Re: Black Posion

**Dita Alighieri** Lun Jul 27, 2009 1:07 am

Escucho su respuesta y sus adulaciones. Dudo que fuéramos tan importantes, pero vaya, un recién llegado siempre era noticia. Y más si es una ciudad pequeña y cotilla.

- Así que rumores… - Respondo divertida por la situación.

Un hombre se acerca a Dmitri a paso cauto, como no queriendo interrumpir pero sí hacer notar su presencia. El rubio repara en él y se disculpa conmigo. – Adelante – Disculpándole, no soy quién para negar a nadie el saludar a un conocido. Aprovecho el momento para cambiar de posición. Si hubiera estado mucho más así, la pierna se me hubiera dormido. Cambio y cruzo la otra pierna, me acomodo el bajo del vestido y me paso los dedos por la sedosa melena azabache, cerrando los ojos para el mayor disfrute de la caricia. Si había algo que me encantara era que me acariciaran el pelo. Lo coloco todo en lado izquierdo dejando el pálido cuello a la vista. Abro los ojos y tomo un sorbo de la copa mientras veo que Dmitri vuelve.

- Me ibas a decir tu edad – Respondo tuteándole y dejando aflorar una suave sonrisa.

**Dmitri Vólkov** Lun Jul 27, 2009 1:51 am

-Veintidos años.-le contesta con una sonrisa franca y elegante.-Estoy en el ultimo año de universidad, terminando publicidad y relaciones públicas.

Acaba de mentir descaramente, aunque nada en su voz, mirada o sonrisa delata que esta mintiendo. Es un excelente jugador de pocker y nunca se le nota cuando va de farol. Ademas no era plan el presentarse a una de las herederas de la "nobleza" de la ciudad como el representante de Ill Capo y como su principal comercial de sustancias psicoactivas.

-Tengo intención de entrar a trabajar en alguna empresa de la ciudad en el campo de las relaciones publicas, ya tengo varias ofertas para ello.

Tampoco estaba mintiendo del todo, tanto la mafia rusa como la mafia chima habían intentado que abandonara al capo, pero el mantenía las mismas lealtades que mantenia su madre.

**Dita Alighieri** Lun Jul 27, 2009 2:19 am

- Hmm… Interesante. – El chico parecía sincero, pero las apariencias engañan. Eso lo sé yo muy bien. ¿Sería verdad?, ¿Mentira?, ¿Qué mas da? – Así que universitario. A mi toca dentro de poco, en principio vaya. Cuéntame, ¿cómo es la vida de un universitario, rico, joven y guapo?

Me recuesto contra la barra, a la cual estoy dando la espalda. Doy un último sorbo a la copa y la dejo en la barra.

- Siéntate, Dmitri. – Le digo señalándole el taburete al lado del que me encontraba sentada. – O quizá podríamos ir a un lugar más tranquilo para poder hablar.- Ofrezco con una media sonrisa de cierto cariz misterioso.

**Dmitri Vólkov** Lun Jul 27, 2009 3:22 am

-Como la de todos, nueve meses de fiesta continuada y tres de estudio intensivo.-Aqui solo miente en lo de tres meses de estufio ya que es el proveedor de sustancias ilegales de las fiestas universitarias de la ciudad.-Ya sabes como buen estudiante lo dejo todo para ultima hora.

Sonrie cuando propone lo de ir a un lugar mas tranquilo. Sabía a la perfección lo que solían querer todas aquellas niñas de papa cuando pedían ie a un lugar mas tranquilo. En esos momentos sus pensamientos se preguntan que clase de zorra escondería aquella muñeca con aspecto de gata remilgada.

Pero su sonrisa no delataba aquellos lujuriosos pensamientos si no mantenia la fachada de operfecto galan. Le era fácil habiendo estudiado en el Saint Mary.

-Aririba en la terraza hay unos intimos reservados, musica tranquila y deliciosos cockteles.-dice con un ronroneo suave y felino.-y bueno... Yo soy uno de los Vip este delicioso antro y bueno si quieres ir se nos avriran las puertas.

Le tiende el brazo tal y como haría un galan de pelicula antigua.

-Aunque si no te apetece disfrutar de tan exclusiva zona siempre podemos quedarnos aqui, aguantando miradas de envidia y deseo.

