Re: Blizzard Street 23

**Axel Welles** Lun Sep 28, 2009 2:06 am

Mueve sus pies de lado a lado, en un ritmo frenético, mientras sigue imitando los ruidos que producía Bruce en sus películas. Va moviendo los nunchakus, pasándolos de un lado a otro y cruzándoselos por la espalda y por el vientre, traza un arco por el aire intimidando a su contrincante, el malvado brujo Rothbart, al que veía ahí delante vestido con su túnica morada y su larga barba gris, extendiendo su batón hacia él y tirandole un proyectil mágico que le impacta de lleno en la frente y le derriba.

Cae al suelo de espaldas, haciendo así que el corro formado por los asistentes a la fiesta embobados con la pelea se abriese para así dejar espacio para su cuerpo. Parpadea unos segundos, tirado en el suelo, y observa el "proyectil mágico"... una puta litrona vacía. Joder, el Alma le había llegado bien dentro esta vez.

Se incorpora de un salto, y ve al estúpido Rothbart, un adolescente granudo un poco más alto que él y jactándose de haber tirado a Bruce al suelo, ahora lejos de parecerse al brujo de su fantasía. Gruñe, notando como un hilo de un cálido y espeso líquido le cae de su ceja cegándole casi de un ojo. Lleva su mano al lugar donde sentía un terrible escozor y comprueba como ese líquido caía de su ceja era sangre, lleva su mano machada a la boca, saboreando su propia sangre y la escupe a un lado.

-Te vas a enterar...-Dice aferrando con más fuerza uno de los palos de sus nunchakus y lanzándolo hacia la cabeza del chico. El "brujo" cruza sus brazos como defensa, y cuando los descruza, puede observar como un figura completamente blanca y con la mitad del rostro manchado de rojo, le pega una soberana patada en la entrepierna, produciendo en él un agudo grito de dolor y que se derrumbe inmediatamente al suelo.

-Serás cabrón...-Dice Ax poniendose encima suya, chafando sus brazos con las rodillas para evitar que se mueva y pueda golpearle, aunque son su actual estado lo dudaba mucho. Levanta un poco al tio por el cuello de la camisa y le propina un fuerte puñetazo en el rostro, dejándole caer después- No sabes... -Lo levanta de nuevo otro poco y le propina otro fuerte puñetazo al otro lado.- ...con quien... -Coge su cabeza, tirandole de las orejas, y con fuerza la empuja contra el suelo, produciendo un gran ruido sordo y que el tipo de otro grito- ...te has metido. -Coge de nuevo su cabeza y echando su propia cabeza hacia atrás, descarga un golpe en la nariz del chico, produciendo un "crack" y acto seguido haciendo que un río de sangre salga de su nariz a dúo con otro grito ahogado del chico.

Se levanta, algo mareado por el golpe que acaba de darle al chico y se tambalea a un lado, casi perdiendo el equilibrio. Ve como los amigos de Eddy se llevan a los tios y él se acerca a lo que era la barra, rescatando una botella de tequila y tres vasos de chupito. Se acerca medio tambaleándose y mareado a la figura triada en el suelo de Epi y a Ed. Se deja caer, sentando su culo en el suelo y poniendo los tres pequeños vasos delante de él.

-¿Cómo va?...-Dice parpadeando repetidamente del ojo que tenía con sangre y notando como esta había entrado y empezaba a escocerle. Restriega la manga de su camiseta, manchandola automáticamente de rojo, pero despejando por unos segundos su rostro. Se rebusca en los bolsillos y saca una cajetilla de tabaco, y otra pequeña bolsita transparente con polvos negros en el interior. Pone un poco de esos polvos en el fondo de los chupitos y vierte luego el tequila, moviéndolos con un dedo. Saca un cigarrillo y se lo pone en lso labios, justo cuando recuerda que no llevaba encendedor

-Ale, directo a dentro, y si no os tomais esto correreis la misma suerte que el tipo ese...-Coge el chupito y señala con la cabeza al lugar donde estaba tendido el capullo con la nariz rota, y sonríe levemente, intentando transmitir un poco del humor que ahora se necesitaba y que no sabía muy bien si se lo tomarían a buen grado. No se fija ni lo más mínimo en el corro de gente que se había formado alrededor de ellos después de la pelea.

**Epiphany J. Murray** Lun Sep 28, 2009 2:11 am

La pesadilla sigue, aunque ya no la toquen, manoseen ni digan nada, porque lo rememora en su mente y, a la vez, teme por la seguridad de quienes han ido a ayudarla, especialmente por la de Edward, aunque también Axel hace que su preocupación aumente. Y su miedo también, mientras tirita y se convulsiona, sin atreverse a abrir los ojos y ver lo que sucede.

-Tomadme si quereis pero... No... No les hagais daño... -Sigue susurrando incesantemente sin darse cuenta de lo que pasa porque no se atreve a abrir los ojos- Edward... Vete... Marchaos... -Pide una y otra vez, mientras, abrazándose las rodillas y enterrando en ellas la cabeza, comienza a balancearse hacia delante y hacia atrás incesantemente, como si de repente se hubiese sumido en un trance autista, mientras las lágrimas siguen manando de sus ojos celestes y surcando sus niveas mejillas.

Hasta que de repente escucha silencio, pasos acercándose, y la voz de Edward hablando de forma que parece estar bien. Pero no reacciona, no es capaz de incorporarse... Siente que algo la cubre y escucha de nuevo su voz, sabiendo que le tiene delante y, en efecto, enterrando la cabeza en su pecho y llorando, sin dejar de temblar, como si se acogiese a su persona como única salvación para no hundirse en el abismo al que hace momentos pretendían arrastrarla.

Con el rostro empapado por las lágrimas, alza la mirada y, al ver el labio partido del chico, estira una mano temblorosa:
-Estás... Estás... Herido... -Gimotea con la culpabilidad en la mirada- Por mi culpa... -Mira a Axel, tomando por inercia el vaso que le tiende sin saber ni lo que es- Y tú... También... Estás herido... -Dice al segundo, sintiéndose más culpable todavía.

