Re: Riverdoe Avenue 33, Mansión Camilleri

**Svetlana 'Lana' Yakovleva** Lun Oct 19, 2009 6:52 pm

No dedica más que un seco gesto de cabeza al hombre que acompaña a su jefe para saludarle, como si acabase de percatarse de su presencia en ese momento y no al entrar, como ha sido en realidad, y como si tampoco le importase demasiado quedar mal o bien con él, que de hecho es así, ya que a ella no suele importarle demasiado nadie más que no sea ella misma, ella, y, como no, ella.

Ante las palabras de su jefe esboza una sonrisa algo irónica, encogiéndose de hombros de forma igualmente apenas perceptible, mientras se desabrocha la cazadora al dar por imposible "recuperarla" del par de manchas que tiene, porque claro, el caro cuero... En fin. Se la lanza a uno de los hombres en lo que salen por la puerta, dándole en la cabeza, aunque el tío la coge antes de irse dedicándole a ella una clara mirada de asco que ella ignora, mirando ahora a Camilleri con la chequera en la mano:

-¿Y cuánto me pide por cada hombrre? -Inquiere, haciendo como que cuenta con los dedos de la otra mano- Porrque clarro, en estos meses de desesperración masculina, pues... -Y entonces escucha las ordenes y se lleva la mano a la boca, haciendo como que se da cuenta de que no es el momento- De acuerrdo, harremos cuentas después... -Murmura, guardándose la chequera en el bolsillo trasero del pantalón.

Obedeciendo la ordén vuelve a apuntar con la pistola, cuyo cañon apoya en la espalda de Edward, quitándole con la mano libre la capucha.

**Edward Carnby** Lun Oct 19, 2009 7:13 pm

Tal vez por su instinto, o tal vez porque la visión del cañón de una pistola antes de sólo ver oscuridad total había surtido bastante efecto, se ha mostrado relativamente calmado durante el trayecto. Su corazón latía con violencia y su mente pugnaba por controlar un miedo que no tenía ganas de sentir.

Se ha dejado arrastrar por no sabe dónde hasta que le han hecho pararse. En ese mismo momento se ha visto tentado de probar a quitarse la capucha e intentar algo, pero el ruido de voces, en particular el de la mujer de antes le ha hecho desistir, ya que va armada. Aguarda no sin cierta paciencia hasta que finalmente se ve despojado de la capucha.

Parpadea repetidas veces para que sus pupilas se adapten de nuevo a la luz, momento en el que mira a su alrededor, aún con los puños apretados por la frustración...

Hasta que se encuentra de frente con el hombre que está sentado tras la ostentosa mesa. No le hace falta ser muy listo para darse cuenta de que es el que da las órdenes, por la forma en que la mujer se refiere a él como jefe...

Pero eso no implica que su confusión aumente sl percatarse de que no lo conoce absolutamente de nada:

- ¿ Pero qué coño... Quién eres tú?- Dispara la primera pregunta que le viene a la mente, tuteándole en una mueestra de inquebrantable orgullo y rebeldía... Y es que si bien se está quieto, su mirada sigue echando chispas.

**Capo Camilleri** Lun Oct 19, 2009 7:37 pm

Observa con maravillosa curiosidad como Lana parece aceptar al pie de la letra las palabras de él, no pudiendo hacer nada más que soltar una risilla entre dientes y negando con la cabeza:

- Seguro que se lo habían buscado... Cuando una cosa no está a tu nivel, tentar a la suerte no es algo recomendable... Seguro que me entiendes. -Deja caer con una sonrisa tan malvada como misteriosa, dejando que le quiten la capucha a Edward..

Y en cuanto tiene la oportunidad sus ojos, oscuros, magnéticos e inquebrantables, se encuentran con los azules de él, chispeantes y claros. Le resulta demasiado fácil traspasar esa falsa rebeldía para observar la confusión, manifestada en forma de pregunta...

Y encima lo tutea. Toma aire despacio, ya que el regocijo de la situación es muy superior a la osadía del chico... Y por ello mismo su sonrisa no se borra ni sus ojos muestran ni una pizca de molestia:

- Hola, Edward...- Comienza con voz suave, pero con una tensión implícita que no augura nada bueno- ¿ Yo...?. Digamos que soy algo así como un... Observador. Y te he estado observando, Edward... ¿ O prefieres Eddy?- Pregunta totalmente retórica, ya que lo llamará como le de la gana, y en ese caso es Edward, siente una sensación extraña mencionando ese nombre.

**Edward Carnby** Lun Oct 19, 2009 7:43 pm

Cada vez entiende menos qué hace aqu´`i y por quéle han traído... Pero el resto de personas pierden importancia en cuanto el hombre sentado en el sillón comienza a hablar. No le gusta su mirada, parece que lo esté acuchillando o algo similar, y tampoco kle gusta en absoluto ese tono de voz que usa, desquiciante...

Y continúa ocultando el miedo y la confusión bajo un orgullo que se comienza a entremezclar con la ira. Capta el matiz burlón de la pregunta y resopla, porque si conocía ese psudónimo significaba que sabía quién era en el barrio... Lo que no entiende es como alguien así, que tiene un despacho más lujoso que toda su casa, lo conoce:

- No tienes derecho a llamarme Eddy, y de hecho si sabes ese nombre sabrás entonces que no puedes decirlo- Se muestra en cierto modo firme con la voz, pero en su mente no deja de imaginarse qué ha estado observando, o si simplemente se está tirando un farol. Su nerviosisimo aumenta y eso se detecta en la posterior pregunta que le lanza:

- ¿ Qué mierdas quieres?- No está en condiciones de ponerse a rebatirle nada, lo han secuestrado a punta de pistola, y eso es algo que sólo sucede cuando alguien quiere algo de él.

