Re: Hell's Bar

**Alex O. Marshall** Mar Ago 11, 2009 8:03 pm

Abre la puerta, iracunda, con la intención de hacerla giratoria en la medida de lo posible. No se preocupa por evitar pegarle en la napia a la persona que estaba por salir detrás de ella ni tampoco se molesta en pedirle disculpas. Observa al joven junto a la puerta y emite una especie de sonrisa de suficiencia. Al menos no había huido y podría seguirle pegando hostiazos con ganas.

- ¿Dejártela bonita? Anda, que ni siquiera te he hecho un cuarto de cirugía – deja relucir su lado más tranquilo, extrañamente revelado a un desconocido. Eso era simplemente porque estaba regodeándose ante la perspectiva de dejarle bonitas otras partes, un proceso mucho más doloroso que una fractura de tabique, por cierto.

- ¿Ahora te harás el rebelde… cielo? – arrastra las palabras, imitándolo con sorna. No podía creer que aquel muchacho fuera tan idiota, que ni siquiera buscara atacarla, o defenderse a los golpes al menos. Eso la irritaba, pero no iba a impedir que disfrutara de la situación, eso estaba asegurado.

**Zeth A. Drakos** Mar Ago 11, 2009 10:59 pm

Ladeó la cabeza y alzó una ceja, adoptando una expresión bastante curiosa.

- ¿El rebelde? -soltó una carcajada amarga, notando unas punzadas al reirse en la nariz. Sí, tendría que pasar por el hospital antes de ir a casa... - ¿No ibas buscando guerra y alguien con quien descargar tu ira de mujer amargada? -preguntó, retándola en cierto modo.

Alzó las manos y le indicó con un par de dedos que se acercase, que la estaba esperando. Unos golpes más unos golpes menos... ¿Qué importaba? Además, ahora el que se había animado era él, y no tendría ningún reparo en defenderse.

**Alex O. Marshall** Miér Ago 12, 2009 3:21 am

Puede percibir el dolor en el rostro del joven, pero no tenía pensado hacer nada para mitigarlo. Se apoya momentáneamente sobre la pared del negocio, observando la cara de idiota que parece pronto adquirir el muchacho. Se lo veía tan patético, que inclusive llegaba a darle lá… ¿Estaba a punto de decir lástima? No, no. Al contrario, le daban más ganas de sacarle aquella sonrisa insulsa del rostro.

- ¿Mujer amargada? ¿Acaso me estás categorizando de vieja? – se despega del manto de ladrillos, repentinamente incitada por las palabras del muchacho. Hace sonar los nudillos de cada mano, sin separar sus llameantes ojos de los de él.

Abre la boca, amagando para decir algo, pero se calla. Tenía más habilidad en demostrar lo que pensaba de otra manera. Se aproxima con dos zancadas y quedan frente a frente, con ella impregnándole el rostro a él con su ácido aliento. Desliza una mano con rapidez felina hacia la camiseta del joven y la toma con fuerza, enviando un puñetazo directo hacia su estómago con la otra.

**Zeth A. Drakos** Miér Ago 12, 2009 6:52 pm

Y parece que por un momento la chica se a relajado, ya que se apoyó en la pared del bar, pero... Nada Tal y como se había propuesto, había conseguido lo que quería. Escuchó aquel crujir de huesos, que no aseguraba nada bueno...

Efectivamente. En menos de lo que tardaría un gallo en cantar ya la tenía delante, de nuevo, hecha una furia. Arrugó la nariz al notar el aliento de ella en su rostro. La tenía demasiado cerca y eso era peligroso, bastante peligroso por lo que había podido comprobar antes. Y como temía, fue agarrado de nuevo por la camiseta para después recibir un buen golpe en el estómago. Sin poderlo evitar, se dobló, quedando de rodillas en el suelo, soltando un débil gemido. La muy condenada tenía unos puños de acero.

- Una mujer puede estar amargada desde la juventud, tú eres el primer ejemplo -dijo, con la voz entrecortada. Arrodillado en el suelo, como se encontraba, estiró una pierna y le propinó una buena patada, esperando desestabilizarla y hacer que callese al suelo. Reuniendo fuerzas se incorporó, aún notando algo de dolor en el estómago.