Sin ser capaz de captar el buen humor, sin ser capaz de notar que sucede a su alrededor, sin ser capaz sencillamente de reaccionar de algun modo, se bebe de golpe el chupito por hacer algo que le ayude a olvidar lo sucedido y vuelve a abrazarse a Edward, volviendo a sollozar:
-Lo siento... Lo siento... -Musita, estirando sus brazos para cubrirle con el mantel a él también y abrazarle, apoyando la cabeza en su hombro- Lo siento...

**Dafnée Moreau** Lun Sep 28, 2009 2:13 am

Tarda en mirar los ojos del príncipe, pero al hacerlo siente su alma en cierto modo embalsamada. En sus ojos brillantes de lágrimas, como oscuros jades derretidos, es por primera vez fácil leer sus emociones: flash de recuerdos lejanos, tormento desconocido y también... terror. Terror ahora ante el vano y efímero intento de evadir su mirada o volver a cerrar las puertas de su alma, las que juró no volver a abrir jamás.

Y, sin embargo, su voz desgarrada y su segura cercanía la llenan poco a poco de paz. Con cierta ingenuidad parpadea al ver cómo se coloca la gargantilla en el cuello, y al frotar su rostro contra su mano, aferrándola con las suyas grandes y curtidas, no puede evitar temblar esta vez por efecto de una suave risa que devuelve parte de la luz a sus ojos y consigue restablecer las bases de su cordura. Termina por ser ella la que guía la caricia, tanteando con ternura el áspero rostro de aquel destronado, y sin mediar palabra se ovilla más bajo la capa del mago y se le acerca sigilosa y delicada, para depositar un fugaz beso en sus labios sin pedir permiso y susurrar contra ellos:

- Gracias, príncipe de invierno...

Recibe entonces el envolvente abrazo del mago y un estremecimiento invade cada fibra de su ser, como los cimientos de un castillo a punto de ser reducido. Su oscuridad entra en ella, y lo que en otros resultaría ponzoñoso a ella le colma de paz, llenando las heridas de su luz con aquella energía complementaria. Cierra los ojos al sentir el beso en su frente y bebe del susurro que derrama en su oído, protegida ahora por la crisálida negra de sus brazos al alzarla y depositarla sobre el sillón; pero, mientras lo hace, no se le escapa las dolorosas contracciones de su abdomen, y sin deshacerse del todo del abrazo se acerca a él como una suave nube de verano y tantea su costado bajo su camisa, con una dulzura incapaz de incrementar su dolor. Le mira a los ojos.

- Estáis herido... - murmura con un hilo de voz algo tembloroso, apartándole un mechón negro del pálido rostro - Quizá yo tenga protectores, mi ángel caído, pero ahora eres tú quien necesita sanación... velaré por ti.

Inconscientemente mira tras de sí aguardando la llegada del príncipe, como si en cierto modo ahora necesitara de su segura presencia fuerte y torturada de cicatrices, forjada en el dolor, como un gladiador cautivo de la arena. Es justo cuando recuerda a Epiphany, que no había abandonado aún sus pensamientos, y la busca con cierta desesperación... pero al verla con el trovador y su caballero, a salvo, se tranquiliza. Sobretodo por lo que respecta al caballero, y lo piensa con cariño... intrépido y fogoso, como siempre, ha salvado a la dama.

**Edward Carnby** Lun Sep 28, 2009 2:18 am

Continúa abrazándola en silencio, observando a Axel con el ceño ligeramente fruncido en señal de preocupación, el golpe en la ceja no tiene mala pinta, aunque el de su labio tampoco es para menos, seguramente una vez curado se le hinche bastante...

Escucha a Epi de refilón y niega con la cabeza esbozando un simple amago de sonrisa que intneta quitarle todas esas preocupaicones, pese a que sabe que el shock producido por el intento permanece ahi:

- Shh... Ya se han ido, ¿ vale?.- Alza sus ojos azules y chispean como si de un mar de llamas azuladas se tratase al percatarse de que los miran como si fuese un espectáculo, cosa que no le agrada- ¿ Y vosotros qué coño mirais?. Jimmy, dale a la música otra vez, que siga la fiesta, va- Los incita ahora algo más relajado, observando lo que hace Axel..

Está a punto de negarse cuando ve como ella se lo hinca de un trago, así que hace lo propio y golpea con tanto estrépito el vaso contra el suelo que se lo carga:

- Peleas bien, Ax... Gracias, si no fuese por lo que llevamos encima ni nos tocan, ¿ eh?- Comenta con diversión, pero se ve en la necesidad de apartar a Epi del bullicio- Nos vemos ahora- Se despide de Ax antes de levantarse y ayudar a la muchacha morena a hacer lo propio, encaminándose por el pasillo hasta que alcanzan el baño. Abre la puerta de una patada y echa con un par de voces a una pareja que parecía entrando en el calentamiento, cerrando tras de sí y dejándola sentada en el WC en lo que se mira al espejo, palpándose el labio y gruñendo de dolor:

- Me lo ha partido el muy cabrón...- Esperaba que simplemente fuese un golpe, pero no, ha sido peor.

**Axel Welles** Lun Sep 28, 2009 3:10 am

Coge el cigarrillo de sus labios y lo aparta, cogiendo el chupito y tomándoselo de un trago, lanzándo después el pequeño vaso hacia detrás. Traga la mezcla de tequila y Alma, notando como el licor le ardía al pasar por la garganta y cierra un ojo al notar como la sangre volvía a metérsele dentro y a hacer que le escociera.

Restriega de nuevo su manga por el rostro limpiándose el espeso líquido rojo, manchando aún más su hasta hace poco impoluta camiseta blanca de sangre. Observa atentamente la escena entre Eddy y Epi, sonriendo al verles de esa manera juntos, y decide levantarse viendo que en ese momento sobraba un poco en el lugar. Lo hace de un salto, y a pesar de que estaba algo mareado y casi se cae al hacerlo, logra mantenerse en pie y da un trago de tequila directamente de la botella.