**Dita Alighieri** Lun Jul 27, 2009 3:55 am

Me río con su respuesta acerca de los ‘horarios’ de los estudiantes universitarios. – Todo buen estudiante lo deja todo para el último momento. – Asiento con la cabeza dándole la razón.

Escucho atenta a su explicación. Así que en la azotea había reservados. La idea me atrae en sobremanera. Un lugar tranquilo, apartado… Fantástico. – Oh, por lo que me cuentas ha de ser una zona muy agradable. – Como no. Un niño de papá. Ahí está, fardando del hecho de ser ‘vip’. Pero, ¿qué sino debería de encontrarme por aquí? Ignoro ese deje prepotente que se le escapa y me quedo el hecho de que podemos ir a los reservados y con el tono que ha usado. *Así que este quiere algo…*

Veo como me ofrece el brazo, como todo un caballero, con unos modales exquisitísimos aprendidos seguramente en una escuela/instituto/internado/universidad pijísima. Pomposo, como todo niño rico consentido. Aunque un pomposo con estilo y porte.

De un pequeño salto, bajo del taburete en el que me encontraba sentada y me sujeto en Dmitri, aceptando el brazo que me ofrece en un elegante movimiento. - Vayamos a los reservados, aquí se está bien, pero arriba se estará mejor, ¿verdad? – Respondo con una sonrisa un tanto felina. Me recojo un poco el bajo del vestido que va justo por encima de la rodilla. La falda tenía mucho vuelo y por lo tanto sería más cómodo para andar o subir. Debido a este movimiento una porción más de piernas queda a la vista, pero no de un modo indecente.

**Dmitri Vólkov** Lun Jul 27, 2009 2:27 pm

La toma del brazo, manteniendo una sonrisa sensual y algo picara, acompañandola con paso elegante a la azotea.

Alli arriba se descubre una pequeña selva que al ser verano tiene como unico techo el cielo estrellado, hay una barrra donde un camarero sirve interesantes cocteles, un dj al fondo de la sala el cual pone lo mejor de la musica Chill out.

Le señala a la joven una de las camas con mosquiteras mientras el va a conseguir un Manhatan para ella y un Moscu para él.

Llega poco despues con las dos copas en la mano, le tiende el coctail a la chica y en vez de sentarse como aria la mayoria se arrodilla y deja caer su peso sobre los talones, en la postura que suele tenerse cuando se pasan horas y horas encima de un tatami viendo a tu profesor enseñar alguna clase de arte marcial.

Le da un trago a su bebida con su natural elegancia.

Parece estar mas como allí arriba, como si disfrutara de la musica, algo que abajo no parecia ocurria, da toqecitos con él dedo al ritmo de la
canción que suena en ese momento.

-Bueno de que te apetece hablar ¿del tiempo en siberia? ¿la envergadura de las alas de los angeles y si cogen por las puertas del cielo? ¿o tal vez del sexo de estos?.-parece decirlo todo de forma seria, aunque en realidad simplemente bromea.

Sus ojos azul verdosos se clavan en ella, mientras que con un simple gesto deja caer la mosquitera quedando ambos ocultos ante ojos curiosos.

**Dita Alighieri** Lun Jul 27, 2009 4:51 pm

Cogida de su brazo y con el otro sujetándome la falda nos encaminamos a la azotea.

Dmitri. Estudiante universitario casi graduado. Atractivo, agradable, elegante… Porque destilaba elegancia por todos los poros este hombre. Una vez arriba, una suave música chill out llena el ambiente donde solo se encuentran los vips y el camarero que está preparando cócteles.

Él me señala las camas protegidas por finas mosquiteras, toda la azotea irradia estilo y elegancia. No resulta ostentoso ni pomposo, todo con muy buen gusto. Apruebo el lugar mientras me dirijo a una de las camas a la espera del rubio que ha ido a la barra.

En unos minutos vuelve con dos copas y me entrega uno. Estiro el brazo ya que me había sentado en la cama. – Gracias, pero esta será la última, si bebo algo más puede que no sepa como volver a casa – Bromeo, aunque sea medio verdad. No me conocía mi barrio aún, menos la zona pija. Observo con una ceja enarcada la extraña posición en la que se sienta, recordándome a mis hermanos cuando les iba a espiar en sus clases de defensa personal. Mientras recuerdo, tomo un pequeño sorbo.

