaba de algo, de haberlo visto en otra ocasión... Sale de sus pensamientos cuando la voz del tipo que estaba hasta hace poco haciendoles compañía a Jane y él se dirige hacia su persona para decirle que... que... ¡No sacaba nada bueno de su preciada guitarra! Respira hondo, apretando la mano alrededor del mástil, controlandose por no ir allí y partirle el instrumento en el cogote. Dibuja una fina línea en sus labios, intentando sonreír después de aquella grave ofensa para él.

-Me gustaría verte a ti tocando un timbal a un dos por cuatro... pam...pam...pam...-Le respone burlón, llevando el compás con su brazo arriba y abajo en cada golpe imaginario al instrumento de percusión, en un ritmo muy lento. Se gira hacia Jane y sonríe, aceptando su desafío con la mirada, deja la guitarra en el suelo y estira sus mitones, como un cirujano antes de realizar una operación. Coge la guitarra de nuevo y pasa sus dedos por las cuerdas haciendolas sonar muy rápidamente.- Pues levanta ese culo y baila conmigo...-Da un giro y se queda delante de Jane, sonriendole y cogiendo suavemente su mano, casi obligandole después a levantarse.

Pega su cuerpo al de ella todo lo que la guitarra le dejaba y comienza a cantar y tocar lentamente uno de los fantásticos tangos de Gardel. La voz no sería su especialidad, pero eso lo suplía con su demostración de técnica con la guitarra, haciendo que sus dedos se deslizasen por las cuerdas grácilmente, con excesiva facilidad para quien lo viese desde fuera. Baila o por lo menos lo intenta con la guitarra a cuestas, incitando a su vez que lo haga Jane con él, viendo en uno de sus giros a la pelirroja que entraba en ese momento en el parque. Ahora mismo no podía hacer nada, si la conocñia ya la saludaría cuando acabase.

**Dmitri Vólkov** Lun Sep 21, 2009 5:31 pm

Observo a los chicos divertido, era tan adorable la guerra de gormonas que tenía entre ambos que no pudo evitar sonreir de forma descarada con la mirada clavada en ellos. Ilusos, se creian los reyes de la calle cuando apenas eran unos niños que acababan de revelarse contra sus padres, sobre todo ellas que llevaban la palabra niña rebelde metiendose en lios en la frente.

Le da otra calada al cigarrillo, dejando escapar el humo lentamente entre sus labios alzando la mirada al cielo mientras saca dos auriculares de entre la ropa y los lleva a sus oidos, aborrecia cualquier música latina desde que le toco hacer un año el reparto en aquella zona. Conecto el Mp4 y se dejo relajar por el sonido de guitarras de alguna canción Hard Rock.

Sonrio de nuevo al descubrir la presencia del hada pelirroja por allí y la saludo con un gesto de cabeza mientras disfrutaba de verla jugar con aquel tierno felino. En su mente no pudo evitar la noche que paso con ella, era cariño comprado, pero aun asi... Saco de su cartera y lo abrío para contemplarse a traves de los ojos de ella.

Pensaba que se equivocaba al ver en él alguna clase principe oscuro, no era mas que un perro de presa que había perdid todos los escrupulos sobre la mano a la que morder si su jefe se lo pedia, ellos le habían dado coche, casa y lo mas parecido a un futuro que podía conseguir un fracasado como él.

Guardo el dibujo y tomo una bolsa de papel que llevaba con él, bajandola un poco y revelando el cuello de una botella la cual abrio y se llevo a los labios dando un largo trago. Sintió el ardor del vodca abrasandole por dentro, pero era mejor eso que no sentir nada.

**Jane C. Jaffe** Mar Sep 22, 2009 12:05 am

Antes de que su boca pueda abrirse para responder al ofrecimiento de Axel, él la coge de la mano y la obliga a levantarse, y ella se deja llevar como si de un títere de hilos invisibles se tratara, sin oponer resistencia, y deslizandose con movimientos suaves y delicados cerca de él, a pesar de tener la guitarra en medio, como si fuera una bailarina de frágil vidrio y temiera que en un movimiento que estropeara la figura que formaban, pudieran romperse. En verdad Jane había dado clase de danza durante un año, y sabía los pasos báscios para moverse co elegancia y soltura. No era un experta, pero sabía defenderse si venía una ocasión como esa.

Le parece cómica la situación en la que se encuentran, y era algo extraño bailar con Axel dado que nunca había visto al chico bailar. Su voz no era el cántico de un ángel bajado del cielo, pero le gustaba escucharla. Quizás porque se había acostumbrado, y le resultaba tan familiar como el olor de su perfume por las mañanas, el color de sus ojos... como su reflejo en el espejo por las mañanas... Se había acostumbrado a él muy rapidamente,. igual que pasaba con Harlan, igual que con la Banda... y eso que todo había pasado muy rápido para lo que estaba acostumbrada, pero no le había molestado en absoluto.