-Han tenido suerte, si llegamos a ir sobrios y sin nada de mierda dentro, les apalizamos sin despeinarnos...-Suelta una carcajada y se coloca el cigarrillo en la oreja. Ya le pediría fuego a alguien más tarde.- Espero que no te moleste demasiado que beba a morro... qué cojones, en cierta forma la he pagado -Dice dándole de nuevo un trago y guiñándole un ojo a Ed. Se acuclilla delante de Epi y le da un beso en la frente.- Anda ves y vístete, que me está entrando frío solo de verte...-Le revuelve el pelo y hace un gesto con la mano a Eddy, quitándole importancia a que se vayan. Total, se merecían estar solos.

Avanza, ya sin apenas tamablearse al andar, apartando a codazos a la gente que aún tenía narices de meterse donde no le llamaban para saber que había pasado, golpeandole en las costillas si es que podía, provocando así un pequeño reguer de insultos. Se acerca de nuevo a la Robin Hood y le saluda alzando una mano, sin importarle que llegase hecho un cristo y con su pelo azabache más revuelto que de costumbre y con la mitad de su rostro con el maquillaje corrido y con la otra mitad manchada del rojo de su sangre. Se coloca al lado de su disfraz y sonríe más ampliamente a la rubia.

-Señorita Hood...-Se inclina y se levanta bruscamente, dándole un trago a la botella de tequila.- ..siento haberla hecho esperar mucho. He tenido que resolver un problemilla, nada importante...-Arruga el morro y frunce el ceño, mirando después a todos lados.- ¿Has visto mis tampax?

**Epiphany J. Murray** Lun Sep 28, 2009 3:11 am

-Se han ido... Se han ido... Se han ido... -Lo repite una y otra vez como si así lograse asimilarlo, aceptar que ya no va a pasar nada malo, que todo ha terminado- Pero os han hecho daño... A Axel y a ti... -Vuelve a repetir- Lo siento... -Dice otra vez mirando con sus grandes ojos azules a ambos, dejando que lean en ellos el cargo de conciencia que se muestra bajo una lluvia de lágrimas que aún siguen deslizándose por su dulce rostro ahora de expresión más ausente, como si aquello fuese a dejarle un recuerdo imborrable en su cabeza pese a que lo peor no hubiese llegado- Gracias... -Susurra finalmente a ambos- Gracias... Gracias...

Se levanta cuando Edward le ayuda a hacerlo, cubriéndose todo su pequeño cuerpecito tembloroso con el mantel y caminando a su lado gracias a su ayuda, dirigiéndole una última mirada mezcla de gratitud y disculpa a Axel y otra de alivio al pasar junto a Dafnée y comprobar que está a salvo y protegida por el Príncipe y el Capitán Garfio. Camina por el desconocido pasillo cabizbaja, sin dejar de llorar en silencio, hasta que llegan al baño, donde espera a que él eche a la pareja que se encontraba en actitud fogosa antes de entrar y dejarse sentar en la taza del water.

Mira hacia el espejo desde su posición, viéndolo reflejado, herido, a la vez que ve en si misma el reflejo de una criatura demasiado insulsa, pequeña, inválida y débil. No puede evitar sentir repugnancia por si misma, por lo que ve: el daño de él, causado por culpa de ella, y a ella misma, que se refleja como algo insignificante a sus propios ojos... Porque sí, no vale nada, no es más que una vulgar zorra como le han dicho aquellos dos, y después de lo que ha hecho, de como se ha comportado... Llega a creer que se merecía que le hubiera pasado cualquier cosa horrible.

Es entonces cuando se da cuenta de que él, junto a Axel, la ha salvado, y ella tiene que hacer algo, no puede quedarse sentada llorando. Por eso, haciendo un gran esfuerzo, logra reunir voluntad suficiente para dejar a un lado el miedo por lo sucedido y levantarse, cayéndosele entonces el mantel aunque ahora le parece algo secundario y no se para a recogerlo, no cuando tiene que concentrarse en actuar en consecuencia a lo sucedido.

Temblorosa, se acerca a él, y sus dos alas, una de ellas torcida tras el altercado, se agitan cuando lo hace, dándole nuevamente ese aspecto de criatura fantástica que acaba de aterrizar, y aterriza al lado de él cuando sus pasos la dejan junto al espejo. Estira entonces uno de sus brazos y, gracias a los tacones que aun calza, de puntillas alcanza su hombro, dándole la vuelta por este:

-Deja que te cure... -Casi lo suplica. en un tomo gimoteante y lastimero cuando con la otra mano toma la de él y lo lleva hasta el WC, sentándole sobre la misma. Regresa al espejo, agachándose al armarito que hay bajo el lavabo y lo abre, cogiendo gasas y alcohol, porque tampoco hay mucho más, y un cuenco, que llena con agua del lavabo.

Con todo entre las manos regresa a donde él está sentado, arrodillándose enfrente suyo y mojando una de las gasas en agua, comenzando a, mientras le mira fijamente a los ojos con los suyos llenos todavía de culpabilidad y miedo, limpiarle la sangre del labio y la que ha caído, por tanto a su barbilla, despacio, con delicadeza, como si quisiese ahorrarle así todo el dolor posible.

**Edward Carnby** Lun Sep 28, 2009 3:23 am

Se sigue mirando el labio con expresión hosca, joder, encima se le acabará hinchando, le costará hablar yle dolerá al comer... Y ya otro tipo de cosas tampoco las llevaría muy bien, pero bueno, espera que no dure demasiado...

Se abstrae tanto en sus desgracias que nos e percata de la figura que se coloca detrás suyo hasta que ésta la gira, momento en el que lo hace, más por propia voluntad que por el movimiento de ella, yse la queda mirando, con una mezcla de sansacines extrañas en sus ojos. Por una parte la tiene casi desnuda, pero por otra ni siquiera piensa en eso o tiene ganas tras lo sucedido...

