Re: Icewall Street nº 138, Atico

**Salem B. Von Lekker** Miér Ago 05, 2009 11:45 pm

La miro, dolido. ¿Acaso cree que es fácil olvidar todo aquello? No, no lo es. No es fácil olvidar los gritos a media noche, los golpes. Cómo Tom se escurría hasta mi cama para taparme los oídos intentando que no escuchara todo aquello. Y después, a la mañana siguiente, encontrarla en la cocina, con una taza de café temblando entre sus manos. Con el cuerpo más violáceo que de cualquier otro color. Con heridas, bien limpias para intentar que no lo notara. Pero lo hacía. Y de lo decía. Y ahí, entre las tazas del desayuno, ella se derrumbaba, se ponía a llorar, y me pedía perdón. Por no poder darme una vida mejor, por no poder dejar de querer a esa persona, por no poder hacer nada por evitarlo. ¿Se piensa que olvidar todo eso es fácil?
-Es fácil decirlo, pero difícil conseguirlo –la miro con dureza, como si ella tuviera la culpa. No, no la tiene. Nadie la tiene. Solo yo. ¿Verdad? -. Lo intenté, por mucho tiempo. Y por poco acabé como él. El alcohol ayuda a olvidar. Eso dicen. Pero yo no pude, no pude olvidar… todo eso…
Maldita sea. Toda una vida entre botellas por olvidar, toda una juventud desperdiciada en bares y callejones, sólo con la esperanza de poder olvidarlo todo. Debería haber escuchado a Tom. Haberle hecho caso desde el principio, seguir sus pasos, aprender a querer a ese hombre. Pero no, joder, que no. Ahora lo pienso y… Me da un asco tremendo pensar en llegar a quererle como si fuera mi padre. Por que no lo es, no lo ha sido nunca.
-Cuando perdió la razón, Tom lo apartó de mi lado. Decía que le hacía daño recordándole a cada momento todos sus pecados. Tsk… Ese castigo es bien poco para lo que él se merece…
Noto como me abraza. ¿Por qué lo hace? Ese olor… Me es tan familiar… Me oculta sobre su hombro, invitándome a viajar por el aroma de su cuerpo, dejándome vencer por él unos instantes. Me siento en calma, relajado, tranquilo. Pero pronto recuerdo todo lo que está pasando. Recuerdo que ella no es más que una desconocida que ha aparecido en mi vida y, de pronto, quiere hacer ver que puede arreglar las cosas. La tomo por los hombros, apartándola.
-¿Y por qué ibas a estar tú aquí? No somos más que dos desconocidos que se atraen, y punto. No puede ser nada más que eso.

**Bianca Grizzi** Miér Ago 05, 2009 11:53 pm

Lo noto relajarse unos instantes, pero luego me aparta, y me mira de nuevo con esos ojos frios uqe no son los que yo conozco, no son los ojos que amo.
Finalmente la primera lagrima se lanza en caida libre por mi mejilla, apartandome a la vez de Simon, mientras intento secar las que la siguen.
Ya esta, se ha acabado, sea culpa de la llamada, o mi culpa por intentar entrometerme, se ha acabado. El no me quiere, acaba de dejarlo muy claro, solo somos dos desconocidos, y al fin y al cabo es verdad. Pero, ¿Que ha sido del cuento de la princesa y el bardo? Yo lo se, el bardo solo queria a la princesa para que le diera calor un par de dias, y cuando se canso de ella, su musica se volvio tetrica y fria.
Me levanto del suelo, andando cabizbaja hacia mis zapatos.
Me los pongo y saco la cabeza por el quizio de la puerta, sin mirar a Simon.
- Buenas noches Simon, que vaya.. bien - se que no servira de nada, que ahora, en cuanto llegue a mi piso, que esta justo delante de este, me derrumbare, y que quizas ya nadie pueda levantarme.