De vez en cuando, meintras realizaba ese difícil y casi imposible baile con Axel, miraba al chico más joven junto con su amigo, y por primera vez en esta tarde, también echa su primera mirada al armario empotrado que estaba allí como si nada. También le recordaba a él, junto con el hada de pelo de fuego en los columpios que anteriormente fueron pintura roja en otra época de mayor gloria para el parque. Podía imaginarse a los pequeños jugar felices, incluso podía escuchar en su ment, a pesar de la música que también escuchaba en esos momentos por parte de Axel, los gritos de alegria al divertirse. Ahora era complicado que volviera a ser lo que era, dado que en el barrio en el cual estaba situado era muy complicado si no se empezaba por abajo, y ese abajo era arreglar toda la zona para transformarla, y mucha gente no estaría dispuesta a eso, incluido el chico que tenía delante y que sujetaba su mano con delicadeza. Le sonríe como si nada, como si en su mente no hubiera habido nada que a él le desagradara.

- Vaya, debo admitir que lo haces bien para tener esta quitarra en medio... -había escuchado el comentario que le había dedicado al otro chico, y niega con la cabeza, dejandole claro con ese simple gesto que no valía la pena que siguiera por ese camino.- Respira hondo, anda, que no podrás concentrarte -ríe con ganas, recordando que los hombres no podían hacer dos cosas a la vez según la teoría, y Axel estaba haciendo tres, junto con respirar, por lo que no dudaría que pronto tardara en equivocarse.

A pesar de eso, y de tener la vista en Axel, y de vez en cuando pasearla por los demás invitados a aquel lugar, estaba pendiente de todo, y no porque algo le interesase, sino por simple curiosidad.

**Dominique Devereaux** Mar Sep 22, 2009 2:21 am

Aquello pronto iba a parecer una reunion de causas perdidas.
El descampado era lo suficientemente grande como para que un helicoptero aterrizara en él,pero para Dom alli estan sobrando demasiados.
El trovador underground era la pieza mas sobresaliente del conjunto junto con aquel rubio de malos modales.
Se habia sentado lejos de ellos,acompañado de su musica y su desprecio,tras dedicarles una nada sutil mirada con la que les dejaba claro lo que pensaba de ellos,”desperdicios”.
Habia ciertos detalles en él que le hacian interesante,algunos toques de distincion fuera de lugar en un sitio como ese.Detalles que pregonaban a los cuatro vientos que andaba metido en asuntos que dejaban pasta.Trabajarselo era una opcion,pero desde luego le hacia mucha mas gracia el flautista de Hamelin,que parecia mover a las ratas de alrededor con los estridentes tonos de su voz.

La doncellita bailarina ahora se movia entre sus brazos porque él asi lo habia querido,y aunque ella no parecia reticente a dejarse tocar y manejar,resultaba una imagen patéticamente hermosa que Dom no puede dejar de mirar.
Ejerciendo mas interes para él,la chica tambien parece sacada a empujones de algun lugar mejor que ese.Quizas fuese la tipica niña rica aburrida de todo,que desciende a los bajos fondos en busca de diversión.Habia visto demasiado de eso.
Gente que lo tenia todo y jugaba a coquetear con el desastre.Y sin duda aquel tipo que la llevaba en un agitado baile de aquí para allá,lo era.Aunque no mas que él mismo.

-Da la casualidad de que soy un experto en tocar el timbal.Dudo mucho que tú fueras capaz de seguir el ritmo de la gente en un Mardi Gras.-Entre vuelta y vuelta cruza la mirada con la chica que el guitarrista apretuja contra su pecho.
No le ha pasado desapercibido que el tio no es un ser paciente y amistoso,y le ha dado por pensar que sus bromas podrian ser perjudiciales,si no fuese porque ella lo mantiene ocupado.
-Perdona,la verdad es que eres un gran musico.-Dice levantando las manos a modo de rendicion.No quiere meterse en problemas innecesarios,Sonrie a la chica enarcando una ceja sutilmente.
“Gracias encanto,se defenderme solo” es lo que transmite con pose arrogante.

Como por arte de magia,una melena roja atraviesa el claro entre escombros y maleza detrás de algo que pretende esconderse,pero al parecer no corre mas que ella.
Una chica de pelo rojo,una cosa en apariencia mimosa y gracil que bien le recuerda al gatito desmadejado y huesudo que lleva en las manos,una adopcion rapida entre cubos de basura.Alcontrario que todos ellos juntos,la chica recien llegada si parece merecer la atencion del joven rubio,que reacciona ante su presencia,pareciendo algo mas relajado.

Dom se baja del banco donde está sentado y camina hacia la pareja que se retuerce al paso de unos toques nerviosos que se supone son un tango.A suficiente distancia clava la mirada azul en los restos cenicientos del cigarrillo que el guitarrista ha apurado.
-Te dejaré bailar en paz con tu novia si me das uno de esos cigarrillos que fumas.O al menos dime donde puedo conseguirlos,me gusta el color rojo.-El tiempo no estaba hecho para gastarse inultilmente,menos cuando no se tenia demasiado.