Escucho su pequeña broma acerca de nuestro futuro tema de conversación y me río suavemente. – Pues la verdad es que no lo sé. Tu vives desde hace tiempo aquí ¿cierto? Cuéntame algo interesante del lugar, algo curioso o escabroso, no me asusto con facilidad. Alguna leyenda o algo. Quiero conocer más el lugar dónde vivo. – Si la había, que esperaba que así fuera, quizá me podía dar alguna idea para el nuevo tatuaje. Mientras hablaba él ha dejado caer la mosquitera en un sutil gesto y una mirada sensual en sus bellos ojos clavados en mis ojos plata. Una sensual sonrisa curva mis labios.

**Dmitri Vólkov** Lun Jul 27, 2009 5:38 pm

-Es una ciudad con muchos secretos.-ronronea, en general todo el recuerda a un tigre, siempre feroz, simpre hambriento.-Todas las grandes familias los tienen. Ya sabes la otra clara del lujo, hijos secretos, drogas, asesinatos, todo lo que queda silenciado por el dinero y que termina por transformarse en el fantasma que atormenta las consciencias de la realeza de la ciudad...

Le da un trago a la bebida, mientras la mira tal vez con una expresión cercana a la de un lobo hambriento, aquella piel de porcelana reclamaba ser devorada, le gustaba mas la palidez que aquellas demasiado curtidas por la tortura de los rayos uvas.

-Aunque creo que a ti te interesan mas los escarnios del pasado, aquellas historias que hablan de fantasmas de damas enamoradas que perdieron su amor en alguna lejana guerra y que la pena las ahogo hasta acabar con su vida y las que hablan de misteriosas apariciones de hadas en nuestros bosques... Bien te contare la que hace referencia a las ruinas del castillo que preside nuestras pequeña y dulce ciudad.

En las ultimas palabras fluye el sarcasmo, es curioso que un hombre como él que luce el cuerpo y la mirada de un guerrero maneje la palabra con la habilidad del bardo y es que tal vez el también tenga protagonismo en alguna de esas leyendas, alguna que hable de un bardo obligado a convertirse en un monstruo.

-Hace mucho... mucho tiempo... tanto que los nombres de quienes vivieron esta historia se perdieron en sus arenas, sepultados por el olvido que persigue para dar caza a todo recuerdo. Hace mucho... mucho tiempo vivia en el castillo una joven de singular belleza. Sus cabellos eran tan oscuros como el manto de que engalana cada noche la luna.-dice mientras en un atrevimiento coge un mechon de su pelo y lo acerca a su rostro para olisquearlo en un gesto que queda por completo animal..-Y su piel era tan blanca como el rostro de la reina de la noche.-dice deslizando el dorso de la mano por el rostro de Dita, en una atrevida pero agradable caricia.-Su belleza era algo proclamado en barrios reinos. Pero aun así la joven no era feliz, pues pese a tener todo lo que cualquier criatura podía soñar le faltaba la libertad. Su jaula de oro la axfisiaba y termino por de hastio y pena. Los medicos no sabían que tenía y la joven languidecia dia a dia, las esperanzas morían como se marchitaban las flores con la llegada del invierno...

Hace una paisa para darle otro trago a su copa, sonriendo de una forma enigmatica y sensual.

-Habían probado pocimas y conjuros, pero ella seguia languideciendo como las flores del jardin ante la primera nevada...-de nuevo su voz en un susurro ronroneante, misterioso, capaz de recrear aquel mundo antiguo con el hechizo de la sirena.-Con el viento del norte llego él, a lomos de un corcel blanco que segun rumoreaban todos había sido regalo de una reina Sidhe a la cual había hechizado con su hermosa voz. Le llamaban el bardo, pues nadie sabía cual el verdadero nombre de aquel que siempre mantenia el rostro oculto bajo una mascara de porcela y que poseía una voz capaz de parar guerras y sanar heridas del alma...-otra pausa para observar el rostro de su interlocutora.-Por eso fue invitado al castillo y por unas simples monedas canto para la princesa...

Tomo otro trago de la copa y clavo los ojos en ella inquisitivo.

-Espero no estar aburriendote...

**Dita Alighieri** Lun Jul 27, 2009 9:19 pm

Escucho como me cuenta los sucios secretos de la sociedad de Golden Hills con esa voz susurrante, como un hechizo encantándome y haciendo que olvide todo lo demás, dónde estoy, porqué, qué hora es… Todo, excepto él y su voz. Descubro que él ha sabido ver lo que quería en seguida, ¿será él muy audaz o yo resultaré un libro abierto? Pero eso ahora da igual, me tiene completamente hipnotizada y con esa mirada lobuna incita a más. Su voz derrocha sarcasmo cuando habla de la ciudad.

