Re: Black Posion

**Tara Mayfair** Miér Jul 22, 2009 3:23 pm

-Mis padres son unas personas que aparecen por mi cumpleaños y Navidad, el resto del año estan ausentes. He tenido el cariño de mi abuela y de mi nana, ya que mi abuelo fallecia cuando era muy pequeña. No tengo porque quejarme, he nacido en una buena familia y tengo un techo donde dormir. Si mis padres no han sabido apreciarme si lo ha hecho mi abuela.

No puede evitar dibujar una sonrisa cuando se traba con las palabras. Estaba tan acostumbrada a los hombres triunfadores que aquel timido joven se le hace verdaderamente delicioso.

-Pues a mi si me resultas tentador.-dice susurrante.-Pareces el tipico chico que sabe hacer sentirse a una mujer a la altura de una diosa.

Deja la copa en el suelo, empieza a sentirse demasiado chisposa y no le apetece perder el control, no tan pronto.

**Aidan Livermoore** Miér Jul 22, 2009 5:32 pm

-…Bueno, entonces has tenido el aprecio y amor de alguien, por lo que puede decirse que la suerte te ha sonreído en la vida…no?

*Yo tampoco puedo quejarme de mi existencia. Mis padres me querían de niño y ellos dos siguen amándose. Cierto que no con la pasión de la juventud, pero si de un modo que les hará seguir juntos hasta el fin de sus días, y a mi me criaron con ese aprecio mutuo. No lo pase tan mal en mi escuela y de dinero, aunque nunca fuimos sobrados y no teníamos para muchos lujos, no nos falto. Muchos lo han pasado mucho peor que yo, no tengo derecho a quejarme de vida. Quien soy yo para hacerlo? Incluso tengo trabajo, porque tendría que quejarme? SI, no soy precisamente feliz, pero tengo más de lo que en un principio pensaba que alguien como yo podría tener, y eso debería bastarme.

Por eso no me sorprenden demasiado las siguientes palabras*

-Si, supongo que estando a mi lado cualquiera puede sentirse como un dios del Olimpo reencarnado…

*Le sonrío tímidamente pero con calidez, demostrándole que sus palabras no me han ofendido en absoluto. En todo caso, ha sido para mi un retorcido cumplido, porque con ello la chica demuestra que no le soy una compañía desagradable y que disfruta estando conmigo por el simple hecho de ESTAR conmigo. Es más de lo que esperaba encontrar esta noche y cualquier otra*

-Por cierto…no me he presentado. Me llamo Aidan Livermoore

**Tara Mayfair** Miér Jul 22, 2009 6:58 pm

-¿Por qué dices eso?.-pregunta mirandole con cierta incredulidad.-Eres un hombre muy atractivo, ninguna mujer de esta fiesta se acercaria a un hombre feo para pasar un buen rato. Hazme caso eres una criatura deseable y el que tengas una conversación tan agradable te da muchos puntos a mi modo de ver.

Le sonrie con calidez tambien, y con cierto matiz seductor que trasmite su mirada, tras el rostro de angel posiblemente se esconda un tentador sucubo y su mirada delata el deseo.

-¿Y si subimos arriba y pasamos de este autentico muermo?

Dice levantadose y ofreciendole la mano para invitarle al piso superior.

**Aidan Livermoore** Miér Jul 22, 2009 7:19 pm

-Que porque digo eso?

*Parpadeo varias veces, mirándola como si no se diera cuenta de algo obvio. Voy a contestarle con la larga lista de defectos e inseguridades que he ido elaborando a lo largo de mi vida cuando ella contesta antes que yo y me elogia, pero esta vez, directamente. Me quedo quieto en el sillón, mirándola sin ninguna expresión en el rostro que no sea la sorpresa, porque nunca, aparte de mis padres, había recibido un cumplido de ese tipo. Los que me habían dicho mis progenitores no tenían demasiado valor, porque, que padres no hablan bien de sus hijos aunque sean un desastre autentico y completo? Y en cuanto al resto de felicitaciones y premios, siempre habían sido modestos, reprogramados y sin sinceridad, del estilo “le felicitamos por haber aprobado este examen. Siguiente”. Pero nunca había habido nadie que me elogiara sinceramente, de modo que necesito unos minutos para recobrarme de la sorpresa.

Le sonrío al fin, de una forma sincera de verdad, como hacía bastante tiempo que no sentía y tomo su mano levemente, no para ayudarme a levantarme si no para sentir su contacto, asintiendo con la cabeza a su invitación.*

-Subamos…se mi guía, entonces

*Mi voz sigue siendo un murmullo y se que aceptaría subir con ella aunque me hubiese estado hablando borracha o drogada, y todo lo que hubiese dicho fuera fruto de la alucinación. Pero ni siquiera es eso, habla estando perfectamente consciente de todo. Y aunque mañana se olvide de mi, consigue transmitirme una sensación agradable que jamás hubiese podido sentir con la rubia que hablaba antes*

**Tara Mayfair** Miér Jul 22, 2009 7:37 pm

Sube con él de la mano, nota muchas miradas escandalizadas cuando abandona la fiesta de la mano del joven, un joven que no pertenece a su misma clase social y que ademas tiene toda el aspecto de ser mayor que ella. Nuevo escandalo protagonizado por Mayfair. Pero a ella no le importan esas miradas, casi disfruta de esa desaprobación por parte de ellos.

Arriba le guia a la barra donde pide dos cockteles, en su caso uno sin alcohol, ya que consideraba que llevaba suficiente alcohol en sangre. Camina con el san frascisco en la mano y en la otra sujeta con firmeza la mano del chico. No parece querer ocultarse, mas bien librarse de la atronadora musica de la planta de abajo.

Le guia a una de las camas que hacen de reservado y se sienta en ella. dejando a la copa en el cabecero quue tiene forma de pequeña barra. Con rapidez se quita los zapatos, se suelta el pelo y se quita el corset quedandose con una camisa transparente, con encajes en el punto justo para ocultar. Una prenda sugerente pero no impudica.

Ella sonrie relajada.

-No veia la hora de quitarme todo esto.-dice con aire de niña traviesa.

**Aidan Livermoore** Miér Jul 22, 2009 8:34 pm

*Me es agradable el tacto de su mano contra la mía, sujetándome con fuerza como si no quisiera dejarme ir, con seguridad. No me son indiferentes las miradas que la sala entera los lanza, pero me alivia al sentir que la miran más a ella que a mi, cosa que encuentro bastante lógica ya que es más inusual que ella haya decidido irse conmigo que yo con ella.