**Capo Camilleri** Lun Oct 19, 2009 7:54 pm

Irremediablemente se tensa sobre sl sillón como una pantera enloquecida a la que acaban de provocar... Y es que las palabras de él..

¿ Derecho... Con quién se pensaba que estaba habñando el mocoso...?. Por suerte para Eddy hoy está de buen humor, eso sin contar el interés que tiene puesto en él... Pero no implica que desenfunde su Eagle y coloque el dedo en el gatillo, ladeando el arma y apuntándole al pecho, balanceándola peligrosamente:

- Derecho...¿ Como el que tengo ahora por tu patética vida, tal vez?- De nuevo otra pregunta retórica que va acompañada de una risilla entre dientes...

Antes de que su expresión adopte una rabia repentina y dispare entre los pies de él con un fuerte estruendo, haciendo un agujero en la moqueta y quedándose mucho más a gusto, como se nota cuando toma aire:

- Así mejor...- Sabe que con eso verá menos tonterías en la mirada de él, aunque parece empezar a ser consciente dela situación.. - Te has convertido en líder de los Ttiriteros en unos... ¿ Dos años?- Pregunta, aunque más bien afirma puesto que ha investigado, y bastante...- Antes eran un estorbo, antes de que aparecieses claro... arecían bestias sin cerebro cargadas de hormonas, estropeaban el negocio... Pero les has dado cierto orden, y por qué no decirlo, rentabilidad... Una rentabilidad de la que quiero un porcentaje.

Le suelta con tranquilidad, sin dejar de taladrarlo con la mirada y dejando el arma sobre la mesa, frotándose las manos en un gesto compulsivo.

**Edward Carnby** Lun Oct 19, 2009 8:01 pm

Aprieta los labios en una finaa hílea cuando literalmente le está vacilando,pero todo rastrode posible respuesta queda borrado cuando saca su arma y le apunta... Y no es por el hecho, es por qué en la mirada se ve que dispararía sin dudar demasiado...

Y así lo hace. El estruendo del disparo rebota en sus oídos hasta el punto que le silban los tímpanos, y cuado se quiere dar cuenta tiene un agujero en el suelo justo debajo suya. Un sudor frío le recorre la espalda y su cuerpo se estremece de forma muy sutil, casi imperceptible, gracias sobretodo a que en un último momento lo ha controlado...

No dice nada y deja que hable, por mal que le pese es así, ahora son ellos los que tienen el control y el Ttititero se convierte en títere... Le sorprende ver la de cosas que sabe, una sorpresa que no se manifiesta en disimular, y que pasa en incredulidad cuando prácticamente le pide una parte de los negocios que su banda lleva...

Y una carcajada escapa de sus labios, un único "Já" antes de quedársele mirando como si estuviese loco:

- ¿ Un... Porcentaje... En serio crees que puedo presentarme ante ellos, decirles que te tenemos que pagar, y que acepten...?. Si e s así no has observado lo suficiente.- Y esta vez no suena burlón u ofensivo, el disparo ha surtido efecto y se encuentra más calmado...

Metáforicamente hablando:

- ¿ Quién te crees que eres para exigirnos?

**Capo Camilleri** Lun Oct 19, 2009 8:13 pm

La carcajada supone como una chispa que reactiva algo que había logrado amansar con el disparo... Por suerte no llega hasta el punto de llegar a hacerle perder los nervios.

Escucha lo que le dice sin mutar su postura, sin dejar de traspasarlo con esos vórtices oscuros que parecen dispuestos a tragarse cualquier rastro de orgulloo burla en su voz, y a hundirlo en la más profunda oscuridad...

Y con esa última pregunta que le lanza es él el que sonríe, el que disfruta con el momento, se regodea con cada segundo que pasa, marcado por su rólex... :

- Te equivocas, pequeño Ed... Te he observado más que suficiente, de hecho he esperado para ver si acababas como una de esas bestias o demostrabas algo de inteligencia... La demostraste, aunque ahora no lo pareces en absoluto. Sabía que no aceptarías a la primera...

Deja que pasen de nuevo unos cuantos segundos, que el miedo y la confusión se apoderen de nuevo del muchacho, dejándolo débil y expuesto:

- ¿ Quieres saber quién soy...?. Soy alguien que si quiere puede diezmar tu banda si le sale de las pelotas, alguien a quién tienes que tenerl respeto... Y para que veas que no es un farol de adolescentes...- Rebusca entre sus cajones hasta que saca una bandolera de color oscuro en tonalidades rojizas pintadas a mano y se la tira al suelo:

- Seguro que te suena... Uno de tus más allegados, de tus camaradas, como los llamas, la llevaba siempre consigo... Por lo que me dijeron suplicó piedad antes de morir- Se regodea con la situación y eso se nota en su voz, pero no le da tiempo a réplica, ya que lo suelta, aquello que estaba conteniendo durante meses...:

- Pero ante todo, soy tu padre.

**Edward Carnby** Lun Oct 19, 2009 8:26 pm

El tono de voz del hombre cada vez le gusta menos, parece inusualmente contento, como si disfrutase de algo que él desconoce... Y eso le pone más nervioso aún. Tensa y destensa los puños, con unas ganas de arrearle un puñetazo que van en aumento y en caída al ver la pistola sobre la mesa...

No dice nada y deja que hable todo lo que quiera, como si no le afectase ni le asustase las posibilidades que él baraja... ¿ Acabar con todos los suyos?. Tendría que tener mucho poder para hacerlo, por no decir la resistencia que encontraría...

hasta que algo cae ante sus pies y tarda varios segundos en agachar la mirada.

La bandolera de Coffie. reconocería esos extravagantes dibujos rojos hasta oscuras, uno de sus mejores compañeros en la banda, desde que entró se había mostrado de acuerdo con el cambio, había participado...