**Dafnée Moreau** Mar Sep 22, 2009 4:51 pm

Ajena a cualquier mirada de curiosidad, observa curiosa la danza de los dos chicos y durante un instante sus ojos relucen, mientras acuna de forma instintiva al cachorro que se empeña en trastear curioso con una pata el cascabel que pende de la gargantilla de la joven. Parece, a juzgar por la suave risa que emite mientras observa la escena, que a través de sus ojos todo se transforma en un cuento onírico: el trovador errante y su dama en un bosque plagado de duendes.

Una de esas veces observa también al desconocido y errante caballero (Dominique) que le dedica una mirada, observándole sin que sus ojos intraspasables muestren emoción alguna pero, al mismo tiempo, ejerciendo sin querer el poder mistérico que posee su mirada... como si pudiera ver más allá de cualquier superficie.

Aunque sus pasos se encaminan al personaje de la historia que sí conoce: el príncipe. Se desliza hasta él haciendo tintinear un columpio cuando se sienta en él, recogiendo una pierna, rodeándola con los brazos y meciéndose suavemente. Durante unos instantes no dice nada; se limita a rascarle las orejas al tembloroso y juguetón gato, que no obstante parece seguro en brazos de aquella dama de ensueño y disfruta ahora enredando sus patitas en sus espesos mechones incandescentes.

- Parece que los hados son impredecibles... me impulsan a reencontrarme contigo en el lugar en que nos conocimos - susurra de repente con su natural voz acariciante, siendo para ella un comentario tan natural como el de "hoy hace buen tiempo". Ladea la cabeza con cierta pereza felina para mirarle; la sonrisa de sus labios es ambigua, sus ojos son insondables, en general sus movimientos parecen mutar a placer para asemejarse a un tiempo dulce y anciana hada y traviesa e infantil gata. Con un gesto de cabeza señala la botella - ¿Me invitaría el príncipe...? Aunque la última vez que probé vodka acabé consolando a una dama de las nieves.

Comentando todo eso como una anécdota divertida, no parece darse cuenta de nada... pero se ha dado cuenta de todo, o eso parece a juzgar por la forma en que su mirada parece traspasar sus propios ojos. Quizá intuye su tormento o, simplemente, es que se ha percatado de cómo ha contemplado su dibujo; y con un simple brillo velado y oscurecido por el misterio le transmite que le alegra que haya conservado su regalo.

**Axel Welles** Mar Sep 22, 2009 10:11 pm

Ríe, haciendo así que le sea más difícil tocar y bailar el tango con Jane. Su voz tiembla un poco a causa de la risa y le es imposible seguir tocando, bailando y cantando a la vez, haciendo así que suelte una sonora carcajada y decida dar por terminado el bailecito con Jane.

Deja la guitarra a un lado del banco donde se había sentado Jane y se sienta él esta vez, tirando la colilla del cigarrillo que se había encendido y no le había dado tiempo de fumar prácticamente. Escucha con un fugaz brillo en los ojos las palabras del chaval que intentaba parecee malote sentado allí solo y sonríe; necesitaba ir alguna vez en su vida a Nueva Orleans y estar en el Mardi Gras... dios, necesitaba ir a la cuna de la música negra y empaparse de esa cultura hasta que le saliese por saturación de cada poro de su piel.

-Nada tranquilo, lo siento yo... es que no me gusta que se metan conm mi música. No soy demasiado bueno, pero me defiendo -Le dice con una gran sonrisa y se estira en el banco, teniéndolo para él solo. Saca un cigarrillo para él y otro para el chico de su bolsillo y se lo ofrece, mirando a Jane cuando escucha la palbra "novia". Alterna la mirada entre Jane y él mismo, cosa que queda un poco extraña y suelta una más sonora carcajada.- Nah, no es mi novia, puedes entrarle si eso es lo que quieres...-Se inclina un poco en el banco y se coloca una mano tapándose la boca, como si fuera a confesarle algo.- Pero cuidado, tiene una mala hostia que sería capaz de enviarte de una patada en los cojones hasta Nueva Orleans...-Le susurra sin importarle que Jane estuviese a un par de metros de él y le guiña un ojo, cómplice.

Enciende su cigarrillo con el zippo y estira el brazo para coger la guitarra, dándole una amplia calada al pitillo y echando después el humo por la nariz. Observa a la pareja formado por el mastodóntico rubio y la extraña pelirroja, que a pesar de no conocerla de nada le suena cantidades... quizá se la haya cruzado alguna vez en clase. Suspira, encogiéndose de hombros y se coloca el sombrero de manera que tape un poco sus ojos, recostándose aún más si cabe en el banco y colocando la guiatarra sobre él. Pasa suavemente las yemas de los dedos por las cuerdas de su vieja guitarra, haciendolas sonar, para volver a tocar una lenta canción, acompañándola con su voz en un volumen que casi parecía íntimo.

**Harlan Twissell** Mar Sep 22, 2009 11:40 pm

Harlan volvía a casa cabizbajo y pensativo, no había sido un buen día y lo peor de todo es que no había ninguna razón para que no lo fuera, simplemente su ánimo se encontraba a la altura de sus pies desde aquella mañana y su cabeza navegaba entre recuerdos dolorosos y reflexiones oscuras. De camino pasó cerca del parque de su barrio y a lo lejos comenzó a oir una maravillosa melodía - Dust in the wind - pensó mientras sonreía, y de dió cuenta de que solo una persona de aquel barrio podría tocar un tema de tal calidad con esa habilidad para la guitarra, así que decidió entrar y buscar a Axel.