Arriba ya cojo el coctel que me tiende, sin saber que exactamente me ha pedido, pero sin importarme demasiado. Aunque sepa que con las primeras luces del día ella se esfumara como un sueño, quiero disfrutar de esta extraña oportunidad que se me ha brindado de disfrutar de una pareja nocturna distinta a las que siempre he tenido, que no se limita a verme como un divertido trozo de carne. Por ello bebo un poco mas de la cuenta en el coctel, dándome una confianza que solo el alcohol puede regalar, pero sin llegar a estar borracho, ni mucho menos. Mis movimientos se vuelven un poco más lejos, pero no es algo que pueda notarse demasiado porque por lo general no suelo ni andar ni hablar rápidamente.

Me guía hasta una cama apartada del mundanal ruido del piso de abajo y si casi dejarme tiempo a reconocer el lugar con la mirada, se sienta en ella, haciendo que el colchón se mueva un poco bajo su peso. Observo algo sorprendido como se deshace rápidamente de sus zapatos y el corsé, dejando que su pelo caiga libremente sobre sus hombros. En otra mujer, puede que hubiese sido un gesto calculado maquiavélicamente para dejar a cualquier esclavo a sus pies, vistiéndose provocativamente sin encanto, mostrando un cuerpo que podría ser mucho más hermoso sin tanto llamar la atención. Pero ella encuentra un extraño equilibrio entre lo que es seductor, lo que es provocativo y lo que simplemente ensalza su cuerpo.

Dejo mi copa en el suelo, acercándome a ella y arrodillándome delante suyo, como si fuese algo inalcanzable para mí. Bueno, y no lo es, en el fondo? Ella vive en un mundo de seguridades en las cuales ha podido alzarse con elegancia y gracia silenciosa por encima de sus propias desgracias, no dejando que el mundo le hiera ni le afecte, cosa que yo jamás podré hacer. Me encuentro de nuevo extrañándome porque se haya decido fijar en mi y me doy cuenta de algo, cogiendo su mano con una timidez que va desapareciendo muy poco a poco debido al alcohol y poniéndola en mi mejilla, cerrando los ojos*

-Quisiera poder saber tu nombre….a menos que quieras mantenerlo en secreto para seguir siendo una dama misteriosa

*Mis labios tocan las venas de su muñeca, rozándola suavemente con los ojos cerrados, subiendo lentamente la manga de su camisa de encaje para acariciar la piel de su brazo*

**Tara Mayfair** Miér Jul 22, 2009 9:24 pm

Observa como se arrodilla ante ella, hay cierto matiz de deseo en su mirada, pero tal vez lo que mas se aprecie es un matiz tierno en ella. Esta acostumbrada a que los hombres se comporten como depredadores, criaturas que se creen que por tenerlo en esta vida tu tienes que arrodillarte ante ellos y hacerles alguna clase de favor sexual.

Al principio le mira sin saber como reaccionar, sus otros contactos con hombres o llevan ya muy marcado quien lleva el rol dominante-sumiso, o no hay apenas palabras, es solo el deseo del instante en el que la verdad no importan demasiado los nombres.

Acaricia su rostro con suavidad estremeciendose ante su contacto. Se siente tentada de presentarse por alguno de los apodos que inventa, o que rescata de los libros de mitologia. Pero por una vez no lo hace, él por alguna razón es especial.

-Tara.-susurra casi con cierta inseguridad, para ella los nombre tenían poder y por eso no le gustaba que otros lo poseyeran, pero a el le apetecia entregarselo, hacerle ese regalo...-Aunque también puede que te este mintiendo, y me llame Rose o tenga algun nombre extraño y sacado de los libros de historia, como Isis, Hecate, Aradia o Innana... Tendre el nombre que tu elijas, "Aidan".-pronuncio su nombre con un extraño acento.

De fondo sonaba una versión acustica de una canción de Sting, que invitaba a relajarse. Extiende la mano hacía él y acaricia su rostro con suavidad, dibujando los atractivos rasgos de su rostro, y perdiendose en la nobleza de unos ojos grisaceos, demasiado marcados por el dolor.

-Soy yo la afortunada esta noche.-habla de nuevo en un susurro.

**Aidan Livermoore** Jue Jul 23, 2009 1:10 am

*Mantengo mis ojos cerrados cuando ella acaricia mi rostro, sin importarme si ella buscaba en mí un consuelo físico, o si era el segundo o tercer plato de la noche. No me importaba, aunque por lo general eso causase en mi una cierta incomodidad cuando veía a alguna mujer como la rubia de antes acercándose a mi con un contornear de piernas. No me importa que esta chica me utilice, puede hacer conmigo cuanto quiera. No será nada nuevo, pero al menos con ella se que será extrañamente agradable, como sentir un calor suave tras un frío demasiado intenso para que el cuerpo pueda acostumbrarse a el.

Sujeto su mano contra mi rostro, alzando la vista hacia ella al oír su nombre, mirándola unos instantes antes de volver a bajar la vista, como si no me atreviera a mirarla directamente*

-Tara…..si, puede que me estés mintiendo. Puede que tengas el nombre de una diosa egipcia, romana o griega. Pero no importa, prefiero conocerte siempre como el nombre de la misteriosa joven que brillaba por encima de las demás en un bar lleno de sombras como una estrella perdida.

*Entrelazo con cuidado mis dedos con los suyos, apartando mi rostro de su cálida mano solo para acercarlo al suyo, dejando que mis ojos anodinos y sin rasgo especial se fijen en los suyos, de un brillo significativo en su nombre*

-Afortunada…? *mi mano libre se atreve a acariciar su mejilla con el dorso de la mano, sutil y casi imperceptiblemente, como si temiera que ella estuviera echa de porcelana y mis manos pudieran romperla, bajando hasta su cuello, donde se vuelve solo un poco mas atrevida ya que se desliza por encima de la ropa hasta su escote, para volver a subir rapidamente hasta su mejilla* Naciste afortunada y hoy has decidido compartir tu buena estrella conmigo. Yo nunca hubiese pensado en poderte escoger

**Tara Mayfair** Jue Jul 23, 2009 1:34 am

Es delicado y le gusta, sus gestos tienen una cadencia dulce y calida que consigue estremecerla con solo una caricia. Entrelaza sus dedos con los de él y baja su mano a la altura de su regazo donde comienza a trazar las lineas de su palma con la llema de los dedos. Es una caricia dulce aunque tiene cierto matiz sensual, no intencionado. Mira las lineas de esa mano como si en ellas pudiera encontrar la respuesta a un gran enigma. Cierra los ojos y deja escapar un leve ronroneo ante su caricia.