Y ahora las tonalidades rojizas de los dibujos se mezclaban con el rojo de la sangre seca. Y sólo tenía quince años. Deja de respirar ante la opresión en el pecho, un nudo que le resulta imposible de deshacer...

Hasta que, con los ojos brillantes, eldolor se ve sustituido por la rabia. Se tensa como un gato dispuesto a saltar, a matarlo aunque le cueste la vida, le da igual...

" Pero ante todo, soy tu padre"

Se queda totalmente quieto, porque eso ya no es que se lo crea, ezs que le parece una broma de muy mal gusto, aunque en comparación con haber asesinado a un miembro de su banda...

Lo que no quita que quede en estado de shock:

- ¿ Pero qué coño dices, hijo de puta?.- Estalla de repente, taladrándolo ahora con una furia clara y firme, apretando tanto los puños que los nudillos se le tornan morados.- ¡Estás enfermo, era un crío, y yo no tengo padre!- Exclama en voz algo más alta.

**Capo Camilleri** Lun Oct 19, 2009 8:39 pm

Si hay algo que le guste más que eldolor físico, ese es, sin duda, el dolor anímico, el de la pérdida... Y ese dolor es el que está viendo en la mirada de él cuando comprende lo que significa la bandolera, un dolor más que potenciado por las palabras de él y perfectamente buscadas....

En un único movimiento coloca de nuevo el arma entre sus dedos al verlo tensarse, pero parece percatarse de lo que le acaba de decir y se detiene... Lee la incredulidad en sus ojos, obviamente lo toma por mentiroso y sigue enfurecido...

Y después vienen los insltos. Las ganas de agujerearle el pecho aumentan, pero no le conviene ni le interesa, así que deja que se desfogue, soltando una risilla entre dientes cuando lo llama enfermo:

- El término enfermo es muy relativo... Al igual que el de hijo de puta... Porque tú sí que eres un hijo de puta, Edward, en sentido literal claro está... O de putita, mejor dicho.- Se levanta del sillón con total calma, bordeando la mesa y paseándose de un lado a otro, las manos entrelazadas detrás de la espalda y pistola en mano. En un momento se para y echa la cabeza hacia atrás, exhalando un suspiro de satisfacción, que no viene por el hecho de recordar, si no por otro mucho más oscuro:

- Mary... La más bonita de todas, como recordarás, hijo...- Utiliza el término no porque le guste, si no por desquiciarlo aún más- Y las más cara también... Tanto que pese al tugurio no estaba al alcance de muchos... Pero yo acababa de ascender y , por lo tanto, de cobrar... Y un polvo nunca viene mal, pero seguro que me comprendes, o tal vez no, por lo que sé...- Otro tipo de información que no le da y que tiene guardada como un as:

- Lo que yo no sé, y espero que me expliques, es como cobrando tanto compraba preservativos de tan mala calidad...- Se mesa la barbilla, en una actitud fingidamente pensativa, sin dejarde mirarlo y sin borrar la sonrisa malévola, dejando que entienda las cosas- Pero mira, falló la protección... Y de ese fallo saliste tú... Oh, seguro que eso tu madre no te lo contó, ¿ verdad?.

De repente parece que le de pena el chico, frunciendo el ceño y haciendo un mohín:

- ¿No te contó que te tuvo por error, pero al no tener para abortar decidió tenerte?. Pobrecito.... Una carcajada escapa de sus labios, sonriendo ahora de forma más abierta- Tengo entendido que se la cargó un violador... Tal vez te interese saber lo que fue de él... La tarea que realizó con tu madre fue magnífica, dio mucho que hablar... Moví unos hilos y salió antes de tiempo... desde entonces trabaja para mí

Y le guiña un ojo de forma descarada, dejando que asimile toda la información, golpe tras golpe, destrozándolo cada vez más, buscando el punto en el que aceptará lo que le pide... Y es que con tanta información está claro que no miente.

**Edward Carnby** Lun Oct 19, 2009 9:03 pm

El nerviosismo, el miedo que antes le inspiraba la voz del hombre ahora se torna en exasperación ante la ira que brota por todos sus poros, una ira que se esfuerza en que no pase a más para lanzarse a por su cuello..

Y es que el tema que ha tocado, ya no sólo el asesinato de su compañero, que le duele, si no también la insinuación de ser su padre, es algo que tenía muy enterrado en lo más hondo de su ser...

Y escucha atónito la información que tiene de su madre, su nombre, su "oficio"; por llamarlo de alguna forma, todo... Odia con todo su ser la forma en que habla de ella, como si se tratase de una simple mierda, pero odia aún más, mucho más, que la información que le da sea tan precisa, incluso añadiendo detalles que él no sabía...

Y algo se rasga por dentro cuando le suelta, con una sinceridad que le resulta chocante, que es un error de un preservativo. Se queda totalmente estático, y de nuevo ese nudo que le impide respirar acude a su garganta con una rapidez inusitada... Los ojos le brillan, recordando todo, TODO lo que ha pasado desde el día en que tuvo uso de razón, su infancia, los cuidados y las sonrisas de su madre...

Y de algo está seguro, de que le acabó queriendo por mucho error que fuese, esos ojos claros no podían mentirle, no podía... Y a esa esperanza se aferra, pero aún el cúmulo de cosas es demasiado como para poder evitar que las lágrimas, brillantes y saladas, caigan de sus ojos y sus puños se aprieten en un vano intento de contener los temblores:

- No sabes... No sabes lo que he tenido que pasar- Musita en un hilo tembloroso de voz, sin dejar de mirarle fijamente, y es que no ve un padre, ve un monstruo- Lo que pasamos, no tienes ni idea, no hables de ella como si... Como si...