**Alex O. Marshall** Miér Ago 12, 2009 7:43 pm

Lo ve doblarse con cruel satisfacción, torciendo sus labios en una mueca que pretendía ser una sonrisa, pero que más bien se asemejaba al rostro de alguien poseído por el demonio. Es que cuando comenzaba a pelear inclusive llegaba a parecer una sádica. Su odio hacia la humanidad completa destilaba por los poros. En cada movimiento suyo podía observarse el desdén hacia todo aquello que tuviera un corazón latente.

Toma el cuello de su camisa y lo estira hacia abajo, girando lentamente la cabeza hacia atrás. Haciendo sonar sus huesos contracturados, aprovecha para airear un poco la zona del pecho, que ya le estaba entrando el calorcito de tanto movimiento.

- Que no sea una gilipollas no significa que sea una amargada, estúpido - responde cortante, dispuesta a propinarle un puntapié. Sin embargo, el joven es más rápido y antes de poder darse cuenta siente un dolor agudo en la espinilla, seguido por un balanceo y finalmente una caída. Por inercia, coloca las manos delante suyo, impidiendo que su rostro golpee contra el cemento. Sin embargo, la textura rugosa de las baldosas le raspa las manos, haciendo que su piel se torne rojiza y algunos puntitos de sangre asomen por ella.

- ¿Eso es todo lo que tienes, maldito cabrón? ¿Una pequeña patada de niña? - inquiere, entre furiosa y burlona, observándolo, desde el piso, a través de su enmarañada melena negra.

**Zeth A. Drakos** Miér Ago 12, 2009 8:27 pm

Casi sonrie cuando la ve caer al suelo. Por suerte, consiguió amortiguar un poco con las manos, que ahora mismo las tendría destrozadas. Una razón más para tenerla hecha una furia.
Chasqueó la lengua y rodó los ojos al escucharla.

- No me digas que ahora encima tienes ganas de recibir... -comentó, con sarcasmo. Pues nada, si tenía ganas él no la iba a privar. Se agachó y sin mucho esfuerzo la levantó, cogiéndola por debajo de los brazos. Rápidamente, antes de que pudiera revolverse se aseguró de que con una de sus manos tenía bien agarrada las suyas, detrás de la espalda. Con la otra, la cogió del pelo, incorporándola así por completo, haciendo que inclinase la cabeza hacia atrás.

Sin previo aviso la puso de cara a la pared y con el rostro cruzado por una expresión no muy agradable la empotró en ella.

- A ver si aprendemos a controlar ese jodido vocabulario, ¿eh? -la separó un poco y la volvió a empotrar en la pared- Y a ser un poco más amable de paso.

**Alex O. Marshall** Miér Ago 12, 2009 9:11 pm

Apoya las rodillas en el suelo y se incorpora levemente, analizando las lastimaduras de las manos. No era nada grave ni mucho menos lo peor que hubiera recibido. Sin embargo, la crispaba que el estúpido conservara la calma así tan campante. No estaba salticando por el campo. Debería recordárselo.

- No vendría mal que igualaras tus fue... - es incapaz de acabar la frase, pues se ve alzada hacia arriba como quien levanta una pluma del suelo. Era fuerte, sí. Pero si hubiera hecho boxeo, probablemente la habrían puesto en la categoría de peso pluma. Con lo alta que era, su contextura era tan delgada, al punto de quedar ligeramente desproporcionada. Y eso sumado a la mala alimentación de los últimos días, el cóctel perfecto para parecer una piltrafa larguirucha con pésimo humor.

Volviendo a lo importante, intenta pegar patadas y manotazos en vano, pues el muchacho se asegura bien de inmovilizarle las manos. Profiere un aullido al ver como su pelo amenaza con desprenderse de su cabeza, llevándose parte del cuero cabelludo. Antes de poder echar un insulto siquiera, se ve estampada contra la pared, produciendo su nariz un crujido para nada agradable. Siente el líquido caliente descender hacia sus labios y pasea la lengua por éstos, limpiándolos de manera brusca y para nada femenina.