-Somos dos almas errantes en la noche, puede que mintamos o que sea lla noche en que nuestras almas se desnuden ¿O tal vez prefieras que nuestros cuerpos se desnuden? Sería otra formar de calmar nuestra soledad, tal vez mas vana, aunque me gustaria poder conocer los misterios que ocultan los ojos mas bonitos de essta fiesta.-dice tomandole del rostro con suavidad y obligandole a clavar sus ojos en los de ella, se encuentra con una mirada calida que abraza y envuelve.- No los escondas.

Y un gesto atrevido besa sus labios con suavidad, no los devora, simplemente los prueba, tierna y sensual a un tiempo.

-Cual es tu historia chico misterioso.

Alza la mirada hacía él, en ellos no se lee rechazo si no atracción, pero no el simple deseo por lo material, ella quiere de él algo mas, algo que va mas alla de lo que puede aportar un polvo y ofrece un refugio, un lugar donde curar las heridas que supuran pus en el interior del alma.

**Aidan Livermoore** Jue Jul 23, 2009 2:08 am

*Observo mi mano entre las suyas siendo acariciada, en gestos que podrían pasar de inocentes pero que ahora contienen una cargada sensualidad que me produce un leve escalofrío. Durante un instante pienso en la posibilidad de que esta noche hubiese terminado como cualquier otra, no necesariamente con la rubia de antes si no con alguna chica que me hubiese encontrado divertido. No habría habido ni una sola caricia, solo ropa por el suelo quitada de modo brusco debido al alcohol y el entumecimiento por las drogas, apasionamiento frío y una cama desecha en unos minutos sin afecto alguno. Cuantas veces me había sentido harto, a pesar de sentir los apetitos más primitivos y básicos humanos saciados? Una vez pasado el calor de mi propio cuerpo, el no tener nadie durmiendo a mi lado hasta la mañana siguiente, alguien a quien despertar o que me despertara, me producía un frío extraño. No espantosamente desagradable, si no la sensación vacía de una realidad que se debe afrontar y entender como inevitable.

Y sin embargo, esta noche es distinta. Tan distinta como para que haya recibido más afecto en la caricia que ahora ella esta haciendo en mis manos que en todas las noches pasadas juntos a otras. Tan distinta como para que alguien me haya concedido un elogio, o ahora Tara me haga mirarla a los ojos, asegurándome una seguridad que no había podido sentir en nadie, temiendo siempre una mirada fija. No escondo mis ojos cuando ella me besa, sin causarme una sorpresa mayor de la que pensaba, en la cual procuro mantener mis parpados abiertos y sus labios junto a los míos, experimentando un beso que, por una vez, no es ni posesivo ni apasionado, si no tierno, dulce y más agradable de los que he sentido antes a lo largo de mi vida.

Pero al realizar su pregunta tengo que apartar la mirada de nuevo, sin atreverme a que vea la vergüenza reflejada en unos ojos que elogia equivocadamente*

-….Los cuerpos pueden desnudarse con facilidad….ya sea con bruscos arrebatos de pasión, o delicadas y tiernas caricias, las ropas pueden desprenderse de la piel y los cuerpos fundirse en el eterno baile de la naturaleza….Pero las almas…las almas que han vivido en soledad no saben abandonar su silencio porque no conocen otra cosa. Ellas no pueden bailar con ninguna otra alma porque no saben seguir ninguna melodía que pueda marcarse…..

*Alzo levemente la vista hacia ella, atreviéndome a observar sus ojos, con la intención de verlos solo unos instantes, pero termino perdido en ellos y creo un silencio de varios minutos, intentado volver a recuperar el habla. Nunca, jamás, había contado nada a nadie sobre mi mismo en ningún aspecto personal de forma voluntaria. Y mucho menos se lo contaría a casi una desconocida que solo hace unas horas que conozco. Pero ella ha sido la que me ha otorgado un calor desconocido hasta ahora, ella ha sido la que por vez primera me ha visto con otros ojos que no fueran los de la burla. Si, en ella siento que puedo confiar, y en realidad quiero hacer tal cosa, como si fuera una necesidad.*

-…Mi historia…mi historia no tiene porque ser recordada, ni siquiera conocida. No hay nada especial en mi, no hay nada….que me distinga entre una gris multitud. Nada que me hiciera encontrar un lugar en la infancia, o conseguir seguridad y fuerza durante la adolescencia….Ni siquiera cuando fui introducido a la fuerza en oscuros placeres encontré en mi mismo algo que pudiera hacerme sentir vivo. *apoyo mi cabeza en su regazo, deslizando mis manos por sus piernas lentamente hasta su cintura, cerrando los ojos* Solo soy un ser que no es digno de mención que no tiene el valor de buscar más oportunidades de las que ha perdido ya.

**Tara Mayfair** Jue Jul 23, 2009 3:12 am

La mascara de frialdadha caido y ahora se nuestra desnuda para él, los restos de su inocencia brillan en sus ojos, el tesoro que ha protegido de los juegos de sociedaad y de las noches de lujuria en las que buscaba que alguien acariciase su alma y en las que solo conisguio congelarla y quebrarla, había vivido demasiado deprisa y ya no sabía como salir de esa espiral en la que todo iba demasiado deprisa.

Se pierde en sus ojos, dejandoo que aquella empatia que se empeñaba en ocultar y que solo se atrevia a liberar ante los ojos de los dioses fluya al entrelezar ambas miradas. Sus ojos son un mar grisaceo, tormentoso, un mar que oculta una belleza secreta que ante sus ojos se decubre casi hechizandola. Y es que lee una historia en ellos, la historia de un juguete, demasiado usado, demasiado roto, que ya ni los remiedos podían devolver su viejo explendor. Esos ojos le hablaban de una inocencia robada, arrebatada a base de golpes y de heridas abiertas que nunca dejaban de sangrar, la tortura de quien solo encuentra el aprecio de noches de lujuría,

en sus propios ojos verces se podía la misma herida, pero en ellos aun brillaba la luz de una estrella, ella había escondida cosas para luego tener a lo que aferrarse.

deja que se tumbe en su regazo y aferre su cintura como una tabla de salvación en aquel mar tormentoso azotado por los vientos de la soledad. Esa noche ella sería su refugio, quien intentaria curar algunas heridas de esa alma sangrante, y aunque los demas no pudieran verlo para ella era hermosa, tal vez demasiado corrupta. Sus manos se enredan en su pelo, acariciandolo de una forma calida...