Y la gota que colma el vaso se manifiesta cuando se entera de que logróliberar al asesino de su madre y que encima lo contrató por su excelente trabajo, como si la mujer que le ha parido, que le ha querido durante esos años, fuese una especie de cuadro barato...:

- ¡HIJO DE PUTA!!!- Y su instinto reacciona, sin siquiera pensar, dejando de tensarse y abalanzándose en rápidos pasos sobre él, dispuesto a estrangularle hasta que ya no quede color en esa horrenda cara...

Y ni por la rabia del momento deja de llorar en silencio.

**Svetlana 'Lana' Yakovleva** Lun Oct 19, 2009 9:28 pm

-Clarro que lo entiendo -Responde distraídamente- Aunque a mí las tentaciones suelen atrraerrme demasiado, ya ve, no alcanzo la aparrente perrfección -Comenta en un tono que quiere decir muchas más cosas que ese amago de broma, pero que sabe que nadie más que él entenderá y, por tanto, no añade nada más, sumiéndose en un frío silencio.

Como sabe que, por el momento, debe permanecer al margen ya que ahora le toca a él cargarse las defensas de sus víctimas, sin decir nada, toma una de las sillas para invitados y la arrastra para quedar detrás del chico, sentándose y comenzando a limarse las rojas uñas con una lima metálica sospechosamente afilada y dura para ser el utensilio que es, mientras tararea por lo bajini una melodía infantil que en su voz queda totalmente macabra, sobretodo por la frialdad que está demostrando al centrar su atención en pulir su manicura teniendo lugar semejante escena delante de sus narices.

Pero ella no parece reaccionar, no parece afectarle la muerte de ese crío, ni las reacciones del chico, que poco a poco va perdiendo la coraza, como todos, que se le hace pedazos dejando a la rabia ir abriéndose paso. Únicamente arquea una ceja unos segundos al escuchar la revelación que Camilleri le hace a este sobre su paternidad, sonriendo ampliamente de forma retorcida al ver lo que añade después respecto a la ramera madre del chico pero sin intervenir.

Hasta que el estalla y entonces, cuando se lanza sobre él, ella ya se ha puesto en pie de un salto, estirando una mano para agarrarle del cuello de la camiseta a la altura de la nuca, tirando hacia atrás para apartarle de su jefe, en lo que con la otra hunde la lima de uñas en el hombro derecho del muchacho con saña, clavándosela y atravesando la carne. Por si esto no ha sido suficiente, sin soltarle del agarre aunque pueda estar dejándole sin aire, le propina una patada en la espinilla.

-Yo que tú no intentarría algo así, rretoñito... -Tira del chico manteniendo la lima hundida en la carne hasta sentarle en la silla que ella ocupaba antes, soltándole del cuello para apuntarle con la pistola en la cabeza, mientras que con la otra mano comienza a retorcer la lima dentro de la herida antes de sacársela para pasar el brazo rodeándole y con los dedos pulgar e indice clavar las uñas en sus mejillas, haciéndole poner boca de pez en un gesto burlón y sin ser delicada- ...la moqueta es demasiado carra como parra que tus sesos, si es que los tienes, que lo dudo, la manchen -Y el frío cañon del arma sobre su cabeza, desde atrás, acompañado por estás palabras deja claro que no dudará en disparar- y si vas a decirr palabrras tan sucias como el coño de la madrre que te parrió serrá mejorr que no digas nada -Añade hundiendo más las uñas para acrecentar, burlándose así de él, el gesto de morritos que le obliga a poner.

Y entonces, sin dejar de apuntarle, comienza a reír al ser consciente de las lágrimas del chico, pues nota sus dedos algo humedecidos, y ríe a carcajada pura, como si el llanto de él se tratase del más ingenioso chiste.

**Capo Camilleri** Lun Oct 19, 2009 10:48 pm

Le escucha tartamudear, ya con las defensas totalmente destrozadas y disfrutando al ver como ha acabado con su férrea voluntad como si de cortar mantequilla se tratase... Disfruta sobremanera y eso se delata en su sonrisa o en sus facciones:

- ¿ Como si qué, como si se tratase de una puta?. Puta, puta, ¡ puta!- Exclama finalmente, en el momento en que se le lanza encima. recula un par de pasos antes de que Lana actue y se lo quite de encima sin que haya llegado a arrugarle la chaqueta negra de rayas blancas:

- Gracias, Lana, eres útil...- Chasquea los huesos del cuello y vuelve a mirar a Edward, sin variar un ápice su expresión de disfrute- Bueno, Eddy... Espero que ahora aceptes, te conviene y lo sabes...

**Edward Carnby** Miér Oct 21, 2009 4:37 pm

Está tan cerca del cuello de él que casi puede imaginarse el sonido que hará cuando lo estrangule, y una vez muerto, le patee la cara hasta que sólo queden meros trazos del monstruo que tiene delante...

Pero sus sueños se convierten en eso, sueños, cuando la mujer se adelanta con bastante rapidez antes de que él logre alcanzarle la garganta. El chillido de dolor que escapa de sus labios cuando le clava la lima y retuerce con saña va entremezclado de una profunda molestia por no haberlo conseguido...

Pero la posterior patada consigue el efecto que ella, al parecer, buscaba, que es hacerle retroceder, hiperventilando y con los ojos enrojecidos y encendidos. Por desgracia ella es más alta y el dolorle impide responder de forma correcta, partiéndole la boca, por lo que entre gruñidos y oponiendo toda la resistencia que puede acaba de nuevo sentado.

No puede evitar abrir la boca ante las palabras de ella, sin importarle que le esté apuntando con un arma, demasiado cegado por la ira:

-¡QUE TE JODAN!!- Ladea el rostro y escupe a la moqueta una flema sanguinolenta, demostrándole así lo mucho que le importa ahora mismo todo...