Y allí estaba, sentado y concentrado totalmente en la melodía de aquella canción, la naturalidad con la que tocaba la guitarra era extraordinaria, el instrumento era ya casi una extensión de su cuerpo, había talento y desde luego a Harlan lo sabía. Vio también a aquella bella chica con la que Axel tonteaba cada día más y tuvo una sensación agridulce al darse cuenta de su presencia, le caía muy bien pero había un sentimiento visceral en él que le obligaba a sentir asco por ella.

Se acercó a su amigo y se sentó cerca de él sin ni si quiera saludarlo, no quería cortar aquel momento y sabía que a Axel no le gustaba dejar una canción a medias aunque el fin del mundo se abalanzase sobre nosotros.

**Dmitri Vólkov** Mar Sep 22, 2009 11:44 pm

Sonrie ante las palabras de Dafne, centrando su mirada grisacea en ella de tal forma que parece que todo lo que tiene a su alrededor a desaparecido, excepto ella y su pequeño felino, el cual no duda en acariciar con su enorme mano con una caricia que resulta ser sorprendentemente delicada.

-Los hados siempre son caprichosos mi dulce Titania y yo no soy mas que su humilde esclavo, presa de todos sus caprichos.-Le tiende la botella con esa sonrisa melancolica y misteriosa.-La reina de las nieves también es mi ama a veces, viene a mi cuando la soledad me hace vulnerable y entonces libera a mi bestia porque es de la que quiere saciarse.

Cuando le devuelve la botella da otro largo trago y al bajar la mirada sus ojos comienzan a estar ya vidriosos. Enciende otro cigarillo y tras darle una calada se lo tiende a Daf, encendiendose otro para él.

-Dicen que el tabaco mata, pero en mi caso seguro que lo hace antes una bala.

El no necesitia una guitarra, pero el alcohol ha sacado la vena de Bardo errante que esconde en lo mas profundo de su alma para que su fama de chico duro se mantenga. De sus labios comienza a surgir un susurro sensual y grave que le dedica al hada de cabellos igneos, entre tragos de vodca y el amargor del tabaco en sus pulmones.

Aun podía sentir el ardor de sus heridas cicatrizando, una bala le acabaria matando, aunque esperaba que tardara en hacerlo.

**Jane C. Jaffe** Mar Sep 22, 2009 11:58 pm

¿Novia? El comentario del chico la golpea como un mazo de hielo en la cabeza, pero de manera suave, con un solo "Clin" que solo ella puede oir. Se separa de Axel lentamente para que pueda atenderle y se cruza de brazos, observando a sendos muchachos como entablaban una conversación a saber sobre qué, dado que su atención se disipa sobre otras cosas, y olo se queda como una estatua griega de piel blanca y vestimenta que no encaja con su porte, algo más elegante que otros días, dado que iba con la espalda estirada e intentaba realizar los mínimos movimientos con ésta, a pesar de haberse puesto a bailar con el chico aquel tango de guitarra. Quien la viera desde hace tiempo habría jurado que la nerviosa y alocada Jane se había vuelto una señorita decente de nervios de acero, cosa que muchos, entre ellos ella misma, habrían soñado. Solo dos personas sabían que realmente tan poco movimiento se debía a un golpe determinante en una parte de la espalda que hacia que cada movimiento se volviera algo doloroso, por lo que mejor era el quedarse quietecita y sin mover un musculo más de el necesario.

No pasa por alto la mirada que le lanza el chico y ella le responde con una mirada intigrada y una ceja arqueda, dado que no había entendido el porqué del significado de aquella mirada ¿Quizás pensaba que se preocupaba por que Axel no le estampara la guitarra en la cabeza? En verdad sabía que su amigo no lo haría, dado que una guitarra nueva costaría una pequeña fortuna de la que él no tenía ni para empezar. Ya había pensado en ocasiones regalarle una guitarra nueva, y quizás mejor que esa, pero no entendía mucho de aquel instrumento, tan solo lo esencial. De todas maneras, en su casa, más concretamente en la sala de música, había un intrumento de esas mismas caracteristicas y de mejor calidad esperandole para cuando quisiera hacerse cargo de ella.

Desvía la cabeza hacia los dos chicos y enarca una ceja cuando escucha las palabra "entrarle" y "mala leche". Con expresión seria y sin formular palabra, con una sola mirada pregunta a Axel que de que va. Sus ojos verdes echan leves chispas que no tardarían en ser aplacadas con la respuesta adecuada por parte de alguno de los chicos, pero la respuesta adecuada tenía varias posibilidades.

- Gracias Axel, pero creo que quien decide si estoy en el mercado soy yo... Y tampoco tengo tanta fuerza, no te pases -dice con un timbre de voz demasiado dulce para ella, pero que tenía algo de siniestro que haría que ninguno de los presentes que la escuchara se confiera en exceso.