-Las perlas no son para los cerdos, y ellos no pueden ver la belleza de la que brilla en tu pecho, tan hermosa, tan pura.-su voz adopta el matiz de un cuentacuentos, una leyenda nacida de lo mas profundo de los bosques de su propia alma.-Es una perla nacida de la inocencia, una inocencia arrebatada tal vez demasiado pronto, pulida por las noches de soledad y abrillantada por laa sangre de heridas lamidas en la oscuridad, por los secretos no contados, por los cientos de sueños rotos,,, Ellos la han ido puliendo hasta convertirlo en algo que como la visión del unicornio pocos mortales merecen, la han convertido en una lagima de luna- Y si los mortales pudieran verla lamentarian haberla dejado escapar...

Sus dedos abandonan su cabello para dibujar la forma de sus labios, tan suaves al tacto.

Su mirada se encuentra perdida, algo vidriosa y su voz toma un matiz ausente. Es consciente de que la forma en la que ha pulido su alma no la hace merecedora de dicha joya.

-Ni siquiera yo la merezco.-susurra.-Aunque mi estrella brille esta corrupta, desde muy adentro.

**Aidan Livermoore** Jue Jul 23, 2009 3:56 am

*Siento el impulso de cerrar los ojos con fuerza al sentir sus dedos en mi pelo, notando unos agradables escalofríos cada vez que la yema de sus dedos acaricia la raíz de mis cabellos ahora completamente desordenados, y notando a la vez una sensación más visceral, menos comprensible, más instintiva…..si, notando calidez, sintiendo ternura. Relajo mi expresión pero la abrazo con algo más de fuerza, como si temiera que, soltándola, todo esto se evaporara como si fuese un sueño y yo me encontrase de buena mañana en mi piso, con la cama helada y el recuerdo de unos labios que no me inspiraban simple lujuria.

Abro los ojos al oír sus palabras, de nuevo demasiado sorprendido como para poder tener una reacción. Llevo toda una vida oyendo única y exclusivamente todo aquello que era negativo en mí, todos mis errores, todos mis fracasos. Pero ella parecen no importarle, parece no tener en cuenta la opinión de los que me han estado rodeando siempre y los ignora buscando en un tono de voz arrullante y poético, casi hipnótico para mi, las palabras que pretenden demostrar que soy mejor que todos aquellos que siempre me han criticado, y siempre se burlaran de mi patética persona.

Inocencia….Si, eso era lo que tenía cuando entre en el instituto Sant Mary, aunque el paso por la escuela ya había rescrebrajado la burbuja de felicidad mas o menos perfecta que todo padre crea para sus hijos hasta que ya tienen edad de ser desgraciados. Yo era una persona inocente que creía en la bondad humana y en la búsqueda de una felicidad existente, pero pronto fui descubriendo, de las mil maneras posibles, cuan equivocado estaba, y lo caros que se pagaban ese tipo de errores en el mundo real. Y he seguido pagando hasta ahora esos años de inocencia infantil, arrastrando el crimen de creer que alguien como yo podía aspirar a más, crimen que me ha llevado a humillarme hasta que no me ha quedado nada.

Pero ella parece querer llenar el vacío completo que soy yo, intentando volver a coser los primeros hilos de un tapiz completamente roto y sin solución. Porque debería alguien que solo busca un contacto ocasional nocturno esforzarse tanto por volver a unir los pedazos de un alma sucia e inservible? Acaso…..Acaso ella no me dejara ir con las primeras luces del alba…? Acaso ella se quedara a mi lado, evitando que la noche se vaya robándome el calor, escondida conmigo bajo entonces cálidas sabanas?

Que tentador es pensar eso…..y que fácil seria poder imaginárselo. Que agradable, que feliz me sentiría si Tara no me abandonase mañana, si no se olvidase de mi….y yo pudiera volverla a ver, volver a sentir sus manos acariciándome, intentando borrar de la piel de mi alma unas marcas que están grabadas a fuego. Pero no puedo hacerme ilusiones si no quiero sentirme destruido mañana cuando la realidad vuelva a atacarme y las esperanzas se esfumen….

Me llama lagrima de la luna….me considera alguien especial, alguien que tiene mucho más que el resto de mortales que danzan bajo los pies de la diosa estrellada que me permite abrazarla por la cintura ahora mientras tengo mi cabeza en su regazo…Considera que ellos son los equivocados por haberme negado repetidamente la entrada en el mundo de la dicha….Y al oírla me siento extrañamente feliz, como si alguna de las miles de espinas que tengo clavadas hubiera sido arrancada.

Pero sus ultimas palabras hacen que me separe, cogiendo con una delicadeza absoluta su rostro entre mis manos, mirándola, atreviéndome a hacerlo para sacarla de tu error*

-…Que no me mereces….? Tara, eres una especie de ángel disfrazado que ha decidido concederme la noche de mi vida, limpiando al menos un poco la superficie de un alma que no debería siquiera existir de lo rota que ya esta, siendo tan joven……*Acerco mis labios a su frente, presionando levemente contra ella mientras hablo*…Como puede estar tu alma corrupta haciéndome sentir más feliz de lo que he podido estar jamás?....Si tu no me mereces….nadie puede hacerlo….*Me quedo unos instantes vacilante, bajando mi rostro poco a poco hasta apoyar mi frente contra la suya, mirándola fijamente….Hasta dejar que el valor que ella misma me ha otorgado me infunda fuerzas y acabo presionando mis labios contra los suyos, teniendo aun mis manos en sus mejillas. En mi beso intento que este todo cuanto deseo, pero no se decirle, toda la ternura que quisiera que existiera en mi vida y que ella me ha hecho sentir durante estos instantes que podría calificar de milagrosos*

**Tara Mayfair** Jue Jul 23, 2009 4:44 am

Las leyes del universo deberían prohibir que cosas como la que estaba sucediendo ocurrieran, Dos almas errantes no debían juntarse nunca, pues al hacerlo nacía la esperanza, falsa, vana, que desaparecería con las luces del alba, cuando la princesa triste y el caballero con la armadura obsidada tuvieran que volver a su reino al terminar la fiesta.

La parte de ella que es capazde ver el mundo más allá de lo humano nota que en su interir guarda la cura para curar ese alma, pero sabe que si lo entrega puede romper a ambos. Demasiada confusión, demasiados miedos, sobre todo cuando se ve elevada a los cielos en su mirada y ensalzada como a una diosa en su voz.

Pero no rechaza sus labios cuando la buscan, bebe de ellos con ansía como si sintiera que el tiempo se escapara fugaz como arena entre los dedos. Aun así no hay lugar para la lujuria, solo para la desesperación de saber que ese momento es unico y que tal vez no vuelva a verle en su vida.