Aunque varias imágenes pasan rápidas por su cabeza y se da cuenta de que esa actitud no lleva a ninguna parte, por lo que en cierto modo, pese al pulso y la respiración, logra mantener la calma, aún con el odio visceral pintado en sus ojos cuando mira a su padre:

- Ni muerto le daría algo a alguien como tú... Esa gente nos paga porque les protegemos, nos odiarían si se lo diésemos a un bastardo hijo de puta... Puedes matarme, pero otro ocupará mi lugar, y tampoco estará dispuesto a negociar... Deberías haber previsto que no sólo he cambiado la estructura, si no los ideales...- Y se permite esbozar una sonrisa burlesca, retadora.

**Capo Camilleri** Vie Oct 23, 2009 11:32 pm

Retrocede un par de pasos de forma instintiva, y es curiosa y muy cruel la sonrisa que se esboza y se amplia en su rostro cuando lo siente más cerca, casi alcanzando su particular objetivo..

Porque ahora está viendo emociones a flor de piel, unas emociones provocadas por él e intensificadas por sus hechos... En estos momentos echa de menos su cámara. Por suerte, aunque hubiese podido con él, Lana se adelanta y frena al chico, evitando así que se ensucie las manos.

No le dice absolutamente nada ante el tratamiento que le da a su hijo, así de poco le importa, y simplemente espera a que le de la respuesta que desea oír... Y, como no, obtiene la totalmente contraria. Rueda los ojos de una forma casi teatral, pero no borra la sonrisa, y es que ahora es cuando despliega el último as en su particular baraja oscura:

- No aprendemos, por lo que veo... Empiezo a pensar que eres como los demás, aunque bueno, entre tú y yo, me importa más bien poco... Si tengo que cargarme a todos tus amiguitos me los cargo, y no pestañearé siquiera- Le dan ganas de cruzarle la cara cuando le soonrie de esa manera, pero el regocijo que va a sentir al destrozarle esa última barrera supera todas las expectativas.

Rodea de nuevo la mesay rebusca en un cajón hasta que saca un mando. Posteriormente se encamina al armario que tiene detrás suy, abriéndolo y dejando visible un televisor de plasma, y en el estante de debajo, un reproductor de DVD, Lo enciende y luego se acerca de nuevo a él, colocándose justo en el respaldo de la silla, a su espalda y al lado de Lana:

- Vas a mirarlo entero... Y por cada vez que apartes la mirada, mataré a alguien importante para ti... Como verás, el vídeo es muy valioso.- Susurra casi con ansia, dándole al botón del play...

Y la cienta comienza. Ahora que lo ve desde fuera se da cuenta de que es una obra maestra, ya no en términos de encuadre o ángulos, si no en todas las expresiones de ella, tan naturales, tan... Espontáneas... :

- Oh, mira, mira... Tu amiga Epi... A la que, como ves en el vídeo, le comprobé que sigue intacta de abajo.. ¿ Aparte de sordo eres impotente?- Una risilla entre dientes se escapa de su boca, en lo que le susurra al oído sin desviar la vista del vídeo- Oh, esa escena es buena... ¿ Has visto como te saluda? Un encanto, ¿ verdad?. Y mira mira, cuando hablaba era un poco pesada, pero hay que reconocerle que no se le da del todo mal usar la boca... Lo siento por cierto, se me olvidó termina fuera, aunque por la cara de gusto de ella deduces que le acabó gustando, al fin y al cabo, es una puta, como tu madre... Uy no, como tu madre no, que desfachatez, tu madre era mucho más buena...

Y así, con ese tipo de comentarios, se tira hasta que el vídeo acaba, momento en que apaga el DVD y se pone enfrente de él, a un par de metros de distancia:

- ¿ Quieres una copia?

**Edward Carnby** Sáb Oct 24, 2009 12:53 am

Ahora mismo sólo puede aferrarse a una cosa, y esa es la pequeña parte de su orgullo que ha logrado arrancar con sus últimas palabras, sabiendo que nadie de la banda accedería a darle un porcentaje a una persona así... de ahi que mantenga la sonrisa, pese al sordo dolor del hombro, que siente húmedo por la sangre, y el dolor de la espinilla, que aún le dura.

Masculla un "puta" para referirse a la mujer que tiene detrás, aunque no puede evitar enarcar una ceja al ver lo que el otro hombre hace. Se tensa instantáneamente cuando se coloca a su espalda, pero la amenaza, en conjunto con la mujer del arma, le hacen estarse quieto, sin entender qué está planeando...

Y es que por muy macabro o cruel que pudiese considerarse, no se esperaría algo así en su vida... Porque reconoce a la chica del vídeo, de hecho si no la reconociese él, con la breve introducción, se encargaría de que así fuese... Y el terror se apodera de sus iris azules, el terror mezclado con un dolor que si bien no es suyo casi identifica como tal, conforme él la va explorando de esa forma agresiva que busca hacer daño, en lo que ella llora y súplica...

Y en lo que ella accede por él. Ahora se da cuenta, ahora todo encaja en su mente y, pese a la situación, numerosos hilos se entrelazan entre unos hechso y otros con suma rapidez. La forma de vestir de ella, sus palabras en el almacén, la despedida...

De quién lo protegía era del hombre que ahora tiene detrás y que le susurra detalles que no hacen más que aumentar su rabia, rabia que se mezcla con naúseas cuando observa, atónito, lo que le obligó a hacer, mejor dicho, lo que ella hizo por él..

Y se da asco a sí mismo por darse cuenta de que ha sufrido por él cuando no tenía por qué... No puede evitarlo, pero el grado de sacrificio es tal que se siente minúsuclo e inútil... Ahora entiende por qué se llamaba puta una y otra vez, como bien aparece en el vídeo...