Nunca la había visto así, tan... Suelta, y eso insta a que su instinto protector, uno que saca delante de pocas personas, aflore. Se deja arrastrar ante su petición, que seguramente tenga más idea de hacerlo que él, sentándose en el WC y comprobándse los nudillos, algo amoratados por la ostia que le ha dado al primero. Se lo chasca un poco, provocando un siseo por su parte en lo que ella coge lo necesario.

Se deja curar con la mirada fija en esos mares oceánicos y ahora tormentosos que son los de ella, entendiendo a la perfección lo que ronda por su mente:

- No es culpa tuya, hay subnormales en todos los sitios... Habeís dado un espectáculo precioso.- Intenta disipar todo lo malo que ve en sus ojos, esbozando una sonrisa de medio lado.

**Epiphany J. Murray** Lun Sep 28, 2009 3:34 am

No tiene prisa alguna en limpiar la sangre que mana de la herida de su labio y mancha el contorno de este y la barbilla, como demuestra haciéndolo con total delicadeza y suavidad, casi como una caricia, pasando la gasa empapada varias veces y repasándola, tratando de ser hábil pero sin presionar demasiado para no dañarle, porque sabe que, aunque se contenga por orgullo y porque seguro que está acostumbrado a tener heridas, le debe doler que le toquen en un sitio que sangra, y más si es un labio partido.

Sabe que está leyendo sus ojos, que para otros son dos pozos que esconden secretos indescifrables, a la perfección, como dos mares abiertos a que él navegue y descubra todo. Y no le importa en ese momento, porque después de todo esto sabe que no importa que conozca sus secretos y, de hecho, no desea ocultárselos, así como las emociones que pasan por su cabeza en aquellos momentos, desapareciendo el miedo pero permaneciendo la culpa, por mucho que él diga lo contrario:

-Lo siento... -Dice antes de escuchar lo que comenta él- Sí que tengo culpa, yo he provocado a esos subnormales... -Suspira- Ese comportamiento... Lo que he hecho... Es digno de una... -No dice la palabra, pero está clara- Me merecía lo que querían hacerme -Añade sin pensar- No deberías haberte metido -Casi le reprocha- Ahora estás herido por mi culpa y si no llega a ser por Axel tú... Podrías haber... -Deja rodar una lágrima silenciosa y solitaria por su mejilla derecha- ...Gracias... -Susurra finalmente.

Toma otra gasa, dejando el cuenco a un lado, y coge el botellín de alcohol, empapándola:
-Esto te va a escocer... -Le advierte, aunque no duda que él lo sepa de antemano. Comienza a desinfectarle el labio, intentando no ser bruta, haciéndolo despacio, delicadamente, sin prisas... Hasta que ve que la sangre deja de salir y la herida queda limpio- Bueno, esto ya está, lo único por lo que no puedo hacer nada es por el hecho de que se te hinchará... Aunque al ser el labio se pasará pronto -Explica, dejando el bote y las gasas a un lado.

**Edward Carnby** Lun Sep 28, 2009 3:42 am

Tiene ganas de palparse la herida, inconscientemente por supuesto, pero se está quieto ya que ella sabe lo que se hace y con la delicadeza con la que lo trata en cierto modo lo abruma, de normal o se curaba él solo o le tocaba a algún compañero, que no tenía la misma delicadeza que ella ni de lejos.

la escucha atentamente y rueda los ojos, estirando uno de sus brazos y dándole un toquecito con las yemas de los dedos índice y corazón, a modo de advertencia:

- No digas tonterías- Le espeta en un susurro que pese a todo suena dulce, sintiendo de nuevo ese calor y la estimulación, el no querer parar quieto, pero al haber tan poca cantidad se ahorra las lucecitas... Pero se controla para no moverse más de lo necesario- Nadie en su sano juicio se merece eso, Epi, simplemente os habeis dejado llevar por xomo sois, y solo había que verte para comprobar que te lo estabas pasando bien...- Sí, iba drogada, pero eso no quita que se estuviese divirtiendo- No puedes culparte por algo que te divierte, simplemente esos son unos energúmenos que no saben controlarse al ver un par de tetas- Suena un poco vulgar, pero es que es de calle de toda la vida y esos términos van implícitos en su educación- Y no hay por qué darlas, no iba a soportar ver como te tocaban delante mía y quedarme de brazos cruzados... Aunque me he dejado la mano- Comenta con algo de ironía.

Escuece, correctamente, pero de nuevo aprieta los dientes y aguanta, dejando que lo desinfecte sin decr ni mú. Una vez acaba expulsa el aire de sus pulmones, asintiendo a su explicación, algo que ya sabía y mirándola de nuevo fijamente....

En un único movimiento recoge de su mejilla la lágrima que ha derramado con la yema de uno de sus dedos, levandóselo después a los labios:

- Mejor cura que esta, ninguna.

**Epiphany J. Murray** Lun Sep 28, 2009 3:53 am

Hace un mohín arrugando la naricilla cuando le da el toquecito, sin dejar de mirarle fijamente a los ojos en lo que él habla, intentando creerse de verás esas palabras, aceptarlas, y dejar así de culparse. Sí, ella no cree que haya hecho nada malo, otras chicas han resultado mucho más provocadoras y eso no había sido malo en absoluto. ¿Por qué entonces con lo que habían hecho Dafnée y ella, más erótico que provocativo y más poético que sexy habían tenido esos resultados?

No le molesta la brusquedad del vocabulario de Eddy, al contrario, sonríe, asintiendo finalmente:
-Supongo que tienes razón... -Responde con un hilo de voz quebrada- Pero es por culpa de tíos así que a los demás de este barrio es os mete en el mismo saco, y es injutso -Comenta, con un suspiro- Pero no son tonterías decir que siento que por haberme salvado hayas acabado herido y que de no ser por Axel podría haber sido peor -Añade más seriamente- Y sí hay por que darlas, me has salvado, y por segunda vez... -Sus ojos brillan ahora nuevamente como dos lunas celestes, llenas de gratitud- Me reafirmo en que estoy en deuda contigo de por vida -Dice muy segura de si misma- Y por eso mismo te juro que jamás te traicionaré y que si alguna vez necesitas algo, por grande y difícil que sea, no debes dudar en pedírmelo -Es una promesa, y ella nunca rompe una... Porque es una persona que cumple con su palabra cuando la da.