Por eso cuando sus laabios se separan apoya la cabeza sbre su pecho, empujandole con suavidad para que ambos acaben tumbados, se acurruca sobre él. Un nudo en la garganta impiden que las palabras nazcan. El latir del corazón del chico y su respiración tranquila calman el miedo y comienza el cuento.

-Había una vez una princesa.-relata a modo de cuento, le es mas facil utilizar metaforas.-Pero a diferencia de otras princesas no nació del amor si no de la ambición y la lujuría, su padre era prinicipe y su madre una simple ramera que fue astuta y habil. Cuando laa princesa nació no trajo la laegria tal y como todos esperaban , al menos no para los corazones de sus padres. Para el principe no era mas que una cadena y para la ramera había sido un simple vehiculo, carente en esos momentos de interes.-Cierra los ojos intentando contener las lagrimas, su voz tiembla.-Por suerte laa reina se dio cuenta y mando lejos al principe y la ramera cuidando ella de la pequeña princesa. Volco todo su amor y la convirtioen una niña feliz, pero ella se prehuntaba porque sus paadres no querían verla...

Busca su manos y la aferra, entrelazando sus dedos y busacando en ella algo a lo que aferrarse.

-La niña fue feliz cuando descubrio que su corte era la de las hadas y que ella esstaba lleno de magía,,,-su voz sueña llena de añoranza.-Pero todo cambio cuando tuvo que descender al mundo de los mortales, ellos sabían que era diferente, y aunque se esforzo sabía que nunca encajaria. Allí la inocencia que ella guardaba en su corazón, todos quisieron arrebatarsela por la fuerza, a base de golpes. Y para defenderse ella quiso crecer demasiado rapido, bebio de las pocimas de las brujas y se perdio bajo el hechizo de los satiros. Creció, si, pero a un precio demasiado alto, el tesoro que intentaba proteger se perdio, quedando inservible, convirtiendose en una flor marchita...

Las laagrimas resbalan como hilos de plata por sus mejillas, deja escapar un debil solloza, como si intentara que el no la sintiera llorar...

-El hada perdio sus alas y se convirtio en un sucubo, alimentadse de lujuría y extrñas pociones.-su voz se debilita.-Por suerte los dioses seapadiaron de ella y cada luna llena, por unas horas vuelve a se niña,... otra vez...

**Aidan Livermoore** Jue Jul 23, 2009 12:25 pm

*No deseo separar mis labios de los suyos, pero en beso tiene que terminar en algún momento u otro. Mis labios nunca habían transmitido nada más que el movimiento de unos músculos faciales, nunca había sentido el placer de conservar en mi boca el cariño de otro sin que después descubriera que dicho cariño era lujuria disfrazada y que jugaba conmigo para poder servirse de mi más rápido y mejor.

Ella me empuja encima de la cama y siento la leve presión de su cabeza encima de mi pecho, escuchando con interés un corazón que hasta ahora solo había dado muestras de existir mediante el bombeo de sangre y el sufrimiento del pasado, sin que latiera nunca por el deseo de sentir a otra persona pensando en mi más como una diversión nocturna, como ahora siento a Tara acurrucada junto a mi. La abrazo estrechándola contra mi sin demasiada fuerza, solo como si quisiera asegurarme de que su cuerpo es tangible y no una alucinación producida por alguna sustancia que alguien ha vertido en las copas que me he tomado.

Siento la tensión de ella en sus hombros, como si algo le preocupase, y el silencio inunda la habitación hasta que ella empieza a hablar en un murmullo, empezando su cuento. No tengo que pensar mucho para saber quien es la princesa, pareciéndome el titulo adecuado aunque demasiado vulgar, demasiado genérico para ella. Las princesas jugaban con los plebeyos, las princesas les hacían sentir su desprecio por no ser de su misma clase y solo besaban al príncipe que podía llevarlas a lomos de su caballo blanco, dejando que los campesinos que se movían entre el barro siguieran trabajando como esclavos en su reino de fantasía en el que ellas solo veían lo que querían observar.

Pero Tara como princesa es diferente, como en todo lo demás. Entiendo la necesidad de ocultar su historia entre metáforas y cuentos, puesto que ni yo mismo he sido capaz de darle detalles de la mía. Ahora es ella la que desnuda su alma, entregándome sus secretos sin yo entender porque me concede ese privilegio que no hubiese creído digno de mi.

Acaricio su rostro mientras va deslizando fuera de si las capas de su historia, pasando por la aventura de su padre y el embarazo interesado de su madre, con el posterior abandono y pasotismo de ambos con el nacimiento de ella y su matrimonio. Poso mis labios sobre su frente de nuevo al escuchar el poco amor que le concedieron sus padres ya desde el principio, preguntándome de un modo fugaz como habría podido resistir mi vida sin una completa falta de aprecio por parte de mis progenitores. El motivo por el cual seguí adelante durante la espantosa época de la adolescencia fue porque ellos me impulsaban a hacerlo, y si me hubiese sucedido como a Tara se que no hubiese encontrado ninguna fuerza que me ayudara a moverme un día más. Noto su voz temblar y la estrecho más contra mi, sin ningún rastro de lujuria pero si de consuelo, levemente protector pero sin llegar a serlo, sabiendo que yo no tenía fuerza para vencer ni siquiera a mis propios fantasmas, que eran muchos.

Ella aferra mi mano y yo entrelazo los dedos de nuevo, concediéndole todo el contacto que desee, todas las caricias que me pida para seguir con su historia sin derrumbarse. Frunzo levemente el ceño cuando en el cuento, la princesa desciende de su corte de hadas con alas de mariposa al mundo de los mortales que se arrastran entre sus miserias y se divierten y consuelan creando nuevas desgracias a aquellos que se acercan demasiado. Como se habrían roto los sueños de la princesa al conocer a aquellos seres que éramos los patéticos mortales? Sus alas, que debían de ser tan hermosas, estaban ahora pegadas con una pasta de locura y miedo, evitando que la princesa volviese a alzar el vuelo y pudiera regresar con su corte. Las brujas, los sátiros, las pociones, terminaron con la inocencia de la princesa….Como ella dice, la flor se marchito…Siento las lagrimas de Tara fluir por sus mejillas, brillando levemente en su rostro pálido*