Y escucharlo de los labios de él supone el estallido que nnecesita. Felixiiona la pierna en el mismo momento en que se alza unos centímetros, Soltando después una fuerte patada a una de las patas y levantándose en el acto, aprovechando la distracción para lanzarle un puñetazo en toda la mandíbula al hombre.

Le diría algo, pero ve mucho más fructífero descargar su rabia y su culpabilidad destrozándole la cara... Así que sin más se abalanza a por él.

**Svetlana 'Lana' Yakovleva** Lun Oct 26, 2009 4:51 pm

-No soy una puta, soy una zorra, pequeño -Contesta con frialdad al chico, observándose detenidamente la manicura como si él no tuviera importancia alguna- Clarro que con lo bobo que parreces dudo que entiendas la diferrencia, te lo explicarré: tu madrre en vez de poderr disfrrutarr los placerres de la carrne, caía tan bajo de cobrrar por ellos... Yo en cambio no soy tan rrastrrera, los tomo y doy porr merro placerr y me gano el dinerro de forrma digna...

Y sin más se dedica a observar el video, rompiendo a reír a carcajadas en algunas de las partes que su jefe comenta:
-Oh, porr favorr... ¡Qué patética! -Niega con la cabeza para si misma- Es... Es... Rídicula -Más risas retorcidas- "No le haga nada a Eddy, porr favorr" -Imita en tono de burla despectiva- Que asco... -Y sigue riendo- De verrdad, siendo hijo de quien erres esperraba que te gustasen las mujerres de verrdad, hasta en eso se te sobrreestima... -Hace un gesto de fingido pesar, paródico- Uy, qué violento... ¿Te da envidia que papi la haya catado mucho más que tú? ¿Es que contigo no se lo tragaba y estás enfadado con ella por hacerlo con otro y con el otro por ser tu papaito? -Utiliza un tono de teatral preocupación que la hace parecer más fría y cruel dada la escena- Es eso, ¿no?

Cuando se abalanza a por su jefe reacciona, cogiéndole por los brazos con ambas manos, procurando que el pulgar se aferre a la herida de la lima, tirando hacia atrás para apartarle de Camilleri, y mete su rodilla entre las piernas de él, golpeándole en sus partes más íntimas, que ella duda que el chico sepa usar, para aprovechar el momento en el que se dobla de dolor. Es en ese momento en el que le empuja hacia el suelo con otro rodillazo para hacer que termine de caer boca abajo y, habiéndole liberado por los hombros, apoya el tacón en la espalda, clavándolo, para evitar que escape:

-Tanto que manchas el suelo, comételo ahorra...

**Edward Carnby** Lun Oct 26, 2009 5:08 pm

Y otra vez ella, joder, hasta en la sopa... Sólo le ha dado tiempo a darle un golpe y el dolor en su hombro volvía a acentuarse cuando ella clava los dedos...

Pero duele bastante más el rodillazo en sus partes bajas, que le hace toser con violencia, quedándose sin aire repentinamente, momento que ella aprovecha para dejarle tumbado en el suelo, gruñendo de dolor cuando siente el tacón en su espalda...

Pero ya le da igual todo, y eso se nota cuando sus manos serpentean por el suelo hasta que una alcanza su bolsillo, del que saca una pequeña navaja... Sabe que no tiene tiempo de abrirla, así que la oculta con el puño cerrado y estira ambos brazos por encima de su cabeza...

Intentando levantarse unos centímetros, pese a que el tacón se le clava más y su cuerpo tiembla, pero lo consigue, y aprovechando ese pequeño impulso le lanza la navaja a la cara a la mujer. Espera distraerla lo suficiente como para que reduzca la presión de su pie, momento en el que aprovecha para rodar a un lado y asestarle una patada en la espinilla, comenzando a levantarse para lanzarse de nuevo a por su padre.

**Svetlana 'Lana' Yakovleva** Lun Oct 26, 2009 5:13 pm

En efecto, la navaja la distrae, aunque logra cazarla en el aire y, mirándola con expresión de asco, guardársela en el bolsillo pensando que podría hacer una obra de caridad y regalársela a algun vagabundo borracho que no notará la mala calidad del arma. Pero para evitar golpearse ha tenido que reducir la presión del tacón y el niñato ha aprovechado para escapar de la trampa y patear su espinilla y, aunque logra apartarse, no lo hace del todo a tiempo y pese a no recibir el golpe en todo su esplendor, si que nota la punzada de dolor, quedándose parada unos segundos.

Pero no demasiados porque ve como se lanza de nuevo a por él, motivo por el cual, ignorando la molestia de su pierna, vuelve a ir hacia él para agarrarle, esta vez rodeándole con ambos brazos el tronco y apostando un fuerte puñetazo en el estómago para dejarle sin aire unos segundos y apartarle del todo de Camilleri, utilizando una de sus manos para ponerle ambas manos a la espalda, sin soltárselas, y sujetándole de la tripa con la otra.

**Edward Carnby** Lun Oct 26, 2009 5:22 pm

Y otra vez la misma frustra sus intentos... Y lo peor es que ya está demasiado cansado como para contrarrestarle, o intentar esquivar al menos, alguno de sus golpes, un cansancio y un dolor más mentales que físicos, pero que sirven para hacerle sentirse agotado y pesado.

Y acaba inmovilizado por ella, mirando a su padre, al cual tiene delante, con un profundo odio y desprecio tiñendo sus iris azules, revolviéndose sin éxito alguno en los brazos de la mujer:

- Me vengaré... Te juro que me vengaré, cabrón...- Y comienza a insultarle de todas las maneras que se le pueden ocurrir, ya que no puede hacer nada más.

**Capo Camilleri** Lun Oct 26, 2009 5:44 pm

El primer puñetazo de Edward sí que llega a su destino, y su rostro gira no sin cierta violencia ante el golpe en lo que rechinan sus dientes...