**Salem B. Von Lekker** Jue Ago 06, 2009 12:16 am

Pero, ¿qué haces, Simon? ¿Una persona que te ofrece su ayuda y le das la espalda? No, por que en verdad no quiere ayudarme, ni puede, nadie puede. La veo levantarse, sin decir nada. Se marcha, se aleja, se va de mi vida tal y como ha entrado. ¿Y qué? ¿Qué hago yo? Me cruzo de brazos en el sofá, apartando la mirada. Si realmente le importase, no se iría, ¿no? Pero, claro, como le voy a importar. Soy solo un desconocido para ella. Y ella lo es para mí. Si es así, ¿por qué me duele tanto que se vaya asi? Escucho el sonido de sus zapatos. Se calza, en silencio. La miro de reojo, pero no la veo, oculta en el recibidor. Saca la cabeza, pero no me mira. Y se despide. Así, tan frío, tan seco. Joder. Aparto la mirada, encontrando algo que seguramente es muy fascinante en algún punto de la pared.
-Sí, buenas noches.
¿Y así es como termina? Quizás es lo mejor. No quiero que sea otra princesa marcada por el dolor. Como ella... Mierda. Alzo un puño, llevándomelo a la boca, mordiendo con rábia mi piel. Cierro los ojos, de igual manera, intentando retener las lágrimas. No quiero, no quiero, no quiero. No quiero volver a llorar.

**Bianca Grizzi** Jue Ago 06, 2009 12:22 am

Asi de simple, buenas noches. Ni un no te vayas, ni nada.
Bien, no pasa nada, No hay dolor, no hay dolor.. Una mierda no hay dolor, las lagrimas se deslizan de nuevo por mis mejillas, llegando hasta la comisura de mis labios, algunas deslizandose por mi cuello.
Me giro hacia la puerta y cojo el pomo.
- Te quiero - es un susurro, aunque espero que lo oiga, que sienta que es verdad, aunque no lo conozca, aunque apenas se que ha pasado en su vida.
Le quiero, le quiero tanto que duele, por que el es el unico en el que he podido confiar, el unico en 4 años que realmente se ha interesado por mi.. Aunque quizas solo era todo una mentira.
Contengo un sollozo, abriendo la puerta, quedandome en medio, com osi esperara que viniera a pararme. No lo hara.
Cierro las puerta detras de mi y bajopor el ascensor, saliendo por la puerta hacia mi bloque.

**Salem B. Von Lekker** Jue Ago 06, 2009 12:44 am

La escucho. Mierda. ¿Por qué tenía que decir justamente eso? No, Simon, no la creas. Es mentira. Cierra la puerta. No solo la del piso, si no la de su vida, la de la vida. La he perdido, quizás para siempre. Y ahora, ¿qué?
-Mierda. Mierda. Joder, ¡mierda!
Me levanto del sofá, cabreado, deprimido, confuso. Alegrándome de que se haya ido. Echándola de menos. ¿Porqué? En tan solo unos días me he acostumbrado hasta tal punto de su compañía que me siento aún más vacío. Más. No sabía que pudiera estar más vacío de lo que estaba. ¿Por qué me comporto así? ¿Por qué soy como él? Me meto en la habitación, a la ventana. La veo caminar por la calle, cruzarla, llegar a su habitación. No tardo en descubrirla quitándose la ropa. Llora. Está llorando por mi culpa. Como en su día lo hizo ella. Con rabia, empiezo a golpear una y otra vez la pared, hasta que los puños me sangran. ¿Por qué es todo tan jodidamente complicado?
No sé como, he terminado sentado en el suelo, con la espalda apoyada en la pared. Hay pequeñas manchas de sangre en el suelo y en mi ropa, por no hablar de mis nudillos, destrozados. Y la pared. Me levanto, sin sentir ningún tipo de dolor en la mano. Tan solo en el alma. O en el corazón. O donde sea. Voy a la cocina, limpiando las heridas y aplicando un pequeño vendaje. Cuando te hagas alguna herida, tienes que curártela lo más rápido posible. Sí, mamá. Pero, ¿de qué sirve? Si tú ya no estás, Tom me odia y...
-La había encontrado, mamá. La había encontrado y la he echado de mi vida...
Abro la nevera, sacando la primera botella que cojo. No sé ni que es. Tan solo observo el porcentaje, bastante alto. Empiezo a beber, así, a morro. Pero no me siento mejor. Voy al baño, me doy una ducha. Quizás debería acostarme, aunque no me apetece. Podría salir a dar una vuelta. Sí, correr, despejarme. Es lo que necesito. Vuelvo a vestirme con ropa limpia. Voy hasta el recibidor para coger mi casco del armario. Pero no está. ¿Donde lo he dejado?
-Mierda...
Están los dos en casa de Amy. ¿Por qué no los recogí antes de salir? No puedo presentarme ahí, sin más. Pero no quiero conducir sin él. Y menos, borracho. Con un suspiro, me resigno. Cojo un boli y una libreta pequeña, me calzo, y salgo del piso, bajando hasta la calle y cruzándola.