Trás mantener la sonrisa y cierta cara de niña buena, no puede evitar dejar escapar una leve risa que hace que finalmente se acerque a los dos muchachos, tendiendole la mano al desconocido, en un afan de presentarse como es debido, clavando sus ojos esmeraldas en los azul claro del chico. Eran bonitos, sin duda, y le estaban llamando la atención, quizás su claridad...

- Mi nombre es Jane... y el de la guitarra es Axel -señala con la mano que no tiene suspendida en el aire esperando ser cogida y estrechada. Divisa a Harlan, pero tampoco dice nada. El tono con el que ella hablaba era bajo, y no molestaba.

**Dafnée Moreau** Miér Sep 23, 2009 4:58 pm

Sonríe con dulzura a modo de agradecimiento cuando le tiende la botella. La forma de expresarse de él no parece sorprenderla en absoluto, y únicamente apoya la cabeza en el columpio y entorna los ojos mirando al cielo; sus pupilas pardas aparecen fumigadas con un brote de melancolía que los asemeja a densos e impenetrables bosques; y esa sensación solo se corta cuando cierra los ojos, abrazando la botella con las dos manos para darle un largo trago que casi resulta sorprendente en alguien de apariencia tan frágil. Su cuerpo no parece haber sido creado para contener ingentes cantidades de alcohol; y quizá sea así, a juzgar por la leve rojez que impregna sus mejillas. Quizá sea presa de los excesos de una poeta cautiva de sus propios sueños.

- Entonces seremos dos esclavos de sus designios... - contesta en un sencillo y enigmático susurro, tendiéndole de nuevo la botella y aceptando el cigarrillo. Antes de llevárselo a los labios observa, no sin cierta sorpresa, la tierna caricia que le propina al pequeño gato; pero no es esa ternura lo que la impresiona, sino la forma en que el cachorro responde, removiéndose meloso y mordisqueando sus curtidos dedos. Parpadea un par de veces y luego suelta una suave risa, al ver la forma en la que el felino intenta aferrarse tórpemente a su muñeca, maullando, para ir con él cuando retira la mano - Me parece que ha escogido compañero... - comenta con voz aguda y algo pícara, ladeando la cabeza para apoyar la mejilla en los nudillos. Sus dedos juguetean en la panza del animal haciéndole cosquillas - Y yo no soy quién para negárselo... lo encuentro una buena elección.

Sin más, se desliza fuera del columpio con sus movimientos gráciles y felinos, sujetando entre dos dedos el cigarrillo y al cachorro seguro en el otro brazo. Se tumba boca abajo, cruzando los brazos bajo su pecho ligeramente arqueado y balanceando las piernas como una niña, mientras le da lentas caladas al cigarrillo. Durante un tiempo simplemente disfruta del silencio que queda cuando él deja de hablar, sonriendo con cierta ilusión al escuchar la maestría con la guitarra de aquel curioso trovador al que, y está segura de ello, volverá a ver en el futuro. Pero pronto es la entonación profunda e intensa del príncipe la que consigue atraparla en una fina red; desvía sus ojos hacia él con expresión insondable, desmentida solo por la ensoñación de sus propios ojos; demuestra con ello que la canción consigue hechizarla y llevarla a alguna especie de Edén prohibido forjado por su voz, y disfruta de la magia hasta el final y sin interrumpirle. Luego, aún algo distraída y con ademanes más graciosos, dibuja una media sonrisa a medias divertida y sobretodo soñadora.

- La dama de la canción será muy afortunada - pierde los ojos en la lejanía dándole otra calada al cigarrillo, dejando entrever de repente una melancolío profunda y revestida de tormenta siempre bien oculta bajo el halo etéreo que la acompaña. Algo de la canción parece haberla sumido en los recuerdos - Puede ser una bala o tal vez el tabaco... o puede que tu vida llegue a su fin al verse asolada por un mar de emociones incontenibles. Al menos... yo estoy segura de que moriré así - su media sonrisa vuelve a asemejarse un instante a la de una gata callejera traviesa, aunque su ironía destila cierta amargura. Se remueve de forma fluída; el pequeño cachorro blanco que ahora ronda cerca del príncipe parece una réplica en miniatura de sí misma - Es un destino inexorable...

**Dmitri Vólkov** Jue Sep 24, 2009 8:39 pm

Toma al cacorrillo entre sus brazos, la verdad era que nunca se había planteado tener una mascota, pensaba que no tenía tiempo para ello. Pero ahora que el animalillo ronroneaba bajo sus caricias no veia otro camino para él que no fuera el de convertirse en su compañero de alegrias y de desidias.

-Y yo no sere quien le niegue mi compañia-dijo con voz grave, mientras en sus labios se dibujaba una sonrisa que podía parecer incluso inocente.

Se quedo mirandola pensativo, en realidad no había ninguna mujer en su vida a la que pudiera dedicarle esas palabras. En el instuto creia haberla encontrado en Serena, pero esta se fue con su mejor amigo en cuanto su rodilla empezo a fallar y le expulsaron en el ultimo simestre por descubrirle pasando coca entre sus compañeros, aunque ella fue la primera que se engancho.