Empieza a narrar, de una forma tan bella que parece poesía, la historia de una bella joven caída en desgracia. A medida que cuenta pequeñas acciones hacen que vaya cayendo más y más en su encanto felino. Cuando me coge un mechón del pelo y se lo acerca para olerlo no puedo evitar un estremecimiento de expectación, al igual que la suave caricia que me proporciona con el dorso de la mano, a lo que solo puedo responder cerrando los ojos lentamente y cogiendo aire profundamente en un intento de relajar mi respiración, que se acelera por momentos. Maldita yo y mi sensibilidad, pensaría si no fuese porque tal y como estoy me impide pensar o razonar.

Cuando se separa un poco vuelvo un poco en mi, cojo la copa y le doy un largo trago. Tengo la boca seca y la culpa era del rubio frente a mí. Dejo la copa con un suspiro y sigo escuchando la infeliz historia de la pobre desdichada desconocida. Llega el desenlace con su mirada inquisitiva sobre la mía que se ha oscurecido por la cercanía del blondo pasando a un gris tormenta.

Me había quedado muda, me aclaro suavemente la voz - Para nada. No sé si será verdad o leyenda pero me ha encantado – Sonrío sensualmente, jugueteando con el pelo en un gesto totalmente coqueto. Cielo santo, parezco una de esas niñas pijas sobrehormonadas delante de un modelo… Pero me da igual, nada importa fuera de la mosquitera.

**Dmitri Vólkov** Lun Jul 27, 2009 10:42 pm

Se acerca un poco mas a ella, pareciendo de nuevo un felino acechando a un fragil angel de cabellos azabaches.

-Por unas monedas el joven canto ante la agonizante princesa y el obro su magia, haciendo que la vida volviera al corazón, que recuperaron su rosado color.-dice acariciando con sensualidad una de las mejillas de la chica.-Pasaron los días y la joven recupero la salud y la alegria. Todo el mundo penso que el peligro ya había pasado y lo celebraron. Pero aunque en apariencia la joven su recupero el bardo obraba su propio hechizo, y es que el bardo ni siquiera era humano, era el hijo de un satiro y una sirena...-Se inclina sobre su oido para susurrarle el final de la historia.-De su madre hereda la belleza y el hechizo de su voz y de su padre la pasión y el hambre por los corazones de las hermosas doncellas.-coje un mechon del pelo de la chica y juguetea con él entre los dedos.-Y mientras todos celebraban la recuperación de la joven heredera, el bardo realizaba el final de su hechizo, arrebatandole el corazón de la princesa con un beso.-Besa con suavidad su mejilla, con el brillo acerado en su mirada.-Una vez tuvo el preciado corazón de la joven, el bardo marcho, dejando a la joven con la semilla de un monstruo en su vientre. Aunque el bebe no llego a nacer, a la mañana siguiente de marcharse el bardo encontraron a la joven ahogada en el rio. Buscaron al bardo, pero este ya se encontraba muy lejos, inmerso en la caza de un unicornio...

Estaba claro que todo aquel relato había nacido de su imaginación, algo de verdad elogiable. Se aparta de ella para dejarla algo de espacio, antes de sacar un cigarrillo de su chaqueta y encendenderlo con un gesto entre sensual y salvaje, dando una primera calada profunda que lleno de veneno sus pulmones.

El cuento hablaba de no fiarse de supuestas salvaciones y rostros angelicales, le advertia que posiblemente tras su rostro de galan se escondia a alguien que no tendria reparos en arrebatarle su virtud si aun la conservaba, en ese reservado sin importarle ser descubierto.

Expulso el humo lentamente, dejando que se perdiera en el aire. Se vuelve hacia ella con ese aire sensual.

-Desde entonces el alma de la doncella vaga por los muros del castillo con un agujero negro en su pecho que roba la inocencia de los que allí se acercan mostrandoles lo peor de si mismos.-ronronea con la misma voz de cuenta cuentos.-Del bardo dicen que aun vagar por el mundo de los mortales robando corazones y engañando doncellas con su rostro de angel y su voz de sirena...