**Bianca Grizzi** Vie Ago 07, 2009 3:07 pm

Cruzo la calle, parandome delante del bloque de Simon. Suspiro, me acerco a la puerta y por suerte esta abierta.
Busco en el buzon el nombre de Simon y me poyo en a pared, escribiendo en el reverso de su nota:
"Aqui tienes tus cascos, la chaqueta me la quedo. Que te vaya bien, Simon."
Dejo los cascos bajo el buzon, sin pensar en que pueden robarselos o algo.
Evito a tiempo que una lagrima resbale por mi mejilla. No, no llorare mas por el. En una esquina, como el hizo, le escribo un pequeño "me dueles", en vez de tachado subrayado y esta vez si, tachado y aun mas pequeño un "yo mas".
Susiro, tirando la notita en su buzin y saliendo del bloque. Tomando la calle para ir a.. ¿A dinde iba yo? Ah, si, a comprar.

**Salem B. Von Lekker** Mar Ago 11, 2009 12:00 am

Camino junto a Amy, cruzando la calle.
-Uhm... Pues realmente me da igual El único sitio que conozco es la pizzería que me mostraste el otro día.
Llegamos a mi portal, y busco las llaves por los bolsillos de los pantalones sucios, que los llevo en la mano. Al entrar en el portal, me paro a mirar el buzón. Hay cartas. Un par de facturas, una carta firmada por Tom, y un papel diminuto. Me suena. Lo leo. ¿Es la nota que le dejé a Amy? Le doy la vuelta, leyendo lo de los cascos.
-Oh, así que me devolviste los cascos... ¿Los dejaste arriba? -pregunto mientras llamo al ascensor.
Arrugo el papel, arrojándolo a un cubo cercano. Aquél día es uno de los muchos que quiero olvidar. O, al menos, reemplazar por mejores momentos que recordar.

**Bianca Grizzi** Mar Ago 11, 2009 1:08 am

- Podriamos buscar algun sitio nuevo - propongo, siguiendolo a traves de la calle y parandome en su portal.
Me siento algo incomoda cuando lee el papel, y lo miro casi con asco cuando lo tira a la basura. Entonces me pregunta por los cascos y miro bajo el buzon, donde los deje.
- Eh.. Vale, lo siento - señalo con el dedo el sitio donde los deje. - Estaba enfadada y los deje ahi..
Me acerco a el, con involuntaria expresion de cordero degollado.

**Salem B. Von Lekker** Mar Ago 11, 2009 1:23 am

La miro con horror. Mis cascos. Me han robado los cascos. Maldita sea. Dejo ir un suspiro, intentando tranquilizarme. No pasa nada, compraré unos nuevos. Sí, más cosas que hacer mañana. Mañana será un día entretenido.
-Bueno... Ya compraré unos nuevos. No quiero tener que ir en transporte público si te tengo que llevar a algún lado.
Le sonrío, entrando en el ascensor. Argh... Bueno, uno de ellos era de Tom. Que se joda. Así tendrá menos cosas que reclamarme. Mientras subimos hasta el ático, observo la carta con su dirección apuntada. ¿Qué me habrá enviado? Llegamos a la planta, y voy rápidamente a abrir la puerta, dejándole pasar. Como siempre, lo primero que hago es descalzarme, dejando las bambas en la entrada.
-Ya sabes, tú como en tu casa.
Le sonrío, llendo directamente a mi cuarto para ponerme ropa limpia. Dejo la suya bien doblada sobre la cama, con cuidado. Cuando he terminado abro la puerta, ya que solo voy a peinarme un poco. Me pongo algo de gomina, lavándome después las manos y rociándome un poco con colonia. Vuelvo al salón, sentándome unos segundos en el sofá.
-¿Te importa si nos quedamos un momento? Quiero ver qué quiere mi hermano -murmuro señalándole la carta.