Despues de ella no había dejado que ninguna otra mujer traspasase ciertas fronteras con él.

-En realidad no hay ninguna mujer, no podría condenar a ninguna al destino que me ha tocado llevar a mi.-le dijo a Dafne.-Es un camino demasiado tormentoso como para compartirlo.

Y era cierto, no aguantaria los reproches de alguien por no haberle podido entregar la vida soñada o enfrentarse a una mirada acusadora por la limpieza de la que proceden los fondos de los que se alimenta a su familia. Pero el motivo principal era que tener una familia era tener un punto debil.

De nuevo decide elevar su voz, de nuevo
en un susurro solo para ella.

**Dominique Devereaux** Jue Sep 24, 2009 10:02 pm

Dom coge el cigarrillo que le da Axel tomandolo por el extremo ,apretandolo entre sus dedos mientras lo gira con soltura un par de veces.Le mira con interes durante unos segundos,intentando ver que se esconde realmente detras de esa rapida amabilidad.
El dia no parecia estar yendo del todo mal.
No habia dormido absolutamente nada soportando las oleadas de angustia que lo sacudian de vez en cuando al oir un coche derrapar la esquina siguiente o cuando la luz de un faro se colaba por la inutil ventana de su escondite de modo lento y silencioso.A parte beber la cerveza no habia sido la mejor idea del mundo.Normalmente actuaba como potenciador de los efectos de su medicamento,pero estaba tan excitado que el ritmo de los latidos de su corazon habian sido peor una sesion de timbal,al que habia hecho mencion Axel,pero de manera exclusiva solo para él y en su cabeza.

Aunque eso era algo habitual en su vida,se habia vuelto penosamente soportable,por ahora.
Y alli estaba,en el parquecito abandonado y deslucido de aquel barrio al que no pertenecia y del cual no esperaba conseguir mas que una puerta hacia el siguiente nivel.
De robar carteras a los turistas en la avenida Ursulines a introducirse de lleno en el mundo de las drogas,se podia caer mas bajo? Bueno si,sabe que si.
Dom aprieta las manos retomando su realidad,estudiando de nuevo el encantador estado feliz en el que parece encontrarse Axel,el rubio con cara de ruso y apenas voz para la poesia y la pelirroja rescata gatos.
Para vivir ali se necesita tomar droga,y sin duda aquella pandilla las llevaban todas metidas en vena.
Rara vez tomaba juicios equivocados,porque si vives en la calle,es un fatal error.Y algo le dice que está rodeado de pirados y desgraciados de categoria superior pero que no suponen un peligroso problema para él.
Exceptuando quizas la bailarina de ojos del color del musgo entre las piedras.
Dom sonrie levemente a Axel agradeciendo asi el cigarrillo y asiente un par de veces intercambiando miradas con el chico y Jane…dulce nombre.Ocultando su mirada y lo que ella dice tras una caida de pestañas,afinando el perfil que ve de Jane,apreciando lo difícil de alguno de sus movimientos y las expresiones de su rostro,poco sutiles en ocasiones como aquella,en la que es evidente que está molesta por el comercio que “inocentemente” han hecho entre él y Axel.

-Bueno,creo que no soy el tipo de la bailarina de porcelana.-Añade Dom palpandose los bolsillos bajos del vaquero que lleva en busca de un mechero que sabe que no tiene.Asi se entretiene para no mirarla directamente a los ojos.-Mi unico talento musical se reduce a tocar Starway to Heaven de Led Zeppelin con la armonica y salta a la vista que ella busca…algo mas.-Deja de buscar el mechero y se encoge de hombros como si tal cosa.Entonces se acerca a ella ofreciendo su mano,levantando ligeramente la barbilla con una autentica pose defensiva.La observa de nuevo,de arriba abajo sin mucha consideración,asi le transmite que no le importa su juicio ni el de nadie.
Sea quien sea Jane,estaba claro que ese no era su lugar,y aunque no quiera admitirlo en ese mismo momento,Dom lamenta eso.
-Soy Dom.-Se presenta.-Vaya,veo que esa guitarra tiene un angel de la guarda.Y yo que creia que habia nacido algo especial entre tú y yo.-Bromea torciendo su sonrisa.-Tienes fuego para mi?.-Le pregunta entonces,levantando el cigarrillo segundos después con cara inocente.-O quizas algo mas fuerte que esto.-Añade algo mas bajo.

**Axel Welles** Vie Sep 25, 2009 1:10 am

Termina de cantar, bajando poco a poco su voz hasta convertirla en un suave susurro, pero haciendo que sus dedos sigan deslizandose sobre las cuerdas. Da una calada al cigarrillo que sujeta en sus labios y entonces se da cuenta que alguien se acababa de sentar a su lado, tira el humo hacia un lado y le mira de reojo. Sonríe cuando reconoce la pequeña figura de Harlan y emite una especie de gruñido ahogado, traduciendose como un "Hola, ¿cómo va?" o eso es lo que al menos quiere hacer entender.