- Jodida será tu puta madre – prorrumpe, volteándose abruptamente y pegándole un cabezazo de lleno en la frente, sin importarle el dolor en su nariz ni el que le pueda provocar en la de él.

**Zeth A. Drakos** Miér Ago 12, 2009 10:06 pm

Cuando oye aquel crujido emitido desde la cara de ella no puede hacer otra cosa que sonreir. Al parecer no iba a ser él el único que saliera con la nariz ligeramente deformada. Rueda los ojos al escuchar aquel comentario, referente a su madre.

- Y veo que no aprend... -dispuesto estaba a contestarle, pero entonces... ¡ZAS! Aquella endemoniada chica se le tiró encima, dándole un cabezazo bastante importante. Se llevó las manos a la nariz. Aquel golpe le había hecho revivir las punzadas que le produjo antes el golpe en el bar- Qué zorra -comenzaba a darle vueltas la cabeza, pero tras respirar un par de veces pareció verlo todo claro de nuevo. Apretó el puño y no dudó en descargarlo en el estómago de la chica. Oh, claro, había que saldar las cuentas por el nuevo golpe. Dios, cómo le dolía la nariz- A ver qué coño dice la tuya cuando te vea llegar tan bonita a casa...

**Alex O. Marshall** Miér Ago 12, 2009 10:40 pm

Se aferra la cabeza, apenas desorientada a causa del encontronazo de huesos, pero sí muy dolorida. Lo observa un tanto perdido y sonríe con amarga satisfacción. No obstante, no le alcanza el tiempo para regodearse pues un nuevo puñetazo va directo a la boca de su estómago.

- Si serás... - los insultos se ahogan en su boca, pues es incapaz de pronunciar palabra a falta del aire. Comienza a golpearse el pecho con furia hasta que siente que éste regresa a sus pulmones. Está a punto de abalanzarse sobre él otra vez cuando escucha algo que la deja helada.

- ¡CALLATE PEDAZO DE IDIOTA! – profiere, fuera de sí, arremetiendo ahora sí contra él, con toda su furia. Lo toma de la cintura, llenando de sangre su camiseta, sin preocuparse lo más mínimo por su nariz. Cae sobre él, tumbándolo al suelo, de manera casi inhumana. ¿Cómo se atrevía? Su madre… Pero sería jodido el muy cabrón. Empieza a repartir golpes con manos, nudillos, codos, dientes y cualquier parte de su cuerpo que tenga libre en el cuerpo del muchacho. Se las pagaría por haber osado mencionarla. Esa perra callejera no merecía ser llamada su madre.

**Zeth A. Drakos** Jue Ago 13, 2009 1:58 am

Retrocedió un par de pasos, alejándose de ella, ganando algo de tiempo, limpiándose la cara con la manga de su sudadera. No se dio cuenta de que por un momento ella parecía quedarse sin aire, estaba demasiado ocupado mirándose por un momento en el cristal de la ventana de un coche. Su nariz estaba tomando un tono muy, pero que muy, feo.

Entonces, de repente, la bestia arremete contra el, haciendo que caiga al suelo. Al parecer había metido el dedo en la llaga con su último comentario. Había sido la gota que colmó el vaso. Instintivamente se cubrió la cabeza con los brazos y apretó el abdomen, ya que aquella furia repartía hostias a diestro y siniestro.

Intentó quitársela de encima, pero la forma en la que se revolvía no era normal. Se le hacía imposible agarrarla de las muñecas para quitársela de encima debido a la rapidez con la que se movía y repartía golpes. En una de estas que pareció relajarse un poco, pero que en realidad solo se trataba de tomar aire para seguir con los golpes, dio un pequeño impulso, intentando levantarse del suelo aunque fuera con aquella furia encima, intentando quitársela de en medio.

**Alex O. Marshall** Jue Ago 13, 2009 3:31 am

Parece un ser incansable ante el inmutable frenesí con que golpea el cuerpo del muchacho cuyo nombre todavía no conocía. Está tan colérica que ni siquiera es conciente de los intentos del joven por sacársela de encima. No lo es hasta el momento en que sus varoniles dedos se cierran en torno a las huesudas muñecas de ella, momento en el cual procede a forcejear para soltarse.