-No, Tara…*llevo mis labios a sus ojos, besándoselos muy levemente como si quisiera que así dejase de sentir dolor*…Llora si así tu pena es menor, pero no puedo soportar ver las lagrimas de soledad, de sufrimiento…..No soporto pensar que has perdido tus alas, no eres un súcubo….Si lo fueras no te habrías apiadado de mi, no me hubieras concedido tus labios ni compartido conmigo tu tormento….No estas marchita, pero necesitas agua desesperadamente….Aun puedes volver a florecer y cuando lo hagas serás la flor más hermosa…..Tu puedes encontrar la paz a tus miedos, tu debes hacerlo….*apoyo mi frente contra la suya, atreviéndome a mirarla de nuevo abrazándola levemente por la cintura*…tu eres una princesa y como tal la sonrisa debe salir sincera de tus labios de alma pura…..Lo se…lo se porque jamás podre tener tal cosa, porque si tu eres la princesa….yo soy el sirviente del que nadie hace caso, porque no merece ser escuchado…

*Me aparto levemente, cogiendo con mis dos manos una de las suyas, protegiéndola al ver que la tiene fría, intentando calentarle los finos dedos*

-…Yo quiero que la princesa vuelva a sonreír, que recupere la inocencia robada….Quiero que sus alas vuelvan a estar libres y se aleje volando, rápido, muy rápido de donde vivo yo….Porque se que, como sirviente, yo ya no tengo posibilidades de volver a ser el que hace mucho tiempo fui….

*Suspiro, acariciando sus dedos, llevándome la mano a los labios para concederle un beso de aspecto inocente, pero cargado con el deseo de aquello que jamás se podrá poseer, y precisamente por ello más anhelado.*

-…Tu…has desanudado tu alma para ti, pese a no merecerlo….Tu mereces al menos que te entregue la mía *vuelvo a poner, como al principio, su mano en mi mejilla, cerrando los ojos*…Yo también contare un cuento, con distinto argumento, pero resultado similar: la destrucción de un ser vivo para transformarse en algo vacío, aunque a diferencia de la princesa, sin nada que pueda salvarle de su triste final……Había un sirviente, hijo de sirvientes, que no ambicionaba nada en su vida más que seguir siendo un criado en el castillo donde trabajaba. De niño pensaba con inocencia infantil que el mundo era un lugar con sombras, pero hermoso, sin oscuridad, con luces, con estrellas que evitaban la noche profunda…..Pero ese niño creció y se encontró solo en el nido de las serpientes de la nobleza. Se burlaban de él, le hacían culpable de todas las desgracias y diana de todas las retorcidas diversiones de los que tenían sangre azul, puesto que les parecía divertido comprobar que la sangre que salía de las heridas del sirviente era de un vulgar color rojo……*me quedo en silencio unos instantes, como si mi lengua se hubiese quedado encerrada en las ultimas palabras y no se atreviera a continuar*….Pasaron los años y el sirviente comprendió que había nacido para ser un criado solícito, para ser un esclavo que sonriera cuando le golpearan. Ese era el destino que tenía reservado por los dioses y supo que no podía, ni debía, enfrentarse jamás a él. El no era más que algo desechable, un ser humano de juguete creado para la diversión de aquellos que merecían vivir más que él….Y entonces….El sirviente conoció a un brujo de extraños poderes.

*Abro levemente los ojos, mirando hacia abajo, sin querer encontrarme con la mirada de Tara. Al oír mi historia me reconocerá como un ser despreciable, patético, quizás digno de lastima desde su trono de perfección. Que se haya apiadado de mi sigue resultándome un misterio, pero sé que la princesa jamás busca al sirviente, siempre busca a su príncipe de caballo blanco….Porque aunque yo consiguiera una armadura, comprara una montura hermosa y me dispusiera a buscarla a ella, el suciedad en mi ama, el encanto del hechicero seguiría capturándome por los siglos de los siglos*

-Ese brujo…tejió un engaño para el sirviente, pues tales eran sus artes. Lo engañó diciéndole que era de su confianza, que él lo salvaría de las serpientes nobles que le habían mordido hasta llenarle la sangre de su veneno. EL sirviente ya no era de pensamiento infantil, conocía todos los colores del dolor y la soledad, pero aún le quedaba la inocencia suficiente como para caer en la trampa y confiar en ese hombre de malas artes….Confió en el tanto que al mago le fue muy sencillo enredarle en su tela de araña, evitando que pudiera huir para siempre jamás de él….utilizándole en contra de su voluntad para hacerle descubrir al sirviente cuan despreciable era, y cuanto disfrutaba de los placeres carnales más retorcidos, más oscuros….El alma del criado quedo rota, manchada por última vez por ese mago, deshilachada por el golpe de gracia de ese hombre que cuando se cansó del sirviente, lo abandonó, sin importarle su destino. El sirviente supo que ya no quedaba nada de él, que por inocente y estúpido había perdido todo lo que podría haber aspirado a conseguir alguna vez, y que ahora su sitio era debajo de los que le dominaban, agachando la cabeza y sin quejarse jamás….Se encontraba solo, pero no tenía derecho a quejarse, porque él no era nadie, no es nadie…Las nobles que deseaban utilizarle podían hacerlo sin concederle un ápice de ternura, porque con un juguete no se pierde el tiempo en frivolidades….

*Alzo la vista hacia Tara, atreviéndome a mirarla después de mucho rato, llevando mis manos de nuevo a su rostro, enmarcándolo y sujetándolo por la mandíbula*

-Pero el sirviente que se despreciaba a si mismo conoció a la princesa….Y supo que aunque él ya no fuera nada ni nadie, debía hacer que ella volviera a volar….

**Tara Mayfair** Jue Jul 23, 2009 1:32 pm

¿Como puede verla como algo puro? Es que no entiende que fue ella la que se adentro por los caminos de la destrucción, la que se ofrecio a los satiros y emprendio el viaje de las drogas. No había sido engañada, lo había hecho por que queria ser mas fuerte, y tal vez escapar...

Y para el parece que sigue brillando, lo nota, lo siente sobre todo en la forma que parece aferrarse a ella, abrazar su cintura, envolverla en un abrazo lleno de protección y calidez, haciendola sentir segura, protegida, confortada.

-Algunas noches me dejan volver a ser un hada.-susurra mientras él recoge sus lagrimas con los labios.

Y entonces se ve silenciada por sus labios, que recibe como si fueran el agua que necesita su flor para revivir calmando su ansiedad. Enreda las manos en su pelo aferrandose a él, siguiendo la caricia con intensidad, con el temor de que la noche pronto terminara.

Escucha sus palabras de nuevo con aquel silencio, mientras que su miradaa normalmente fría es ahora el reflejo del fuego de la esparanza latiendo en su corazón, mientras sus lagrimas parecen limpiar un poco la sociedad que se ha ido acumulando en su alma.