**Dita Alighieri** Mar Jul 28, 2009 12:54 am

Entonces sigue con la historia que yo creía terminada. Pero algo me decía que no era posible que tuviera una final feliz la historia. Igual que antes, acciones para darle a la leyenda más ‘veracidad’ me acaricia de un modo tan sensual las mejillas que no puedo evitar morderme el labio inferior, cuando retira la mano echo de menos esa calidez pero es sustituida por la calidez de su dulce aliento en oído, dónde termina de relatar el triste final de la bella doncella. Otra vez coge un mechón y como antes sucedió se repite, un escalofrío me recorre la espalda y para terminar, un suave beso en la mejilla cargado de sensualidad que hace que mi respiración empiece a agitarse y cierre los ojos. Cuando termina abro lentamente los ojos, está claro que eso no sucedió realmente, pero toda leyenda, cuento o historia tiene una moraleja. Y ahí estaba muy clara. No te fies de según que promesas. Todo tiene un precio. La felicidad de la doncella, le costó su corazón.

Dmitri se aleja y la mosquitera se agita al son de la suave brisa. Aprovecho el momento para intentar ralentizar un poco la respiración y tomar otro trago de mi copa que ya estaba en sus acaballas. Suspiro pensando que quizá no había sido muy buena idea tomármela tan rápido con lo rápido que me sube.

Este se enciende un cigarro y fuma lentamente, con esa sensualidad que posee, en el lapso de tiempo que vuelve a su sitio. Entonces cuenta que el alma de la doncella ahogada vaga por el castillo al igual que el astuto bardo entre los mortales aún en su empresa de robar corazones. No puedo evitar relacionar a Dmitri con el bardo.
- ¿Es esto una advertencia? – Pregunto con sensual suavidad acercándome un poco más a él - ¿Debería preocuparme el hecho de que esta doncella pueda ser víctima de un bardo de ojos verdes y atrayente voz? – Susurro con mi mejilla acariciando la suya, me separo lo suficiente y en un elegante movimiento le quito suavemente el cigarro de entre los labios, le doy una corta calada y se lo devuelvo con la marca de carmín rojo. Siendo algo así como un beso indirecto.

**Dmitri Vólkov** Mar Jul 28, 2009 1:50 am

Observa sus gestos de gata traviesa y sonrie con cierta malicia. Le da otra lenta calada al cigarrillo y la observa, casi desnudandola con la mirada.

-Todo depende de si crees que aun vaga el bardo entre los mortales y si posees un corazón que robar.-dice clavando unos ojos entre azul verdoso en los suyos plateados.- Es un cuento, una historia que las abuelas cuentan para alejar a las niñas de hombres de dudosa reputación.-

Se acerca a ella con intención de devorarla pero manteniendo algo las distancias, como un tigre agazapado ante la fragil gacela.

-Eres una niña buena que teme perder su corazón o eres una niña mala que quiere conocer los misterios del placer de manos de un satiro.

Le da un ultimo trago a la copa, dejando fluir el ardor del vodca a traves de su garganta, dibuja una sonrisa felina en su rostro, desvelando algo de animal salvaje que esconde en su interior.

-Esta claro que a este lugar nadie viene buscando prncipes azules ni princesas de cuento, aqui se viene buscando los placeres del infierno envasados con la mascara del paraiso.-le dice a la chica.-Aqui la mayoria de nosotros hemos perdido el alma y el corazón.

Le da una última calada al cigarrillo antes de apagar el cigarrillo en un cenicero.

-¿Quieres conocer los placeres del infierno?

La mira a los ojos con una mirada que lo dice todo. promete placeres demasiado prohibidos y a la vez demasiado tentadores como para rechazarlos. La toma del rostro inclinandose sobre ella pero sin llegar a rozar sus labios siquieras, dandole a ella dabdole la oportunidad de elegirle o rechazarle.

**Dita Alighieri** Mar Jul 28, 2009 12:01 pm

Le da una lenta calada al cigarro con esa mirada penetrante sobre mí y una sonrisa maliciosa se dibuja en esos labios que incitan a morder.

- Mucho me temo que el astuto bardo aún se pasea entre las jóvenes doncellas mortales – Respondo mientras él se ha acercado a mí, manteniéndose a una distancia ¿prudencial?, como un feroz felino preparado para atacar. Alargo la mano y con un dedo recorro la línea de su marcada mandíbula en una suave caricia.

- Podemos dejarlo en que soy una niña buena que no teme perder su corazón, porque al parecer nació sin él, y que quiere conocer los misterios que este sátiro puede enseñarme – Cuando retiro la mano, él toma lo que queda de su bebida en un trago y dibuja esa sonrisa que promete placeres ilimitados.