Pero inexplicablemente sonrie, porque pega fuerte, y de eso está orgulloso... Una lástima que del resto le repugne o simplemente sólo quiera aprovecharse, sumándole el añadido de qe ni siquiera lo ve como fruto de su sangre. Al menos Lana actúa con suma habilidad las dos veces que el chico intenta repetir el proeso, provocando que suelte una risilla entre dientes en lo que escupe una flema sanguinolenta:

- Muy hábil, Lana, muy hábil...- Y de nuevo ese doble sentido a sus palabras que ella igual capta pero que el resto no.. Y escucha la retahila de insultos que Edward le va dedicando, sonriendo abiertament,e ero es una sonrisa llena de una rabia que no se molesta en disimular:

- Sigues sin entender... Muy bien, Edward, muy bien... Lana... Dale un escarmiento, que recuerde con quién está tratando... Y puedes usar a esos dos, que para algo les pago.- Les ordena sin miramiento alguno, apoyándose en una pared y dispuesto a mirar

**Svetlana 'Lana' Yakovleva** Sáb Nov 07, 2009 7:42 pm

Ella sí capta el doble sentido de las palabras de él, aunque no contesta, no es el momento ni el lugar, sencillamente se limita a sonreírle de forma apenas perceptible, y a asentir a las órdenes que le son dadas. La verdad es que ese niñato le aburre, es un simple adolescente rabioso... Y encima no puede matarle. Pero en fin, el trabajo es el trabajo, y ella debe cumplir con el mismo cuando se lo mandan por insulso que le parezca la tarea a realizar.

La mano cuyo brazo sostenía al chico por la tripa, viaja rapidamente cerrada en un puño hasta cerca de la mandibula de él, golpeándole en la bocaza que tiene el chico para partirle el labio sin piedad, sin soltarle las manos de la espalda:

-Así aprrenderrás a no decirr palabrrotas con las que faltarr el rrespeto a tus mayorres -Le hace un gesto a los dos hombres para que le sujeten el brazo que no está herido, liberándole, y entonces tira de aquel en el que clavó la lima, doblándolo en su espalda hasta que escucha el crujido que indica que ha dislocado el hombro.

Es entonces cuando dobla la mano hacia dentro, escuchando el crujido de la muñeca y riendo ante lo divertido que le parece. Y sin dejar de reír, se aparta haciendo un gesto a los dos hombres para que le tiren al suelo y le sujeten cada uno un brazo. Ella golpea con todo el tacón al codo del brazo herido, varias veces, hasta que ve manar la sangre y ha oído suficiente ruído como para saber que le ha roto el brazo a esa altura, dejándolo así inservible por mucho tiempo:

-Y así aprrenderras a no pegarr a tu familia... -Susurra con una sonrisa retorcida en los labios.

Pero eso no es todo porque los otros dos le colocan en pie por los brazos, sin importarles que uno este roto del todo, y ella aprovecha para dar varias patadas altas dirigidas a sus costillas, y no para hasta que, nuevamente, el ruido le indica que al menos dos las ha partido, aunque se ha asegurado de ejercer la fuerza justa para lograr eso sin que ningun órgano vital salga mal parado, puesto que eso, aunque muy tentador, sería peligroso.

Aún así, le resulta tan sumamente aburrido que finalmente, se aparta varios pasos, sacudiéndose las manos:
-Rrematadle -Dice a los dos hombres, puesto que estando tan débil a ella ya no le interesa, la parte entretenida se ha acabado, así que observa, ahogando un bostezo, como terminan de machacarle.

**Edward Carnby** Sáb Nov 07, 2009 8:02 pm

Y pese a que sabe que el escarmiento del que habla nova a ser una mera reprimenda, pese a que sabe de antemano que va a sufrir, el mero hecho de no haberle dado lo que quería y andaba buscando le hace sonreír de forma amplia y burlesca, en cierto modo delirante...

Una sonrisa que no dura más allá del golpe en la mandíbula, más fuerte que todos los que ha recibido hasta ahora... Pero no chilla ni emite sonido alguno cuando la sangra empieza a resbalar por su barbilla, demasiado acostumbrado a ese tipo de heridas, y con el unico objetivo de no darle un sufrimiento que al parecer disfruta de espectador.

No escucha las palabras de la mujer, le son indiferentes, está tan loca como él y para eso no hace falta pensar mucho... Pero cuando el hombro sale de su sitio habitual ya son palabras mayores y un gemido bastante profundo de dolor, casi un chillido, escapa de sus labios. Su mente se ciega por el dolor y por unos instantes deja de ver, pero una luz cegadora e intensa, acompañada de un intenso dolor tanto en la cabeza con la muñeca, y un crujido que rebota dentro de su cráneo, lae hacen cerciorarse de que se la acaba de romper...

Y esta vez sí emite un chillido, sintiéndose más miserable aún al haber fallado en el intento de mantener un orgullo más que pisoteado...

Ni siquiera opone resistencia cuando lo tiran al suelo de malas maneras, y yahabiendo fracasado cada patada de ella arranca un gemido más y más audible, hasta que el alarido que escapa de sus labios camufla con cruel maestría el crujido de su codo... ¿ Cuánto tardará en tener el brazo normal, si es que lo tiene? ¿ Dos, tres, cuatro meses...¿ Un detalle tan nimio en estos momentos que le hace intentar reír, un intento que termina en una flema sanguinolenta...

Y cuando parece que ha acabado lo alzan sin miramiento, como un muñeco de trapo del que se quieren deshacer. Apenas gimotea cuando recbe las patadas en las costillas, sólo consiguiendo un par de chillidos, rotos, cuando las costillas terminan por fracturarse, haciéndole toser más sangre...