Cierra los ojos cuando él recoge su lágrima, abriéndolos al instante para ver como se lleva el dedo a los labios y escuchando lo que dice, lo que provoca un leve enrojecimiento de sus mejillas... Todo eso, sumado a que ella empiezaa notar también los efectos de la nueva dosis, pequeña, pero dosis al fin y al cabo, mezclada con el tekila, hacen que el acaloramiento también se apodere de ella, y una ligera euforia, cuando le mira de nuevo a los ojos, esbozando una sonrisa traviesa e infantil:

-Creo que hay curas mejores, ¿sabes? -Comenta casi sin pensar, incorporándose para, sin darle tiempo a que reaccione, sentarse encima de él y, viendo que sus labios no son ahora el lugar adecuado, comenzando a besar su cuello, primero de esa forma dulce, ejerciendo una leve presión con los labios, como una caricia, pero luego comenzando a repartir besos más humedos y algún que otro mordisco, demostrando así que aprende las lecciones que le dan, mientras que sus manos se aferran a su cabello, peinándoselo con los dedos.

**Edward Carnby** Lun Sep 28, 2009 4:04 am

- Esa promesa es muy difícil de cumplir, Epiphany- Le dice en tono serio, sin querer resultar desalentador o pesimista, peroe s que es así, muy complicado, tener la certeza de que una persona no te va a traicionar en la vida, porque él la tuvo de pequeño y se desvaneción tan rápido como su madre murió..

Y desde entonces no ha vuelto a ser tan ingenuo y soñador. Aún así en su mirada se delata que le da la oportunidad de demostrárselo, de demostrarle que el mundo no está lleno de geste injusta, vanidosa e interesada- Y... ¿ Cómo decía el dichoe ste de...¿ Ah, no me acuerdo, pero era algo así como estar en el lugar correcto en el mmento correcto, ¿ no?. Tal vez sea algo así como el destino el que me ha hecho salvarte... Eso y mis nudillos, obviamente- Comenta con algo más de burla, notando como la lengua se le suelta más conforme la estimulación se mantiene...

Y al parecer en ella suetre un efecto bastante similar. Va a preguntarle como son esas curas cuando se le ponee ncima, algo que no debería haber heco puesto que ambos van en ropa interior y el contacto es casi directo... Pero claro, tampoco le pone pega alguna. Echa la cabeza hacia atrás cuando nota los labios en su cuello, notando como la dirección y la forma cambian, sonriendo en una mezcla de gusto y diversión un tanto extraña:

- Vaya... Aprendes rápido- Susurra, desviando sus manos hacia la desnuda espalda de ella y acariciandola, bordeando el contorno de las alas como si buscase restaurarlas, así como toda su piel que acaba de ser mancillada. Una de sus manos bordea por el costado de ella y acaricia su vientre de forma suave y con las yemas de los deds, ascendiendo poco a poco hasta alcanzar sus pechos y deleitarlos con suaves caricias, apenas roces, que acompasa con los que provoca en su espalda.

**Epiphany J. Murray** Lun Sep 28, 2009 4:16 am

-Me da igual que sea difícil -Contesta ella aún más seria- Porque yo siempre cumplo lo que prometo, antes muerta que faltarle mi palabra a alguien que no me haya fallado -Dice muy segura de si misma, viendo además en los ojos de él que le da la oportunidad de demostrárselo, cosa que está segura de que hará pase lo que pase y le cueste lo que le cueste- No te voy a fallar, y no solo porque esté en deuda sino porque... -Se muerde el labio inferior- Me importas, Edward, eres importante para mí y por tanto no puedo traicionarte... -Sus ojos dan más veracidad a sus palabras, ya sinceras de por sí- Además, yo no perdono la traición y no hago lo que no me gusta que me hagan...

Sonríe ante el refrán, negando con la cabeza:
-Es lo contrario, estar en el lugar menos oportuno en el momento equivocado pero... -Asiente después- Sí, en tu caso es así: el destino me ha mandado un ángel de la guarda por fin, y le tengo delante mío en estos momentos -Toma su mano, besando sus nudillos- Y no pienso perderle...

Tras eso, renauda su tarea, comenzando a usar también su lengua en el recorrido que, entre besos y mordiscos, hace por su cuello, de un lado a otro, deteniéndose en la nuez y en el hueco que hay bajo esta, lamiendo en círculos. Alcanza su oreja, separándose unos centímetros de su piel para contestar a lo que dice:
-Eso es porque tengo un magnífico maestro... -Y, con estas palabras susurradas, exhala su aliento en su oído, lamiendo la cara interna de este y mordisqueando el lóbulo, ejerciendo succión antes de comenzar con el descenso.

Arquea a su vez la espalda cuando siente como las manos de él la recorren, y sus alas se agitan a su ritmo, como dando a entender que se dejan reparar del modo más espiritual, como si de verdad con cada caricia borrase el rasto de mancillación dejado hace unos instantes... Y ella así lo siente, una limpieza que va más allá de esa piel que él toca, una piel que se le pone de gallina al momento, erizándosele el bello de la nuca:

-Cúrame de mi dolor, por favor... -Suplica en un susurro, mientras sus manos llegan hasta la nuca de él, comenzando a acariciársela con la yema de los dedos en sinuosos círculos- Borra cualquier rastro de lo acontecido, te lo ruego...

Un escalofrío la recorre cuando la mano alcanza su vientre y, una vez sus pechos comienzan a ser explorados como nunca antes por nadie, no puede evitar dejar escapar un gemido y convulsionarse levemente en un escalofrío, mientras se ocupa en repartir besos, lametones y mordiscos ahora en el hombro izquierdo y clavícula de él.