- Ni los príncipes azules ni las princesas de cuento existen, son solo un reflejo de aquella felicidad que en el fondo todos anhelamos. Donde la maldad es efímera y la muerte se puede superar con un beso – Digo con un dejo triste en la voz, recordando cuanto ansiaba yo un príncipe y con cada pretendiente que se había ofrecido mi corazón había sido incapaz de reaccionar. – Puede que el alma aún la conserve pero de corazón temo que nunca he tenido.

Observo detenidamente como da una última calada y apaga el cigarro. Suelta el humo y hace la pregunta ansiada por los últimos momentos de la noche. Cuando entré en este bar, el conseguir una noche de placer era lo último que esperaba pero a lo que no diré que no. Otra vez esa mirada que tanto placer promete. Se acerca a mi y me toma suavemente de la barbilla, acercándose a mis labios pero sin rozarlos siquiera esperando que sea yo la que acepte o rechace. Como antes, nada fuera de la mosquitera importa, ni el hecho de volver a casa, el posible castigo, o lo que venga, solo él. Dibujo una fina sonrisa ladeada y con el dorso de la mano acaricio uno de sus prominentes pómulos y lentamente acerco mi rostro al de él para posar brevemente mis labios sobre los suyos, dejando una sombra de carmín en los carnosos labios del rubio chico. Se me paro y en el mismo instante muerdo sin apenas fuerza su labio inferior. Dándole permiso para que me descubriera aquellas tentaciones y placeres que parecía conocer tan bien.

**Dmitri Vólkov** Mar Jul 28, 2009 1:59 pm

él estaba muy lejos de ser uno de esos principes azules que protagonizaban cuentos he historias, en algun momento lo fue, pero fue él a quien le toco no tener elección y convertirse en uno de los monstruos que solían esconderse en lo profundo de loss bosques, aunque el como buen fauno habia conseguido disfrazarse para pasar por uno de esos humanos ricos y poderosos.

Pero no había podido borrar el olor a tierra que emanaba de sus poros y el brillo feroz de sus ojos. Se había convertido en un lobo entre corderos y ahora era muy dificil volver a ser cordero para buscar una vida tranquila. En esos momentos tiene hambre de ella, de robar esa inocencia que ella dice no tener.

Acepta su beso correspondiendolo con avidez, una caricia que parece querer devorar algo mas que su cuerpo. Sus manos curtidas se enredan en el pelo de la chica y tiran con un brusquedad algo ligera hacia atras, en un gesto posesivo.

No la va a tratar como a una princesa si no como a la zorra que esconden todas aquellas niñas pijas y estiradas.

-Ten cuidado con lo que deseas, blancanieves.

Y de sus labios comienza a atacar su cuello con la misma placentera ferocidad, en una caricia electrizante pero no hay dudas de que al día siguiente dejara marca. Sus manos tampoco estan precisamente quietas, van acariciando desde sus hombros a sus piernas pasando por su vientre y remangando un poco su falda o dejando caer el tirante del vestido, pero por ahora no han rozado ninguna zona prohibida, mas bien de forma estudiada se queda a las puertas, como invitandola a que suplicara por sentirla.

Vuelve a sus labios para besarlos de nuevo con apasionaba brusquedad, entrando en su boca con su lengua y explorandola con ansia, para luego morder su labio inferior. No era precisamente romantico o delicado, pero sus caricias eran endiabladamente placenteras.

**Dean McKey** Mar Jul 28, 2009 4:09 pm

Y allí estaba, en el local más 'chic' y pijo de toda la ciudad. Pero el aburrimiento era lo que tenía, y además, le apetecía ver qué hacían los pijos en ese tipo de locales. Suerte que no había tenido que hacer cola durante horas para poder entrar viendo cómo algunos de esos estúpidos niños de papá y mamá pasaban sin tener que esperar, simplemente por la pasta que tenían. Sumido en estos pensamientos, entra en el local, observándolo todo con una leve mueca de asco. De pronto se ve metido en la pista de baile, y alguna que otra chica borracha se le arrima, pero se escabulle como puede entre las parejitas, hasta llegar a la barra circular situada en el centro. Casi con un suspiro de alivio, se sienta en uno de los taburetes y pide una de las carísimas bebidas que servían allí. En realidad no sabía por qué coño había ido allí, con lo caras que eran la entrada y la bebida... Rolling Eyes

Cuando se la sirven, se la bebe casi del tirón, sediento, y pide otra, lanzando miradas furtivas a la pista de bailar.