Se ve inevitablemente elevada unos centímetros, nuevamente gracias a la fuerza del chico y a su escaso índice de masa corporal. Una vez se incorporan, la fuerza que ella hace por soltarse la tira hacia atrás –con el chico siguiendo su trayectoria-, tumbándola con fuerza sobre el gris e irregular suelo. Se golpea el cráneo contra éste, produciéndole una aguda punzada de dolor en la nuca. No le parecía sentir el calor del líquido intravenoso al emanar a través de una lastimadura. Así y todo, sufría una silenciosa agonía a causa de las múltiples heridas sufridas en su cabeza ese día.

- Que te quites, pedazo de inútil – ordena, entre balbuceos, intentando organizar las ideas desacomodadas de su mente. Le quedaban pocas fuerzas ya, pero no pensaba contenerse en caso de que la siguiera provocando. No obstante, aquel lío le iba a costar una buena, y lo sabía. Por mucho que no quisiera, debería incursionar en la casa de su madre por la noche, en busca de algo para curarse las heridas y de ropa limpia que ponerse. Era conciente de que su madre conocía sus infiltraciones nocturnas, sin embargo, no quería admitirlo. Odiar su indiferencia se sentía, quizás no mucho mejor, pero sí menos humillante.

**Zeth A. Drakos** Vie Ago 14, 2009 1:51 pm

Y tras unos momentos forcejeando con la chica consigue incorporarse, cayendo hacia delante, en el asfalto, junto con ella debido a la fuerza que empleaba para intentar soltarse. No es consciente del golpe que se llevó ella, pero se puso en pie y se retiró en el momento en el que la escuchó, ordenándole que se quitara de encima.

Se pasó el dorso de la mano por la cara, limpiándole la sangre que aún le salía de la nariz. Arrugó la frente y entonces la cogió por los brazos, la levantó y la obligó a sentarse sobre el capó de un coche. No le parecía bonito irse y dejarla tirada en el suelo, aunque seguramente ella habría preferido levantarse sin ayuda, pero él dudaba que pudiera hacerlo.

- Yo me marcho a un hospital, furia, tú deberías hacer lo mismo. Ya nos veremos... -dijo, esbozando una sonrisa algo burlesca. Bueno, no podía decir que esa noche no se lo había pasado bien...

Y sin añadir nada mas echó a andar, con un ritmo bastante rápido, directo al hospital. Más le valía llegar a casa antes de que su madre se despertase y lo viese entrar... así

**Alexander Tessier** Vie Ago 14, 2009 2:42 pm

Era la segunda vez que el mustang negro de Alexander aparcaba en ese sitio peculiar, se bajo despacio con un lentos oscuros unos vaqueros, playera negra y su chaqueta de cuero negra y un olor a frescura que despedía su loción invadió el amiente, se dirigió a la entrada del bar para buscar sacia su hambre ya que su estomago crujia.

Se acomodo en la barra y pido el menú para ver que podía pedir a esas horas

**Gemma Conelly** Vie Ago 14, 2009 2:47 pm

Paseo con la bicicleta por las calles, parándo junto al bar. Como siempre, dejo la bicicleta oculta en un rincón, sin temor a que me la roben. Nadie la querría. Voy hacia la puerta, parándome unos segundos a observar un coche que hay cerca. Precioso. Con una sonrisa en los labios, entro en el antro y me dirijo directamente a la barra. Cerca hay un chico, al que estudio durante unos segundos.
-De bar en bar y tiro por que me toca -murmuro.
Observo la lista de platos a la venta. Busco el más barato de todos.
-Pongame un... Bikini. Y una cocacola. Por favor.

**Alexander Tessier** Vie Ago 14, 2009 2:52 pm

Vio a una chica de caballo corto y ojos azules entrar al parecer no era el único que había tenido la idea de ir a comer algo en aquel lugar, Veo que me estudia durante algunos segundos y pide algo de comer

Si algo le molestaba a Alexander era comer solo, así que decidió acercarse a la chica, conservando distancia y en tono amigable le dijo:

-Hey que tal, te molesta si te hago compañía no me gusta comer solo-

Esperando que la chica no fuera de la clase hostil, Alexanader se cruzo de brazos mientras esperaba la respuesta de la chica.