-Pero la princesa no quiere alejarse del sirviente.-Susurra mientras sus manos acarician su espalda fuerte.

Entonces el comienza a relatar su historia, la conoce, ha visto a muchos sucumbir a los latigos de los niños ricos, ella tambien heridas tambien por ese latigo, pues al ser su madre lo que era consideran que no esta a la altura. Aunque ella se hizo fuerte, tambien se enfrío, se volvió un ser tan cruel como ellos, pocas veces se mostraba como estaba haciendo ahora.

Escucha su historia, sus ojos no le juzgan, no le menosvaloran por haber caido ni por estar herido... Simplemente parecen sentir lo que él siente, siendo capaces de estrechar el vinculo entre esas dos almas herrantes.

Acaricia su rostro con suaivdad cuando menciona al brujo, ella acepto su hechizo sin necesidad de engaños y siendo sincera ¿Que pensaria de su amada princesa si lo supiera? Aunque sabe que esa noche no hay lugar para las mentiras, y menos con él.

Deja que termine su historia para buscar sus labios con Anhelo, entregandose ante una caricia tierna y calida, esa noche le pertenece a el.

-No tienes nada de lo que avergonzarte, yo he probado los encantos del brujo, yo elegi probarlos, hasta el punto de que a veces ejerzo de bruja.-de una forma muy elegante le deja claro que ella ha probado los juegos de placer y dolor y que le gustan.-Y sabes algo... A la princesa le gustaria huir con el principe y esconderse con el del amanecer...

Quiere que la noche no termine, nunca...

**Aidan Livermoore** Jue Jul 23, 2009 1:52 pm

-No, no….la princesa no puede quedarse con el sirviente, manchara su hermoso vestido con sus manos sucias de tierra, le estropeara los zapatos de seda con el barro…*susurro con sus labios a escasos centímetros de los míos, rozándoselos al hablar, entreabriendo los ojos y atreviendo a fijarlos en los suyos, color esmeralda*…Por mucho que el sirviente anhele y desee a la princesa, no quiere…no se la merece.

*Siento sus caricias en mi rostro y pongo mis manos encima de las suyas, sin querer que separe nunca su contacto, dándome cuenta de que en el rato que hemos estado ocultos de las miradas indiscretas he empezado a necesitar del consuelo de Tara, como si el que no se apartara de mi ni me despreciara creara en mi una adicción retorcida*

-Tengo que avergonzarme todo lo que yo soy, nada me hace sentir orgullo de mi mismo….y mucho menos la sumisión a un brujo, no de encontrar placer en el dolor y la incapacidad para liberarse….me he transformado en un esclavo satisfecho de su horrible destino….Tu….*acerco algo mas mis labios a ella, como tentado de besarla, pero sin llegar a hacerlo*…Tu podrías hacer cualquier cosa…y seguirías siendo la mas hermosa, la mas bella, la mas intacta y pura……*Me aparto un poco de ella, para mirarla a los ojos con la duda escrita en mi mirada, sin podérmela creer*….Porque acedería la princesa a regalar más de su tiempo a un sirviente que se arrastraría por sus pies a una simple orden…? Se marcharía la princesa con las primeras luces del sol para desaparecer dejando solo al sirviente…? O se quedaría con el..?

**Tara Mayfair** Jue Jul 23, 2009 2:31 pm

-A la mierda el vestido, no lo quiero, no lo necesito...-ronronea a la misma distancia de sus labios mientras los apresa varias veces con cierta ansia.

Escucha sus palabras y niega, para ella no había nada malo en disfrutar del cuerpo como se quisiera, ella no se habia arrepentido de descubrir placer en el dolor, era una forma mas de disfrutar del cuerpo. Y ddecidio que ya era el momento de mostrarle que a la princesa le daba igual

Descendio su mano por su cuello y el momento menos esperado clavo sus uñas en el, hasta el punto de hacerle sangrar. Paso la lengua por la herida, borrando todo el dolor y la sangre, jugando con ambas sensaciones, en ella en aquel instante aquel gesto tiene un valor mas que el puramente lujurioso.

-Ahora eres mi caballero y quiere que me lleves lejos de aquí.

Le miro a los ojos y estos demonstraban que eran lo que deseaban. Se quedaria mas allá del amanecer, pero los dos sabían que ella en algun momento tendra que volver a su reino encantado.

**Aidan Livermoore** Jue Jul 23, 2009 2:48 pm

-Si la princesa tiene el vestido manchado, descubrirán que ha estado con el sirviente….

*Siento su caricia en mi cuello, interrumpiendo la frase para sentir sus dedos en mi cuello….Hasta que sus uñas se clavan en mi cuello, haciendo que se tense mi cuerpo por el súbito y extraño dolor que de pronto me hace sentir bajo sus dedos….dolor….y placer, un leve rastro de placer retorcido que había despreciado de mi mismo pero que en estos momentos adquiere un tinte algo distinto…..odiaba sentir placer de ese modo, y sin embargo un súbito deseo hacia ella me consume cuando su lengua acaricia la pequeña herida como si buscase sangre y fuese un vampiro. Hay más que lujuria en este corto juego, es un intento de demostrarme que el placer prohibido no tiene porque avergonzarme…Pero es todo demasiado leve como para olvidar mi desprecio hacia mi persona*

-Soy un sirviente disfrazado con una armadura rota……*rozo mis labios con los suyos, sintiendo los restos del deseo anterior y concediéndonos a ambos un beso corto, fugaz*….Pero te protegeré de la frialdad de la noche, al menos…*le acaricio la mejilla*…hasta que tengas que irte con las demás hadas…

*Me levanto de la cama lentamente, buscando en el suelo el corsé y los zapatos de la chica, poniéndoselos como si fuera efectivamente un sirviente o la ayuda de cámara, vistiéndola con las únicas prendas que se había quitado en todo el rato. Al terminar de vestirla le tiendo la mano para que se levante y le paso la mia por el pelo con timidez, aún sin atreverme a fijar mis ojos contra los suyos más de unos instantes, peinándola más o menos. Le cojo la mano con bastante firmeza, mucha tratándose de mi, y bajamos de nuevo al piso inferior, donde otra vez las miradas se fijan en ambos. Mientras me dirijo hacia la salida, veo a la chica rubia de antes, y hablando con otro hombre y seguramente maquinando para terminar con el arriba y vuelvo a plantearme cuan distinta hubiese sido la noche si no me hubiese apartado de ella.