Ríe en voz baja, casi para sus adentros, cuando descubre que al menos el tal Dom tenía un poco de cultura y gusto musical, y rápidamente, casi sin que su cerebro emitiesse tal órden, sus dedos comienzan a bailar entre las cuerdas y el mástil, emitiendo así los primeros acordes de la canción.

-Stairway to heaven... al menos me dices algo más con eso que con ese intento de parecer un perro guardián en un territorio que no es el suyo...-Se encoge de hombros, no había ningún intento de ofensa en sus palabras, simplemente se dedicaba a exteriorizar lo que pensaba. Que cada uno lo tomara como le rotara.- ¿No Harlan, tú que opinas?...-Hace un gesto con la cabeza, levantando así el sombrero y haciendo que volviese a su posición original.- Parece que no llevas mucho tiempo por aquí, y eso quizá no es malo del todo...-Deja la guitarra a un lado, cerca de él, y coge el cigarillo entre sus dedos, dándole una amplia calada.- ...pero hazte un favor, lo digo por ti, no te muestres tan a la defensiva... da malas vibraciones.

Tira el humo hacia rriba formando un par de aros perfectos después de concluir su muy breve sermón a Dom, como no de nuevo sin ánimo de ofender. Escucha lo de "bailarina de porcelana" y toda la palabrería que utiliza con Jane, alza las cejas y gira su cabeza muy lentamente hacia harlan, señalana a Dom y luego a Jane y frunce el ceño extrañado, dedicando una mirada a su amigo que reflejaba "¿Está intentando ligar con ella o es cosa mia?". Por lo menos nuevamente es lo que quería intentar expresar él.

**Jane C. Jaffe** Vie Sep 25, 2009 1:18 am

Nota como de repente, un rubor rojo sube por sus mejillas, tiñendolas poco a poco de rubí, que hacia que su piel contrastará aún más con sus ojos. Estrecha su mano con cuidado, y le mira observadora, sin perderse ni un solo gesto que le brindaba el muchacho. La dulzura vuelve a los ojos de Jane, volviendose una dulce gata en vez de la leona que estaba acostumbrada con los desconocidos. Acepta el cumplido que le manda con una sonrisa, pero de manera inconsciente desvía su mirada a la pelirroja que estaba sentada en el columpio con un gatito en su regazo, hablando con aquel rubio musculoso.

- Un placer Dom... -no podía serle más sincera. ¿No era su tipo? Le gustaría averiguarlo, y se preguntaba porque lo diría. Su mente no conseguía viajar más allá de las simples suposiciones y teorías más absurdas que se le ocurrían, pero aún así, no consigue dejar nada muy claro.

Cuando el chico pide mechero, a pesar de no haber sido para ella la oferta de demanda, busca el suyo en sus pantalones, como siempre lo llevaba. Su famoso mechero de desgastado de marca. Cuando lo encuentra en el bolsillo y lo coge, tendiéndoselo al muchacho segundos después. Por fin había visto la luz después de semanas encerrando en una carcel tela sin ver los rayos del sol... o la luna. Suspira, mientras concentra su visión en la guitarra de Axel y en el empanado Harlan, que había llegado silencioso, sin decir nada, pero no le estrañaba. Sabía que Harlan era un chico tímido y reservado. Algún día de estos debería ponerse a hablar en serio con él. Quizás descubría cosas interesantes sobre ese muchacho callado.

- Muchas veces las apariencias engañan querido caballero -contesta a Dom, respondiendo a al comentario que había realizado sobre su persona, diciendo que ella buscaba mucho más, cuando en verdad se conformaba con un poco de cariño. Quizás no fuera capaz de compar ese cariño como hacían otros. Sus principios se lo impedían, dado que a su opinión, cada cual daba el cariño a quien quisiera, sin ser obligado, sin ser comprado. Eso no era más que vivir en una falsa mentira, y para ello ya estaba su vida privada, de la cual nadie que allí conocía sabía nada. Era extraño, dado que había tardado poco en coger confianza. Primero con Dita, luego con Axel... Pero había quedado para si misma que no contaría eso a nadie..- Nunca se sabe lo que de verdad se está buscando -responde al chico.

Axel no reacciona al comentario, por lo ue se encoge de hombros y deja que siga manteniendo su conversación de trogloditas a base de gruñidos con Harlan, mientras rueda sus ojos verdes y suspira sonoramente. Qué chico este.

**Harlan Twissell** Vie Sep 25, 2009 1:58 am

Harlan observa la escena desde un segundo plano, para variar, no le gustaba tomar protagonismo en aquellas situaciones. Aquel chico al que Jane se habia dirigido como Dom, no acababa de gustarle en absoluto, pero tampoco debía prejuzgarle, acababa de conocerle, aunque su arrogancia y sus aires altivos le delataban en seguida. Observó como miraba a Jane, parecía interesado en ella y Jane no parecía muy incómoda ante su presencia, para que negarlo, aquello era casi satisfactorio para Harlan, quitarse a esa bella chica de en medio le supondría liberarse de aquellos celos que le carcomían por dentro, aunque por otro lado no podría ver a esa chica con los mismos ojos jamás si acababa con el primer chico guapo con su sobreactuado papel de chico duro que le dijese cuatro imbecilidades.