**Edward Carnby** Lun Sep 28, 2009 4:25 am

Si no existe ese refrán, me lo invento, punto...- Susurra aún con la cabeza echada hacia atrás,c errando los ojos y dejando que recorra todo su cuello, estremeciéndose al notar la pericia que va adquiriendo y entregándose a ella en una pequeña parte de lo que podría hacer, porque si algo es es justo, recibe y da al mismo tiempo, tanto anímica como físicamente... Las palabras de ella resultan chocantes, no solo por su veracidad si no porque, cuando baja la mirada hasta toparse con la de ella, se percata de que habla totalmente ens erio. Le cuesta, y mucho, créerselo, pero sevve totalmente incapaz de pensar que esas dos llamas azules lee stán engañando:

- Te creo...- Ante su petición no puede hacer más que asentir, deslizando sus manos muy suavemente por todo su cuerpo, bajando la de la espalda más allá de la cintura y acariciando su trasero y el final de sus muslos, volviendo a ascender en un recorrido serpenteante y placentero, en lo que la mano que va por la parte de delante acaricia más detenidamente los pechos de ella...

Sin dejar de mover las manos desliza su nariz por el cuello de ella, respirando suavemente y derramando su aliento hasta que pasa más allá de la clavícula, llegando hasta su busto y deleitándose con el olor que desprende su escote, el cual recorre un par de veces antes de, y sin poder contenerse, surcarlo con su lengua, cambiando de dirección súbitamente y acariciando con la lengua el pecho derecho de ella hasta alcanzar la cima, para repetir el proceso con el otro.

**Epiphany J. Murray** Lun Sep 28, 2009 4:35 am

Los escalofríos se renaudan nuevamente cuando su mano baja por su espalda pero esta vez, pese a que por un par de segundos se quede tensa cuando alcanza su trasero, no le para ni se bloquea, sino que asciende por la zona central de su cuello con sus labios, alcanzando su barbilla, donde deposita un beso, regalan después otro en la comisura de los labios por el lado que no está herido y otro en su mejilla.

Nuevamente se convulsiona en un estremecimiento cuando nota sus muslos ser recorridos, puesto que, en efecto, también es la primera vez... Todo su cuerpo ahora está en piel de gallina y, sin embargo, ella siente que está siendo limpiada, purificada, que todo rastro de la suciedad que intentaron depositar en ella hace un rato desaparece conforme él recorre su pequeño cuerpo que ahora también se encuentra tembloroso, pero por motivos diferentes a los de antes, unos motivos mucho más agradables y placenteros.

Su respiración y pulso se aceleran en lo que una de las manos que antes estaba en su nuca desciende ahora por toda su espalda zigzagueando en caricias lentas, acariciándole de este modo por primera vez, y no solo la espalda, porque la otra mano baja por su torso y abdomen hasta su vientre, ascendiendo de nuevo, y descendiendo otra vez, explorándolo por entero en caricias en las que impregna todo el afecto y gratitud que siente, y como nunca antes había tocado a un chico.

Se echa hacia atrás, permitiéndole un mayor acceso a sus senos cuando la mano de él los recorre, dejando escapar otro nuevo gemido cuando le nota deslizar su nariz y el aliento que se derrama con esta por todo su cuello, clavícula y escote. Y ese gemido se convierte en muchos más, combinados con jadeos, cuando es su lengua la que se une a la exploración de su pecho hasta ahora nunca probado, alzándose como un manjar que espera ser degustado por primera vez por alguien digno, y él es ese alguien.

Y finalmente se abraza a él, sin poderlo evitar, apoyando la cabeza en su hombro y rodeándole con ambos brazos, sintiendo que tiembla tanto que de no hacer esto podría caerse al suelo.

**Edward Carnby** Lun Sep 28, 2009 4:42 am

Se deleita con algo que sabe que nadie más ha toxado o profanado, es un terreno inexplorado, al igual que las sensaci0ones que en ella provoca con cada una de sus caricias, ardientes, pasionales e instintivas por naturaleza, como si supiese dónde y cómo tocar para hacerla estremecer.

Continúa degustándola y se da cuenta de que pese a que sólo le ofrece una pequeña parte él se encuentra satisfecho, pese a la excitación no busca nada más, se conforma con eso... Y es algo que antes no le había pasado. Tampoco ella parece parar cuenta cuando nota sus manos recorrerle también por primera vez, dejando que se familiarice cuanto guste con su piel y tensando el abdomen a la par que suelta un suspiro cuando nota las caricias en su vientre.

Cuando ella le abraza entre temblores se separa de donde tenía la cara y se relame el labio superior para humedecerlo, enroscándola entre sus brazos y prácticamente sujetándola, guardando silencio durante largos segundos en los que apoya la barbilla en el hombro de ella y olisquea su pelo, embriagándose de su aroma:

- Curada...- Susurra con diversión, estrechándola un poco más fuerte aún entre sus brazos.

**Epiphany J. Murray** Lun Sep 28, 2009 4:57 am

Agradece que corresponda al abrazo y la estreche hacia él, porque sus escalofríos siguen recorriéndola en temblores y eso, sumado a que aún le queda algo de colocón, hacen que mantenerse de una pieza sin caerse hacia atrás sea una tarea bastante difícil. Y como otras veces, se sujeta en él, en un abrazo que parece dado desde el alma, porque así es, y como si fuese la tabla a la que se aferra el naúfrago para no hundirse.

Nota como se apoya en su hombro y olisquea por su cabello, provocándole cosquillitas que hacen que deje escapar una risita infantil y lleve una de sus manitas de nuevo al cabello de él, mesándoselo con los dedos, acariciándole lentamente antes de echarse un poco hacia atrás para alzarle el rostro y depositar un beso en su frente, otro en su nariz, otro en su mejilla y, como en los labios no puede, en la comisura, volviendo tras estos gestos a abrazarle y enterrar la cabeza en su hombro, dejándole el suyo disponible de nuevo.

-Gracias... -Contesta, dejándose estrechar con más fuerza- Te prometo que algún día te daré todo lo que mereces... -Añade en un susurro, y sabe que el lo entenderá.