**Dakota L. Burdock** Mar Jul 28, 2009 4:19 pm

Asintió un par de veces, tras una preciosa caida de pestañas dirigida al camarero que la observaba embobado.

- Solo una semana, ya ves, soy nueva en esta ciudad -comentó, con una copa redonda en sus manos, moviéndola levemente para mezclar el contenido. Había acertado. El San Francisco que tenía entre sus manos era uno de los mejores que había probado en los últimos años.

Había acudido allí a festejar su victoria personal. Pero todo pareció arruinarse cuando el camarero se alejó unos instantes de ella para atender a otro cliente. Esbozó una mueca, algo fastidiada y siguió al camarero con la mirada hasta toparse con... él ¿Qué demonios hacía aquí? Por suerte, estaba bastante embobado mirando a la pista y no se percató de su presencia. Bebió un gran sorbo de su copa y la dejó en la barra.

- Joder... -exclamó pasándose una mano por el pelo, algo fastidiada. Se levantó del taburete de un salto, alisándose el precioso vestido blanco que llevaba. Se acercó hasta él y dió un manotazo en la barra, con cara de pocos amigos- ¿Se puede saber qué haces aquí?

**Coraline Saunders** Mar Jul 28, 2009 4:23 pm

Después de comer en aquel restaurante decido entrar al Black Poison ya que estaba considerado uno de los locales más "chic" de toda la ciudad. Me deslizo por la pista de baile tratando de llegar a la barra, mientras lo ago unas cuantas parejitas se me cruzan, entre ellas un chico borracho que intenta manosearme me libro de el como buenamente puedo y continuo hasta la barra. Una vez allí me siento en uno de los taburetes, le pido un Vodka al camarero mientras saco una caja de cigarrillos de mi bolso.

**Dean McKey** Mar Jul 28, 2009 4:27 pm

De nuevo el camarero le había servido otra copa, no tenía ni idea de cuál era ni cómo se llamaba, pero sabía bien, así que le da un sorbo. Buff, era fuerte. Y entonces una mano aparece frente a él, ¿qué coño...? Alza la vista y se encuentra con... ella.
-Oh, genial -murmura, poniendo los ojos en blanco-. Sí, hola y todas esas cosas -dice con ironía-. ¿Has sabido llegar hasta aquí tú solita? Qué sorpresaaa Very Happy

-vuelve a dar un sorbo a la copa y se sienta mirando hacia ella-. ¿Que qué hago aquí? Pues nada, me apetecía ver qué fiestas se montan los pijos hoy en día... Y la verdad, de momento veo poca cosa Neutral

-y mientras se hallaba sumido en su interesante conversación con Dakota, una chica se sienta en el taburete de al lado. Una rubia. No estaba mal. La mira de arriba a abajo, sin disimular. Bah, pero era otra pija de esas. Claro, qué se podía esperar de un sitio como aquel, la mayoría eran de la clase alta Rolling Eyes

**Dita Alighieri** Mar Jul 28, 2009 4:33 pm

Spoiler:

**Dakota L. Burdock** Mar Jul 28, 2009 4:34 pm

Ni se había percatado de la presencia de una chica que entraba y se sentaba al lado de Dean, hasta que éste pareció hacerle una radiografía completa. Bufó y de nuevo se pasó una mano por el pelo.

- Si, he llegado sola, y perfectamente -comentó, muy picada. Encima Dean iba con ironía. Bien empezaba la noche...- Pues si ves poca cosa ya podrías coger la puerta, este no es sitio para tí. Es más, me pregunto cómo has conseguido entrar...

Entonces, desvió la vista hacia el camamero, al que sonrió. Éste no tardó en traerle otro San Francisco. Acto seguido volvió a mirar a Dean, sonriendo divertida.

- Ten cuidado o la vas a gastar, ¿eh? -dijo, mirando a la chica rubia que estaba al lado, aún con aquella sonrisa dibujada en el rostro.