Axel le hizo un gesto que parecía una interrogación, tal vez se refería a si entendía las indirectas que aquel chico le arrojaba a jane igual que el, a lo que Harlan respondío encogiéndose con gesto de no saber nada. Aunque sí, lo cierto es que era obvio.

- El adjetivo que mejor te define es sutil - bromeó Harlan a Dom- Acabas de conocerla y ya pretendes llevártela a tu terreno, eso dice mucho de ti, aunque bueno -Dice mirando a Jane- Tal vez haya funcionado, ya sabeis, si os quereis ausentar unos minutos para acabar de conoceros en completa profundidad a Axel y a mi no nos importa- no faltó cierta acidez en sus palabras- Sigue tocando Axel, hace falta música para ambientar éste maravilloso momento.

**Dafnée Moreau** Vie Sep 25, 2009 4:37 pm

Casi entierra el rostro entre los brazos cruzados al observar cómo coge en brazos al cachorro, entornando los ojos de tal forma que queda claro que sonríe con ternura, aunque el gesto no sea visible a simple vista. Sonríe a su vez con cierto deje inocente, sin dejar de balancear las piernas y alzando ahora el rostro para apoyar la barbilla en ambas manos. Sus ojos parecen profundizarse, como si viese más que algo hermoso en la estampa de amo y dueño; es como si de algún modo siempre fuese capaz de plasmar algo artístico, y humano.

- Hacéis buena pareja - susurra sencillamente, a modo de broma, o al menos eso parece por la forma en la que tuerce los labios, dándole un aire adorable. Ese gesto se sustituye pronto por otra mascarada de intraspasable melancolía al ver cómo él parece meditar su comentario; y quizá sea porque ella misma es esclava de los recuerdos, pero reconoce a otro cautivo cuando lo ve. Durante unos instantes le observa con sombría dulzura, aunque tiene el tacto de apartar la vista y clavar la mirada en el cielo para no ahondar más de lo debido. Lo hace tarde, sin embargo: cuando sus pupilas se detienen en algo bello algo le impulsa a desgranarlo, y en él lo ve. Sonríe con cierta desgana cuando él vuelve a hablar - El camino escogido es demasiadas veces tortuoso... aunque podría resultar más dulce y soportable si se comparte con otro errante - murmura, siendo su voz siempre musical, como una canción de cuna constante. Se encoge de hombros y resopla inaudiblemente por la nariz, a modo irónico - Yo eso no puedo saberlo... todos los que me acompañaban en mi senda se extraviaron. Llegué a la conclusión de que solo podría recorrerla yo...

No es demasiado lo que dice de sí misma; pero siendo ella, parece mucho. Se queda en silencio hasta que se desliza, estirando los brazos y ovillándose a medias para luego colocarse boca arriba sobre el suelo y desperezarse, apoyando los brazos por encima de su cabeza y sobre el mar rojo que se desperdiga sobre la superficie. Todo lo hace como un gato, incluyendo su forma de mirar aguda y penetrante, aunque su sonrisa es exclusivamente suya y se dulcifica con un halo infantil al escuchar su nueva interpretación, hasta el final. Veladamente, se estremece, vagando ahora su mirada por las nubes y viendo formas creadas por su mente.

- Ojalá tuviera mi violín para acompañar a tu voz... - susurra. La magia de la canción parece haber desatado a la poetisa y la gata callejera queda en segundo plano, distraída y distante. Ahora es una muñeca confeccionada en porcelana sensible y fácil de romper, efecto de aquel pasado oculto que parece asfixiarla en silencio - Para volar hacia ese claro que has creado y danzar bajo el cielo... no recuerdo la última vez que lo hice.

**Dmitri Vólkov** Sáb Sep 26, 2009 11:20 pm

-Mi camino no es para ser compratido, pues sería condenar a otra persona al mundo de las sombras y la oscuridad, a la sangre y la corrupción de las almas...

Acurruca el gato contra su pecho demostrando una ternura oculta no hecha para los ojos del mundo, si no para criaturas de otros, etereas e inhumanas. Extiende la mano acaricia el rostro de la joven de forma sutil y suave, aunque el tacto de sus manos es aspero, curtidas por las experiencias de la vida.

-Seguro que la musica de tu violin es un placer de Dioses, nada comparado con la voz rota de este pobre trovador errante...-la mira a los ojos con algo parecido a la dulzura.-Eres una niña bendita aunque tu no sepas verlo.

Se levanta y se quita las gafas mostrando los ojos claros enmarcados por las leves ojeras y mostrando unas pupilas dilatadas por el consumo de ciertas sustancias extrañas. Camina hacia una de las esquinas e intercambia disimuladamente una bolsita de polvos blancos por unos billetes en un saludo con alguien que no tiene pinta de ser del barrio.

Para volver luego a donde esta Dafne.

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