Se queda así, quieta entre sus brazos y sin soltarle, mientras su respiración va relajándose, aunque los latidos de su corazón aún siguen siendo audibles para él, que seguramente deba notarlos en su pecho.

**Edward Carnby** Lun Sep 28, 2009 3:32 pm

Se deja besar por toda su cara,c errando los ojos y disfrutando del contacto de sus labios sobre la piel, son unos besos cargados casi de inocencia y por eso le agradan, muy distintos a los que está acostumbrado a recibir normalmente. Vuelve a la misma postura en cuanto puede, apoyandod e nuevo la barbilla y dejando que ésta resbale hasta que se queda con la nariz apoyada.

Escucha sus palabras atentamente y esboza una media sonrisa, negando con la cabeza despacio y originando una especie de roce cosquilleante:

- No hay prisa alguna, Epi...- En el silencio, únicamente amnchado por la música que se escucha fuera y que entra algo más distorsionada al tener la puerta cerrada, es capaz de escuchar los latidos de ella, cosa que le hace soltar una risa entre dientes- Vas muy acelerada... ¿ no?

**Epiphany J. Murray** Lun Sep 28, 2009 3:46 pm

Vuelve a reír de esa forma fresca e infantil cuando siente las cosquillas provocadas por el roce que hace Edward al negar con la cabeza, llevando de nuevo una mano a su cabello y comenzando a acariciarselo, dejando que los mechones se cuelen entre sus dedos para rascarle la cabecita con la yema de estos como si fuese un niño pequeño, y combinando ese gesto con el de simplemente acariciar.

-Que me des esa respuesta unicamente hace que tenga más ganas de que llegue el momento en que me vea capaz de entregártelo -Contesta ante su respuesta, dibujando en su rostro una sonrisa de tinte soñador- Bueno... -Nota el acaloramiento que ya tenían sus mejillas aumentar cuando le dice eso- Sí, para que engañarnos... Supongo que entre el "alma" y...Y especialmente, tú... -Admite sin tapujos- pues algo acelerada sí que voy -Ríe, sin dejar de acariciarle, sumiéndose después en un breve silencio, escuchando la música que viene de fuera.

-Deberías bajar -Dice tras unos cuantos segundos en los que su mano no se ha apartado de su cabello- Tus amigos y admiradoras andarán preguntándose donde estás... Y tampoco quiero que te pierdas tu fiesta por mi culpa, ya has hecho bastante por mí... -Ella está claro que tal y como va "vestida" no puede bajar, y tampoco sabe si quiere hacerlo tan pronto, las miradas de la gente le recordarían demasiado lo ocurrido, y ya ha conseguido apartarlo de su cabeza.

**Edward Carnby** Lun Sep 28, 2009 3:58 pm

Se separa de su hombro, echando la cabeza un poco hacia atrás y mirándola cuando la escucha, amnteniendo la sonrisa divertida y al mismo tiempo atrayente, casi tanto como sus ojos en este momento:

- Las ganas son buenas, siempre y cuando no te desesperen... No me considero una persona paciente, pero en tu caso es una excepción que bien vale la pena. - Se explica con sinceridad, sabiendo, como ella le dice, que el principal causante de su acelerado pulso es él y no tanto la droga, no había tanta cantidad en el chupito como antes.

Ante su sugerencia ladea la cabeza y observa la puerta, pensandose muy detenidamente el salir con lo bien que está en estos momentos. Pero obviamente no puede dejarla así y sola en el baño, así que en dos movimientos la toma de la cintura y la levanta de encima, dejándola sentada en el WC una vez él se levanta:

- Espera aquí, ¿ eh?- Comenta abriendo la puerta y cerrando tras de sí. Una mirada a otra pareja que parece dispuesta a intimar en el baño y se van por donde han venido en lo que él cruza a la habitación de enfrente, su habitación. Por suerte no gtiene que matar a nadie por profanar su cama, así que se acerca a un armarito y comienza a sacar ropa. Se viste rápidamente con unos piratas negros, un cinturón desabrochado, unas cadenas que cuelgan de los bolsillos, y una camiseta negra con capucha que adorna con una chaqueta vaquera sin tirantes..

Pero saca más ropa y hace un fardo con ella, saliendo de allí y volviendo al baño. Le tiende una camiseta de rejilla y unos vaqueros que le están pequeños y que deduce que a ella al menos le vendrán, aunque igual algo caídos:

- Toma, póntelo... Siempre he querido ver como te queda esto... ¡ No, espera!- Se da cuenta de que no lleva sujetador y eso sería comprometido, así que en dos carreras vuelve con una camiseta negra- Ponte esto por debajo, mejor.

**Epiphany J. Murray** Lun Sep 28, 2009 4:09 pm

Cuando aparta la cabeza de su hombro y la echa hacia atrás, mirándola, no puede sino quedarse embobada con esos ojos eléctricos tan llenos de un magnetismo que hace a los suyos celestes brillar mientras permanecen fijos en los suyos, manteniendo ella su sonrisa infantil y hechizante para corresponder a la que esboza él, tan atrayente como lo es su mirada.

-No me desesperan, yo sí suelo ser una persona paciente... -Dice, aunque cuando esa paciencia se le va... Mejor no toparse con ella, como bien sabe la nuca de él- Me alegra que lo veas así, una se siente orgullosa de ser la excepción confirmadora de una norma general -Comenta medio en serio, medio en broma- La verdad es que contigo hay confianza, y eso influye en que tenga menos miedo...

Se da cuenta de que le ha puesto en una encrucijada mental porque no parece que al chico le apetezca del todo regresar con el gentío aunque por otro lado sea lo que le tiente, y sonríe, viéndole batallar consigo mismo sin intervenir en ningun momento. Arquea una ceja cuando le dice que espere y sale pitando, pero obedece, sentándose en la taza de nuevo y observando con el ceño fruncido lo que le trae.