**Coraline Saunders** Mar Jul 28, 2009 4:38 pm

Mientras encendía el cigarrillo escucho como una chica le grita al muchacho que estaba sentado en el taburete de al lado, apenas me había percatado de su presencia, por como se expresa me da a entender que es de otro barrio, de pronto veo como me mira de arriba abajo como si fuese un trozo de carne ,doy una calada, y mientras lo ago lo miro exactamente como el lo había hecho, yo también podía ser descarada. Me fijo en el muchacho, estaba realmente bueno, desvio la mirada y doy un sorbo de mi bebida, de pronto escucho a la otra chica, me giro y sonrio.

**Dean McKey** Mar Jul 28, 2009 4:44 pm

Aparta la mirada de la rubia un tanto molesto cuando Dakota empieza a hablarle.
-Pues ahora me voy a quedar, sólo para joderte -sonríe muy amigablemente, claro-. Y he entrado pagando una entrada, como no soy de la Élite Rolling Eyes

-aclara con ironía, visiblemente molesto. Se fija en cómo intercambia sonrisitas con el camarero, que le trae una bebida. 'Oh, por favor Rolling Eyes

', piensa. Después alarga la mano y le quita a Dakota el San Francisco-. ¿Qué es esto, está bueno?¿Sí? -hace como si ella le hubiera respondido-. Oh, entonces me lo quedo, gracias Very Happy

-y le da un buen sorbo, seguro que ahora a la chica le daría asco beber de nuevo de ese vaso que había sido tocado por un 'clase-media'. Escucha su comentario sobre la chica y deja escapar una media sonrisa, divertido-. ¿Celosa, Dakotty? -pregunta arqueando una ceja. Entonces mira de soslayo a la otra chica, la rubia, soprendiéndola de pronto haciéndole el mismo escaner que le había hecho él a ella. Le devuelve la sonrisa y le da la espalda a Dakota aposta, volviéndose hacia la rubia-. Oye, perdona a ésta... -señala a Dakota-. Es un poco estúpida. Por cierto, soy Dean -se presenta, sonriéndole de nuevo. 'Espera, ¿por qué me presento a una pija de estas? Neutral

Es la bebida, fijo...'

**Coraline Saunders** Mar Jul 28, 2009 4:51 pm

Arqueo una ceja al escuchar los comentarios que hace sobre la chica, entonces se acerca y se presenta, seguramente estaría contentillo, pero no parecía tan desagradable como aquel tio que me molestó el otro día, asique decido presentarme, de todas formas quien era yo para juzgar tan rapido a alguien, le tiendo la mano.-Encantada, yo soy Coraline.-Amplio una sonrisa, para después dar otra calada.

**Dakota L. Burdock** Mar Jul 28, 2009 4:52 pm

¿Como que se quedaba? ¿Pero qué clase de broma pesada esta esta? Apretó los labios, notando cómo comenzaba a ponerse roja fruto del enfado. No, no lo aguantaba. Y encima se lo tenía que encontrar precisamente ahí. Sin duda le habían echando un mal de ojo. Observó como su San Francisco llegaba a las manos de Dean.

- ¿¡Pero qué haces?! -exclamó. Ahora no pensaba tocar el San Francisco. Resopló, intentando contenerse- ¿¡Celosa?! ¿¡Yo?! ¡Más quisieras! ¡Que te den, Dean! -dice, al borde de explotar cuando ve que éste le da la espalda. Entonces, se volvió al camarero, al que sonrió de nuevo- ¿Ves? Lo que yo te decía... La suerte no me podía durar tanto... -dice, negando con la cabeza, haciéndose la indignada.

**Dean McKey** Mar Jul 28, 2009 4:58 pm

-Yo Dean -vuelve a presentarse, sin acordarse de que ya lo había hecho. La ve fumando-. Eh... ¿Me das uno? -pregunta, esperando que tuviera más cigarrillos, de pronto le apetecía fumarse uno. Ignora las preguntitas tontas que le hace Dakota, solo presta atención al 'Que te den, Dean'. Frunce el ceño y se gira para mirarla, ahora flirteando con el camarero-. ¿Lo ves, Dakotty? Eres una enana caprichosa... Has visto que estaba pasando de ti y ahora te pones a ligar con el camarero -le dice sin importarle que el camarero estuviera escuchándolo-. Estás celosa, pero no pasa nada, si no quieres admitirlo... Rolling Eyes

-vuelve a girarse hacia Cora... ¿Cómo era? Bueno, es igual-. ¿Y bien, también eres del colegio ese de pijos? -le pregunta, volviendo a llevarse la copa a los labios, mientras sonaba una canción.

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