Y pese a la orden de la mujer antes de que vaya a recibir más piensa con un último atisbo de inteligencia y se desploma en el suelo, aguantando el sordo dolor del brazo al impactar contra la moqueta, fingiendo haber caído desmayado y rezando porque cuele.

**Capo Camilleri** Sáb Nov 07, 2009 8:20 pm

Y observa todo el escarmiento más que satisfecho... Pero no del todo, porque lo que en otra ocasión le causaría excitación personal ahora es frustración,no ha conseguido la respuesta afirmativa que esperaba, y por otra parte tampoco puede forzarle a nada más de momento, matarlo sería demasiado... Complicado, tal vez el nuevo líder fuese más tozudo que él y consiguiese menos...

O tal vez no, pero el hecho de matar al líder de los Titiriteros supondría tenerlos detrás biscando venganza... Y por ello mismo, pese a que sonríe de esa forma desquiciada, no llega a ser del todo esplendorosa... De lo que sí se alegra es de las habilidades de Lana, hacía tiempo que no veía tales cosas sin vacilar ni un instante y encima disfrutando...

Casi se vea él mismo de joven, y de no tan joven, vaya... Agita la cabeza y sale de sus cavilaciones cuando observa como Edward se desploma... Y emite un bufido ante tan pésima imitación:

- ¿ En serio crees que no sé distinguir a alguien inconsciente...?- Unmero gesto de cabeza y los dos hombres lo levantan, acercándose y mirándolo cara a cara, con la misma sonrisilla que lleva exhibiendo toda la noche- Aunque no ha sido mala idea, tienes cabeza... Seguro que eso lo has heredado de mí, tu madre tenía fama de... Cortita, ya me entiendes. Lástima que no hayas heredado nada más...

Y da una palmada, de súbito, enfrente de sus narices:

- Pero hoy seré un buen papi y te dejaré, ¿ vale...?. Volvedlo a encapuchar y dejadlo dónde lo hemos cogido- Y ya sabes, no intentes buscarme como si fueses un rey vengador junto con tu corte de caballeros, o tus manos se mancharán de sangre, y no será mía...

Deja que lo encapuchen, dandole la espalda con suma lentitud y dejando que alcance la puerta, momento en que los detiene con un silbido, como si lo que va a decir se le hubieseolvidado cuando realmente lo ha dejado para el final:

- ¡Ah!. Se me olvidaba... Tienes una hermana, y se llama Harriet- No deja caer en ninguno de sus gestos o en su misma voz el conocimiento de la relación entre ambos, ni siquiera de si se conocen... Simplemente despide con un gesto a sus hombres, incluida Lana, y se sienta en su sillón de cara al ventanal, comenzando a reírse él solo ante su particular chiste....

Un chiste que le quema por dentro como aceite hirviendo.

**Gabriel "Leir" Dawson** Lun Nov 23, 2009 6:54 pm

Se abrieron las puertas de la entrada a la mansión, y cinco hombres-armario, vestidos todos de oscuro, mostrando los mismos intirncados diseños de tinta en la piel de sus dedos y manos, empujaron a Leirbag hasta el interior. Bueno, al menos eso intentaban, pues el chico era escurridizo y elástico, a penas sí llegaban a tocarle la mayor parte de las veces.

Tampoco era que empujarle fuera obligatorio precisamente, pues el joven, vestido con una chaqueta de cuero negro con cremalleras desaborchada y unos vauqeros sin ajustar plagados de cadenas, a juegos con las botas góticas, caminaba ante ellso de buena gana, canturreanda "I sing under the rain" como si no supiera que en realidad los cinco matones mafiosos lo llevaban al centro justo de operaciones de la mafia.
Leirbag había reconocido los tatuajes, Los Titiriteros. Un nombre trna tronchante como la propia organización, aunque por supuesto, con su actitud extravagante, el chico no había dado señal alguna de reconocer a sus captores. CIerto era que no se había resistido.
Pero tampoco había querido hacerlo. Es más, quería hacerlo, porque tenía la imrpesión de que este rapto estaba relacionado con Tara y Aidan. Primero habían sido ellos dos, ahora le tocaba a él.
Y estaba pero que muy dispuesto a pasárselo bien.

- Eh, eh, eh, vosotros, sin tocar... - les recriminó a los matones - Si llego a saber que os mola tanto empujar me traigo los patines y me ahorro el andar, así luego estaré más fresco para partiros la cara a todos - lo dijo casi con aire angelical.

**Capo Camilleri** Lun Nov 23, 2009 7:06 pm

Y la música clásica, esta vez Beethooven, invade todas y cada una de las estancias de la mansión, propagada por los diversos altavoces que se encuentran estratégicamente situados...

Y encima de las escaleras que conducen al segundo piso, apoyado en la barandilla y con sus ojos oscuros y estrechos fijos en la puerta que acaba de abrirse, está él, con su pecualiar traje negro con finas rayas blancas, la camisa negra y los zapatos blancos..

Y por la sonrisa que lleva en el rostro al fijarse en el jovne al que escoltan, por llamarlo de alguna forma, parece divertirse sobremanera:

- Ahh... Leir, Leir, Leir... - Exclama en voz alta, aplaudiendo al unísono de sus palabras y llegando a escuchar las palabras del muchacho de refilón. Le resultaría divertido ver como intenta darles una paliza a todos, si lo consiguiese se´ria un digno... Perro al que alimentar...:

- Pero desgraciadamente las circunstancias no son las favorables, ¿ verdad?- Le pregunta, sabedor de que no tendrá ni idea de lo que le está hablando, algo que a él no le importa. Un único gesto y una furibunda mirada a sus hombres- Subidlo- Y se pierde por el pasillo de la izquierda, entrando en su despacho y esperando senntado encima de su mesa.

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