**Bianca Grizzi** Mar Ago 11, 2009 1:28 am

- No.. Yo te los comprare, no te preocupes, es mi culpa - me sabe mal, y aunque no es que me sobre el dinero, puedo permitirme un par de cascos.. creo.
Subimos hasta el atico y me siento en el sofa sin descalzarme, pues no vamos a tardar mucho. Lo miro sonriente cuando acaba de prepararse. Esta muy guapo, como siempre.
Entonces se sienta a mi lado en el sofa, con la carta que parece ser de su hermano.
- Claro, no hay prisa - me quito los zapatos y me aparto un poco de el, quizas quiera intimidad para leer la carta.

**Salem B. Von Lekker** Mar Ago 11, 2009 1:39 am

Asiento, con una pequeña sonrisa. La veo alejarse en el sofá. Preferiría que estuviera a mi lado, no llego a imaginarme qué demonios me irá a poner este en una carta pocos días después de la muerte de su padre. Finalmente, resignado, abro el sobre. Caen un par de papeles. Cojo el primero, el más llamativo. Una pequeña tarjetita en color blanco con una cruz dorada en el centro.
-Ni de coña.
Ni si quiera la abro. La vuelvo a meter en el sobre, con destino directo a la papelera. Cojo el otro papel. "Simon, por favor, ven al entierro de papá. El lo querría así y... Yo también. Quiero que vengas, por favor. Si no, considerate fuera de la familia."
Leo y releo la carta. En esencia, eso es lo que pone. Sonrío, frustrado, destrozando el papel entre mis manos. Sin decir nada, guardo todos los trocitos dentro del sobre, tirándo este a la papelera. Me quedo unos segundos ahí, alejado de Amy. Con los puños bien cerrados, cargado de ira. No es momento de cabrearse. Tomo aire, relajandome, cerrando los ojos. Al abrirlos, me siento mucho mejor. Sonrío levemente a la chica, tendiéndole el brazo.
-¿Nos vamos?

**Bianca Grizzi** Mar Ago 11, 2009 1:47 am

No dejo de mirarlo en ningun momento, temiendo que tenga una reaccion parecida a la ultima vez que tubo noticias de su hermano.
Pero no es asi, simplemente rompe la carta y la tira a la papelera junto con la tarjeta.
Veo que cierra los puños, intentando contenerse y pongo la mano encima de uno de ellos, con intencion tranquilizadora. Entonces me tiende el brazo, sonriendome y me cojo a este, sin preguntarle nada, por si acaso.
Me pongo de pie y lo miro con una media sonrisa.
- ¿Has decidido ya que quieres? ¿Pizza o investigacion por el barrio a ver que encontramos?

**Salem B. Von Lekker** Mar Ago 11, 2009 1:52 am

Nos encamino hasta la entrada, volviendo a calzarme. Abro la puerta, dejando que ella pase primero.
-Uhm... No se. ¿A tí te apetece pizza o algo diferente? Tampoco podemos pasarnos la vida comiendo porquerías.
Y ahora que hablamos de comida, el estómago me ruge. No me he parado a comer desde hace días. Des de aquél día.
-¿Crees que habrá algún sitio cerca donde podamos comer urgentemente?
Me río, entrando en el ascensor, picando el botón de la ultima planta. Llegamos a la calle. Mi moto sigue aparcada delante de su puerta, pero no pienso cogerla sin los cascos. Ains... La miro, esperando a ver qué dice.