Aun con la mano de Tara sujeta, salimos del local*

**Dmitri Vólkov** Dom Jul 26, 2009 9:18 pm

Se mueve como un gran tigre entre aquel rebaño de ovejas, elegante, sensual y con una mirada de hiela que valora todo lo que le rodea a su alrededor, considerando riesgos y oportunidades.

Todos saben quien es él, por lo que no tiene que ir vendiendose como un simple representante de Avon. El simplemente tiene que coger su copa, y sentarse en uno de los sillones a esperar. No es uno de ellos, nunca lo ha sido, pero siempre se le ha dado bien parecerlo, es una serpiente escondida en el cielo, repartiendo veneno para conducir a los ángeles a su caida.

Es un autentico demonio y adora caer en las tentaciones.

Nota la mirada que le echa una de esas muchachas, muñecas de plastico que intentan convertirse en estrellas. Sabe que si le ofrece un poco de su mierda conseguira una serie de favores orales en el reservado de la azotea.

Podría hacerlo, pero las muñecas son aburridas y el aun no esta tan aburrido. Por ahora simplemente observa al rebaño, como un lobo espía a las ovejas.

**Dita Alighieri** Dom Jul 26, 2009 9:44 pm

Después de salir de los suburbios, me perfumo un poco y me retoco el maquillaje. Los labios vuelven a ser del eterno rojo sangre. Los porteros me abren la puerta y entro a paso elegante y tranquilo al Black Posion, un lugar muy chic, digno de los pijos pomposos, donde pagas un dineral por una simple copa. Pero la curiosidad es demasiado fuerte y ¿por qué resistirse? Total, no hacía nada malo… Solo estudiaba el terreno. Me dirijo hacia la barra atusándome un poco el pelo y colocándomelo a un lado. Me aliso un poco el bajo del vestido. Me siento en la barra y pido. Me giro hacia la gente y observo esperando mi bebida. Le doy una calada al cigarro y expulso el humo que deja un suave olor a vainilla. Me fijo en un chico rubio, mayor de 20 y de espaldas verdaderamente anchas en una actitud de escaneo total. Me quedo mirándole, sin ningún tipo de vergüenza ni reparo por mirarle fijamente.

**Dmitri Vólkov** Dom Jul 26, 2009 10:05 pm

Observa a la nueva ovejita en el corral, la analiza pero no como lo haría un baboso, si no mas bien poniendole un rostro y una identidad. Por la descripción que sus contactos le habían dado esa joven debía ser una de las hijas de los Alighieri, una familia rica llegada de Europa que por norma no solía hacer ostento de su fortuna.

Una nueva presa a la cual enredar en sus redes.

Deja su copa sobre una de las bandejas de una camarera y arrebata de la misma dos copas de champan. Se acerca a la joven con una sonrisa encantadora y franca, que hace que deje parecer un depredador para darle un toque de diablillo picaro.

-Bienvenida Señorita Alighieri, es un placer poder disfrutar de una de las joyas de europa en esta ciudad.-dice ofreciendole la copa de Champan.

**Dita Alighieri** Dom Jul 26, 2009 10:30 pm

El chico rubio que havía visto antes al entrar, ha dejado su copa y la ha cambiado por dos copas de champán. Al parecer se dirige a mí. *Vaya… Interesante. A ver que sale de esto…* Una suave sonrisa aparece en mi cara. El camarero retira la copa que me había servido al ver llegar al chico. Llega y me saluda. Un leve levantamiento de cejas muestra un suave gesto de sorpresa al oír mi apellido pero se convierte en una sonrisa de lado al oír su presentación.

- Buenas noches y gracias señor encantador- Digo al no saber su nombre, mirándole entre las pestañas. Acepto la copa de champán que me ofrece. Apago el cigarrillo ya casi consumido en el cenicero.

**Dmitri Vólkov** Dom Jul 26, 2009 11:34 pm

Es elegante, comedido y con buenos modales, parece nacido para llevar el traje caro que viste y en apariencia nada le diferencia de los otros presentes.

Varias jovenes miran con cierta envidia a Dita, las fiestas de Dmitri son famosas y a la mayoria les gustaria ser las agraciadas de participar en una.

-Dmitri, es un placer para mi conocerla, señorita.-dice con algo que parece un ronroneo acariciante y una leve reverencia.

Por su forma de moverse, por sus andares o por su forma de hablar nadie dudaria que aquel joven ha nacido en la realeza de la sociedad y ahora es uno de sus reyes, es la viva imagen de un triunfador. Era dificil sospechar que tras esa fachada se escondían demasiados sueños rotos, demasiada sangre en sus manos.

¿Pero quien sospecharia que el principe encantador no era mas que el hijo de una cortesana?

-Me siento halagado de poder disfrutar de una compañia tan agradable como la vuestra, no siempre se pueden encontrar señoritas tan bien educadas...

Le da un leve tragro a la copa, se controlaba mucho a la hora de beber. Por su trabajo no podía permitirse el mas leve fallo.

**Dita Alighieri** Lun Jul 27, 2009 12:05 am

Mirada cargadas de envidia se dirigen a nosotros. Chicas de mi edad y mayores incluso observan la escena muriéndose por estar en mi sitio. No puedo evitar una media sonrisa. *Qué tontas son por Dios…* - Encantada Dmitri, un placer para mi también. – Acerco mi copa lentamente a los labios y doy un breve trago. Cruzo una pierna encima de la otra y miro a Dmitri directamente a los ojos. – Así que halagado… Disculpe mi indiscreción pero, dígame, ¿cómo sabe mi nombre? Porque no nos han presentado, si fuera así me acordaría de ud. – Respondo con una sensual sonrisa, que en mucha gente requeriría práctica conseguir y que en mi resulta un gesto totalmente natural, y volviéndome a llevar la copa a los labios.

**Dmitri Vólkov** Lun Jul 27, 2009 12:47 am

-Por suerte o por desgracia vivimos en una ciudad pequeña y aqui los rumones no solo corren, vuelan.-dibuja una sonrisa felina en sus labios.-Ademas criaturas tan ángelicales como tú no pasan precisamente desapercibidas.

Un cliente habitual parece acercarse a conseguir algo de mercancia, algunos de sus subordinados andan por allí, pero este es demasiado importante como para aceptar a un segundo al mando, quiere al capitan.

-Si me disculpais un momento.-

Se aparta de la joven para dirigirse con el caballero a una zona mas reservada, se saludan, se dan un apreton de manos y en el saludo han intercambiado una pequeña bolsita por un buen puñado de dolares. Nadie lo ha notado, son solo dos amigos saludandose.

Vuleve una vez ha terminado la transanción hasta donde esta la chica.

-¿Por donde ibamos?

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