**Lily Conelly** Vie Ago 14, 2009 3:14 pm

Cuando sali de casa veo salir a Gem, y ya que yo tambien tengo hambre, la sigo. Una mala costumbre que estoy adoptando.
Llegamos a un bar y entro tras ella, sin que me vea. Veo que se pone a hablar con un chico y me siento junto a ella, sin decir nada y pidiendole a la camarera un bikini y una fanta de limon.
Mientras prepara el pedido me quedo mirando a mi hermana, esperando que medetecte mientras evaluo al chico.

**Gemma Conelly** Vie Ago 14, 2009 3:41 pm

Observo de nuevo al chico. Me lo pienso unos segundos. La verdad es que no vendría mal conocer a más gente por aquí. Aunque él no parece de por aquí.
-Sí, claro, por qué no.
Le sonrío, viendo como viene mi pedido. Cojo la cocacola, devolviéndole el baso al camarero. No lo quiero. Prefiero beber de la lata. Y cuando empiezo a relajarme, me doy cuenta de que otro alguien se sienta a mi lado. La miro, y es como si mirara a un espejo. Solo que con distinta ropa. Entrecierro los ojos, golpeando con la lata la barra.
-¿Tú es que me sigues o qué?

**Alexander Tessier** Vie Ago 14, 2009 3:51 pm

Alexander con gesto amable tomo asiento a lado de la chica, ordeno una carne asada y una soda de va al camarero cuando esta dispuesto preguntarle el nombre a la chica, vio que alguien a ella pero con distinta ropa entraba, Alexander la miro y fue cuando la chica a su lado le comento algo con respecto a que si la seguia.

Decidió no mostrarle importancia al comentario y le dijo

-Gracias, Alexander y tu eres ??- le dijo mientras le extendía la mano

Veo que la otra chica me miraba de una forma extraña como si me estuviera escaneando o peor aun intentado adivinar mis mas profundos pensamientos

**Gemma Conelly** Vie Ago 14, 2009 4:02 pm

Cierro los puños con fuerza, girándome sobre el asiento para darle la espalda a mi hermana. Cojo el bocadillo, dándole un pequeño mordisco y masticandolo con furia hasta tragármelo. La observo de reojo. Parece calmadita. Finalmente desisto, poniendo mis ojos sobre el chico que está delante mío y pide carne para comer. Le sonrío forzadamente.
-Un placer. Soy Gem.
Le tiendo la mano, mientras dejo el bocadillo en el plato. Sin prestar mucha atención a lo que hago, cojo de nuevo la lata de refresco, llevándomela a la boca y dando un par de largos tragos. Las burbujas me hacen cosquillas por la lengua.

**Lily Conelly** Vie Ago 14, 2009 4:06 pm

La camarera me trae el pedido y le sonrio. Entonces m giro hacia Gem, borrando de inmediato la sonrisa de mi rostro.
- ¿Es que no sabes que te quiero mucho? - le saco la lengua, como si fuera una niña pequeña, para luego hacer una mueca de desagrado. - Pero tranquila, he venido a comer, cuando acabe me voy. - Y dich oestoy le doy un mordisco a mi bikini, como si quisiera enfatizar la frase.
Miro al chico, ya que se le presenta a mi hermana..
- Yo soy Lily - le doy un trago a la fanta y me giro hacia la parte interior de la barra, observando a la agetreada camarera.

**Alexander Tessier** Vie Ago 14, 2009 4:16 pm

Veo que la chica a mi lado, se pone tensa y me forza una sonrisa cuando ve a su similar entrar, por las similitudes presentadas, Alexander supuso que debían ser hermanas gemelas o algo similar

Alexander escucho comentarios de cariño, sonrío al escucharlo el nunca había tenido algún hermano y siempre se había preguntado que se sentía tener uno

-Mucho gusto Gem , creo que he llegado en mal momento, problemas de hermanos acaso si Asia lo deseas puedo retirarme, no deseo incomodar con mi presencia algún momento familiar-

Escucho que la otra chica se había presentado y devolvió el saludo cortésmente asintiendo con la cabeza

-Alexander un gusto-

Esperaba pronto que la camarera me trajera mi servicio de manera rápida así como la respuesta de la chica, Alexander no deseaba situaciones de stress en ese momento era demasiado temprano