**Bianca Grizzi** Mar Ago 11, 2009 1:56 am

- La verdad es que algo diferente no estaria mal.. - Bajamos por el ascensor hasta la calle y miro resignada la moto, recordando entonces algo.
- Recuerdo que el otro dia volviendo para aqui vi un restaurante pequeñito, creo que era un frankfurt. ¿Te apetece? - Aunque estemos parados le cojo la mano, esperando su respuesta.

**Salem B. Von Lekker** Mar Ago 11, 2009 2:01 am

Noto su mano buscar la mía, la que tomo cariñosamente. Me quedo unos instantes así, mirando nuestras manos juntas, con una sonrisa en el rostro.
-Oh, sí, genial. Vamos a llenarnos de ketchup.
Le sonrío, ignorando toda la ira que llevo almacenada por el tema de Tom. Ya explotaré después. Quizás le llame. Así terminaré con todo de una vez. Sí, estaría bien. Voy a empezar a caminar, cuando me lo pienso mejor, y miro a Amy sonriente.
-Bueno, tú guías.

**Bianca Grizzi** Miér Ago 26, 2009 10:28 pm

Despues de un rato de conducir, llegamos a nuestra calle, en la moto de Simon. Me bajo en seguida, quitandome el casco y tendiendoselo con una sonrisa.
- ¿Preparamos las maletas cada uno en casa y luego ya el primero que acabe ayuda al otro? - tengo la idea bastante aproximada de que sera Simon el que tenga que venir a buscarme, pues tengo una tonelada de ropa en el armario y ademas tengo que llamar a mis padres y todo eso..
Antes que responda, y despues de quitarse el casco, le doy un rapido beso en los labios, dirigiendome hacia mi edificio.

**Salem B. Von Lekker** Miér Ago 26, 2009 11:02 pm

-Eh, eh, pero primero no deberíamos...
Levanto un brazo, intentando detenerla. Demasiado tarde. Qué chica. Me encojo de hombros, asegurando la moto con las cadenas y echandome el casco al brazo, entrando en el portal. Voy al buzón. Propaganda y más propaganda. Una carta de Tom. Dejo ir un suspiro, temiendo lo que pueda poner. Echo todas las demás a la basura y, mientras subo en el ascenso, leo la de mi hermano. Nada más entrar al piso, lo primero que hago es hacerla añicos y tirarla a la basura. Lo siento, hermanito, pero aunque vengas no me vas a encontrar. Cojo el diario que, aunque es de hace dos días, ya tiene varios circulos rojos marcados con pisos posibles. En mis ratos libres me he dedicado a ir visitándolos, con ganas de llevar a cabo el plan. Realmente tenía la esperanza de que Amy me dijera que sí, y la bana certeza de que Tom iba a venir a por mí. Repaso los nombres de los pisos, las calles, rememorando como era cada uno de ellos. Este tenía vistas nulas, aquél era excesivamente pequeño, este no tenía ni una habitación y este... Este era el que me pareció perfecto. Con una sonrisa en los labios, marco rápidamente el numero, esperando.
-Hola, buenas noches. Siento molestarle a estas horas pero, mire, soy Simon Doyle, le llamé hace unos días interesado por el piso y tal... Exacto. Le llamaba para decirle que sí, me lo quedo. ¿Podría mudarme mañana mismo? Perfecto. Gracias por su atención.
No puedo evitar dar un pequeño grito de alegría, mientras me precipito a la habitación. En el altillo del armario hay un par de maletas, una bastante grande y la otra más modesta. Guardo toda la ropa en el interior de la grande, mientras que los objetos personales, películas y demás los guardo en la otra. Y aun me falta espacio. Los muebles y demás no me preocupan, ya que el piso está perfectamente amueblado. Y por los objetos... Siempre puedo llamar a alguien para que me ayude. Ayuda. Cuando vaya a hablar con Alex se lo podría pedir. Dejando las maletas preparadas en la entrada de la casa, me vuelvo a coger el casco y bajo las escaleras de dos en dos, cruzando la calle hasta el portal de Amy.

Contenido patrocinado