Va a decirle algo pero desaparece de nuevo, y enseguida está de vuelta... Por lo que obedece, quitándose las alas de la espalda para ponerse ambas camisetas y los pantalones, quedándole todo en general grande y los pantalones, aparte de anchos, muy largos, por lo que tiene que doblarles varias veces por abajo para no pisarlos. Se mira al espejo unos segundos y es consciente de la pinta que tiene...

-Esto... Yo así no bajo allí -Dice, recordando como van vestidas todas las chicas... Si antes su disfraz le parecía demasiado poco sexy en comparación, ahora con estas pintas...- Toma, otro regalo -Le tiende las alas- Siendo tú quien hoy me ha hecho volar creo que te las mereces.

**Edward Carnby** Lun Sep 28, 2009 4:18 pm

La observa vestirse, pensando con una media sonrisa que no trasluce nada de ese pensamiento, que ella no es la úbica que tiene ganas... Pero rápidamente aparta la idea para centrarse algo, no mucho, pero algo, dedicándole un vistazo desde el espejo y soltando una carcajada:

- Pues en mi opinión así, con mi ropa, estás más que sexy... Aunque te falta un detalle- Abre el grifo del lavabo y se moja las manos... Y sin opción a réplica le empapa el pelo y se lo desordena un poco- Aaasí sí- Comenta con admiración, tomando las alas que le regala- Gracias.- Responde con sinceridad, pese a que en su opiniçon no la ha hecho volvar, y así se lo hace saber- Pero no te he hecho volar, Epi, porque tú sola ya puedes volar... Sólo es cuestión de creer.- Comenta al final, abriendo la puerta y cediéndole el paso con una brlona reverencia:

- ¿ Vamos, milady?

**Epiphany J. Murray** Lun Sep 28, 2009 4:23 pm

Arquea una ceja mirándole con incredulidad sin saber si ofenderse y tomárselo como un vacile o creelre y tomárselo en serio porque vamos a ver... Lleva dos anchas camisetas una sobre otra, unos pantalones que se le caen y que ha tenido que doblar ochenta veces por lo menos para no pisar por el camino y.... ¿Eso es sexy? ¿Eso? Empieza a pensar que a Eddy las drogas le afectan demasiado...

-Creo que vas más colocado de lo que piensas si dices eso y... -Frunce el ceño al ver lo que hace- ¿Qué...? -Bien, ahora encima va con el pelo desordenado... Sin duda alguna, bellísima, vaaaamooos- ¿Insinúas que esto queda bien? ¡Por Dios, parece que me haya metido dentro de dos sacos teniendo en cuenta mi tamaño y encima voy con pelos de loca! -Se queja- Pero tú me haces creer -Apunta a lo que él dice.

Tras eso, resignada y sabedora de que en el baño no se puede quedar, asiente:
-Sí, diremos que voy disfrazada de payaso y así cuando se rían de mí pensaré que es porque interpreto bien mi disfraz... -Comenta enfurruñada.

**Jane C. Jaffe** Lun Sep 28, 2009 4:26 pm

Cuando terminan, ayuda a bajar a Dita y se va a la barra de nuevo un poco mejor ya, pero con las lucecitas ayudando en el panorama junto con el calor prominente. Observa el bailecito de Epi y Daf, y cuando terminan no puede evitar aplaudir, pero se queda un tanto extrañada cuando comienza una pelea. Todo sucede muy rápido, o al menos para ella. Una botella por allí, un par de hostias por allá, un puñetazo en la boca de Eddy y lo más sorprendente es a manera que Axel tiene de desenvolverse en la fiesta. Cuando ve que la pelea terminan y está sangrando va a ver que le ocurre, pero se da cuenta que en seguida acude de nuevo a la Robin Hood y se queda con la boca abierta, palabra en los labios y una mano ligeramente alzada. Suspira y se encoge de hombros, dándose la vuelta y pidiendo al camarero un vaso con abstenta. Cuando se lo trae, apoya los codos en la barra y sujeta con las manos el vaso, mirándolo, aún con calor y nerviosa por las drogas, dado que el efecto le perduraba, pero no era igual.

Mientras está enfrascada en su mundo, comienza a pensar en lo que ha hecho y sonríe divertida mientras mira el garfio que colgaba de su cinturón, recuerdo de aquella noche tan loca. Le da un leve sorbo a su bebida y sigue mirando la copa como si allí se encontrara un espejo que le enseñaba un universo paralelo. No se da cuenta de la gente, ni de la música, solo de ella misma y ese vaso.

**Edward Carnby** Lun Sep 28, 2009 4:41 pm

-Eres una quejica, ¿ lo sabías?- Comenta con sorna, ya en el pasillo y con la puerta del baño cerrada- ¿ Prefieres eso o salir casi desnuda con ese par de alitas tan monas?- Aprovecha para dejar estas en su cuarto, lanzándolas a la cama sin tener que abrir del todo.- Nadie te va a decir nada, y sí, en mi opinión estás muy sexy, y no me pareces un payaso... Lo de las drogas bah, tampoco alteran tanto la visión.

Comenta con sinceridad, dándole una caricia en el costado antes de avanzarse y ver que la fiesta sigue su curso. Como tiene sed, se aproxima a la barra y se queda al lado de Jane, pidiéndose un vodka rojo con naranja, algo más suavecito:

- Bonito baile, por cierto... - Comenta con diversión, dando la vuelta ya con el vaso en la mano y apoyando ambos codos en la barra.

**Epiphany J. Murray** Lun Sep 28, 2009 4:50 pm

-No soy una quejica -Dice ofendida, cada vez más enfurruñada- No, pero... ¿Y si no hubiese salido? -Sugiere- ¡Habría sido mil veces mejor! -Niega con la cabeza- Sí que alteran la visión, me ves sexy con ropa que me queda tres tallas mas grande y que ademas he tenido que doblar por todos lados... Tienes un problema -Apunta con seriedad- Diré que voy de payaso, sí, eso haré...

Se acerca con él a la barra, pidiendo lo mismo porque no se le ocurre nada más flojo en ese momento, y saludando a Jane:
-Sí, estuvisteis espectaculares... -Comenta a la chica, buscando a Dita con la mirada para decirle lo mismo.

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