**Gemma Conelly** Vie Ago 14, 2009 4:30 pm

Al escuchar las palabras de Lily, teñidas de falso cariño, no puedo evitar ladear la cabeza hasta mirarla. Cómo me gustaría poder negar la realidad y decirle a Alexander que se equivoca, que eso no es mi hermana. Pero es demasiado claro. Somos como dos gotas de agua. Solo nos diferencia que ella anda poseída de algún mal bicho.
-Sí, ya, tú quererme... Y las ranas cantan punk en las noches de luna llena.
Ruedo los ojos, volviendo a encarar al chico. Parece demasiado modosito. Realmente, dudo mucho que sea de por aquí. Niego varias veces con la cabeza, dándole un mordisco al bocadillo. El queso ya está frío, y no pringa. Jo, si es lo que más mola de los bikinis.
-No te molestes, no merece la pena. Además, ella misma ha dicho que se marcharía pronto. ¿Verdad, querida?
Ni si quiera la miro, pero un tono odiosamente meloso tiñe mis dos últimas palabras.

**Lily Conelly** Vie Ago 14, 2009 4:34 pm

Doy un golpe de cabeza en direccion al chico, aceptando us presentacion y me concentro en mi bikini, acabandolo en cuestion de segundos. Termino tambien la bebida y me giro hacia mi querida hermana.
- Oh! Eso tiene que ser divertido, ya buscaremos una charca donde haya ranas para verlo - le sonrio con flasedad y me levanto, alisandome la falda de cuadros.
- Claro, querida, ya me marcho - le sonrio con malicia y la apretujo contra mi, dandole un sonoro beso en la mejilla. - Nos vemos, hermanita, adios Alexander - y dich oesto me marcho del estrablecimiento con aires de grandeza, caminando por las calles sin nada que hacer.

**Alexander Tessier** Vie Ago 14, 2009 4:49 pm

Alexander vio la respuesta de Gem con sus ademanes, fue entonces cuando su plato llego y empezó a comerlo de manera pausada, mientras oía la ironía de Gen, curioso que ella no halla notado su modo irónico de decir momento familiar.

Escucha la despedida de Lily y se despide haciendo una ademán hacia delante con la cabeza, y la ve salir como si de una princesa se tratara

-Menuda chica y extraña relación la que llevan, vaya momento familiar, descubriendo lo obvio he de suponer que se adoran- al darse cuenta del comentario que acababa de hacer Alexander dijo rápidamente

-Lo siento me deje llevar por le momento irónico- Alexander mostró una expresión entre amabilidad y pena

Partí otro pedazo de carne y me lo lleve a la boca y lo mastique suavemente para posteriormente tomar un sorbo de la soda de uva.

**Gemma Conelly** Vie Ago 14, 2009 4:59 pm

Veo que Lily se me acerca, de reojo. No, no lo hagas otra vez. Voy a separarme, pero es demasiado tarde. Me apresa entre sus brazos, plantandome un sonoro beso en la mejilla. Inmediatamente después de separarse de mi, levanto el borde de la camiseta, quizás demasiado, para limpiar la mejilla.
-Cada día más desagradable- digo a modo de despedida.
Vuelvo a colocar mi camiseta en su sitio, vigilando de reojo al chico. Vaya a ser que tanta carne al descubierto acabe con esa fachada de caballerosidad que lleva puesta. Ya se sabe cómo son los hombres.
-Oh, sí, mi queridísima hermana... Como puedes ver, el sentimiento de adoración es mutuo. Aunque creo que ella tiene hasta un altar con fotos mías escondidas en su sala de tortura. Quiero decir, si habitación.
Me encojo de hombros, pasando por alto su disculpa. Es mejor hablar de este modo que no decir las cosas como son. Odio a mi hermana. Ella me odia a mí. Y no hay más. Vuelvo a tomar el bocadillo, llevándomelo a la boca hasta terminarlo. Limpiando mi boca con una pasada de la servilleta, me doy la vuelta, apoyando la espalda en la barra.
-Y dime, Alex -murmuro con todas las confianzas-. ¿Eres de por aquí?

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